THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Esta España nuestra: Alicante, la Casa de la Primavera y “la millor terreta del mon”

La provincia de Alicante (en valenciano, Alacant) se encuentra en la costa este de la Península Ibérica, y es la provincia más meridional y menos extensa de la Comunidad Valenciana (25,01% de su territorio). No obstante, es la cuarta provincia más poblada del país, con 1.917.012 habitantes en el 2009 y la más densamente poblada de la Comunidad Valenciana. Su capital es la ciudad de Alicante y cuenta con 26 municipios de más de 20.000 habitantes, siendo de las provincias con mayor grado de urbanización.
La provincia de Alicante limita al oeste con las provincias de Murcia y Albacete, al norte con Valencia y al este con el mar Mediterráneo.

Historia

Castillo de Villena
Con el Tratado de Almizra en 1244, se acordó que la zona al sur de la línea imaginaria trazada por los municipios de Biar, Jijona, Busot y Villajoyosa era del Reino de Murcia (Corona de Castilla), hasta que con la Sentencia Arbitral de Torrellas del año 1304 quedó bajo la administración del Reino de Valencia y, por tanto, bajo la soberanía real de la Corona de Aragón. Dentro del Reino, constituía la demarcación de Ultra Saxonam (o más allá de Jijona). Desde el punto de vista administrativo, toda esta zona quedó bajo la Procuración General de Orihuela, que se convirtió en 1363 en Gobernación General. Las tierras del norte de la provincia quedaron bajo la lugartenencia Ultra Xucorum (o más allá del Júcar), dentro de la gobernación de Valencia.
Hacia 1609, alrededor del 40% de la población provincial era de religión musulmana, llamados moriscos. Socialmente marginados, su distribución era bastante desigual, concentrándose principalmente en el Valle del Vinalopó, en importantes morerías como Elda, Monóvar, Novelda, Aspe, Elche y Crevillente, así como otras de relativa importancia en el norte de la provincia: Guadalest, Cocentaina, Muro, Benilloba y Vall de Gallinera. Por lo tanto, la expulsión de los moriscos, ese mismo año, produjo un gran vacío demográfico, prácticamente absoluto en algunas comarcas; nuevos pobladores vinieron a habitar sus tierras, provenientes de toda España, aunque en los valles del norte predominó la inmigración mallorquina, cuya isla natal se encontraba en aquel momento superpoblada. Menos afectados se vieron los núcleos donde predominaban los cristianos viejos como Orihuela, Alicante, Alcoy y Villena
Hasta finales del siglo XVII, toda la costa de la provincia estuvo azotada por las incursiones de piratas berberiscos, que obligaron a fortificar y a crear nuevos núcleos de población cristiana en la costa. En ocasiones, llegaron a tomar cautivos a todos los habitantes de pueblos enteros, como hicieron en Benidorm en 1448 o en Calpe en 1637. Muy a menudo, los ataques de los piratas se realizaban con la ayuda de los moriscos, que veían a los berberiscos como sus hermanos de fe y sus posibles salvadores de la opresión cristiana, lo que constituyó una de las razones esgrimidas para su expulsión.
Basílica de Santa María, Elche
Desde principios de la Edad Moderna, a partir del S. XVIII, se produjeron diversos pleitos entre Alicante y Orihuela por la capitalidad de la Gobernación que ganó Orihuela por su importancia histórica y su población numérica que superaba a la de Alicante con creces. Orihuela consiguió en 1564 erigirse en sede episcopal (separándose de la de Cartagena, de la que dependía hasta entonces la gobernación) y en 1547 se fundó en la capital de la Gobernación la real y Pontificia Universidad de Orihuela regentada por los dominicos, que estaría en funcionamiento hasta la 1835. Sin embargo, el ascenso de la ciudad de Alicante, puerto de salida de los productos de Castilla, hizo que, desde 1647, Alicante fuese la capital de la Bailía General.
Con el Decreto de Nueva Planta de Felipe V del año 1707, se solucionó la rivalidad entre Orihuela y Alicante dividiendo la antigua Gobernación Ultra Saxonam en dos corregimientos, el de Alicante y el de Orihuela siguiendo ostentando Orihuela la Capitalidad de la Gobernación. El norte de la provincia se encontraba incluido, a partir de entonces, dentro de los corregimientos de Jijona, Alcoy y Denia. Desde la Ilustración, hubo varios proyectos de división provincial de España, superando las divisiones feudales del Antiguo Régimen; el primer intento serio fue el de Miguel Soler, elaborado entre 1799 y 1805, que sería posteriormente retomado por las Cortes de Cádiz, aunque la vuelta al absolutismo de Fernando VII frenó su desarrollo. En 1833 se realizó la primera división provincial española efectiva; en el caso de la provincia de Alicante, se formó básicamente a partir de la antigua Gobernación Ultra Saxonam, a la que se añadirían por el norte la Hoya de Castalla, la Hoya de Jijona, la Serranía de Alcoy, la Marina, el Marquesado de Denia y los Valles de Pego. En 1836 se ampliaría la provincia al oeste con la incorporación de las poblaciones de Villena (desde 1833 en la provincia de Albacete) y Sax (desde 1833 en la provincia de Murcia).
Orografía
La provincia posee un relieve bastante montañoso y accidentado, a excepción de algunos valles fluviales al sur. Sus montañas forman parte del sistema Bético y forman varias cadenas paralelas, dirigidas de suroeste a noreste, entre las que se encuentran las sierras de Mariola, de la Carrasqueta, de Crevillente, de Salinas, del Maigmó, del Cid o de Bernia. La cumbre de la provincia es el pico de Aitana, en la sierra homónima, con 1.558 metros de altitud, a la que siguen el Puig Campana, con 1.406 metros, y el Montcabrer, en la sierra de Mariola, con 1.389 metros.
Las zonas llanas corresponden, sobre todo, a la zona sur-sureste, donde confluyen las zonas bajas de dos valles, el del Segura y el del Vinalopó, formando una zona de vega y huertas.
Hidrografía
La provincia de Alicante cuenta con un curso de agua significativo, el río Segura que tiene sus últimos 36 km al sur de la provincia, en la comarca de la Vega Baja. El río autóctono más importante es el Vinalopó que con casi 90 km. atraviesa Villena, Sax, Elda, Novelda, y Elche, cuenta con afluentes como el Tarafa. El tercer río en importancia es el Serpis, que atraviesa Alcoy y Gandía. Otros cursos dignos de señalar son, de norte a sur, los ríos , Girona, Gorgos, Algar, Amadorio, Monnegre, y la Rambla de las Ovejas.

Idiomas

Castillo de Denia
Español y valenciano son los dos idiomas oficiales en la provincia de Alicante, como ocurre en el resto de la Comunidad Valenciana. Tradicionalmente, por razones históricas y de repoblación, han existido zonas castellanohablantes, que son las que, según la ley de uso y enseñanza del valenciano, están delimitadas como de predominio lingüístico oficial castellano. Son la Vega Baja del Segura, a excepción de Guardamar, y algunos municipios del valle del Vinalopó: Aspe, Elda, Monforte del Cid, Salinas, Sax y Villena. El resto de la provincia está bajo el predominio lingüístico valenciano. Sin embargo, es necesario añadir que durante el siglo XX se ha alterado la situación lingüística en favor del castellano, que se habla mayoritariamente en la capital y en las mayores poblaciones de la provincia. Es en las comarcas montañosas del norte: la Hoya de Alcoy, el Condado de Cocentaina y el interior de La Marina Alta, donde más se ha preservado el uso del valenciano.

Gastronomía

El conjunto de platos y costumbres culinarias alicantinas se ve dominada por el uso de los productos de la huerta: tomates, pimientos, cebollas, ajo. Una de los ingredientes que proporciona a la cocina alicantina un carácter es el arroz, siendo el arroz con costra uno de los más identificadores, junto con el arroz a banda. Las preparaciones alicantinas de arroz son muy populares en el levante español. La costa proporciona los pescados y mariscos necesarios para ofrecer una abundante variedad de platos. En el terreno de la repostería se tienen los famosos turrones, tanto los de Alicante (con almendra entera) como los de Jijona (almendra molida). La región ha tenido una tradición chocolatera que ha dado lugar a una industria conocida en toda la península.

La capital de la provincia, también denominada Alicante es ciudad portuaria situada en la costa mediterránea. Por su población, de 334.418 habitantes, es el segundo municipio de la Comunidad Valenciana y el undécimo de España. Forma una conurbación de 452.462 habitantes con muchas de las localidades de la comarca del Campo de Alicante: San Vicente del Raspeig, San Juan de Alicante, Muchamiel y Campello. Estadísticamente se asocia también al área metropolitana de Alicante-Elche, que cuenta con 757.443 habitantes. Es una ciudad eminentemente turística y de servicios.
La ciudad ostenta los títulos de «Muy Ilustre, Fiel y Siempre Heróica Ciudad de Alicante».

Territorio

La ciudad se halla a orillas del Mediterráneo, en una planicie sorteada por una serie de colinas y elevaciones. El monte Benacantil, con 169 m de altura, sobre el que se asienta el Castillo de Santa Bárbara, domina la fachada urbana y constituye la imagen más característica de la urbe. En ésta se encuentra también el Tossal, donde se asienta el castillo de San Fernando, la sierra de San Julián o Serra Grossa, las lomas del Garbinet y el Tossal de Manises.
Panorámica de Alicante actual
En la línea de costa cabe señalar las playas que son, de norte a sur: San Juan, La Almadraba, La Albufereta, El Postiguet, Agua Amarga, El Saladar, y las de la isla de Tabarca. Entre las playas de La Albufereta y la de San Juan está el Cabo de la Huerta, con numerosas calas: Calabarda, Cantalares, Los Judíos, La Palmera.
Hay un gran desnivel dentro de la misma ciudad: mientras que el ayuntamiento está a 0 m y se toma como referencia para medir la altura de cualquier punto de España, hay barrios al mismo nivel, como la Playa de San Juan, otros a más altura como el Pla del Bon Repós y San Blas a 30 m, Los Ángeles a 75 m, o la Ciudad Jardín del General Marvá y Virgen del Remedio a más de 80 metros.
El término municipal abarca poco más de 200 km² y destaca como máxima elevación los 1.208 m del Cabezón de Oro.
Destaca también la isla de Tabarca, frente al cabo de Santa Pola y que forma parte del municipio.

Historia

Los orígenes del asentamiento urbano en la huerta y alrededores de Alicante se remontan a la aparición de poblados íberos que datan del siglo III a.C, en estrecha relación con factorías comerciales griegas, principalmente la de los Baños de la Reina en El Campello. Y es que son colonos de Focea (polis griega en Asia Menor) los que tomaron como referencia marítima para la navegación de cabotaje al monte Benacantil llamándolo Akra Leuka («Promontorio Blanco»), si bien no hay certeza de edificaciones hasta que Amilcar Barca situó allí su principal acuartelamiento poco antes de la Segunda Guerra Púnica al valorar las posibilidades que ofrecía como asentamiento militar su cima.
En el 201 a. C. los romanos capturan la ciudad íbera del cercano Tossal de Manises conocida como Leukante o Leukanto (Lucentum es una latinización del nombre original que sólo existió en los mapas romanos) que contaba con un aceptable puerto marítimo-fluvial en la desembocadura del Barranco de Orgegia. Éste será el primer solar de lo que con el tiempo se convertiría en Alicante.
Periodo tardorromano-visigótico 
El encenagamiento del torrente que desemboca junto al poblado de Leucante (Lucentum) hace que deje de ser adecuado como puerto y queda el asentamiento rodeado de marismas y pantanos palúdicos insalubres, por lo que su población se va desplazando progresivamente hacia las faldas del Benacantil, dando lugar al verdadero origen del actual casco urbano.
Periodo islámico
Entre el 718 y el 4 de diciembre de 1248 la ciudad cae bajo dominio islámico, pasando a llamarse Medina Laqant o Al-Laqant (obsérvese que el topónimo valenciano es Alacant). Durante este periodo, la ciudad siguió los destinos de Al-Ándalus y tras el desmembramiento del Califato de Córdoba perteneció a las Taifas de Denia y Almería.
Conquista cristiana
En virtud del tratado de Cazola (Soria, 1179) entre Alfonso VII de Castilla y Alfonso II de Aragón, la frontera meridional de Aragón se fijaba en la línea que une Biar, Castalla, Jijona y Calpe. Por lo tanto Alicante pertenecía a la zona de expansión castellana. En el año 1243, el gobernante musulmán de la Taifa de Murcia, Muhamad ben Hud, firmó el Pacto de Alcaraz con el infante Don Alfonso, que después se convertiría en el rey Alfonso X el Sabio, por el cual el reino musulmán de Murcia se ponía bajo protectorado castellano.
Aunque en principio se procedió a repoblar la ciudad, la carencia de suficientes pobladores cristianos unido a razones económicas prolongó la permanencia de la población musulmana. Sin embargo, el gobernador de Alicante, Zayyan ibn Mardanish, no aceptó el pacto y fue obligado acompañado de muchos pobladores a abandonar el área en 1247, fecha en la que comienza la soberanía castellana de Alicante. La conquista militar se finalizó el 4 de diciembre de 1248 con las tropas del rey castellano, comandadas por su hijo el infante Alfonso, futuro Alfonso X el Sabio. Por el Tratado de Almizra firmado en 1244 entre los reyes de Castilla y de Aragón, en el que se fijaron los límites de la expansión de sus respectivos dominios en la línea de Biar a Villajoyosa, Alicante permaneció bajo soberanía castellana por un espacio de 48 años. El rey Alfonso X el Sabio, una vez tomada la villa a los andalusíes, conmemora la victoria denominando al castillo árabe construido sobre el monte Banu-l-Qatil (de donde proviene «Benacantil») «de Santa Bárbara», por coincidir esta festividad con el día de la toma de la ciudad por la cristiandad.
Corona de Castilla
Explanada, Alicante
Explanada, Alicante
Desde el principio, Alfonso X el Sabio intentó establecer en Alicante un grupo de cristianos numeroso dada la importancia militar y mercantil de la villa, pero el proceso repoblador fue lento y se prolongó a lo largo de todo el siglo XIII, aunque está poco documentado a causa de la desaparición de los Libros de Reparto. Los repobladores cristianos, principalmente castellanos y leoneses, recibieron todo tipo de privilegios y franquicias para facilitar su asentamiento. Con esta finalidad de asegurar mejor su creciente poblamiento e impulsar más activamente su mayor promoción económica y comercial, en agosto de 1252 Alfonso X otorgó a la ciudad el Fuero Real, muy parecido al de Córdoba. Dotó a la villa de un concejo fuerte, de numerosas exenciones fiscales y de un amplio término municipal, que abarcaba los municipios actuales de Agost, Monforte del Cid, Aspe, Novelda, Elda, Petrel, Busot, Aguas de Busot, Campello, Muchamiel, San Juan y San Vicente del Raspeig. Además, el rey castellano dispensó grandes medidas de favor al puerto de Alicante, considerado de gran valor estratégico.
Entre 1264 y 1266 Alicante estuvo inmersa en una rebelión mudéjar que se extendió por casi todo el Reino de Murcia; el rey castellano, empleado entonces en el asedio de Niebla, solicitó ayuda a su suegro Jaime I de Aragón para sofocarla. Éste intervino rápidamente y redujo todas las ciudades rebeladas a la aceptación de la soberanía castellana.
Corona de Aragón
Debido a una crisis dinástica por la sucesión de Sancho IV el Bravo, el infante Alfonso de la Cerda, un aspirante ilegítimo a la Corona de Castilla, pidió ayuda a Jaime II de Aragón a cambio de donarle, en caso de conseguir la Corona, el Reino de Murcia, según los acuerdos secretos de Calatayud (1289), Ariza (enero de 1296) y Serón (febrero de 1296). Aprovechando la situación, Jaime II procedió a la conquista del Reino de Murcia.
Alicante fue conquistada en abril de 1296, a pesar de la resistencia del alcaide del castillo Nicolás Peris, terminando con la soberanía castellana. La conquista fue, en parte, facilitada por los colonos cristianos de origen catalán o aragonés (como, por ejemplo, la ayuda de la familia Torregrossa, de cuyo escudo se basa el actual blasón de la ciudad). Aun así, Jaime II respetó los privilegios e instituciones anteriores aunque adaptándolas a la nueva situación política, particularmente después de la incorporación de Alicante, y el resto de comarcas limítrofes al Reino de Valencia mediante la modificación de lo fijado en el Tratado de Almizra (Sentencia Arbitral de Torrellas, 1304 y Tratado de Elche, 1305).
La repoblación cristiana continuó, esta vez con catalanes y, en menor medida, aragoneses, con una velocidad y número mayores, por lo cual la población originariamente castellana quedó en minoría entre la población cristiana. Aun así, hasta la primera expulsión de los moriscos, la población de origen árabe era mayoritaria en comparación con los cristianos.
El crecimiento de principios de siglo XIV se vería truncado a partir de 1333, cuando ya el hambre se dejó sentir en Alicante, primera señal de la crisis que se acercaba: la Guerra de la Unión (1348), la Peste Negra (1348) y la Guerra de los Dos Pedros (Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón) entre 1356 y 1366 que tuvo en Alicante uno de sus principales escenarios. La villa estuvo en manos castellanas y parte de la población emigró, murió o cayó cautiva. Como consecuencia de ello, la población se vio reducida a la mitad, al igual que en otras ciudades del Reino de Valencia. Con la paz se inicia la reconstrucción social y económica aunque los mudéjares prácticamente desaparecieron y los judíos fueron una minoría. Pedro IV el Ceremonioso dictó numerosas medidas para reactivar la economía y la paz social, aunque esto no evitó el ataque contra los judíos de 1391 que acabó con la presencia de esta comunidad en la sociedad alicantina.
Durante el siglo XV Alicante continuó creciendo y una próspera agricultura orientada hacia la exportación (vino, frutos secos, esparto) impulsó un notable desarrollo del puerto y una clase media que controlaba el gobierno municipal. El único conflicto bélico fue la guerra con Castilla de 1430 que no tuvo excesivas consecuencias. La población continuó en aumento y este progreso sirvió de justificación a Fernando el Católico para otorgarle el título de ciudad en 1490.
Edad Moderna 
Ayuntamiento
En 1510 Alicante era la quinta ciudad del Reino de Valencia. Desde la obtención del título de ciudad el desarrollo institucional, económico y demográfico de Alicante fue palpable. El puerto se convirtió durante la Edad Moderna en el más importante del Reino de Valencia y propició el asentamiento de colonias de comerciantes extranjeros que imprimieron un gran dinamismo al tráfico mercantil. La construcción del embalse de Tibi a finales del siglo XVI permitió asegurar la producción de la huerta cercana a la ciudad, cuyo producto principal era la uva, y por consiguiente el vino, junto con la barrilla, el esparto y los frutos secos. El puerto además se convirtió en punto de salida de los productos de La Mancha y en un eficaz redistribuidor de algunos productos coloniales y de salazones llegados del norte de Europa. El desarrollo económico permitió a Alicante arrebatar a Orihuela, en 1647, la capital de la Bailía meridional valenciana y posteriormente, en 1785, la creación de un Consulado del Mar independiente del de Valencia.
Alicante fue objetivo militar en prácticamente todos los conflictos bélicos. Así fue casi destruida en 1692 por la escuadra francesa que dirigía el almirante D'Estrées y durante la Guerra de Sucesión fue ocupada alternativamente por austracistas y borbónicos. La voladura parcial del Castillo de Santa Bárbara por parte del caballero D'Asfelt determinó la salida de los aliados de la ciudad y el triunfo borbónico en esta parte del Reino de Valencia. La Guerra de Independencia dejó también sus secuelas como consecuencia de la crisis de subsistencia y de los gastos militares, se construyeron nuevas murallas y el Castillo de San Fernando, aunque las tropas francesas no llegaron a ocupar la ciudad.
Época Contemporánea
El talante abierto y liberal de los alicantinos se manifestó a lo largo del siglo XIX. Muestras de ello son el gozo popular por la Constitución española de 1812 y la desaparición de la Inquisición, las grandes dificultades para formar un batallón de voluntarios realistas en 1824 para reprimir a los liberales, la rebelión de Boné liderada por Pantaleón Boné en 1844, el apoyo a la Vicalvarada (1854) y al pronunciamiento de septiembre de 1868 que dio paso al Sexenio Revolucionario. El primer club republicano se abrió en Alicante alrededor de noviembre de 1868, y esta tendencia política triunfó en las elecciones municipales de 1870.
Debido a su condición de ciudad portuaria fueron frecuentes las epidemias. Una de las más recordadas fue la del cólera-morbo de 1854. En esta epidemia destacó por encima de todos el Gobernador Civil Trino González de Quijano que heroicamente entregó su vida defendiendo y ayudando, durante los 24 días de su mandato, a los enfermos de toda la provincia. Fallecería víctima de la epidemia el 15 de septiembre de 1854. En recuerdo se le levantó un mausoleo en el que descansan sus restos en el centro de la Plaza de Santa Teresa.
La provincia de Alicante nació como tal en las Cortes liberales de 1822, y correspondía con la antigua Bailía meridional valenciana, si bien fue ampliada en 1833 con parte de la desaparecida provincia de Játiva y los municipios de Villena y Sax. En 1847 comienza la ampliación del puerto, y en 1858 finaliza la construcción del ferrocarril entre Alicante y Madrid con el enlace Alicante-Almansa. Entre 1854 y 1878 se derruyeron las murallas de la ciudad.
Siglo XX 
Plaza de los Luceros
Durante el periodo 1920–1935 la economía alicantina se decantó por la industria mientras la agricultura se sumía en una segunda crisis. Alicante fue una de las ciudades donde los republicanos ganaron las elecciones municipales de 1931 y durante toda la II República los partidos de izquierdas mantuvieron una mayoría holgada, tanto en la ciudad como en la provincia. En el inicio de la Guerra Civil española, el bando sublevado fracasó en un intento de poner sitio a la ciudad desde Orihuela y otras poblaciones de la Vega Baja. Otro suceso importante fue el fusilamiento del dirigente falangista José Antonio Primo de Rivera, que se encontraba preso en Alicante, el 20 de noviembre de 1936. Como represalia Alicante sufrió el famoso Bombardeo de las 8 horas pocos días después.
La década de los sesenta produjo el desarrollo económico y el crecimiento demográfico que continuó en las décadas siguientes. La economía evolucionó hacia el sector servicios, especialmente hacia el turismo, y se produjo el mayor desarrollo urbanístico de la ciudad, con el nacimiento de nuevos barrios en el extrarradio.
Siglo XXI
Con el nuevo siglo, Alicante ha conocido un crecimiento demográfico excepcional fruto de la llegada de inmigrantes. Esto, unido a que las generaciones más numerosas son las que actualmente están buscando vivienda, ha causado un nuevo auge urbanístico que conlleva una expansión urbana.
Por otro lado, en la zona sur de la ciudad están funcionando los estudios de cine Ciudad de la Luz, donde anualmente se ruedan películas y series de ámbito nacional e internacional. Otros proyectos que se están llevando a cabo son la expansión de la Universidad de Alicante dentro del término municipal, o la organización de eventos deportivos como la Volvo Ocean Race.
Entre las actividades económicas en Alicante destaca de manera sobresaliente el comercio, que históricamente tuvo como punto de apoyo el puerto. Las actividades comerciales de la ciudad tienen gran poder de atracción para la mayor parte de la provincia y alcanza por el eje del Vinalopó hasta Almansa.
El turismo, ya presente a mediados del siglo XIX, pero principalmente desarrollado desde los años 1950, es igualmente otra actividad importante en la ciudad, apoyado por la benignidad del clima, las playas, el patrimonio histórico (Castillo de Santa Bárbara, Iglesia de Santa María, Concatedral de San Nicolás, Casco antiguo, Torres de la Huerta, etc.) y su oferta de ocio.
La Universidad de Alicante, situada en San Vicente del Raspeig, cuenta con más de 33.000 alumnos y atrae a un número importante de estudiantes extranjeros.
La industria ocupa al 5,7% de la población activa del municipio. Destacan las fábricas de aluminio, de tabaco, de maquinaria, de materiales de construcción y de productos alimenticios. Dentro del área metropolitana, las actividades fabriles tienen gran importancia en el municipio de San Vicente del Raspeig (lugar que ha servido de área de expansión y descongestión fabril para la capital), donde se encuentra la mayor fábrica de la aglomeración de Alicante.
Uno de los elementos punteros en la economía alicantina es el Puerto de Alicante. El puerto se encuentra en plena fase de expansión, con el objetivo de situarse entre los 10 más importantes en cuanto a transporte de mercancías se refiere.
Históricamente, el Puerto de Alicante ha estado íntimamente ligado al destino de la ciudad. De hecho, gran parte del comercio de Alicante ha tenido como punto de partida o de llegada su puerto.

Patrimonio histórico-artístico


Santa Faz, Monasterio
  • Basílica de Santa María (ss. XIV–XVI). Construida en estilo gótico, fue levantada sobre la antigua Mezquita Mayor y se trata del templo más antiguo de la ciudad. Destacan su altar mayor, de estilo rococó, y su portada, de estilo barroco, ambas del siglo XVIII. 
  • Concatedral de San Nicolás de Bari (ss. XV–XVII). Edificada también sobre los restos de otra mezquita, es de estilo renacentista herreriano. Sobria en su aspecto exterior, su construcción se realizó entre 1616 y 1662, aunque su claustro, más antiguo, data del siglo XV. Fue elevada como concatedral en 1959, aunque la sede catedralicia es la Santa Iglesia Catedral del Salvador de Orihuela.
  • Monasterio de la Santa Faz (s. XV). Situado 5 km al norte del casco urbano, es de estilo barroco. Cada año, el segundo jueves después de Semana Santa se produce una multitudinaria peregrinación que parte desde San Nicolás hasta este monasterio.
  • Casa de La Asegurada (s. XVII). Construcción civil más antigua de la ciudad, fue edificada en 1685 en estilo barroco. Se encuentra en la misma plaza que la basílica de Santa María y actualmente alberga al Museo de Arte Contemporáneo de Alicante.
  • Casa consistorial de Alicante (s. XVIII). Punto de referencia para la medición de la altitud sobre el nivel del mar de cualquier punto de España, se trata de una arquitectura civil barroca.
  • Convento Canónigas de San Agustín (s. XVIII). Comenzado en 1732, sus obras se esparcieron hasta comienzos del siglo XIX. En este convento reside la virgen procesional más antigua de la ciudad "La Marinera", dado que la primera representación Mariana de la Ciudad a podemos encontrar en la Basílica de Santa María, una talla en piedra del siglo XIV.
  • Palacio Gravina (s. XVIII). Construido entre 1748 y 1808 como palacio del Conde de Lumiares, actualmente alberga al Museo de Bellas Artes Gravina, dedicado a la pintura y escultura regionales de los siglos XVI a principios del XX.
  • Palacio Maisonnave-Archivo Municipal (s. XVIII). Casa palaciega situada en el casco antigua, en la planta baja se han encontrado restos de una necrópolis tardorromana.
  • Teatro Principal de Alicante (s. XIX). Edificio de estilo neoclásico, fue inaugurado en 1847.
  • Castillo de Santa Bárbara (ss. XIV–XVIII). Situado en la parte más alta del monte Benacantil, domina toda la Huerta de Alicante y desde él se divisa la isla de Tabarca. Antiguo castillo árabe, fue reconstruido por los cristianos y consta de tres recintos de los siglos XIV, XVI y XVIII.
  • Castillo de San Fernando (s. XIX). Fue construido en 1813 para defender la ciudad de la invasión napoleónica.
Aeropuerto
El aeropuerto se encuentra a 9 km, en la pedanía de El Altet, en término municipal de Elche. Se trata de un aeropuerto internacional, que se sitúa en sexto lugar de España en cuanto a número de pasajeros transportados.
Actualmente este aeropuerto está considerado el aeropuerto mas rentable de España

Fiestas

Hogueras de San Juan
Las Hogueras de Alicante, son las fiestas mayores y oficiales de Alicante, declaradas de Interés Turístico Internacional desde 1984, siendo sus orígenes muy remotos ya que la costumbre de quemar objetos, bailando en torno a una hoguera con la llegada del solsticio de verano, se pierde en la noche de los tiempos.
Como tales fiestas organizadas con las peculiaridades actuales datan de 1928, siendo su impulsor José María Py y Ramírez de Cartagena. Con el pregón se dan por iniciados estos festejos, plantándose las hogueras, monumentos artísticos policromados de cartón piedra y madera de profunda carga satírica, en la noche del 20 de junio, quemándose cuatro días después tras lanzarse desde lo alto del monte Benacantil, donde se encuentra el castillo de Santa Bárbara, una monumental palmera de fuegos artificiales que es visible desde gran parte de la ciudad.
A lo largo de los días de fiesta hay una extensísima programación de actos tales como pasacalles, cabalgatas, ofrendas, corridas de toros, actuaciones musicales, campeonatos deportivos y un largo etcétera, viviéndose la fiesta en la calle donde la gente puede comer, cenar y bailar en las barracas y racós (o racons), degustando la típica coca amb tonyina (torta de atún) y les bacores (brevas). La fiesta cuenta con su reina, la Bellea del Foc elegida entre las que fueron «bellezas» de cada uno de los distritos y es la representación viva de la fiesta. En los días posteriores a la cremà de las hogueras (hasta el 29 de junio, día de los santos Pedro y Pablo) tiene lugar un concurso de fuegos artificiales y tracas luminosas que se disparan desde la playa del Postiguet.
Semana Santa
La Semana Santa alicantina cuenta con más de 30 cofradías que realizan sus procesiones desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección. Destacan algunas tallas como la Virgen de las Angustias (Mare de Deu de la Penya) de Salzillo y la Virgen de la Soledad «La Marinera», que es la más antigua de la ciudad. Las procesiones más conocidas son la del Domingo de Ramos (La burrita) en la que participan muchos ciudadanos, la de Santa Cruz, en miércoles, con más de mil cofrades y cuatro pasos, siendo el más valioso el del Descendimiento.
Santa Faz
Es una romería de ocho kilómetros, con cinco siglos de antigüedad, que comienza en la Concatedral de San Nicolás (la religiosa) o el Ayuntamiento (cívica) y termina en el Monasterio de la Santa Faz, donde se venera un relicario que contiene un trozo de tela con las marcas de la faz de Cristo.
Moros y Cristianos
Las fiestas de Moros y Cristianos de la ciudad de Alicante, a diferencia de las que se celebran en otras localidades de la provincia donde se vuelca toda la población, sólo se celebran en cinco barrios: Villafranqueza, del 12 al 19 de marzo; San Blas, del 9 al 12 de junio; Rebolledo, del 29 de junio al 2 de julio; Altozano, del 12 al 16 de agosto y Barrio José Antonio, del 24 al 28 de agosto.
...
Con razón el literato español Wenceslao Fernández Flórez calificó Alicante coimo "la Casa de la Primavera" y los alicantinos y los valencianos presumen de la provincia como "la millor terreta del mon" (la mejor tierra del mundo).
Miles de extranjeros, especialmente europeos, que han fijado su residencia en Alicante, avalan las bondades y excelencias de esta zona de la Comunidad Valenciana, que es de lo más bello que puede hallarse.
Porque sobre Alicante se puede estar escribiendo horas y horas, días y días, años y años, libros y libros, y todavían quedarían aspectos por glosar.
Castillo de Santa Bárbara
Desde la benignidad de su clima, especialmente en la franja litoral, porque en las montañas del interior la nieve suele adornar las cumbres, hasta la riqueza de sus productos naturales, no solamente las hortalizas, sino las carnes y especilamente los pescados y mariscos, todo en Alicante constituye un reclamo. 
Buena prueba de ello ha sido el ingente incremento del turismo, que ha propiciado fenómenos como el de Benidorm (monstruo del turismo en todos los sentidos), y la proliferación de edificaciones residenciales que desde Denia hasta Guardamar del Segura han invadido la costa. 
Paisajes maravillosos, de mar y montaña, de azul cielo, de agrestes picos, adobados con la simpatía connatural de sus originarios pobladores (actualmente diríase que hay más pobladores y trabajadores foráneos que originarios de la zona) que han elevado la provincia de Alicante y su capital al rango de primer destino mundial del turismo. 
Arroz a banda
Se piensa que Alicante es solamente mar y playas, pero se olvida que en su interior, poblaciones como Alcoy y Cocentaina, Bañeres, etc. evocan pasados esplendores musulmanes y prósperas épocas de industria textil; que Jijona, o Xixona, es la capital mundial de turrón; que Elche es la mayor potencia en la industria del calzado y el símbolo de los palmerales traídos por los árabes; que, en fin, como se dice por aquí, si Dios se tomara vacaciones alguna vez, habría que buscarle en esta zona. 
Por todo ello, la glosa que hoy escribo lo es para animar a todo el mundo a que conozca las bellezas y calidades de Alicante, no solamente visitandolas virtualmente por Internet, sino presentándose en cualquiera de sus preciosos e interesantes enclaves, para gozar de esta "Casa de la primavera".
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA