THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

viernes, 28 de octubre de 2011

La piel de toro: El norte de Portugal (región Minho, parque Peneda Geres, Braga y Guimaraes)

El Minho era una antigua provincia (o región natural) portuguesa, instituida formalmente por una reforma administrativa de 1936. Sin embargo, las provincias nunca tuvieron ninguna atribución práctica, y desaparecieron del vocabulario administrativo (aunque no del vocabulario cotidiano de los portugueses) con la entrada en vigor de la Constitución de 1976.
La antigua provincia Minho
Limitaba al norte y al nordeste con Galicia, en España (provincias de Pontevedra y Orense, respectivamente), al este con el Trás-os-Montes e Alto Douro, al sur con el Douro Litoral y al oeste con el Océano Atlántico.
Entonces estaba constituida por 23 concelhos, integrando la totalidad de los distritos de Braga y Viana do Castelo. Tenía su capital en la ciudad de Braga.
Para algunos geógrafos, esta provincia, en conjunto con el Douro Litoral, formaba una unidad geográfica mayor: el Entre Douro e Minho.
Por otro lado, podría dividirse en dos regiones: el Alto Minho, correspondiente al distrito de Viana, y el Baixo Minho, correspondiente al distrito de Braga.

Actualidad

Actualmente, su territorio se encuentra en la región del Norte, repartiéndose por la totalidad de las subregiones del Minho-Lima y del Cávado, y parcialmente por las subregiones del Ave (concelhos de Fafe, Guimarães, Póvoa de Lanhoso, Vieira do Minho, Vila Nova de Famalicão y Vizela) y Tâmega (dos concelhos de las Terras de Basto, a saber: Cabeceiras de Basto y Celorico de Basto).
El Parque natural de Peneda Gerês, conocido también por Gerês, es el único parque nacional de Portugal (si bien hay numerosos parques naturales, paisajes y reservas protegidos por todo el país). Está situado en la región Norte al noroeste de Portugal.
El parque se creó el 8 de mayo de 1971debido a su interés científico nacional e internacional, con objeto de proteger el suelo, el agua, la flora, la fauna y el paisaje y preservar al mismo tiempo su valor para los recursos naturales y humanos existentes.

Geografía

El Parque Nacional Peneda-Gerês está situado en el noroeste de Portugal y se extiende por los municipios de Melgaço, Arcos de Valdevez, Ponte da Barca, Terras de Bouro y Montalegre. Tiene un área de 702.9 km², de los cuales 52,75 km² son propiedad pública, 194.38 km² propiedad privada y los restantes 455.77 km² son bien comunal.
Belleza de un embalse
El parque comprende una cordillera de montañas, Peneda, Amarela y Gerês, que forman una barrera entre las llanuras de la costa en el oeste y las mesetas en el este. Los montes más altos son el Nevosa (1.545 m) y el Altar dos Cabrões (1.538 m), que se encuentra en la frontera con España, por lo que estas montañas se extienden por España en la zona que se llama Xurés.
Una importante particularidad del paisaje es la constante presencia del agua. Son muy comunes los arroyos y las cataratas en las laderas de los montes y el parque está atravesado por varios ríos, a saber: el Cávado, el Lima, el Homem, el Rabagão, el Castro Laboreiro y el Arado. Existen presas en la mayoría de ellos: Alto Rabagão, Paradela, Caniçada, Vilarinho da Furnas, Lindoso.
Los pocos pueblos de las tierras altas están situados junto a terrenos de siembra. Los bancales, utilizados para aprovechar al máximo los escasos terrenos, junto con las casitas tradicionales de paredes de granito y tejados típicos, moldean un paisaje donde se nota la indeleble, pero a la vez armoniosa, mano del hombre en algunas de las aldeas más aisladas, como Pitões das Júnias o Ermida.
Las tierras altas tienen una temperatura media de unos 10 °C, variando entre los 4 y los 14 °C. Las precipitaciones son de 2.500 mm/año, con más de 130 días de lluvia al año. La nieve suele caer en invierno. Los valles de los ríos Homem y Cávado gozan de un clima bastante más suave, con temperaturas entre los 8 y los 20 °C y una media de 14 °C. La precipitación aquí es de 900 mm y unos 100 días de lluvia al año.el parque de la reservas llamada así por que tiene una alta variedad de animales y que vienen muchas aves.

Geología

Las montañas del parque se formaron hace entre 380 y 280 millones de años entre el periodo permiano y el devoniano. Las cumbres están cubiertas de rocas graníticas. Las más antiguas, las de Amarela, datan de hace 310 millones de años. Existen vetas de minerales como el estaño, el tungsteno, el molibdeno y también oro, que fueron explotados en las minas de Carris y Borrageiro, ya cerradas. También hay yacimientos de esquisto y cuarzo, sobre todo en el límite noroeste en Castro Laboreiro.
Algunos valles tienen signos de haber estado bajo la influencia de los glaciares debido a la glaciaciones del Pleistoceno.

Flora

Los valles tienen una gran vegetación exuberante. Los ejemplares más comunes son las especies de roble (Quercus robur, roble pirenaico, roble portugués y otros tipos), laurel portugués, acebo, madroños y abedules. Además se encuentran junto a los ríos tejos y abedules de plata. Algunos bosques, como el de Albergaria y Cabril se conservan muy bien.
Al acercarnos a las cimas de las montañas la vegetación se hace más escasa. Esto se debe a que el clima es más duro y a que hay más presencia del hombre desde mediados del siglo XX. En esta parte podemos encontrar gran cantidad de brezo, ulex, hiniesta y enebro.
También hay especies endémicas de lilas y helecho.
La fauna de Gerês no es tan prolífica como la flora, quizás debido al efecto negativo de la presencia del hombre. Los osos desaparecieron de la zona en el siglo XVII y la cabra montesa portuguesa, conocida en el lugar como Cabra de Gerês, se vio por última vez en los años 1890.
Sin embargo, muchas especies tienen en Gerês su último santuario, no sólo de Portugal, sino de toda la Península Ibérica. El lobo ibérico y el águila real, considerados como una amenaza para el ganado, casi llegaron a la extinción a consecuencia de la caza. Desde finales del siglo XX se han hecho leyes para protegerlos.
Otras especies salvajes relativamente numerosas incluyen a mamíferos como el corzo, el jabalí, la nutria, el gato salvaje, la marta de los pinos y la del haya, así como la ardilla. Entre las aves están el milano real, el ratonero común, el búho real, el halcón y la tarabilla norteña. De reptiles hay la víbora negra, la serpiente de agua y la lagartija verde de Schreiber. Por último, entre los anfibios están la salamandra y la rana de lengua en disco.
También merece mención el garrano, una raza de caballo pequeño. Viven sobre todo en el monte, pero desde que se los está criando han perdido el miedo al hombre.
Otros dos animales domesticados que hay que destacar son el buey Barrosão, utilizado en otro tiempo para la agricultura y hoy en día especie en peligro de extinción por haber perdido su utilidad, igual que ocurre con el perro de Castro Laboreiro, un perro de caza.

Historia humana

Quizás porque las montañas de Gerês son un lugar bastante inhóspito donde la mera supervivencia es ya muy dura, las primeras señales de presencia humana datan de entre el 4000 y el 3000 a. C. Aún hay dólmenes y otras tumbas megalíticas cerca de Castro Laboreiro y Mourela.
La Geira romana es una calzada romana que atraviesa el parque. Conectaba Astorga con Braccara Augusta (actualmente Braga en Portugal). Aún se conservan partes extensas junto al Homem y también algunos puentes romanos y numerosos hitos.
La tribu germánica de los buros acompañaron a los suevos en su invasión de la Península ibérica y su asentamiento en Gallaecia (las regiones actuales de Región Norte (Portugal) en Portugal y Galicia en España). Los buros se asentaron en la zona que queda entre los ríos Cávado (subregión) y Homem, en el área que se conoce como Terras de Bouro (tierra de los buros).
Hasta el siglo XX era costumbre que los habitantes de las montañas pasar el invierno en dos pueblos distintos, sobre todo cerca de Castro Laboreiro. Desde la Pascua en la primera hasta no más tarde de las Navidades en invierno solían vivir en el pueblo de veraneo, normalmente por encima de los 1.000 m, conocido como branda (del portugués brando que significa blando o suave). El resto del año se pasaba en el pueblo de invierno, por lo general situado en algún valle fluvial y al que se conocía como inverneira (del portugués inverno que significa invierno). Esta costumbre prácticamente se ha abandonado con la mejora de las nuevas edificaciones y los nuevos medios de transporte.
En los últimos tiempos también han aumentado el número de ruinas. En 1970 el pueblo de Vilarinho das Furnas quedó anegado por la presa de Vilarinho das Furnas del río Homem. Durante los años en que escasea la lluvia las ruinas del pueblo asoman por el agua atrayendo a miles de turistas.

Turismo y educación

El parque trata de animar el turismo y de controlarlo al mismo tiempo, ya que la naturaleza del parque no resistiría una entrada masiva de turistas. Según esto, hay seis pequeños sitios de acampada y varias rutas de senderismo señalizadas, lo cual hace que sea bastante fácil encontrar la mayor parte de los lugares interesantes, como los castros de Castro Laboreiro y Calcedónia o el monasterio de Pitôes das Júnias. La ruta de Mézio es una de las más recomendadas para observar algunas de las bellezas locales.
Los lugares más visitados son los que se hallan más cerca de las principales carreteras. Muchos son emblemas de la religiosidad de los portugueses del norte, como por ejemplo los santuarios de Senhora da Peneda y São Bento da Porta Aberta. Otros, en cambio, albergan pequeños graneros tradicionales construidos de granito, como el de Soajo y Lindoso, conocidos como espigueiros (del portugués espiga).
Quizás las dos atracciones más conocidas y por ende visitadas son las numerosas cascadas, en especial la que hay cerca de la antigua estación fronteriza de Portela do Homem y la del pueblo Vilarinho das Furnas, cada vez que la presa del lugar contiene poca agua.

Braga (del latín Bracara Augusta) es una ciudad histórica e inmemorial portuguesa situada al norte del país, capital del distrito homónimo. Cuenta con 181.819 habitantes (2011) y 800.000 en el área metropolitana. Es la tercera ciudad más poblada de Portugal, tras Lisboa, Oporto.
Geográficamente, Braga se encuentra atravesada por los ríos Este y Cávado.

Historia

Si bien hay vestigios de asentamientos celtas en el lugar hoy ocupado por Braga, cuando la población alcanza verdadera importancia es a partir del siglo II a. C., con la ocupación romana. En efecto: alrededor del año 14 a. C. es fundada Bracara Augusta, que se convertiría en la capital de la provincia de la Gallaecia.
La caída del Imperio romano dio lugar a la conquista de la Gallaecia por los suevos, que mantendrían la capital en la ciudad hasta la derrota de éstos por los visigodos en el año 585. Permanecería en dominio visigodo hasta la invasión musulmana de Hispania, si bien sería reconquistada a los pocos años por Alfonso I de Asturias.
Cuando, tras su fallecimiento, Alfonso III el Magno divide su reino entre sus hijos, hereda el Reino de Galicia a Ordoño, que fija en Braga su capital. No obstante, la muerte de su hermano García le reporta la corona del Reino de León, pasando Galicia a depender de dicho reino y perdiendo Braga la condición de capital.
Tras la independencia de Portugal, obtenida por Alfonso Enriques en 1139, Braga pasa a formar parte del nuevo Reino, al que pertenecería hasta la actualidad.

 
La archidiócesis de Braga

Mención especial en la historia de la ciudad la merece la archidiócesis bracarense. Creada en el siglo III, tenía jurisdicción sobre todos los obispados de la Gallaecia, celebrándose en ella varios concilios (destaca entre ellos el de 563, que condenó como herejía el priscilianismo). La invasión musulmana supuso su desaparición, resurgiendo en el año 1070. Los conflictos con las autoridades eclesiásticas de Santiago de Compostela no impidieron la construcción de una catedral que, tras ser destruida por un terremoto en 1135, se reedificaría hasta convertirse en un imponente edificio y en el principal monumento de la ciudad. 

Con más de 170.000 habitantes, Braga pasa por ser una de las ciudades económicamente más dinámicas y más populosas de Portugal. Importante centro de comunicaciones, destaca por su comercio y por el turismo que genera su casco histórico. Del mismo modo, la ciudad cuenta con dos universidades (la Universidade Católica Portuguesa y la Universidade do Minho) y con una decena de museos, y es considerada uno de los centros culturales más importantes de todo Portugal.

Monumentos principales

Guimarães es una ciudad portuguesa del Distrito de Braga, región Norte y subregión del Ave, con cerca de 52.000 habitantes en el núcleo central.

Monumentos

Pazo de los duques de Braganza.- Pazo del siglo XV, mandado construir por D. Afonso, futuro duque de Bragança, en el que es posible observar la influencia de la arquitectura señorial de la Europa Septentrional. En el siglo XIX fue convertido en cuartel.
Palacio Ducal
A mediados del siglo XX, tras un período de abandono, fue restaurado y posteriormente convertido en Museo, albergando un expolio del siglo XVII y XVIII. De las varias colecciones que posee, unas retratan las aportaciones de los portugueses de la época de los Descubrimientos Portugueses; otras narran algunos de los pasos de las conquistas en el Norte de África. Posee también colecciones de armas de los siglos XV a XIX y colecciones de muebles del período posterior a los descubrimientos. Además de su función como museo, este palacio fue en su segundo piso, adaptado como residencia oficial del Presidente de la República Portuguesa, cuando debe viajar al Norte de Portugal.
La ciudad histórica de Guimarães se encuentra asociada al nacimiento de la identidad nacional portuguesa en el siglo XII. Constituye un ejemplo excepcionalmente bien conservado de la evolución de una localidad medieval hacia una ciudad moderna. La rica tipología edificada muestra el desarrollo de la arquitectura portuguesa entre los siglos XV y XIX, con el uso continuo de técnicas y materiales de construcción tradicionales.
(De Wikipedia y otras fuentes)
Aún a riesgo de que mi buen amigo, el Dr. Alberto Jorge Silva, distinguido jurista afincado en Braga, de elegante pluma y vasta cultura, me corrija o vierta cualquier admonición (a lo que buen derecho tiene) sobre el contenido de esta entrada o post, quiero poner de manifiesto el imborrable recuerdo que las tierras del norte de Portugal, la región minhota (de Minho) y especialmente Braga dejaron en mí, durante los años en que las circunstancias vitales me hicieron morar tanto en esa zona que casi llegué a sentirme un portugués más.
Bom Jesus en Braga
Y por eso comienzo por recomendar al viajero que se decida a llegar hasta Porto o alcanzar el sur de la Galicia española, que se adentre en esta zona norteña del país luso, para embeberse en las bellezas de esa preciosa sierra de Peneda Geres, y descender desde sus montañas hasta la ciudad de Braga, visitando su catedral y los monasterios de Bom Jesus y Samieiro en las alturas de los alrededores, además de llegarse hasta Guimaraes, para contemplar su castillo y pisar la tierra en la que se engendró la nación portuguesa.
Consciente soy de que en esta necesariamente abreviada crónica omito muchos parajes y poblaciones que merecen un comentario, como Valença do Minho, con su fortaleza recayente al río que le da nombre, o Ponte de Lima, o Viana do Castelo (belleza junto al Atlántico, con un bello santuario que la domina). En otra ocasión será.
Y quiero especialmente recordar en esta remembranza, no solamente al ilustre Dr. Alberto Jorge, sino a otros buenos amigos que fueron quedando en los caminos del olvido por mor de los avatares de la vida, como Monseñor Carlos Francisco Martins Pinheiro, obispo que fue de Braga, o los amigos de la sierra.
Castillo de Guimaraes
Especialmente quiero destacar las bellezas entrañables de los paisajes de esta región portuguesa, con un verdor precioso en distintas tonalidades, sembrados “acá” y “acullá” de iglesitas de estilo manuelino, orlados de viñedos para producir ese apreciadísimo (a la par que desconocido) vinho verde.
Paseando la mente por las alturas de Braga, como en una visión panorámica desde el Samieiro, vislumbro las brumas del río Cávado, los históricos edificios de Barcelos, los espigueiros, las vacas paciendo en las suaves laderas…
Y, lo confieso, siento la nostalgia de no haber estado en la zona hace tiempo, ahora que los recuerdos se agolpan en la mente como queriendo acompasarse a los albos cabellos con que los años nos han ornado.
A esas tierras, a esas gentes, a los buenos recuerdos que ellas han generado, el abrazo de este viajero apasionado con este poema de Octavio Cardoso hallado por azar:

Minho verde
Terra de encantos
Onde a tristeza não quer morar
De quem chora pelos cantos
O vento leva seus prantos
Para a alegria reinar.

E eu ouvi de quem sabia
Que sempre que nasce um dia
É razão para festejar.

Minho verde
Terra de encantos
E beleza para me inspirar
Mas os verdes dos teus mantos
Ai são tantos, tantos, tantos
Que não me atrevo a pintar.

É lindo esse verde véu
Entro nele, espreito o céu
Sem saudade de abalar

Minho verde
Terra de encantos
O teu perfume paira no ar
Abençoado pelos santos
Bendito por todos quantos
Em ti vêm passear.

Subo em ti, estou cá no alto
E o meu peito deu um salto
Ai que vontade de voar.

Minho verde
Terra de encantos
Onde os rios sabem cantar
Por entre sombras e recantos
Vão correndo aos solavancos
Para dar de beber ao mar.

Cá do mar eu espreito a serra
E o verde que esconde a terra
É o da esperança de voltar.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

sábado, 1 de octubre de 2011

Esta España nuestra: Comunidad Valenciana; Los Serranos, Chelva y el Rincón de Ademuz

Los Serranos es una comarca del Comunidad Valenciana (España) situada en el interior de la provincia de Valencia. También recibe los nombres de La Serranía y de Alto Turia. Comprende el curso alto del río Turia y territorios adyacentes.
Zona con baja densidad demográfica, la capital tradicional es Chelva, aunque el municipio más poblado es Villar del Arzobispo.
El segundo río en importancia en la comarca es el Tuéjar o Chelva, conocido con ambas denominaciones, siendo uno de los principales afluentes del río Turia o Guadalaviar, como se le conoce en la zona de Teruel, y que llegando por su izquierda, desagua en la cola del pantano de Loriguilla. De otro lado resalta el Reatillo, río que nace en la aldea de Villar de Tejas, en el término de Chelva, y que aporta su caudal al embalse de Buseo, cerca de Chera. Se debe mencionar el río Sot, cuyo nacimiento se sitúa en el paraje de Las Fuentes, y que pasa junto al pueblo de Sot y tras recibir el aporte de varios manantiales llega al Turia por su margen derecha.
La comarca cuenta con tres pantanos que pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Júcar: El pantano de Benagéber, de 228 hm3 de capacidad, cuyas obras iniciadas a principio de 1930,y que fueron paralizadas durante la guerra civil para concluirse en el año 1955. Se encuentra a 450 metros de altitud. En el curso del río Turia.
El pantano de Loriguilla, de 70.9 hm3 de capacidad, finalizado en el año 1967 y a 320 m de altitud. Y se halla en el curso del río Turia.
El pantano o embalse del Buseo de 7.5 hm3, el menor de todos y el más antiguo, ya que fue finalizado en 1912. Se encuentra a 478 m. de altitud. Este último se halla en el curso del Reatillo.
Los Serranos o la Serranía del Turia ha sufrido en el último cuarto del siglo XX un duro hostigamiento por causa de los incendios forestales. Sin embargo, aun conserva una importante masa forestal compuesta de pinos, álamos, olmos, encinas, lidoneros y una notable cantidad de plantas medicinales y aromáticas. Como cultivos tradicionales de esta zona destacan el olivo, la viña, los cereales, el nogal, el algarrobo y el naranjo, todos ellos de una muy apreciada calidad y gozando de un gran reconocimiento. La importancia que en otro tiempo tuvo la ganadería, sobre todo en la parte alta de la comarca, se observa en el elevado número de corrales que se hallan hoy en ruinas.
La fauna queda representada por la propia de montaña mediterránea, incluido el jabalí.
La zona estuvo habitada desde los tiempos mas remotos y así lo prueban los diferentes y numerosos hallazgos arqueológicos que se han ido produciendo. De ellos se deducen poblamientos eneolíticos, posteriores de las edades de bronce y hierro, asentamientos íberos, romanos y musulmanes.

 

Municipios

Municipio
Población
Superficie
Densidad
829
43,50
19,05
828
138,30
5,98
325
142,80
2,27
393
76,00
5,17
159
69,80
2,27
826
40,30
20,49
449
64,50
6,96
1.839
190,60
9,64
786
61,80
12,71
688
68,80
10,00
761
69,70
10,91
531
18,80
28,24
264
84,70
3,11
523
12,20
42,86
2.637
58,90
44,77
428
38,80
11,03
541
63,20
8,56
1.300
121,90
10,66
3.828
40,70
94,05

 

Geografía

La comarca limita al este con la comarca del Campo de Turia, al sur con las comarcas de Plana de Utiel-Requena y la Hoya de Buñol, al oeste con la provincia de Cuenca, y al norte con la comarcas del Alto Palancia y la Gúdar-Javalambre, ya en la provincia de Teruel.
Los Serranos es una unidad geográfica limitada por las montañas antilicinales de orientación ibérica (NO-SE) de Javalambre por el norte y Sierra del Negrete por el sur. Entre éstas se encuentra la cuenca del río Turia, que se encuentra encajado entre espectaculares gargantas de paredes de hasta 200 metros de altura, como los de Santa Cruz de Moya, de Puente Alta en Calles y el de Chulilla.
La unidad se caracteriza por los sistemas montañosos como las sierras del Remedio, la Talaya, Santa María, Sierra de los Bosques, etc. También se encuentran muelas calcáreas como las de Alpuente, Aras de los Olmos, etc.
El Turia ha construido pequeñas vegas como las de Benagéber, Domeño, Tuéjar, Chelva y Loriguilla, de geología de tipo keuper, terreno muy propicio para la construcción de embalses.

 

Lengua e Historia

La lengua propia de sus habitantes es el español aragonés (pues pertenece al grupo de comarcas valencianas que tras la Reconquista fueron repobladas con aragoneses) y la variedad dialectal de la zona es conocida popularmente como churro, (al igual que en el resto de comarcas próximas castellano-hablantes como el Alto Palancia, Alto Mijares o el Rincón de Ademuz).

 

Delimitaciones históricas

Los Serranos o (La Serranía) es una comarca histórica que ya aparecía bajo el nombre de Serranía de Xelva en el mapa de comarcas de Emili Beüt "Comarques naturals del Regne de València" publicado el año 1934. Las únicas diferencias al respecto, es que los municipios de Chera y Sinarcas, actualmente se encuentran encuadrados dentro de la vecina comarca de la Plana de Utiel-Requena, y las antiguas localidades de Loriguilla, y Domeño, (que actualmente se encuentran inundadas por presas), ahora están ubicadas en el Campo de Turia, (al igual que las colonias de San Isidro de Benagéber en Moncada y San Antonio de Benagéber).
(De Wikipedia y otras fuentes)
Chelva es un municipio de la Comunidad Valenciana, España. Situado en el interior de la provincia de Valencia, en la comarca de Los Serranos, también conocida como "Alto Turia".
Dista unos 68 km de Valencia por la CV-35 (Valencia-Ademuz).

Geografía

Las alturas más destacadas del término son el pico de La Atalaya (1.157 m), en el camino hacia Villar de Tejas desde Chelva y próximo a la población de Benagéber, y el Cerro de la Nevera (1.205 m) al norte, próximo a los términos de La Yesa, Andilla y Abejuela (ya en la provincia de Teruel)
El casco urbano de Chelva se encuentra a 450 m sobre el nivel del mar. El clima predominante es el clima mediterráneo de veranos cálidos e inviernos frescos, de carácter semiárido.
El término se encuentra surcado por los ríos Tuéjar o de Chelva, que pasa al sur del casco urbano, y Turia, situado más al sur. El primero forma una fértil vega, mientras que el segundo presenta un encajonamiento que hace difícil su cultivo. El resto del término presenta formaciones montañosas bastante abruptas, pertenecientes al Sistema Ibérico y dentro de éste, a los Macizos del Javalambre y Sierra de Utiel. Podemos también destacar las Sierra de Alcotas, la Sierra del Toro y el Pico del Remedio (1.053 m).
El término presenta una importante masa forestal, de Pinus halepensis, que ocupa algo más de 14.000 ha de propiedad en su mayoría pública, patrimonial del Ayuntamiento, y declarada de Utilidad Pública (montes de UP nº 50 y 51 del catálogo de la provincia de Valencia).

Pedanías y barrios

Posee una población de unos 2.100 habitantes, 2.000 localizados en el casco urbano de Chelva y el resto en las siguientes pedanías y núcleos habitados: Villar de Tejas, Ahíllas, Alcotas, Mas de Caballero, Mas de Sancho y El Cerrito. Otras aldeas ya abandonadas son: Bercuta, Benacacira, Arquela, etc. También existen mases de labranza dispersos por todo el monte, como son: El Mozul, La Mozaira, Zae, Casas del Alto, Mas de Pinar, Mas de Tiero, La Atalaya, Mas de Alonso, etc. La población indicada es muy estacional y las variaciones a lo largo del año son importantes, especialmente en la época de vacaciones. En invierno difícilmente pasa de 1200 habitantes, mientras que en verano, sobre todo en agosto, supera fácilmente los 5000.

Localidades limítrofes 

El término municipal ocupa una superficie de unos 190 kilómetros cuadrados. Linda al norte con los términos de La Yesa, Andilla, Alpuente y Titaguas, al este con Calles, Domeño y Loriguilla, al sur con Loriguilla, Utiel y Requena, al oeste con Benagéber y Tuéjar.

Historia

En el término de Chelva se puede reconstruir la Prehistoria a partir de los restos arqueológicos de yacimientos Neolíticos, de la Edad del Bronce, pasando por importantes asentamientos ibéricos y romanos, de los que resta, aparte de algunas villas rústicas, el Acueducto Romano de Peña Cortada.
Alcanzó gran importancia durante la dominación musulmana. En 1194, fue conquistada por Pedro II de Aragón, que la tuvo en su poder hasta 1214. Recuperada por los árabes, fue tomada por las tropas cristianas en 1238, sufriendo la rebelión del caudillo árabe Al-Azraq. Repoblada de cristianos, en 1390 Juan I de Aragón la instituyó cabeza del Vizcondado del mismo nombre, donándola a Pedro Ladrón de Vilanova, a cuyos descendientes otorgó Felipe III de España título de Condes de Sinarcas en 1591, y de manos de los cuales pasó a ser de los duques de Villahermosa.
En Chelva convivieron las tres grandes culturas de nuestra civilización: musulmanes, judíos y cristianos, que cohabitaron pacíficamente, en un ambiente de tolerancia hasta el siglo XVII.
Durante las Guerras de las Germanías la ocupó una columna de agermanados. En las Guerras Carlistas estuvo varias veces en poder de las tropas del pretendiente, siendo fortificada y convertida en hospital por Cabrera en 1839.

Economía

La superficie agrícola ocupa unas 6.000 ha., de las que aproximadamente 300 ha son de huerta y regadío, próximas a la vega del río Chelva. El resto son cultivos de secano, principalmente de olivo, almendro, vid, etc.
Es la agricultura, junto con el sector servicios, la fuente de actividad económica más destacables.

 

Monumentos religiosos

  • Ermita de Santa Cruz. La ermita, recientemente reconstruida, se levantó sobre la antigua mezquita árabe del siglo XIV, que junto con la de Simat de la Valldigna, son las dos únicas de este época que están datadas en la Comunidad Valenciana.
  • Ermita de Loreto
  • Ermita de la Soledad. Situada en una plaza en el corazón del barrio árabe de la Benacacira. Dedicada a la advocación a la Nuestra Señora de la Soledad. Junto a ella se encontraba el antiguo hospital, en cuyo solar se ha construido recientemente el Museo Etnológico de Chelva.
  • Iglesia de los Ángeles. Es uno de los edificios más emblemáticos de Chelva. Su majestuosa presencia destaca en medio del casco urbano. Se inició su construcción en 1626, finalizando en 1692, añadiéndose ya en el siglo XVIII el Campanario y la Capilla de la Comunión. Se considera una obra maestra del Barroco Valenciano. Igualmente conserva un rico patrimonio artístico, destacando autores del siglo XVII como Pedro Orrente y Jerónimo J. Espinosa. En la base de la torre del campanario se instaló en 1887 el que hoy es el reloj-torre más original de la Comunidad Valenciana, ya que es uno de los pocos que quedan en España que, además de dar las horas, indica también el día del mes y la semana.
  • Santuario de la Virgen del Remedio. Situado en el Pico del Remedio, es el lugar donde se encuentra la Virgen del Remedio, la cual es bajada desde allí hasta el pueblo cada año, durante las fiestas grandes de la localidad.
  • Convento de San Francisco. El edificio del Convento data del siglo XIV, época en la que se estableció esta orden en tierras valencianas. Uno de los aspectos más interesantes es la pervivencia de las primitivas cuevas donde se asentaron los primeros frailes.

Monumentos civiles

  • Barrios históricos. Conserva en su casco urbano la impronta dejada por los pueblos que la habitaron históricamente. El barrio árabe de Benacacira mantiene hoy día el aire oculto, misterioso y recoleto que esta cultura confiere a sus espacios. El barrio judío del Azoque, que también conserva su trazado original, con calles estrechas y soportales, cerrado al mundo exterior. La morería del Arrabal, originada a partir de los siglos XIII y XIV. En el recorrido por estas calles también se puede admirar ricas muestras de azulejería de los siglos XVIII y XIX.
  • La Torrecilla. Torre de origen islámico construida sobre un asentamiento ibérico, denominado "Chércol" por los romanos. Fue reutilizada y fortificada posteriormente, siendo escenario de las numerosas batallas carlistas que se libraron en la zona.
  • Consejo de la Villa o antiguo Ayuntamiento. El Consejo de la Villa, precedente de los actuales ayuntamientos, hizo construir para su sede, en la segunda mitad del siglo XVI, un caserón en la plaza del Arrabal, que en este tiempo era el centro neurálgico de la villa, ya que era la puerta de entrada desde Valencia, el lugar donde se ubicaba el mercado y el punto de encuentro entre el barrio morisco del Arrabal y los restantes barrios cristianos.
  • Palacio Vizcondal. Aunque oculto por las múltiples transformaciones sufridas en las últimas décadas, se conserva el edificio de lo que fue el Palacio del Vizconde de Chelva, construido también a partir de las instalaciones del castillo musulmán. En su estructura se pueden observar elementos arquitectónicos propios de su época de construcción, siglo XIII, así como restos de la torre musulmana y la muralla que rodeaba al núcleo poblado.
  • Plaza de Toros (1909)

Lugares de interés

Otros lugares de interés son la Rambla de Alcotas y Arquela, el cañón del río Turia, lugares cercanos al río Chelva, etc.
Chelva posee dos museos municipales:
  • El Museo forestal donde se ha recogido una colección de animales taxidermizados para muestra de la fauna local.
  • El Museo etnológico dedicado a la exhibición de una parte de su rico patrimonio histórico-cultural.
Existe una completa red de senderos que permiten visitar el pueblo y los parajes próximos. Puede conseguirse más información a través de la página web del Centro Excursionista de Chelva (página oficial del Centro Excursionista de Chelva)

Fiestas locales

  • San Antonio Abad. En enero se celebra San Antón, y el Festival de Narrativa Oral "Cuentantón". Una de las fiestas más tradicionales y populares de la localidad. El pueblo se llena de hogueras, unas 150, y se celebra el famoso "Empujón", una ronda por la parte del pueblo algo atípica, ya que la gente hace "tapones" en los callejones más estrechos y se trata de derribar este obstáculo a base de empujar.
  • Semana Santa. En Semana Santa las correspondientes fiestas religiosas y la recogida de "Aleluyas" durante el domingo de resurrección, cuando se arrojan desde la parte alta de la Iglesia miles de papelitos de colores, aleluyas bendecidas que proporcionarán bonanza durante un año y protegerán de las tormentas, según la tradición popular.
  • Fiesta de Los Mayos. El 30 de abril se celebran "Los Mayos" una rondalla en la que se cantan coplas a las mozas y a la virgen.
  • Fiestas de verano. Durante el verano se celebra la Semana de la Juventud, San Cristóbal, San Juan en la aldea de Ahillas, y las Fiestas Patronales, durante la última semana de agosto.

Gastronomía

Chelva posee una gastronomía común a las zonas de interior y a toda la Comarca de la Serranía, recia y poderosa. Platos como el "pucherico espeso", las gachas, las migas, el gazpacho serrano y los platos derivados de la matanza del cerdo, junto con los embutidos caseros, completan la gastronomía típica del pueblo.
También destaca la repostería artesana, con los rollos de aguardiente, rollos "de moda", "mariquitas", y tortas de almendra.
(De Wikipedia y otras fuentes)
...

El Rincón de Ademuz constituye un enclave de la Comunidad Valenciana, separado de ésta por el municipio conquense de Santa Cruz de Moya al sur, y al norte por el municipio turolense de Arcos de las Salinas.
Constituye una comarca montañosa, regada por el río Turia (conocido en la comarca como río Blanco), con actividad agrícola (cereal, hortalizas, forrajes), de ganadería lanar y explotaciones forestales.

Municipios

Municipio
Población
Superficie
Densidad
1.269
100'4
12'35
418
4'7
88'90
244
22,6
10,79
244
106'3
2,29
178
15,9
11,19
172
56,6
3,03
107
63,6
1,68

 

Geografía

El río Turia abre, en la comarca, un gran valle que forma parte de la gran fosa de Teruel. Este valle está flanqueado por la sierra de Javalambre (al este), entre los que se encuentra el Cerro Calderón (1.839 m), que es el punto más alto de la Comunidad Valenciana. Por el oeste está cerrado por las últimas estribaciones meridionales de los Montes Universales, con picos como la Cruz de los Tres Reinos (1.552m). El Turia cuenta con dos afluentes en la comarca: el río Ebrón y el río Bohílgues, el primero en el término de Castielfabib y el segundo en el término de Ademuz.
Parque Natural de Puebla de San Miguel
El Parque Natural de Puebla de San Miguel se asienta en la parte más abrupta de la comarca del Rincón de Ademuz, sobre las estribaciones occidentales de la sierra Javalambre. El área del Parque se corresponde prácticamente con la totalidad del término municipal de la villa de Puebla de San Miguel. Dentro de sus 6.390 ha de superficie encontramos valores naturales muy destacable
s donde se reproducen ecosistemas muy escasos, como sabinares de sabina albar, carrascales y la mayor población de tejos de la provincia de Valencia. El alto grado de conservación de estos ecosistemas está debido principalmente a la baja presión antrópica y a la buena gestión tanto de la administración local como de sus habitantes.
Más de un tercio de la superficie del Parque supera los 1.400 metros de altitud, configurando un paisaje con pendientes pronunciadas y la práctica inexistencia de espacios llanos. La máxima altura se sitúa en el Alto de las Barracas que con sus 1.839 metros representa la cumbre de la Comunidad Valenciana.
El desarrollo de este pueblo de montaña valenciano ha estado muy condicionado por el aislamiento, la dificultad de acceso y las duras condiciones climáticas, las cuales han limitado las actividades económicas al cultivo de escasas tierras agrícolas, la explotación forestal y la ganadería extensiva. De forma secundaria cabe destacar los usos tradicionales como la apicultura, el carboneo o la recogida de frutos y leña.
El Parque Natural de Puebla de San Miguel está incluido dentro del LIC (Lugar de Interés Comunitario) Puebla de San Miguel, que engloba también los municipios de Casas Altas, Casas Bajas y Ademuz, y tiene declaradas seis micro-reservas de flora.

Historia

Las tierras del Rincón de Ademuz fueron conquistadas por Pedro II de Aragón en 1210, que tomó los castillos musulmanes de Ademuz y Castielfabib. Por ello se trata de una de las comarcas más antiguas en su conquista, de las que hoy pertenecen a la Comunidad Valenciana. Su hijo Jaime I el Conquistador incorporó ambas villas al patrimonio real, en el ámbito del Reino de Valencia y también ambas enviaban sus síndicos a las Cortes Valencianas. Las dos villas históricas de la comarca, Ademuz y Castielfabib, concentran el patrimonio histórico-artístico más interesante de la comarca del Rincón.

 

Lengua

El Rincón de Ademuz es una comarca monolingüe en castellano, con fuertes influencias del habla aragonesa.

Economía y comunicaciones

Iglesia Virgen 
de la Huerta, en Ademuz
La principal actividad de las localidades de la comarca se caracteriza por los trabajos agrícolas, el turismo rural y algunas pequeñas industrias alimentarias, fundamentalmente cárnicas y turroneras.
La comarca es surcada por dos carreteras nacionales, la N-420 Teruel-Cuenca y la N-330 Alicante a Francia, por Zaragoza que la une con Utiel y Teruel.

 

Patrimonio Histórico-artístico

El Rincón de Ademuz cuenta con un buen número de edificios históricos entre los que destacan la Iglesia-fortaleza de Castielfabib, la ermita de Nuestra Señora de la Huerta de Ademuz, la iglesia arciprestal de San Pedro y San Pablo de Ademuz y un largo etcétera.
(De Wikipedia y otras fuentes)
Seguir el curso del río Turia desde Valencia hasta Ademuz equivale a efectuar el viaje o la excursión por las zonas de L’Horta Nord, hasta Lliria; de Los Serranos, desde Villar del Arzobispo; y por Casinos —renombrada por sus buenos turrones, peladillas y dulces--, pasar por Calles y llegar a  Chelva y Aras de los Olmos; penetrar en la provincia de Cuenca, por Santa Cruz de Moya; y volver a integrarse en territorio de la Comunidad Valenciana, al ingresar de nuevo en el Rincón de Ademuz, un islote en medio de Castilla La Mancha.
Todo ello tiene como espina dorsal o eje el río Turia, el que desemboca en Valencia, y que brinda preciosos parajes, como Los Cortados cerca de Calles, en las proximidades de Chelva, o las preciosas e impresionantes gargantas junto a la carretera en el acceso a la provincia de Cuenca, antes de llegar a Santa Cruz de Moya.
Ese feraz río Turia, que llega a Valencia prácticamente “desangrado”, porque antes se le ha extraído el agua mediante el sorprendente y utilísimo sistema de regadíos y acequias heredado de los árabes, va marcando carácter a zonas montañosas, de seca agricultura y especialmente apreciada ganadería.
El recorrido es perfecto para la excursión de un día, de un fin de semana o de un “puente” festivo, y permite gozar de la naturaleza, de la gastronomía y de las pocas gentes que quedan en esos parajes y poblaciones.
Pese a todo, hay sobrada infraestructura turística, como casas rurales, pensiones, hostales, restaurantes, bares y albergues, por lo que infinidad de visitantes y excursionistas recorre la zona.
Especialmente atractiva es la población de Chelva, con su muralla árabe sobre la que se alza el Palacio de los Vizcondes de Chelva, con acceso desde la Plaza Mayor, confrontando con la bella Iglesia Arciprestal, cuyo palacio ha comenzado a ser remozado para evitar la ruina inminente que le amenazaba.
Es muy interesante recorrer Tuéjar, pasar por Aras de los Olmos, llegar hasta Alpuente y retornar hasta la carretera que conduce a Ademuz, para gozar de la enorme belleza de los cortados del río Turia.
La visita al Rincón de Ademuz debe incluir necesariamente la contemplación de las joyas arquitectónicas en Castielfabib y el mismo Ademuz, la capitalidad de la zona. 
Y no puede olvidarse la gastronomía, porque desde un buen gazpacho manchego, hasta carnes a la brasa, especialmente de cordero, truchas, buenos “peroles” y mejores dulces, que hacen la delicia del visitante.
Por lo demás, el trayecto no supera la distancia de los 100 kilómetros desde Valencia, por lo que resulta adecuado hasta para una excursión de un día.
Vale la pena recorrer esta “otra” Valencia, alejada de la mar y de los arrozales y naranjos, pero no por ello menos bella e interesante.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA