THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

martes, 13 de julio de 2010

VIAJES A RUSIA: LA REPÚBLICA DE KARELIA (I)

"Carelia (o Karelia) es un área geográfica situada en el noreste de Europa, que en la actualidad está dividida entre Finlandia (regiones de Carelia del Norte y Carelia del Sur) y Rusia (República de Carelia y Oblast de Leningrado).
En los idiomas carelio, finés y estonio, Carelia se llama
Karjala (pronúnciase: Káryala); en ruso Карелия (Kareliya), y en sueco Karelen. La etimología deriva de la palabra "karja" que significa "ganado, manada, grupo de gente." El prefijo -la designa una "tierra" y es común en topónimos (p. ej., "Kalevala").

Históricamente, partes de Carelia han pertenecido a Suecia, Novgorod y Rusia, y administrativamente nunca han formado un área unida.
Historia

Suecia y la República de Novgorod lucharon por Carelia e Ingria en el siglo XIII. El Tratado de Nöteborg en 1323 dividió Carelia entre las dos. Víborg (en carelio: Viipuri) se convirtió en la capital de la nueva provincia sueca.
Durante el período del Imperio sueco se estableció el lago Ladoga y el río Sestra en el istmo de Aunis como frontera entre Rusia y Suecia.
El Tratado de Nystad de 1721, entre el Imperio ruso y Suecia, concedía la mayor parte de Carelia a Rusia. En una guerra de revancha, la Guerra de los Sombreros, los rusos lograron avanzar sus posiciones dominando casi la totalidad del territorio.
Tras la conquista de Finlandia por Rusia en la Guerra de Finlandia, partes de las provincias cedidas (Antigua Finlandia) se incorporaron al Gran Ducado de Finlandia. En 1917 Finlandia alcanzó la independencia y la frontera se confirmó mediante el Tratado de Ta
rtu de 1920.
Tras el final de la Guerra Civil Rusa, y el establecimiento de la Unión Soviética en 1922, la parte rusa de Carelia se convirtió en la República Autónoma Carelia en 1923.
En 1939 la Unión Soviética atacó Finlandia, dando comienzo a la Guerra de Invierno. Los fineses combatieron con bastante éxito en el norte de Carelia, logrando penetrar la Carelia Blanca. Pero en el istmo de Carelia (o istmo de Aunis), las tropas rusas penetraron las defensas finlandesas. En la Paz de Moscú la mayor parte de la Carelia finlandesa fue entregada a la URSS. Más de 400.000 personas, casi el total de la población de Viipuri (Víborg), huyó y tuvo que ser realojada.
En 1941 aprovechando el ataque del llamado Tercer Reich a la URSS, Carelia fue reconquistada durante tres años (1941–1944) en la Guerra de Continuación, en los que también Carelia Oriental fue ocupada por los finlandeses.
Al concluir la Segunda Guerra Mundial en 1945 la casi totalidad de Carelia fue reincorporada a la URSS e incluida en la República Socialista Soviética de Rusia con el nombre de República Autónoma de Carelia teniendo por capital a la ciudad de Petrozadovsk.
El pequeño sector de Carelia que ha quedado en posesión de Finlandia pertenece a las provincias de Finlandia Oriental y Finlandia Meridional, y las regiones de Carelia del Norte y Carelia del Sur. Las ciudades más importantes en la parte finlandesa de Carelia son Lappeenranta, Joensuu e Imatra.
Características

La República de Karelia tiene una población de 707.000 habitantes. Su territorio ocupa 172.400 km². A efectos comparativos su superficie es similar a la de Uruguay.
Su única frontera internacional es al oeste con Finlandia. También limita al norte con el Oblast de Múrmansk, al este con el Oblast de Arjánguelsk, al sudeste con el Oblast de Vologda y al sur con el Oblast de Leningrado.
La región, muy llana y de relieve glaciar, cuenta con gran abundancia de lagos (entre los que se destacan el Ladoga y el Onega) y bosques de coníferas.
Su economía se basa en la explotación forestal, la pesca, el aprovechamiento de canteras de granito y mármol y la energía hidroeléctrica.
El nombre del país deriva de la población finesa de los carelios que lo habitó mayoritariamente hasta 1939; hacia 1920 y hasta 1939 la región del istmo de Aunis donde se encuentra Vyborg/Viipuri perteneció a Finlandia. Tras la invasión por parte de la URSS estaliniana, casi la totalidad de la población (unas 400.000 personas) se refugió en la vecina Finlandia, en la actualidad la mayor parte de los habitantes es de origen ruso.

(Diversas publicaciones en Wikipedia)

Nuestra visita a la República de Karelia fue una continuación de nuestra estancia en San Petersburgo, pues en esta capital nos recogió nuestro sobrino Sasha (Alexander) con su esposa Anna, residentes en Karelia, concretamente en Kondopoga; y después de pernoctar en su casa, un adecuado apartamento cerca del río Fontanka, en el caso urbano de Píter (que así llaman los de la región a S. Petersburgo), salimos hacia nuestro destino en la república kareliana.
La carretera desde San Petersburgo es muy similar a las de los países de la exURSS, especialmente a las de Rusia y Ucrania. Hay tramos nuevos buenísimos, en los que la gente corre que se las pela si tiene coche moderno, y otros tramos llenos de baches (los pot hole británicos), rugosidades, cruces mal señalizados, cuestas en las que vetustos camiones crean interminables colas y zonas modernas de aparcamiento de grandes camiones que se dirigen casi todos desde Moscú a Murmansk. Hay que ser de una pasta especial para conducir por esas carreteras, y hay que tener una especial habilidad para no ser detectado por los muchos radares manuales con que la policía controla determinadas zonas y para no destrozar la suspensión del vehículo.
(Karelia, su situación y sus lagos)
El trayecto desde San Petersburgo hasta Kondopoga es de unos 475 kms. y transcurre bordeando por el sur el lago Ladoga, hasta llegar a cruce de Volkov, población en la que existe un bonito monasterio llamado Skurina Gorka, con unas preciosas vistas sobre el río Volkhov, que es de mucha anchura en el lugar, por existir una presa para una estación eléctrica.
Retornando a la carretera principal (la E-105) se sigue bordeando el Ladoga hasta llegar a Lodeynole Pole, cruzar el río Svir y penetrar en la República Autónoma de Karelia, según anuncia un arco sobre la carretera.
En un principio, Karelia semeja similar al Oblast (región) de Leningrado por el que habíamos circulado desde San Petersburgo, pero poco a poco la carretera, con grandes rectas, va penetrando en unos tupidos bosques de abedules que flanquean la ruta casi hasta el infinito.
A todo esto, a ambos lados de la carretera, en las zonas libres de bosques, van apareciendo lagos de gran belleza y poblaciones como Svyatozhero, con un magnificente monasterio junto a un gran y precioso lago, y Pryazha, alcanzándose a la altura de Petrozavodsk –la capital de la república— la costa del lago Onega.
Desde la capital hasta Kondopoga, nuestro destino, unos 50 kilómetros (algo menos de una hora de viaje, porque la carretera era muy medianeja), el paisaje boscoso llega a ser bellísimo.
La estancia en Kondopoga resultó confortable, pues nuestro sobrino nos alojó en su casa y nos atendió con todo afecto, junto con su familia, recordando siempre que cuando ellos habían estado en España –en Port-Saplaya-Valencia— habían recibido las lógicas atenciones por nuestra parte.
(Calle en la zona)

Después de un buen descanso, el siguiente día comenzó el periplo “familiar”, pues había que ir saludando a las “primas” de mi esposa (mucho mayores que ella, pero ciertamente primas hermanas, por ser hijas de hermanas de su madre), con la delicia de una abundantísima comida casera, en la que abundaban las especialidades de todo tipo (que no voy a detallar) y mucho vodka también.
Como realmente la costumbre en Rusia, y en tantos otros países, es la de hacer una comida fuerte al día, esos banquetes pantagruélicos nos venían muy bien para evitar más excesos por la noche.
Otro día fuimos invitados por otra sobrina a visitar el palacio de la Música de Kondopoga, una magnífica construcción financiada por la factoría de pasta de papel que constituye la principal actividad de la zona (tal vez como desagravio por la indudable contaminación), en cuyo palacio se nos ofreció un concierto de órgano y piezas
Palacio música Kondopoga
operísticas, por parte de varios re-sobrinos que habían estudiado estas especialidades y que formaban parte de la afamada orquesta y del renombrado coro de la población.
Y aún hubo otras comidas, todas con muchos pelmenys, kotelettes, dulces, pasteles, especialidades de la región, y vodka, vodka, vodka.
Al norte de Kondopoga se nos llevó a visitar unos hermosísimos parques naturales, con bosques inmensos, ríos, cascadas y lagos que nos parecieron una auténtica maravilla, sorprendiéndonos la abundancia de turistas de Rusia y de la vecina Finlandia.
Esta primera fase de nuestra estancia en Karelia estaba resultando, ciertamente, muy atractiva e interesante.
Y todavía nos faltaba lo mejor…
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA