THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

lunes, 13 de enero de 2014

LA PIEL DE TORO: DEL CABO DE GATA AL DE SAN VICENTE (VII) REGRESO DE PORTUGAL, POR CARTAYA, EL ROMPIDO, PUNTA UMBRÍA, DOÑANA Y EL ROCÍO, HASTA ARCOS DE LA FRONTERA



Cartaya es una localidad y municipio español de la provincia de Huelva, (comunidad autónoma de Andalucía). En el año 2011 contaba con 19.044 habitantes. Su extensión superficial es de 226,4 km² y tiene una densidad de 84,12 hab/km².
Cartaya fue fundada como núcleo urbano, por el Marqués de Gibraleón, D. Pedro de Zúñiga, en el estuario del río Piedras, aunque su nombre proviene de vocablo fenicio “carteia” que significa ciudad por lo que presumiblemente su poblamiento, aunque no continuado, es más antiguo.

De su término cabe destacar sus 4 km de playa (El Rompido, Playa de San Miguel, Playa de Nuevo Portil, y la parte más occidental de El Portil.

Se encuentra a 26 km de Huelva y a 112 km de Sevilla.

El núcleo urbano se encuentra a pies de la rivera del Piedras mientras que los núcleos de El Rompido y El Portil -este último también pertenece a Punta Umbría-, se encuentran en la desembocadura del Piedras y a pies del Atlántico respectivamente.

Climatología

El clima es de tipo mediterráneo continentalizado obviamente mediatizado por su cercanía al mar. Los inviernos son muy suaves, raramente las temperaturas llegan a ser negativas y no suelen bajar de los 10º; por el contrario los veranos son muy cálidos registrándose medias en los meses de julio y agosto de más de 33º.

Hidrología

Su principal curso fluvial es el río Piedras. Originalmente desembocaba en la aldea de El Rompido, topónimo que se originó por que era en esa zona donde las olas rompían contra los sedimentos del río.

Flora

Existe una importante masa forestal compuesta por extensos pinares (unas 12.000 hectáreas), enebros, nuevas plantaciones de eucaliptales. Todo ello, junto al denominado Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha de nueva umbria, componen una extensa tierra en relativo estado semivirgen.

Romanización

Si el núcleo de Cartaya y su costa cercana (donde existen numerosos
hallazgos de pecios) no fueron probablemente habitados hasta la llegada fenicia no será hasta siglo después cuando se proceda a un avance significativo. En época romana se encontraba enclavada en las regiones denominadas Beturia Céltica y Túrdula, dentro de la provincia senatorial romana de la Baetica. Como es común a toda la zona de Huelva, la presencia visigoda en la comarca fue muy poco significativa.

Edad Media

Durante la época de Al-Ándalus, bajo el nombre de Cashtm estas tierras quedaron enclavadas en la Cora de Labla, una Cora perteneciente a Gharb al Ándalus. Tras la caída del Califato de Córdoba en 1012 se integró en la Taifa de Huelva hasta que éste también desapareció y en 1052 se integró en la Taifa de Sevilla.

Tras la conquista cristiana del norte de Huelva, en el siglo XIII, después de la toma por Alfonso X el Sabio en 1262 de las ciudades de Niebla y Huelva, la actual provincia onubense cobró importancia como territorio fronterizo con Portugal, sirviendo de freno a la política expansionista de este país y denominándose Banda Gallega a gran parte de esa frontera. Será ya en 1269 cuando se configura la frontera con Lepe a través del Piedras.

Edad Moderna

Durante los siglos XV y XVI Cartaya pasó a formar parte de los señoríos de la Casa de Zúñiga.

Edad Contemporánea

La pesca del atún atrajo a numerosa población portuguesa y de otros lugares de España que finalmente terminó arraigando en el municipio.

Durante los años 1804 a 1808 perteneció a la Provincia marítima de Sanlúcar de Barrameda y al reino de Sevilla hasta la nueva división administrativa de 1833, terminó englobándose en la nueva provincia de Huelva.

En el último de tercio de siglo surge el poblado de El Rompido. Si bien anteriormente habían existido otros pequeños asentamientos en la desembocadura del Piedras durante esos años se comenzó a trabajar una almadraba en la otra banda del río.

Inmigrantes

La población extranjera empadronada en 2009 suma 3.197 habitantes, que representa un porcentaje del 17% del padrón, muy superior a la media nacional y regional.

Pesca

La base de la economía cartayera tradicionalmente también ha sido la pesca. El pequeño puerto y lonja de El Rompido no ha podido competir con otros puertos cercanos y mayores como los de Huelva o Isla Cristina, sobre todo porque no se ha especializado en ningún sector o en industria. Pese a ello sí nutre bien a la zona y vende importantes capturas procedentes del Piedras como coquinas. La ya desaparecida almadraba, en la orilla opuesta del río, significó el nacimiento del asentamiento de El Rompido.

Turismo e infraestructura hotelera

Si bien a finales del siglo XX existía ya un importante número de segundas residencias en su costa y una llegada durante el verano de familias relacionadas con el pueblo ha sido a principios del siglo XXI cuando el turismo se ha convertido en motor de su economía. La
El Rompido
oferta turística aprovechando los kilómetros de playa que pertenecen a su territorio se concentra de esta forma en los núcleos costeros de
El Portil y El Rompido sobre todo durante el período estival.

La infraestructura hotelera es reciente, tomándose por un modelo de hoteles de cuatro y cinco estrellas buscando rentas altas. Solo uno de ellos se encuentra en el núcleo urbano.

Patrimonio civil

Por su lugar privilegiado en el centro histórico destaca el Castillo fortaleza de Los Zúñiga, construido sobre una colina entre 1417 y 1420, es la construcción más importante de la localidad. En él destacan su patio de armas y las murallas de más de ocho metros de altura que fueron restauradas a finales de los años 1990. Se complementa con la puerta mudéjar de acceso al recinto.

Las Casas capitulares son un conjunto construido en 1555 con numerosas reformas posteriores que se complementan con el edificio del Ayuntamiento y su plaza, reformada a principios de los años
Punta Umbría
2000
, en un espacio diáfano con casa de la cultura y juzgados de paz. También son importantes algunas edificaciones singulares mudéjares datadas en el siglo XVII. 1700 y 1850. También es interesante la arquitectura popular civil con casas de fachada blanca y estrecha pero con longitud considerable terminadas generalmente en patios y cuadras o las ya desaparecidas fuentes y lavaderos.

En El Rompido sobresalen los dos faros, el más nuevo de ellos aún en uso y el más antiguo, edificado en 1861 antes que la propia aldea, construido en ladrillo y ostionera de Puerto Real.

En cuanto a arquitectura religiosa destacan en el municipio:


 (De Wikipedia y otras fuentes)


Doñana es un espacio natural protegido español situado en Andalucía que cuenta con 108.086 ha (54.251 ha en el Parque Nacional, y 53.835 ha en el Parque Natural). Comprende tanto el Parque Nacional de Doñana (creado en 1969) como al Parque Natural de Doñana (creado en 1989, y ampliado en 1997), y su gran extensión de marismas acoge durante el invierno a numerosas especies de aves acuáticas, que suelen alcanzar cada año los 200.000 individuos. Debido a su privilegiada situación geográfica entre dos continentes y su proximidad al lugar de encuentro del Atlántico y del Mediterráneo, el Estrecho de Gibraltar, en Doñana se pueden observar más de 300 especies diferentes de aves al año, al
ser lugar de paso, cría e invernada para miles de ellas (acuáticas y terrestres) europeas y africanas. Aquí reposan aves acuáticas de toda Europa Occidental, localizándose infinidad de especies en las marismas y alrededores procedentes de África y Europa. Se considera la mayor reserva ecológica de Europa. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Su nombre proviene del de Doña Ana de Silva y Mendoza, esposa del VII Duque de Medina-Sidonia.

El Espacio Natural de Doñana se sitúa al suroeste de la península Ibérica, en su mayor parte en la provincia de Huelva y una menor parte en las de Sevilla y Cádiz
 

La Romería de El Rocío y su relación con Doñana


El término municipal de Almonte, y por ende el parque, se encuentra enclavado en una zona en la que las manifestaciones religiosas han sido frecuentes a lo largo de los siglos. Los pasados cultos religiosos a divinidades de la naturaleza y las aguas como los de la diosa Cibeles (cuyo culto tiene muchas similitudes con las actuales celebraciones rocieras) fueron rápidamente adaptados por los primeros cristianos de esas tierras. De época paleocristiana, fue datada una pequeña basílica ya desaparecida, pero es sobre todo una vez finalizada la reconquista de la zona en 1262, cuando las advocaciones marianas se consolidan. En torno a 1270-1284 Alfonso X reconstruye la Ermita de Santa María de las Rocinas.  

La imagen es anterior, probablemente del siglo XIII aunque es a finales del siglo XVI cuando adopta la iconografía actual de acuerdo a la moda del tiempo: como dama de la corte.
El culto a la Virgen del Rocío es inseparable del entorno natural, del coto. La misma leyenda sobre el hallazgo de la imagen a cargo de un pastor se encuentra unida a la dureza de los parajes naturales de Doñana:

«... en el sitio llamado de La Rocina, cuyas incultas malezas le hacían impracticable a humanas plantas y solo accesible a las aves y silvestres fieras [...] miró una imagen de la Reina de los Ángeles de
estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol.» (Regla de la Ilustre, Más Antigua y Principal Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, 1758.)

Una vez arraigada la romería de El Rocío, la masificación de peregrinos a lo largo de determinadas fechas es evidente, no sólo en la aldea de El Rocío donde se sitúa la ermita, sino también en zonas aledañas pertenecientes o no al parque como la Piara del Acebuchal, el Puente del Ajolí, la Boca del Lobo o el camino de Moguer. Todo ello ha permitido dar a conocer más el parque pero a la vez ha supuesto un importante impacto medioambiental en éste (peligro de incendios, paso de caballos y de automóviles todoterreno, carretas...) según denuncian diferentes instituciones y ecologistas.  

(De Wikipedia y otras fuentes)


Arcos de la Frontera es un municipio español de la provincia de Cádiz, Andalucía. Es el municipio más poblado de la comarca de Sierra de Cádiz y también el más extenso. Es un importante lugar para el turismo interior y la industria comarcal, y tiene una posición estratégica entre la Campiña Jerezana y la Serranía. Tiene además un rico pasado, al haber sido capital de la Taifa de Arcos en la época musulmana y capital del Ducado de Arcos a partir de 1493.

Geografía


En el año 2008 contaba con 31.017 habitantes. Se encuentra situada a una altitud de 185 metros y a 67 kilómetros de la capital de provincia, Cádiz. Se ubica en un cerro junto al río Guadalete.

Historia


Como la mayoría de las poblaciones de esta provincia, ha estado ocupada por el ser humano desde tiempos prehistóricos. Arcos, por su propio enclave geográfico ha constituido en todos los tiempos un lugar estratégico. El nombre de Arx-Arcis (fortaleza en altura) proviene de su fundación romana, época en la que aparece como asentamiento "coloniae Arcensium", otro asentamiento romano fue Santiscal.

Durante la época musulmana su denominación es Arkos, emergiendo como verdadera ciudad próspera y floreciente. En la época del Emirato dependiente de Damasco (711-757) perteneció a la "Cora"
de Sidonia. Llegó a convertirse en el siglo XI, en un pequeño reino de Taifa bajo el dominio de Ben Jazrum, rey de origen beréber. En este período el recinto de la villa se amuralló y aunque no hay certeza de que se colmataran con edificaciones todos sus terrenos, se ha mantenido la compleja trama de manzanas, de esta época provienen el trazado de sus calles, el alcázar militar, la muralla, los molinos, etc

En 1255 y en 1264, el rey Alfonso X tomó la ciudad para Castilla, siendo cedida al Infante Don Enrique, aunque volvió a manos reales debido a su carácter fronterizo.

En 1408 el rey pone la ciudad en manos de su privado Ruy López Dávalos, para otorgarla a los Ponce de León en 1440, Duques de Arcos, hasta bien entrado el siglo XVIII, alcanzando su cenit entre los siglo XV y XVII. En el siglo XV se fundaron los Hospicios de los Franciscanos Descalzos y otro próximo a la Iglesia de San Pedro. El Ayuntamiento es trasladado a la Plaza del Castillo. La cárcel se traslada a una casa donde se construirá más tarde el Convento de Mercedarias Descalzas. En la Plaza del Castillo se situaron la alhóndiga y a su espalda la casa matadero.

A partir del siglo XVI se inicia la construcción del Convento de San Francisco (1510), el de religiosas de San Juan de Letrán (1539), el Hospital de San Roque y el de San Pedro.

En 1706, Felipe V le concede el título de Noble y Fidelísima.

Durante el siglo XVIII, la ciudad se desarrolla definitivamente fuera del recinto amurallado, surgiendo tres enclaves: el barrio de la Corredera, el de más calidad, con las residencias de la burguesía, Hospital de San Juan de Dios, Pósito de Carlos III, Mesón del Duque e Iglesia de San Miguel; el barrio de San Francisco, en torno a la Iglesia de los Franciscanos del siglo XVI, en la que destaca la Capilla de las Aguas; y el barrio Bajo, cuyo origen puede estar en un asentamiento morisco en el actual barrio de Cómpeta.

En el siglo XIX, además de la epidemia de fiebre amarilla y el paso de los franceses, que causaron daños en el Castillo y la Plaza, el hecho más importante para el patrimonio de Arcos es la desamortización de Mendizábal. Se producen transformaciones de edificios religiosos y se ponen a la venta posesiones eclesiásticas rurales, que frenaron el incipiente desarrollo industrial, por la transformación de los promotores industriales en terratenientes.

En el siglo XX mejora la calidad de vida y se produce un desarrollo del sector turístico, siendo en el período 1950-70 cuando se produce el mayor crecimiento de la ciudad. En el siglo XXI se ha convertido en la entrada de la Ruta de los Pueblos Blancos y Conjunto Histórico-Artístico. Junto con sus magníficos paisajes, la hacen destino turístico de primer orden en la provincia de Cádiz, lo que constituye su principal fuente de ingresos.

Monumentos

  • Palacio del Conde del Águila, de estilo gótico mudéjar, construido entre los siglos XIV y XV, ubicado en la Cuesta de Belén.
  • Castillo de Arcos, construcción de carácter militar, se encuentra ubicado en el punto más alto de la población.
  • Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción, templo de origen mudéjar de los siglos XIV o XV con profundas remodelaciones realizadas durante la primera mitad del siglo XVI, en el exterior junto con elementos propios del arte ojival (portada de Santa María), conviven otros de tipo renacentista y barroco.
  • Convento de S. Agustín. siglos XVI-XVII
  • Iglesia de San Pedro,. siglos XV-XVII
  • Palacio del Mayorazgo, siglo XVII.
  • Ayuntamiento. siglo XVII
  • Iglesia de San Francisco. siglos XVI-XVII
  • Puerta Matrera, única de las puertas que permanece en pie de la antigua muralla árabe.
  • Hospital e iglesia de la Caridad, siglos XVI-XVII.
Destaca la Peña de Arcos, que tiene un balcón a gran altura, y que ha sido declarada monumento natural de Andalucía

(De Wikipedia y otras fuentes)

Dejar atrás el territorio portugués siempre produce saudade, y se acumulan los propósitos de regresar.

No otra cosa aconteció en nuestra etapa del viaje que consistía en salir de Portugal, lo que resultó cómodo por la A-22 lusa, que llevó hasta la A-48, que comienza junto al Guadiana, en Ayamonte, después de ofrecerse el bonito espectáculo del ancho río ya casi expirando en el mar, con Vila Real de Santo Antonio como otro punto de referencia.

Poco después de sobrepasados los enlaces a Ayamonte acometimos el desvío hacia Cartaya, previo bordear Lepe (del que, pese a que a su salida se indica “Huelva”, no dejamos de salir; perdón por el mal
Castillo de Cartaya
chiste), y así alcanzamos la zona de El Rompido, preciosa en su mediodía invernal, brindando los verdeazulados de su mar y su ría (río Piedras) con la barra de arena que cierra.

Casi todos los establecimientos hosteleros estaban cerrados y solamente se hacían ver unos pocos lugareños, de manera que hasta fue imposible tomar un café.

Desde El Rompido, bordeando la costa, ya llegamos hasta el término de Punta Umbría, contemplando las cadenas de edificaciones turísticas que deben de haber convertido en tiempos turísticos esa paradisíaca costa en un hormiguero humano, y bordeando la ría o bahía de Huelva (la del río Odiel) alcanzamos esta capital, que
tratamos de bordear para seguir hacia La Rábida, no sin tropezar cuatro o coinco veces con la mala señalización.

Y cuando alcanzamos el monasterio de La Rábida, además de hallarlo cerrado, solamente pudimos ver obras en los monumentos, por lo que seguimos bordeando la costa hasta Mazagón y su playa, ya conocida por una anterior estancia en el Parador que se halla en la zona.

Tras bordear el Parque Nacional de Doñana  y dar una vuelta por Matalascañas, nos detuvimos en El Rocío, entrando a la ermita, poco concurrida, pero siempre con público.

Ya desde ahí emprendimos el camino por Bollullos del Condado hasta la autopista a Sevilla, en cuya circunvalación nos desviamos por la A-4 hacia el sur, en dirección a Cádiz, pero con el propósito de llegar hasta Arcos de la Frontera, adonde habíamos reservado nuestra pernoctación.

Llegamos a Arcos ya anochecido, y nos acomodamos en un hostal (anunciado como hotel) bastante flojito. Pero salimos casi inmediatamente para llegarnos hasta el casco antiguo de la población, que sigue brindando todo el sabor de los tiempos de cultura árabe, mozárabe y cristiana, y disfrutamos de un relajante
paseo por las intrincadas y bien cuidadas callejas.

Para volver a nuestro alojamiento, en las afueras, se nos ocurrió caminar, pero equivocamos el camino, por lo que nos fuimos hacia los barrios bajos de Arcos y hubimos de superar después casi dos kilómetros de subida, que afloraron un poco de disnea.

Una cena sabrosa en un Mesón cercano a nuestro alojamiento fue el precedente de un bien ganado reposo.

Ya iban quedando pocos días de viaje.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA