THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

jueves, 4 de octubre de 2018

Periplo estival 2018.- Del Mediterráneo al Estrecho de Malaca.-VIVENCIAS EN MALASIA Y SINGAPUR (14-3)



XV.- ÚLTIMO DÍA EN SINGAPUR (14-3)
La noria de Singapur
La Singapore Flyer es la noria mirador más alta del mundo. Mide 165 metros de altura. Fue inaugurada el 11 de febrero de 2008, y abierta al público el 1 de marzo. 
La atracción supera al mirador de Londres London Eye en 30 metros y a la Estrella de Nanchang, la noria más grande hasta la apertura del Singapore Flyer, en 5 metros. 
El Singapore Flyer cuenta con 28 'cápsulas' del tamaño de un autobús urbano con una capacidad para 28 personas que permite a los pasajeros caminar alrededor sin sentir ninguna vibración durante los 30 minutos de rotación. 
La noria permite disfrutar a los visitantes de las vistas de la bahía de Singapur y los puntos más característicos de la ciudad, y en días claros los países vecinos, Malasia e Indonesia. 
Responsables de Great Wheel Corp han señalado que esperan tener 10 millones de pasajeros al año.

La arquitectura de Singapur presenta un amplio espectro de influencias y estilos de diferentes sitios y periodos. Abarcan desde estilos eclécticos y formas
Ópera china
híbridas del periodo colonial hasta las tendencias de la arquitectura contemporánea incorporando elementos modernos de diversas partes del mundo. Tanto en sus aspectos estéticos como tecnológicos, la arquitectura de Singapur puede ser dividida en un periodo colonial más tradicional anterior a la segunda guerra mundial, y el periodo principalmente moderno posterior a la guerra y posterior al periodo colonial. 
La arquitectura tradicional de Singapur incluye casas malayas vernáculas, negocios locales híbridos y cabañas black and white bungalows, un espectro de sitios para orar que reflejan la diversidad étnica y
religiosa de la ciudad estado como también la arquitectura colonial cívica y comercial en los estilos europeos neoclásico, gótico, palladiano y renacentista
La arquitectura moderna en Singapur comienza con el estilo transicional Art Decó y la llegada del hormigón armado como material constructivo preferido. El estilo de arquitectura moderno internacional fue popular entre las décadas de 1950 a 1970, especialmente en los complejos habitacionales de viviendas públicas. El estilo de
arquitectura Brutalista fue popular en la década de 1970. Estos estilos coincidieron con los periodos de gran renovación urbana y auge de construcción en la historia de Singapur, y por lo tanto esos son estilos arquitectónicos muy comunes de observar en la isla. Entre las obras arquitectónicas más significativas de este periodo se encuentran los Pearl Bank Apartments de Tan Cheng Siong, y el People's Park Complex y Golden Mile Complex de Design Partnership. 
Los experimentos de arquitectura postmoderna, tanto en los modos 'historicista' y deconstructivista hicieron su aparición en la década de 1980, si bien el estilo fue algo apagado en cuanto a su expresión. Otra tendencia arquitectónica fue el redescubrimiento del legado arquitectónico de Singapur, que dio lugar a un activo programa de conservación como también a una industria floreciente de restauración de edificios históricos, a menudo adaptándolo a nuevos usos. Un ejemplo reciente es el National Museum of Singapore
Un área importante de innovación local ha sido el intento de desarrollar una forma de arquitectura moderna apropiada para el clima tropical de
Singapur. Este tratamiento a la arquitectura se puede rastrear a sus orígenes en las casas malayas vernáculas y a los experimentos de los arquitectos británicos coloniales y los primeros arquitectos nacionalistas para definir una auténtica arquitectura local utilizando métodos constructivos modernos. En la década de 1980 y especialmente a finales de la década de 1990, ello condujo a una proliferación de lo que se podría denominar arquitectura 'tropical moderna', o arquitectura neoclásica. La misma comprende un retorno a las formas limpias y simples rectilíneas modernistas, junto con un énfasis en una parquización exuberante y sistemas de sombra delicados mediante persianas de madera o de metal en vez de las paredes modernistas de vidrio, que absorben y capturan el calor solar. Estos esfuerzos arquitectónicos han tomado nueva relevancia y urgencia a causa de las preocupaciones por el calentamiento global, el cambio climático y la sustentabilidad medioambiental, especialmente dado que el aire acondicionado es uno de los mayores consumos eléctricos de Singapur, siendo la electricidad producida principalmente mediante el uso de combustibles fósiles
(De Wikipedia y otras fuentes)

El último día de nuestra prevista estancia en Singapur decidimos dedicarlo a recorrer aquellos lugares y zonas que nos habían dejado mejores impresiones y en las que deseábamos conocer con más detalle algunos puntos o adquirir algunos regalos. 
Eso sí, decidimos utilizar el transporte público, concretamente los autobuses urbanos, cuya red, por lo que habíamos leído, era amplia y cubría casi toda la ciudad. Lo más curioso era que el conductor no llevaba dinero para devolver cambio, por lo que si se pagaba en dinero había quer entregarle el importe exacto o perder el exceso. Lo mejor era una especie de "bono bus".
Enfrente de nuestro hotel, en la calle Bencoolen, subimos al bus de la línea 147, que recorrió toda la zona cercana a Merlion y barrio financiero, hasta llevarnos a la New Bridge Road, tangente con Chinatown. donde queríamos repasar por las tiendas para adquirir algunos regalos.

Nos volvió a sorprender la abundancia de tiendas (casi todo era comercial) y desde luego la Food Street, casi solo de restaurantes, aunque no dejaban de ser pintorescas las tiendas en las que se anunciaban sastres que diseñaban trajes y vestidos de ceremonia. 
Las mujeres de nuestro grupo casi se agotaron volviendo a revisar todas las tiendas de los chinos, y demostrando una vez más que ellas precisaban ver mil tiendas para al final comprar alguna pequeñez o nada. 
Pero a la hora de la comida, en la Smith St, más conocida como Food Street, elegimos un restaurante chino en el que hallamos la posibilidad de pescados y
verduras, más el consabido arroz frito, lo que nos permitió comer razonablemente y a precios moderados (cerveza incluida), y seguidamente tomar un café en una terracita al comienzo de la calle que se anunciaba como tal, ya que no era fácil hallar café, por la predominancia del té de muchas clases. 
Terminado el condumio y el café, y después del enésimo “repaso” a las tiendas chinas, salimos a la New Bridge Road, abarrotada de gente, y tomamos de nuevo el autobús 147, en el que recorrimos Hill St., visionando la Cathedral of God Shepard, casi sumergidos entre altísimos edificios de mil modernas formas, con jardines colgantes, que nos dejaron maravillados. 
Finalmente el bus urbano nos llevó hasta Selegie Rd,
cercana a nuestro hotel, desde donde paseamos para visitar el templo hindú Sri Krishnan, para volver a la zona cercana al Summer View Hotel, en la que cenamos de nuevo pescados, vegetales y arroz. 
Nos recogimos pronto en las habitaciones, porque al siguiente día estaba previsto nuestro vuelo hasta Kuala Lumpur, para desde esta capital emprender el regreso a Valencia, vía Amsterdam. 
Desde luego, Singapur nos había deleitado e impresionado, hasta el punto de que nos conjuramos para volver. 
Mención aparte merece la experiencia de subir a la noria gigante, la Singapore Flyer, que nos permitió gozar de los momentos y las vistas más maravillosas de la ciudad, porque a la amplitud de cada vagón se unió la cambiante perspectiva y el panorama cada
vez más absorbente, conforme la cápsula iba ascendiendo lentamente, y así, como estaba anocheciendo al tiempo, los colores, las luces, las figuras iban sucediéndose de manera casi mágica, hasta generar un embeleso indescriptible. 
El remate fue visionar el circuito urbano de la carrera de Fórmula 1 de Singapur, que se abría a nuestros pies, muy iluminado, y en el que se estaba
trabajando para la carrera que iba a celebrarse una semana más tarde.
Aun entreverada entre tantas bellezas y visiones, la excursión o visita de Singapur desde la noria resultó algo impresionante e inolvidable. 
Como lo estaba siendo todo el viaje.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA