THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

lunes, 16 de septiembre de 2019

VERANO 2019. Viaje a Dacia y Transilvania tras las huellas de Trajano (16) Primer contacto con Bucarest

(16.1) Primer contacto con Bucarest
La entrada a Bucarest desde el aeropuerto "Henry Coanda", en Otopeni, demoró casi una hora, porque aunque la ruta era amplia (dos carriles en cada sentido), la acumulación de vehículos era tal que la progresión del tráfico era lentísima, y además el autobús se detenía en cada parada, en la que siempre subía gente, poniendo de manifiesto que no era un autobús "lanzadera" desde el aeropuerto sino un autobús urbano.
Decidimos apearnos en la Piata Universitate, donde, mientras consultábamos el plano de la ciudad, una atenta señora se nos ofreció para orientarnos y nos aconsejó que acudiéramos a la Oficina de Turismo que se hallaba en los bajos/sótano de la plaza, y allí obtuvimos información detallada de los transportes, especialmente del autobús turístico ("City bus tour"). Caminamos por la amplia avenida hasta la Piata
Unirii, en la que nos llamó la atención la enorme y espectacular fuente que funciona en el centro, con variaciones  de chorros y colores y muy interesante, que se nos dijo ofrecía un precioso espectáculo al anochecer. 
Nos sentamos un rato para contemplar el espectáculo, comprobando el trasiego de viandantes, muchos de ellos con aspecto de turistas, y nos adentramos en la llamada "zona antigua", en la que, exceptuando tres o cuatro monumentos o edificios de interés, había unas cuantas calles repletas de terrazas de restaurantes, bastante concurridas, y en las que unas chicas sugerían tomar mesa mostrando la carta de comida. 
Dimos unas cuantas vueltas, pero decidimos ir en el autobús turístico, medio lleno, que se fue desplazando por las avenidas que constituyen el eje de la ciudad, sobrepasando las plazas circulares en cuyo centro aparecen o un arco de triunfo, o monumento a la aviación, o esculturas grandiosas, rodeado ello de edificios nobles y que denotan la belleza que en su día mostraron porque en la actualidad están medio o bastante deteriorados. 
El recorrido fue interesante, pèro no nos sedujo en exceso, porque la impresión causada fue de que Budapest era una gran capital, pero un poco/bastante descuidada, ya que inclusive en las aceras las baldosas o placas del pavimento o estaban sueltas, o rotas, o ausentes.
Las gentes, de todas clases, aunque muy poca mendicidad y casi ningún gitano (en contra de la "fama" de que los gitanos son "dueños" de Rumanía) y eso sí, muchos bares. 
Especialmente llamó nuestra atención un  establecimiento que ya habíamos visto en Brasov: Una "Cartofisserie", o sea, una "patatería" (literalmente traducido) que era como un barecito en el que se vendía fritos, especialmente patatas. Compramos un cucurucho de patatas, que estaban sabrosas y degustamos en la calle, en una especie de mostrador frente al local, regándolas con una cerveza. 
Lo que vimos con asiduidad fue agentes de policía, con diferentes uniformes, unos al parecer locales, otros de policía general y otros como si fueran antidisturbios, y que, eso sí, registraban a bastantes
individuos jóvenes con aspecto de ser árabes. 
Por finh en el barrio antiguo nos sentamos en la terraza exterior de un restaurante concurrido, en el que comimos una escalope al estilo de Baviera y unas cervezas alemanas. Bueno y no caro. 
Y, como ya anochecía, fuimos junto a la fuente de la Piata Unirii para deleitarnos con sus juegos de aguas y luces, y, al cabo de un rato, tomamos el autobús
983, que nos devolvió al aeropuerto, desde donde el transfer del hotel nos llevó hasta el Rin. 
Había sido una jornada interesante, pero no en exceso.
Decidimos regresar a Bucarest el siguiente para  conocer más. 
Por la noche, el cuerpo nos pidió descanso tras las caminatas del día.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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Bucarest (en rumano: București/bu.kuˈreʃtʲ/ es la capital y ciudad más poblada de Rumanía, así como su principal centro industrial, comercial y cultural. Está situada en el sureste del país, a orillas del río Dâmbovița. La ciudad cuenta con 2 400 000 habitantes, según datos del censo de 2016, lo que la convierte, además, en la décima ciudad más poblada de la Unión Europea. 
La ciudad fue mencionada por primera vez en documentos escritos a comienzos de 1459. Desde entonces ha pasado por muchos cambios, pero el más notable fue convertirse en la capital de Rumania en 1862, por lo que se consolidó como el centro nacional de la comunicación, cultural y económico. Su ecléctica arquitectura mezcla estilos neoclásico, de entreguerras (Bauhaus y Art Deco), comunista y moderno. En el periodo de entreguerras, la arquitectura de la ciudad y la sofisticación de sus elites le valieron a Bucarest el apodo de "Pequeña París" (Micul Paris). Pese a que muchos edificios y distritos del centro fueron dañados o destruidos por la guerra, terremotos y el programa de sistematización de Nicolae Ceaușescu, la mayoría permanecieron en pie. 
Económicamente, la ciudad es la más próspera de
Rumania y es uno de los principales centros industriales y de transporte de Europa del Este. Como ciudad más desarrollada del país, Bucarest tiene también una amplia gama de instalaciones educativas. La superficie total de Bucarest es de 226 km². Hasta 1989, las zonas circundantes eran principalmente rurales, pero tras la Revolución Rumana se comenzaron a construir nuevos vecindarios alrededor de la ciudad. De hecho, la ciudad en sí administrativamente se conoce como Municipio de Bucarest (Municipiul București) y tiene el mismo nivel administrativo que un distrito, siendo dividida la ciudad en seis sectores
Historia
La historia de Bucarest ha alternado períodos de desarrollo y decadencia de los primeros asentamientos de la Antigüedad y hasta su consolidación como capital en los últimos tiempos del siglo XIX en Rumania. 

Mencionado por primera vez como la Ciudadela de Bucarest, en 1459, se convirtió en residencia del príncipe de Valaquia Vlad Tepes. Los otomanos nombraron administradores de la ciudad a los griegos al comienzo del siglo XVIII. Una revuelta liderada por Tudor Vladimirescu en 1821 puso fin a la dominación de los griegos de Constantinopla en la ciudad. 

La antigua Corte del Príncipe (Curtea Veche) fue construida por Mircea Ciobanul, y bajo los gobernantes posteriores, Bucarest fue establecida como residencia de verano de la corte, compitiendo con Târgovişte como capital del estado después de un aumento de la importancia del sur de Muntenia provocada por las demandas del poder soberano. Bucarest se convirtió en sede permanente de la corte de Valaquia en 1698 (empezando con el reinado de Constantin Brâncoveanu). 
Parcialmente destruida por desastres naturales y reconstruida varias veces durante los siguientes 200 años, y golpeado por la plaga de Caragea, una peste bubónica, en 1813-1814, la ciudad fue arrebatada del
control otomano y ocupado en varios intervalos por parte de la monarquía de los Habsburgo (1716, 1737, 1789) y el Imperio ruso (tres veces entre 1768 y 1806). Estuvo bajo administración rusa entre 1828 y la guerra de Crimea, con un interludio durante la Revolución de Valaquia de 1848 en Bucarest, y una guarnición austriaca tomó posesión después de la salida de Rusia (que se quedó en la ciudad hasta marzo de 1857). Además, el 23 de marzo de 1847, un incendio consumió cerca de 2.000 edificios, destruyendo un tercio de la ciudad.
En 1862, después de que Valaquia y Moldavia se uniesen para formar el Principado de Rumanía, Bucarest se convirtió en capital de la nueva nación, en 1881, y centro político del reino recién proclamado de Rumania bajo Carol I. Durante la segunda mitad del siglo XIX la población de la ciudad aumentó de manera espectacular, y comenzó un nuevo periodo de desarrollo urbano. Durante este período, el alumbrado de gas, paseo en tranvía y la electrificación limitada fueron introducidas. El Dâmboviţa se canalizó también en 1883, poniendo así fin a las inundaciones ya endémicas. La arquitectura extravagante y la alta cultura cosmopolita de este período ganó para Bucarest el apodo de "Pequeña París" (Micul Paris), con Calea Victoriei como sus Campos Elíseos
Entre el 6 de diciembre de 1916 y noviembre de 1918, la ciudad fue ocupada por las fuerzas alemanas a raíz de la batalla de Bucarest y la capital legítima se trasladó temporalmente a Iaşi. Después de la Primera Guerra Mundial, Bucarest se convirtió en la capital de la Gran Rumania. Los años de entreguerras vieron un continuo desarrollo y la ciudad ganó un promedio de 30 000 residentes nuevos cada año. Además, algunos de los monumentos principales de la ciudad fueron construidos en este período, incluyendo el Arcul de Triumf y el Palatul Telefoanelor.  
En enero de 1941, la ciudad fue el escenario de la rebelión de los legionarios y el pogrom de Bucarest. Como capital de un país del Eje y un importante punto de tránsito para las tropas del Eje en el camino hacia el frente del este, Bucarest sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial debido a los bombardeos aliados, y, el 23 de agosto de 1944, fue el lugar del golpe de Estado real que llevó a Rumania al campo aliado, el sufrimiento de un corto período
de bombardeos Luftwaffe, así como un intento fallido por las tropas alemanas de tomar la ciudad por la fuerza. 
Después del establecimiento del comunismo en Rumanía, la ciudad siguió creciendo. Las autoridades construyeron nuevos distritos, la mayoría de ellos dominados por grandes bloques de viviendas. Durante el liderazgo de Nicolae Ceauşescu (1965-1989), gran parte del casco histórico de la ciudad fue demolido y reemplazado por el desarrollo socialista realista, como el Centrul Civic (Centro Cívico), incluyendo el Palacio del Parlamento; un barrio histórico completo fue arrasado para dar paso a las construcciones megalómanas de Ceauşescu. 
La revolución rumana de 1989 se inició con masivas protestas anti-Ceauşescu en Timişoara en diciembre de 1989 y continuó en Bucarest, llevando a la caída del régimen comunista. Insatisfecho con el liderazgo post-revolucionario del Frente de Salvación Nacional, las protestas de las ligas estudiantiles y grupos de la oposición organizada a gran escala continuaron en
1990 (el Golaniad), que fueron detenidos violentamente por los mineros de Valea Jiului (el Mineriad). Varios Mineriads siguieron, cuyos resultados incluyeron un cambio de gobierno. 
Después de 2000 la ciudad fue modernizada y está experimentando una renovación urbana. Las autoridades municipales desarrollaron complejos residenciales y comerciales, sobre todo en los distritos del norte, mientras que el centro histórico de Bucarest está en proceso de restauración. 
Geografía


Bucarest está situado a orillas del río Dâmboviţa, que desemboca en el río Argeş, un afluente del Danubio. Varios lagos —los más importantes son el Herăstrău, Floreasca, Tei y Colentina— se extienden por el norte de la ciudad, a orillas del río Colentina, un afluente del Dâmboviţa. Además, en el centro de la capital hay un pequeño lago artificial, el Cismigiu, rodeado por los jardines Cișmigiu, que tienen una rica historia, siendo frecuentado por poetas y escritores. Inaugurado en 1847 y con base en los planes del arquitecto alemán Carl F. W. Meyer, los jardines son la principal instalación recreativa en el centro de la ciudad. 
Además de Cișmigiu, Bucarest contiene otros parques y jardines, incluyendo el Herăstrău y el Jardín Botánico. Herăstrău se encuentra en el norte de la ciudad, alrededor del lago Herăstrău, y es la sede del Museo Satului, mientras que el Jardín Botánico es el más grande de su tipo en Rumania, contiene más de
10.000 especies de plantas, muchas de ellas exóticas y fue una vez parque de placer para la familia real. Bucarest está situado en la esquina sureste de la llanura rumana, en una zona una vez cubierta por el bosque Vlăsiei, el cual, después de haber sido limpiado, dio paso a una llanura fértil. Como en muchas ciudades, Bucarest tradicionalmente se considera que tiene siete colinas, de forma similar a las siete colinas de Roma. Las siete colinas de Bucarest son el Mihai Vodă, Dealul Mitropoliei, Radu Vodă, Cotroceni, Spirei, Văcărești y Sf. Gheorghe Nou. 
La ciudad cuenta con una superficie de 226 kilómetros cuadrados. La altitud varía de 55,8 metros en el puente Dâmboviţa en Căţelu al sureste de Bucarest, y es de 91,5 metros en la iglesia Militari. La ciudad tiene una forma aproximadamente redonda, con el centro situado en el cruce de los ejes principales norte-sur/este-oeste en la Piața Universității (plaza de la Universidad). El kilómetro cero de Rumanía se sitúa al sur de la Piața Universității frente a la nueva Iglesia de San Jorge
(Sfantul Gheorghe Nou) en la plaza St. George (Piata Sfantul Gheorghe). El radio de Bucarest, desde la Piața Universității hacia los límites de la ciudad en todas las direcciones, varía de 10 a 12 km. 
Las regiones que rodean Bucarest fueron, en su mayoría, rurales, pero a partir de 1989 comenzaron a construirse suburbios alrededor de la capital, en los alrededores del condado de Ilfov. La consolidación urbana tuvo lugar a finales de la década de 2010, cuando se puso en funcionamiento el área metropolitana de Bucarest, la incorporación de las comunas y ciudades de Ilfov y otros condados circundantes. 
La población de la ciudad, según el censo de 2002, es 1 926 334 habitantes, el 8.9 % de la población total de Rumania. Además, hay cerca de 50 000 personas que viajan a la ciudad a diario, principalmente del condado circundante de Ilfov
La población de Bucarest experimentó dos fases de crecimiento rápido, la primera al final del siglo XIX, cuando la ciudad creció en importancia y tamaño, y la segunda durante el período comunista, cuando se emprendió una campaña masiva de "urbanización" y mucha gente emigró de áreas rurales a la capital. En este tiempo, debido a la prohibición por Ceauşescu del aborto y la contracepción, el aumento natural fue también significativo. La población sigue creciendo cada día, porque, a pesar de que la población de Rumania cae, el sitio ofrece mejores condiciones de vida. 
Aproximadamente el 97% de la población de Bucarest son rumanos étnicos, siendo los gitanos el segundo grupo étnico más grande, con un 1,4 % de la población. Otros grupos étnicos significativos son
los húngaros (0,3 %), los judíos (0,1 %), los turcos (el 0,1 %), los alemanes (0,1 %) y los chinos (0,1 %). También se encuentran griegos y armenios, los cuales desempeñaron un importante papel en la vida de la ciudad a finales del siglo XIX e inicios del XX. Uno de los barrios predominantemente griegos es Vitan —donde vivió una población judía también; los últimos estaban más presentes en Văcăreşti y las áreas alrededor de Unirii ajustan—. 
En términos de religión, el 96,1 % de la población son cristianos ortodoxos rumanos, el 1,2 % son católicos, el 0,5 % son musulmanes y el 0,4 % son greco-católicos. 

(De Wikipedia y otras fuentes)