THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

jueves, 29 de agosto de 2019

VERANO 2019. viaje a Dacia y Transilvania tras las huellas de Trajano (11) La ciudad de Sibiu, antigua capital de Transilvania

(11) La ciudad de Sibiu, antigua capital de Transilvania

Es una gran verdad que aquellos lugares en los que se han producido hechos históricos relevantes, la huella de la cultura y la civilización allí acaecidos queda indeleble. 
Cuando me informé sobre Sibiu, antes de visitarla, ya me llamó la atención que en siglo XII el Papa Celestino III se refiriese a los colonos alemanes que la poblaban llamándoles “los sajones transilvanos”.
Y al igual que la denominación de Transilvania proviene del alemán y viene significar “siete ciudades” la de Sibiu la determinó  el río  que pasa junto a ella, el Cibin, afluente del río Olt. 
Por tanto, en periplo por Rumanía era imprescindible la visita a la ciudad de Sibiu. 
Y en el retorno desde Serel y la provincia de Hunedoara, determiné pasar un día en Sibiu.
Elegí un hotel cuyo nombre me llamó la atención, el “The Rabbit Hole”, en la Piata Mare, o plaza grande, del que en Internet se contenían buenos comentarios. La llegada a la Piata Mare ofreció dificultad en las cercanías de ella, porque era peatonal y nuestro coche no podía acercarse para descargar el Equipaje hasta nuestro hotel, situado en plena plaza.

Menos mal que en una calle lateral hallé unos espacios de aparcamiento (pagando, claro está) y allí estacioné nuestro nuevecito Dacia. 
El hotel estaba instalado en los pisos altos de un edificio antiguo, con bella fachada en tonos verdes y con remates y figuras clásicos, pero el gran inconveniente era  que para acceder a los pisos altos
no había más remedio  que subir una angosta escalera, y con nuestra maleta grande era arduo.
La habitación estaba cuidada y gozaba aire acondicionado, aunque el hotel no incluía en su precio ni el desayuno ni comidas, pero en la planta baja estaba instalado un restaurante, con terraza amplia en la plaza. 
La Piata Mare lucía  amplia, y espléndida, pese a la invasión de toldos,  terrazas de bares y restaurantes (servidumbres que impone el turismo).
Después de descansar algo, ya a las cinco de la tarde, tomamos una comida ligera en la terraza de la plaza, y después de contemplar la belleza de la arquitectura que con razón ha hecho a la ciudad
merecedora del galardón de la UNESCO como “Patrimonio de la Humanidad”, visitamos el palacio Brukenthal, con sus detalles barrocos, y la iglesia Jesuita, y la Torre del Consejo, y la Catedral Católica de la Trinidad, desplazándonos después hacia la zona antigua para convivir con el bullicio de los turistas.
A la hora de la cena nos  obsequiamos un sabroso condumio de cerdo marinado y paseamos hasta la Piata Mica, pasando por debajo del torreón para llegar así al afamado “Puente de los Mentirosos”, sobre el que los guías
turísticos cuentan mil y una historias apócrifas, como aquello del niño que mintió al pasar sobre el puente y perdió una pierna, cuando la realidad es que su auténtico nombre en alemán significa “puente reclinado” y nada tiene que ver con las mentiras. 
Después de contemplar la visión nocturna del bello conjunto arquitectónico, el merecido descanso llegó en nuestra cómoda habitación, en la que, pese al nombre de hotel, no había ninguna madriguera, ni menos un conejo. 
La mañana siguiente aun visitamos otra vez  la Catedral de la Trinidad y la  Iglesia Luterana, y a media mañana dejamos Sibiu, camino de la leyenda típica de Rumanía, el príncipe Vlad. ¡El conde Drácula!
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA  

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Sibiu (en latín: Cibinium, en húngaro: Nagyszeben, en alemán: Hermannstadt) es el mayor municipio y la capital del distrito de Sibiu, en Rumanía
Es un importante centro económico y cultural de Transilvania, y entre 1692 y 1791 fue la capital del Principado de Transilvania. Posee el título de ciudad mártir. Según el censo de 2009 tiene una población de 154.548 habitantes. Por la ciudad pasa el río Cibin, un afluente del Olt. Fue fundada por colonos sajones en el siglo XII, que le dieron el nombre de Hermannstadt. En consecuencia, parte de su arquitectura es germánica. Según las estadísticas, el 1,6% de la población de Sibiu es de origen sajón. Las autoridades de Sibiu, de orígenes sajones, han realizado una serie de importantes reformas que han convertido a Sibiu en una de las ciudades con mejor calidad de vida de Rumanía.
Historia
Los primeros documentos de la ciudad datan de 1191, cuando el papa Celestino III mencionó a los colonos alemanes en Transilvania (los sajones transilvanos) con su sede en Sibiu, entonces llamada Cibinum. Fue construida sobre un asentamiento romano conocido a inicios de la Edad Media como Caedonia, al parecer deshabitado en el momento de la llegada de los sajones.
En el siglo XIV el poblado ya era un importante
centro comercial en la región. En 1376 los artesanos se agruparon en 19 gremios diferentes. Sibiu se convirtió en la más importante de las siete ciudades con importante presencia alemana, que dieron a Transilvania el nombre de Siebenbürgen en idioma alemán (literalmente "siete ciudades"). Por otro lado, Sibiu se convirtió en la sede de la Universitas Saxorum, la Asamblea de Alemanes en Transilvania. En el siglo XVII, la opinión pública reconocía a Sibiu como la ciudad más oriental de la esfera europea; era también el punto oriental más extremo al que llegaban las rutas postales.
Durante los siglos XVIII y XIX la ciudad llegó a ser uno de los centros de cultura rumana más importantes de la región. En ella se fundó el Banco Albina, el primero de propiedad rumana y, también, la Asociación Cultural ASTRA (Asociación Transilvana para la Literatura y la Cultura rumanas). En 1860, tras el reconocimiento de la Iglesia Ortodoxa Rumana en el Imperio Austrohúngaro, Sibiu se convirtió en su sede metropolitana. Actualmente se considera a la ciudad como la tercera en cuanto a importancia
religiosa ortodoxa en Rumanía. Entre la Revolución húngara de 1848 y el año 1867 (el año del Ausgleich), Sibiu fue el punto de reunión de la "Dieta de Transilvania", que había adquirido su forma más representativa tras el acuerdo del Imperio para extender el derecho a voto en la región.
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, con la disolución del Imperio Austrohúngaro, Sibiu pasó a formar parte del Reino de Rumanía. La mayoría de su población era de ascendencia alemana (hasta 1941), pero también había importantes comunidades de rumanos y húngaros. Entre 1950 y 1990 la mayor parte de la población de origen alemán emigró a Alemania.
Geografía y clima
Sibiu se encuentra cerca del centro geográfico de Rumania. Enclavada en la Depresión de Cibin, la ciudad está situada a 20 km de las Montañas Făgăraş, a unos 12 km de las Montañas Cibin y a unos 15 km de las Montañas Lotru, que bordean la depresión en su sección suroeste. Los límites norte y este de Sibiu los forma la Meseta de Târnave, que desciende hacia el Valle Cibin a través de la colina Guşteriţa.
Por la ciudad pasan el río Cibin y carreteras nacionales e internacionales. Sibiu es también un importante nudo ferroviario de Rumanía, ya que se encuentra en la intersección de las líneas principales este-oeste y norte-sur.
El clima es templado-continental, con temperaturas medias de entre 8 y 9° C.
Sibiu es la sede de la Metropolía de Transilvania –
territorio canónico dentro de la jerarquía de la Iglesia Ortodoxa Rumana que comprende los distritos de Brașov, Covasna, Harghita y Sibiu–, y sede del Arzobispado de Sibiu (que integran Sibiu y Brașov).
Economía
Sibiu es una de las ciudades más prósperas de Rumanía, y se beneficia de la más elevada inversión extranjera en el país. Es sede de importantes empresas del sector automovilístico (Bilstein-Compa, Takata, Continental y SNR Roulments). También alberga empresas que se dedican a la producción de componentes para máquinas de textiles, agro-industriales, y de componentes eléctricos (Siemens). Además, Sibiu es la sede de la segunda bolsa de valores más grande de Rumanía (después de la de Bucarest, la capital del país), la Bolsa de Valores de Sibiu
Turismo
A lo largo del año 2007, Sibiu ha sido (junto con Luxemburgo) la Capital Europea de la Cultura. Ha sido el evento cultural más importante que haya tenido lugar en la ciudad y esto ha atraído un gran número de turistas, tanto nacionales como extranjeros.
La zona geográfica de Sibiu es una de las regiones más visitadas de Rumanía. Sus barrios históricos son de lo mejor preservados del país, ya que muchas de sus fortificaciones medievales han sido mantenidas en excelente estado. En 2004 el casco antiguo de la ciudad ha entrado a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
En Sibiu y alrededores existen doce museos que albergan colecciones de arte y exposiciones de artes decorativas, arqueología, antropología, historia, arqueología industrial e historia de la tecnología.
Por otra parte, la proximidad de la ciudad a las Montañas Făgăraş la convierte en un destino apreciado para las vacaciones de invierno como el esquí o el senderismo. Además, al encontrarse en el centro de las antiguas comunidades sajonas de Transilvania, se ha hecho muy conocida por las Iglesias fortificadas de Transilvania.
Sitios de interés
El casco antiguo de Sibiu se extiende a lo largo de la ribera derecha del río Cibin, sobre una colina localizada a unos 200 m del mismo. Se compone de dos entidades diferentes: la Ciudad Alta y la Ciudad Baja. Tradicionalmente, la Ciudad Alta era la zona más rica y el lugar donde se localizaban los comercios, mientras que la Ciudad Baja era mayoritariamente industrial.
La Ciudad Baja
La Ciudad Baja (en rumano: Oraşul de jos) se fundó entre el río y la colina y se desarrolló alrededor de las primeras fortificaciones. Las calles son largas y bastante anchas para los estándares medievales. Allí se encuentran algunas plazas pequeñas. La arquitectura es rústica: predominan las casas de dos plantas, con techos altos y portales que conducen a callejones interiores.
La mayoría de las fortificaciones exteriores se perdieron con el desarrollo industrial y con el urbanismo de finales del siglo XIX; sólo se conserva una de las dos torres. Un edificio emblemático del urbanismo moderno es el del colegio Independenţa.
Este área cuenta con la iglesia local más antigua, la cual data del 1386.
La Ciudad Alta
La Ciudad Alta en rumano Oraşul de sus, se ha desarrollado alrededor de tres plazas y de un grupo de calles a lo largo de la colina. Aquí se encuentran más puntos de interés ya que es la parte donde tenían lugar la mayoría de las actividades económicas de la ciudad.
La Plaza Grande
La Plaza Grande (Rumano: Piaţa Mare, Alemán: Grosser Ring o Grosser Platz) es, como indica su nombre, la plaza mayor de la ciudad. Ésta ha sido el punto central de Sibiu a partir del siglo XVI. Con 142 m de largo y 93 m de ancho, es una de las plazas más grandes de Transilvania.
La  Piaţa Mare (Plaza Grande) fue repavimentada en diciembre de 2006
El Palacio Brukenthal, uno de los más importantes de los monumentos barrocos de Rumania, se encuentra en la esquina noroeste de esta plaza. Fue construido
entre los años 1777 y 1787 y sirvió como residencia principal del gobernador de Transilvania Samuel von Brukenthal. Aloja la principal parte del Museo Nacional Brukenthal, inaugurado en 1817. Justo al lado se encuentra la Casa Azul, una casa barroca del siglo XVIII que, en su fachada, lleva el viejo escudo de armas de Sibiu.
En el lado norte se encuentra la Iglesia Jesuita. También en el lado norte, a principios del siglo XX se hizo una construcción en estilo moderno que hoy en día es la sede del Ayuntamiento.
Cerca de la Iglesia Jesuita, en el lado norte, se encuentra la Torre del Consejo, uno de los símbolos de la ciudad. Esta antigua fortaleza del siglo XIV ha sido reconstruida varias veces a lo largo de los años. El edificio colindante era utilizado para las reuniones del consejo de la ciudad; debajo existe un callejón de doble sentido que une la Plaza Grande con la Plaza Pequeña.
En los lados este y sur hay casas de dos y tres plantas, con altos áticos y ventanas pequeñas, conocidas como los ojos de la ciudad. La mayoría de estas casas datan de los siglos XVII y XIX, en su mayoría son de estilo barroco.
La Plaza Pequeña
Como indica el nombre, la Piaţă Mică es la más pequeña, siendo bastante más larga que ancha. Su lado noroeste tiene una forma curvada, mientras que la Plaza Grande es casi rectangular. Por lo tanto, la Piaţă Mică desempeña un papel menor en la vida actual de la ciudad.
La plaza está conectada a otras dos plazas y a otras calles por medio de callejones pequeños y estrechos. El acceso principal a la parte baja de la ciudad es por medio de la calle Ocnei, la cual divide la plaza en dos. La calle pasa bajo el Puente del Mentiroso en alemán (Lügenbrücke), el primer puente de hierro forjado en el actual territorio de Rumania (1859). Fue construido en Laubach, en la tierra de Hessa y montado en Sibiu, reemplazando un puente de madera.
Elementos constitutivos del puente: tiene dimensiones alrededor de 5 m longitud y 1,6 m altura, y la apertura del puente es de 10,5 m.
Catedral de la Santa Trinidad
En el casco histórico se halla la Catedral de la Santa Trinidad,  de culto ortodoxo rumano, construida a principios del siglo XX e inspirada en Santa Sofía
El renombrado "El Puente de los mentirosos" lo es a causa de una leyenda que dice que el puente se va a derrumbar si alguien que está en el puente dice una mentira. En la tradición local circulan diferentes leyendas sobre este puente, en lo que concierne a los enamorados o de las mujeres que vendían en la zona.
La verdad parece ser otra, porque el puente no tiene pilones en los cual apoyarse, fue nombrado en alemán Liegenbrücke, lo que traduce: El Puente reclinado. El nombre siendo casi homófono con Lügenbrücke (El Puente de los mentirosos), llevó al nacimiento de las leyendas y anécdotas.
Una antigua leyenda dice que un chico, al cual le gustaba mentir, se fue en un viaje. Cuando regresó, le contó a su padre que encontró en el camino un perro tan grande como un caballo. Oyendo semejante cosa, el padre le contó a su hijo sobre el Puente de los mentirosos, diciéndole que tiene que pasar encima de la puente, en el día que mintió. Solo que el puente no es uno al que se acostumbra encontrar: el que mintió, se romperá con certeza una pierna. Inmediatamente, las dimensiones del perro del cuento del niño empezaron a ser más pequeñas...
A la derecha del puente se encuentra otro símbolo de la ciudad, La Casa de las Artes, un edificio con muchas arcadas y que perteneció antiguamente al gremio de los carniceros. En el lado izquierdo del puente se encuentra la Casa Luxemburgo, un edificio barroco de cuatro niveles, antigua sede del gremio de los orfebres. En la misma plaza se encuentra la antigua sede de los farmacéuticos.
La Plaza Huet
La Plaza Huet es la tercera de las tres plazas principales de Sibiu. Su característica más notable es la Catedral Luterana Evangélica que se levanta en su centro del siglo XIV. Es el lugar donde se
construyeron las primeras fortificaciones. Las construcciones que rodean la plaza son principalmente góticas. En el lado oeste se encuentra el instituto de educación secundaria Brukenthal, en el lugar de una antigua escuela del siglo XV.
Fortificaciones de Sibiu
Las fortificaciones
Sibiu ha sido una de las más importantes ciudades amuralladas del sureste de Europa. Múltiples anillos fueron construidos alrededor de la ciudad, la mayoría con ladrillos de adobe. Las murallas del sureste son las mejor conservadas y las tres líneas paralelas son todavía visibles: la primera es un muro exterior de adobe, la segunda es un muro de ladrillo rojo de 10 metros de altura y la tercera línea está compuesta por torres conectadas entre sí por otro muro de 10 metros de altura. Todas las estructuras están conectadas mediante laberintos de túneles y callejones, concebidos para asegurar la conexión entre la ciudad y las líneas de defensa.
En el siglo XVI muchos elementos modernos fueron añadidos a las fortificaciones, principalmente bastiones. Uno de ellos, el bastión Haller aún existe y se puede admirar a lo largo de la Avenida Coposu.
Callejón de las Escaleras
El callejón Passage de las Escaleras nos lleva hacia la Ciudad Baja. Desciende a lo largo de las fortificaciones por debajo de sus arcadas. Es el más pintoresco de los callejones que unen las dos partes de la ciudad. 
Educación
Sibiu es un importante centro académico, que, en el 2004 contaba con más de 26.000 estudiantes. 
(De Wikipedia y otras fuentes)