THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

martes, 6 de julio de 2010

VIAJES POR RUSIA: SAN PETERSBURGO (II)

"Hay muchos museos en San Petersburgo. Los más destacados son el Museo del Hermitage y el Museo Ruso.
El Centro histórico de San Petersburgo fue designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En la arquitectura se nota la influencia italiana en el siglo XVIII, y en menor medida la francesa. Las celebraciones del tricentenario de la ciudad, en 2003, coincidieron con una cumbre del G8.
(Estatua del zar Pedro I, junto al Hermitage y frente al río Neva)Esta ciudad cuenta con innumerables muestras de arquitectura barroca y neoclásica, numerosos templos que, aunque en la era soviética fueron empleados como almacenes, se conservan fantásticamente, por ejemplo, la catedral de San Isaac, museo desde 1931, famosa por su cúpula dorada, que se alza entre edificios señoriales sobre el río Neva.
Se puede mencionar, entre muchos otros, los siguientes edificios o monumentos:
• la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo;
• la Catedral de San Isaac;
• la Catedral de la Santa Trinidad de San Petersburgo;
• el Monasterio de Alejandro Nevski;
• el Monumento a la Tercera Internacional;
• el monumento a Anatoli Sobchak, el primer alcalde de Leningrado moderno, inaugurado el 12 de junio de 2006.
Entre los conjuntos monumentales ubicados en los alrededores de la ciudad se destacan el Palacio Pávlovsk, el Palacio Peterhof, Tsárskoye Seló y el Palacio Konstantínovski.”
(De Wikipedia)


Recorrer San Petersburgo (lo esencial) a pie, guiados por nuestro sobrino Viktor, fue una muy grata experiencia, pese a que el itinerario, de unos 20 kilómetros, más o menos, resultara pesado por el calor y cansado por nuestra cierta falta de hábito.
Comenzamos por desplazarnos desde Nevskiy Prospekt (la preciosa avenida del Neva), de estilo europeo de finales del siglo XIX y principios del XX, bordeada de joyas arquitectónicas tan bellas como la Basílica catedral de la Virgen de Kazan (foto a la izquierda); la maravillosa iglesia de San Salvador de la Sangre Derramada --una basílica de formas bizantinas, con policromías y mosaicos multicolores (muy al estilo de la catedral de Moscú), que en cada una de sus fachadas ofrece impresionantes, por lo bellas, composiciones artísticas y arquitectónicas, en cuya catedral fue asesinado precisamente el zar Alejandro II--, y que se destaca al fondo del canal Griboyedova; los diversos museos y palacios, el mercado, etcétera.
(Basílica del Salvador de la Sangre Derramada)
Tomamos después el metro (bellas estaciones y buen servicio, como en tantas ciudades exsoviéticas) para desplazarnos hacia el Este, donde visitamos el palacio en el que Lenin estableció su primer gobierno, los monasterios del alrededor, y en un trolebús atestado de gente (tan atentos con nosotros, por nuestra pinta de turistas, que nos cedían el asiento) retornamos al centro, para seguir visitando más palacios y monasterios, a los que no me refiero en concreto, porque ya al principio se inserta una reseña de ellos.
Pero la mayor y más impresionante experiencia la constituyó la visita al Museo Hermitage.
No voy a extenderme en narraciones concretas sobre la extraordinaria belleza de sus contenidos, de sus salas de pinturas, de sus salas de esculturas, de sus salas de metales y minerales preciosos.
(Collage que recoge la torre de la catedral de San Isaac, silueta de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, Plaza del Palacio de Invierno con el obelisco, fachada del Palacio de Invierno, Fuentes del palacio de Verano en Petergof y vista nocturna de la Avenida Nevskyi)
Nuestro guía y pariente nos informó que si nos deteníamos solamente treinta segundos delante de cada una de las obras de arte, precisaríamos ¡nueve meses! para recorrer todo el museo. Así que le rogamos que nos dirigiera a las salas de los pintores españoles, flamencos e impresionistas, en las que nos hartamos de contemplar tantas y tantas obras maestras, para llegar después a la famosa escalera del palacio en la que Lenin protagonizó en 1917 el asalto para derribar la monarquía zarista e instaurar el comunismo.
Y seguimos por las salas del ámbar, y de la malaquita, y de la plata, y del oro. Y por la galería de los retratos de los zares, de los generales, de las zarinas, las pinturas sobre las batallas… Inenarrable…
Emocionados por la impresión de lo visitado (habíamos empleado ocho horas en contemplar, “al trote”, apenas si una pequeña parte del museo), quedamos emplazados para volver el siguiente día, si era posible, que no lo fue, porque hubimos de salir ya hacia la República de Karelia, al norte.
(Vista nocturna del Hermitage desde el río Neva)
Nos quedamos algo frustrados por no haber podido visitar más el Hermitage y la ciudad, pero satisfechos, porque habíamos alcanzado la decisión de que habíamos de volver, y con mucho más tiempo.
Probablemente habré omitido la mayor parte de los palacios y lugares que visitamos, aunque sí destaco la bella experiencia que nos supuso el siguiente día dar un paseo de más de tres horas por los canales y ríos de San Petersburgo, que nos permitió contemplar más y más palacios y monumentos y parques, y convencernos de que esta ciudad es llamada, con razón, la de los mil canales.
(Fortaleza de San Pedro y San Pablo)
Obvio es que San Petersburgo es la ciudad a la que siempre hay que volver, porque además sus gentes son amables, serviciales y saben que el turismo es una de sus fuentes de ingresos.
Yo comenté con mi esposa que de entre las muchas ciudades europeas que habíamos visitado, San Petersburgo quedaba situada entre las primeras en belleza e interés.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA