THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

MIS PERIPLOS POR EUROPA (AÑO 2010): Ivano-Frankivsk, los Cárpatos, Kiev y Ucrania

Bandera del oblast de Iv. Frankivsk
Ivano-Frankivsk (en ucraniano Іва́но-Франкі́вськ, en polaco Stanisławów) es el centro administrativo del Óblast de Ivano-Frankivsk. Es un importante centro de cultura y de economía de Ucrania.
La población es de 239.145 habitantes (2009).
El Óblast de Ivano-Frankivsk (Ivano Frankovsk) (en ucraniano: Іва́но-Франкі́вська о́бласть) es un Oblast (provincia) situado en el sudoeste de Ucrania. Tiene una superficie de 14.000 km². Ocupa la mayor parte de la región histórico-etnográfica de Hutsúlshchina y una pequeña área de la región de Boikivshchina.
Situación en Ucrania
La población a fecha 1 de enero de 2003 era de 1.400.000 habitantes. Étnicamente la mayor parte de la población es ucraniana. Se encuentranpequeñas comunidades de etnias minoritarias (principalmente rumanos y gitanos).
Historia: Ivano-Frankivsk se fundó en 1662 (con el nombre Stanislavov) por una familia de la nobleza de Polonia - Potocki y la ciudad recibió el Derecho de Magdeburgo. También se fundó como fortaleza contra la irrupción de los tártaros, y como un punto de apoyo de los magnates Potocki en Galicia (Europa Central).
 La fortaleza resistió muchas veces la presión de las tropas de Turquía y Rusia. Stanislavov nació de la Plaza de Mercado y de Ayuntamiento, los cuales aún existen hasta hoy (aunque con apariencia cambiada). En siguiente tiempo de Ivano-Frankivsk aparecieron formas del Renacimiento, que se han plasmado en la construcción del centro de la ciudad, en sus calles y iglesias. Por la originalidad de su arquitectura a veces Ivano-Frankivsk les llamada «Lviv Pequeño». En los siglos XVІІІ - XІX era un centro de artesanos y de comercio de Polonia; desde 1804, del Imperio austrohúngaro, y desde 1867, de Galicia (Europa Central). Al fomento de la industria y cultura de la ciudad hubo una gran aportación de los polacos, ucranianos, hebreos y armenios, porque sus comunidades nacionales en Ivano-Frankivsk eran bastante numerosas. Pero la revolución del año 1848 cambió la vida de los habitantes. En la ciudad se formó un Soviet Ruso (junto al Soviet Polaco), creando un grupo de la Guardia Nacional, y vió la luz el primer periódico. La segunda parte del siglo XIX arrastró el progreso en la industria y la creación de empresas industriales. En el año 1869 se construyó la vía férrea. Todavía existen y funcionan una fábrica de reparación de locomotoras y la fábrica de alcohol.
Durante de Primera Guerra Mundial, 1915 - 1916 la ciudad sufrió mucho. Se destruyó parte de históricas construcciones. . Después de la caída del Imperio austrohúngaro en el año 1918 se fundó la Occidente-Ucraniana Republica Nacional y Stanislavov durante enero-mayo fue su capital. Desde septiembre de 1939 hasta junio de 1941 - Stanislavov formó parte de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
En el año 1962 la ciudad celebró 300 años. Le dieron otro nombre y desde ese tiempo se le llama Ivano-Frankivsk (en honor de Ivan Franko, escritor ucraniano y persona pública, que muchas veces estuvo en la ciudad, y escribió y leyó allí sus obras literarias).
Industria: En el oblast o provincia se localiza construcción de maquinaria, industria de la madera, industria química e industria ligera.
Clima: Clima continental, con inviernos suaves (temperatura media en enero, de –4 a –5,5 ºС), y veranos cálidos (temperatura media en julio, de 18 a 19º  С). Precipitaciones atmosféricas, de 500 a 800 mm. al año. En los Cárpatos el clima es más extremo y húmedo.
Ríos: El río más importante es Dniéster (con sus afluentes - Gnila Lipa, Lomnitsya, Bistritsya) y el Río Prut (con su afluente - Cheremosh).
Flora: El 35% del territorio son bosques. Predominan robles, hayas, ojaranzos y abetos blancos.
Fauna: En los bosques hay ciervos, corzas, jabalíes, zorros, lobos, tejones, garduñas, linces, oso pardos, sciuridaes, etc. Aves: zorzales, pájaros carpinteros, lechuzas, urogallos, etc.

Ya habíamos llegado a Ivano-Frankivsk, y, después de un buen descanso, a media mañana del siguiente día comenzamos a tomar contacto con los “nuestros”.
Así, por la tarde nos reunimos para una merienda-cena (es curioso que en Ucrania la comida, o almuerzo europeo, tan principal en España, se convierte, cuando hay tiempo disponible, en una merienda-cena, que más bien es una cena adelantada en el horario) con nuestros amigos y socios, para tratar de viva voz y en forma directa, temas convivenciales, proyectos y posibilidades de trabajo. A última hora se agregó a nuestra cena y tertulia nuestra buena amiga Alla Pass, la periodista de la cadena de TV ucraniana, 1+1, con la que volvimos a repasar la situación de Ucrania y de España y de Europa y del mundo.
Monumento a María en Ivano-Frankivsk
Resultó especialmente simpático que en el curso de la conversación comenté los contactos tan agradables que vengo manteniendo con Cristina Serediak (a cuyos blogs hay un link en éste), que es una apasionada y también una experta, en materia de Pysanky, los huevos decorados típicos y tradicionales en Ucrania. A la periodista le resultó muy interesante la noticia, y le sugerimos la forma de conectarse y relacionarse con Cristina, al tiempo que comenzamos a urdir un ante-proyecto de Congreso sobre los Pysanky, ya que en Kolomya, una bella población en el Oblast de Ivano-Frankivsk, hay un muy interesante e importante museo de estos huevos decorados.
Después de una buena tertulia, ya nos despedimos, porque el siguiente día debíamos de marchar hacia Kiev, donde nos esperaban nuestro hijo Andrey y nuestro nieto Alosha, más los amigos de siempre.
Y, en efecto, ya en un seis de agosto, tomamos la carretera hacia Ternopil, que atravesando Monastirska, cruzando el río Dniéster, llegando hasta Buchach y saliendo a Druzhba, pasaba la ciudad de Ternopil, para seguir por Sbarazh hasta Yanpil, por unas carreteras bastante deficientes, pero con la gran ventaja de que apenas si había tránsito, y menos de camiones, por lo que la engorrosa presencia de la policía de carreteras, siempre al acecho para multar, se evitaba.
De esta guisa, llegamos a Zhytomir (capital de la provincia que linda por el este con la de Kiev) y en poco más de hora y media, alrededor de las seis de la tarde, ya estábamos en nuestra casa de Vyshhorod –a diez kilómetros al norte de Kiev— en la que Andrey y Alosha nos esperaban.
La estancia en Kiev resultó tan grata y normal como siempre, pues resulta muy grato “volver a casa” y poder convivir con los tuyos, hablando con calma de todos esos detalles, pequeños y grandes, que las conversaciones telefónicas y por Internet no propician.
Muy pronto tomó contacto con nosotros nuestra buena amiga Iryna, que con su esposo, Oleg, nos invitaron a un paseo y visita por una aldea (reproducción) típica ucraniana, que se halla en una parque, dentro de la ciudad de Kiev, interesante por lo que tiene de remembranza de antiguas costumbres, y dentro de la alardea cenamos al estilo típico, todo muy grato, de no tener que soportar el enorme calorazo que esos días se abatió sobre la capital, llegando a superar los cuarenta grados.
También fue motivo de grato esparcimiento encontrarnos en Kiev con nuestro sobrino de Karelia, Sasha, quien llegaba a Ucrania de vacaciones, con su pareja y las hijas de cada uno, a quienes sometimos a la tortura de visitar el centro de Kiev y los principales monumentos en medio del asfixiante calor que continuaba, y con quienes organizamos reunirnos una semana más tarde en los Cárpatos, ya que ellos se dirigían a Vukovel – el complejo turístico y de esquí cercano a Yaremche-- para estar allí casi dos semanas.
De entre los encuentros obligados se produjo el ya habitual, que convoca siempre en el mes de agosto, la ilustre bióloga y catedrática Ludmila, quien con su esposo, el profesor Dmitrij, reúne en su dacha un grupo de amigos médicos, biólogos, y profesores, en una muy agradable convivencia, que este año fue también muy grata, aunque el enorme calor (que continuaba) nos obligó a comer en el interior del chalet, también asfixiándonos.
Fue también grata la excursión a Oster, situada a unos ciento veinte kilómetros al norte de Kiev, donde visitamos a una buena amiga que se hallaba descansando allí, y así pudimos descubrir la belleza de los paisajes junto al río Desna y el bonito itinerario entre bosques desde Vyshhorod hasta el enclave militar de Desna, pasando las pequeñas poblaciones a la orilla derecha del llamado “mar de Kiev”, que realmente es el río Dniéper contenido por una importante presa, para la fabricación de energía eléctrica.
Por fin llegaron algunas tormentas y la lluvia atenuó la temperatura hasta nuestra salida hacia los Cárpatos, donde teníamos previsto reunirnos con nuestro sobrino Sasha, para compartir con él dos días.
Cabañas-hotel en Vukovel
Y así fue. Nos desplazamos a Ivano-Frankivsk, y con nuestro gran amigo Gennadiy acudimos a Vukovel, complejo turístico y de esquí (a nivel de calidad europeo), en uno de cuyos nuevos hoteles se hospedaba nuestro pariente. Nos sorprendió su magnífico apartamento en un ático de tres plantas, con bellas vistas y chimenea en una gran sala de estar incluida. Y el precio era más que razonable.
Con nuestro pariente realizamos un bonito recorrido por las carreteras de los Cárpatos, gozando de la gran belleza de sus bosques y del magnificente verdor de sus paisajes, llegandonos hasta Vorokhta y las cercanías del monte Goverla (la cima más alta de Ucrania, 2.060 metros), para seguir ruta hasta Verkhovina y llegar a Kolomya, donde comimos en un bonito restaurante típico.
(Iglesia armenia)
El siguiente día lo dedicamos a acompañar a nuestros familiares por la capital de Ivano Frankivsk, visitando la catedral greco-católica, el Ratus (antiguo ayuntamiento) y las bellas plazas y jardines, para finalmente comer en un típico restaurante el “shaslik”, carne adobada al estilo Ucrania, cocinada a la brasa o en barbacoa.
De esta guisa acabó la estancia en los Cárpatos ucranianos, porque el siguiente día se iniciaba nuestro regreso hacia España.
Conclusiones de la visita a Ucrania en el presente año: La vida está más cara; las gentes viven con más estrecheces; el consumismo se va imponiendo (cada vez más supermercados y grandes superficies al estilo europeo occidental); las carreteras siguen igual de horrendas; las gentes cada vez prescinden más de los políticos; el gobierno solo lo hace para sí mismo; la llamada “revolución naranja” fue una bella ilusión que no sirvió para nada, excepto para que los ricos sean ahora más pudientes y los asalariados tengan peor calidad de vida. Pese a lo cual Ucrania  y sus gentes siguen siendo –siempre serán- absolutamente interesantes y cautivadoras.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA