THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

sábado, 31 de agosto de 2019

VERANO 2019. viaje a Dacia y Transilvania tras las huellas de Trajano (13) Aproximación a la historia y leyenda de Drácula, en Sighisoara


Aproximación a la historia y leyenda de Drácula, en Sighisoara
Estando en Rumania, y en el norte de Transilvania, era casi obligado tomar contacto con la historia y leyenda de Drácula, por mucho que uno hubiera leído que el personaje novelesco y de leyenda no era parejo con el personaje historico, un desequilibrado noble. 
Me sorprendió que rumanos cabales me comentaran que lo referente a Drácula se había convertido en un reclamo turístico y en una fuente de relatos literarios y cinematográficos, sin que, desde luego, los rumanos se identificaran  con el personaje, que, sean verdad o no la historia y la leyenda, era una "buena pieza" de persona. 
Como estábamos en Sibiu, no pudimos sustraernos a visitar la población de Sighisoara, distante no más de un centenar de kilómetros, cuya ciudadela y la
vinculación con Drácula motivaban su atractivo. 
Emprendimos la ruta desde Sibiu por una carretera de muy segundo orden, poco o mal conservada, en la que circular detrás de un camión o de un automóvil viejo agotaban la paciencia, y por la carretera 14 nos dirigimos hacia Medias, atravesando una amplia zona dedicada a labores agrícolas, en la que nos llamó la atención la multitud de personas de etnia gitana, rodeados de muchos churumbeles y con sus casas al borde de la ruta rezumando suciedad, abandono y desorden. 
La llegada a Sighisoara lo fue en medio de una ligera llovizna, que nos acogió al llegar a las faldas de la fortaleza, en la que había bastantes autobuses y muchos coches, muestra de los turistas, y donde experimentamos la sangría que por doquier se hace a los viajeros, cobrándoles y cobrándonos por entrar, por acceder a los servicios sanitarios, por utilizar el transporte hasta el castillo, y más.... 
Pero estábamos decididos a no prescindir del contacto con lo relativo a Drácula y subimos la cuesta adoquinada hacia la fortaleza, en lo alto sobre la ciudad, que se nos presentó como un apreciable conjunto de edificaciones de la época medieval, aderezada con muchos establecimientos de bebidas y comidas para
Entrada ciudadela
turismo (demasiado olor a ketchup y mostaza). 
En un lugar concreto leímos que allí había nacido Drácula, y se invitaba, ni más ni menos, a visitar la habitación en la que se decía había visto la luz el personaje. 
Preferimos recorrer el conjunto de la fortaleza, interesante y atractivo, soslayando lo relativo a la leyenda y evitando comprar souvenirs de los que, a montones, se ofrecían, con vampiros, sangres, murciélagos (tan queridos por nosotros como símbolo egregio de la ciudad de Valencia, en España). 
Recorrimos todo lo visitable, hicimos algunas fotos, y concluimos nuestra visita de unas tres horas, pues, ante la nebulosa que rodeaba la verdadera historia del loco personaje, ya decidimos ni molestarnos en visitar el castillo de Bran, al que casi todos los turistas iban, y donde se decía residió el hijo de Drac
No quisimos entretenernos más, porque aún debíamos desplazarnos a la ciudad
de Brasov, y la distancia de algo más de cien kilómetros se nos informó iba a estar muy congestionada de tráfico. 
De manera que tuvimos contacto con algunos signos de la posible historia de Drácula, sin darle más transcendencia, porque, en mi opinión, la tiene más por el cine y las novelas, que por la singularidad de lo que realmente fue y pudo acaecer.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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El conde Drácula es el protagonista de la novela homónima del escritor


irlandés Bram Stoker, de 1897, que dio lugar a una larga lista de versiones del personaje en cine, cómics y teatro. Algunos aspectos del personaje están basados en Vlad III, el Empalador, príncipe de Valaquia del siglo XV
Se dice que Stoker fue asesorado por un erudito en temas orientales, el húngaro Hermann (Arminius) Vámbéry, que se reunió algunas veces con el escritor para comentarle las peripecias del verdadero Drácula. 
El Drácula histórico
Debido a algunas novelas y versiones cinematográficas de Drácula, mucha gente piensa que Stoker basó su personaje en una figura histórica: Vlad Tepes, o Vlad "el Empalador", y en leyendas de vampiros que circulaban en Europa oriental. Pero en realidad Vlad vivió en el siglo XV y fue príncipe de Valaquia, (que junto con Moldavia y Transilvania constituyó el reino de Rumanía). 
Vlad Tepes
Desde muy pequeño, Vlad III mostró una fascinación morbosa por las mazmorras del castillo de su padre. Es un héroe en su tierra, por la resistencia feroz que opuso al avance de los otomanos. Sin embargo, fue extremadamente cruel con sus enemigos, a los que condenaba a la pena capital de empalamiento. Cuenta la historia, y de hecho hay grabados que lo avalan, que Vlad El Empalador echaba en un cuenco la sangre de sus víctimas y mojaba en ella el pan mientras comía. El término Drácula deriva del rumano «dráculea», que significa «hijo de Drácul», nombre con el que se conocía a su padre, quien
integraba la Orden del Dragón, fundada por el rey Segismundo I de Luxemburgo, y cuyo atuendo era una capa negra, luego popularizada en las películas. A su vez, el término rumano «drácul» significa «diablo», pero en sentido que aquí traduciríamos por «fenómeno» o «experto» en algo. En la Rumanía moderna, el castillo de Bran y la región en la que vivió este personaje son hoy en día un importante destino turístico.
Referencias a Vlad "Tepes"

Bram Stoker encontró una breve referencia al voivoda Drácula en un libro sobre Valaquia y Moldavia, en el que su autor decía en un pie de página: «Drácula, en la lengua nativa de Valaquia, significa 'diablo'». La sonoridad de este nombre le gustó a Stoker, que había llamado originalmente a su vampiro «conde Wampyr». Decidió entonces llamarlo «conde Drácula». Sin embargo, Stoker no conocía nada sobre la vida del verdadero "Tepes" (de hecho incluso hoy en día se desconocen muchos aspectos de su vida y de su muerte). En realidad, la novela Drácula no tiene relación con la vida de Vlad el Empalador. Tampoco se sabe nada sobre la personalidad y la visión y filosofía de Vlad, por lo que haríamos mal en pensar que el personaje de Stoker está basado en la personalidad de esta figura histórica. Si bien se dice que Arminius Vambéry (en realidad, Ármin o Hermann Bamberger) dio amplia información sobre Transilvania y sobre Vlad Drácula a Stoker, la verdad es que Stoker y Vambéry se reunieron pocas veces en Londres, y no fue necesariamente para hablar de vampiros. Nunca mantuvieron correspondencia, y no existen pruebas de que Stoker conociera algo sobre "Tepes".
(De Wikipedia y otras fuentes)

Conde Drácula | Historia, Origen y Curiosidades
A pesar de que conocemos al Conde Drácula como el famoso vampiro que Bram Stokernos presentó en su novela Drácula, el origen de este personaje es más complejo. Sus raíces sí están en Rumanía, donde hay leyendas muy antiguas de magos que dominaban dragones e iglesias con murales dedicados al Diablo, realmente inquietantes, pero la verdadera historia del Conde Drácula, el personaje que inspiró a su personaje, tiene mucho más de real y menos de ficción
La historia real del Conde Drácula no es sobre vampiros ni nada sobrenatural:
simplemente trata sobre un hombre tan sanguinario y despiadado cuyos actos terriblemente crueles superan, por mucho, la ficción de las películas
1. La verdadera historia del Conde Drácula
Vlad Tepes III nació en 1413 en la región histórica de Transilvania, fue príncipe de Valaquia y un gran luchador en contra del expansionismo otomano. Fue apodado por sus enemigos como “Vlad el empalador” y el escritor Bram Stoker se inspiró en este príncipe para crear el famoso personaje del Conde Drácula que hemos conocido hasta ahora.
Su padre, el Conde Dracul (que en rumano antiguo significa “Dragón”), entregó a dos de sus hijos, Vlad y Radu, a los ejércitos turcos como garantía de su sumisión al Sultán. Así que la infancia del príncipe estuvo marcada por muerte, asesinatos, malos tratos y torturas. Se dice que fue aquí donde aprendió la técnica del empalamiento, práctica que lo haría famoso pocos años después.
Vlad Tepes II, el padre de Vlad «el Empalador»
La historia nos dice que Vlad llegó a ser Príncipe de Valaquia gracias al apoyo de los ejércitos turcos, a partir de allí se convirtió en uno de los príncipes más temidos de la época, sus enemigos y todo aquel que no cumpliera con lo que el príncipe estipulaba morían de una de las formas más lentas y dolorosas que puede haber: empalados.
Cuentan algunas leyendas que masacró entre 40.000 y 100.000 personas. Fue implacable, en las ciudades en las cuales no lo aceptaban como su nuevo Príncipe, procedía a empalar a hombres, mujeres y niños por igual. Siempre realizaba esto con grandes números de personas, configurando macabros «bosques de empalados» que helaban la sangre de sus enemigos 
(imagino que también de sus aliados, claro).
Solía organizar empalamientos multitudinarios con formas geométricas, una serie de anillos concéntricos alrededor de la ciudad era la forma más común. Pero el Príncipe Vlad no solamente empalaba a sus enemigos, también le gustaban otras técnicas de tortura, las cuales aplicaba generalmente en la intimidad de su castillo. Algunas de esas técnicas eran: extracción de ojos con ganchos calientes, amputación de miembros, orejas y narices, estrangulamiento, quemar vivas a sus víctimas, en el caso de las mujeres, le gustaba especialmente amputarles los senos y cortarle los genitales.
El mayor enemigo de Vlad, aquel al que no pudo vencer, fue Mehmed II. Tras ser derrotado, El Empalador pasó algunos años en prisión y exiliado. En 1476, trató de recuperar Valaquia con el apoyo de los moldavos y consiguió, por un breve período de tiempo, el trono que le «correspondía» La victoria fue muy corta, pues poco después fue asesinado.
Hay muchas versiones acerca de la muerte del protagonista de la verdadera historia del Conde Drácula. Algunas señalan que murió cuando se dirigía a librar otra batalla contra los ejércitos otomanos, cayendo en una emboscada donde sus enemigos acabaron definitivamente con su vida. De acuerdo con las anécdotas sobre Vlad recogidas por Antonio Bonfini en Historia Pannonica (1495), Vlad El empalador fue decapitado y su cabeza enviada a Mehmed II. En cualquier caso, se desconoce dónde yacen sus restos mortales.
3. Curiosidades del Conde Drácula
1. ¿Vivió Vlad en Transilvania realmente? A pesar de que, supuestamente, Vlad nació en Transilvania, su conexión con esta región de Rumania es muy tenue. De acuerdo con el profesor de Historia Medieval de la Universidad de Florida, Florin Curta, aunque Transilvania fue el lugar de nacimiento de Vlad «el Empalador» nunca tuvo en realidad ninguna posesión en esta zona.
2. El típico castillo de Drácula transilvano, el castillo de Bran, nunca sirvió como lugar de residencia para Vlad III. De hecho, posiblemente
nunca llegó a pisarlo. Según Curta, no está claro que Vlad III naciera realmente en Transilvania, en concreto en Sighişoara (como cuenta la leyenda). Lo lógico sería que hubiese nacido en Târgovişte, el lugar desde el que solía gobernarse el principado de Valaquia.
3. ¿De dónde surgió el apodo de «Drácula»? En 1431, el padre del verdadero Conde Drácula se unió a la Orden del Dragón, tras ser invitado a ella por el rey Segismundo de Hungría. Esta Orden tenía como objetivo vencer al Imperio Otomano que amenazaba con expandirse. Si quieres saber más de esta orden de caballeros, descubre: «La orden del Dragón, el grupo militar al que perteneció Vlad Tepes
4. Pertenecer a la Orden del Dragón le hizo ganar el sobrenombre «Dracul» que en rumano antiguo significa «dragón.» De ahí que Vlad Tepes III fuera conocido como «Drăculea» que quiere decir «hijo de Dragón.» Quizás te interese saber que hoy en día «drac» significa diablo, de modo que el apodo todavía toma tintes más inquietantes.
4. Películas sobre el Conde Drácula
Existen muchas, muchísimas películas basadas en la misteriosa historia de Drácula, la mayoría siguiendo el argumento de la novela de Bram Stoker. ¡Así que ya tienes plan para el fin de semana si todavía no has visto ninguna! Te mencionamos algunas de las mejor valoradas tanto por público como por crítica y que son un must tanto si te interesa la historia del Conde Drácula como si
eres un amante del séptimo arte:
·        Drácula de Bram Stoker de Francis Ford Coppola (1992). Asistimos a una reactivación del mito de Drácula con una emocionante historia que nos remonta a 1890. Es entonces cuando un joven abogado llega a un castillo perdido de Transilvania: allí conocerá al mismo conde Drácula, quien al constatar el parecido entre la novia del abogado y su amor perdido, Elisabeta, no dudará en viajar hasta Londres para conocerla…
·         Nosferatu de F. W. Murnau (1922). Un clásico entre los clásicos, que nos cuenta las vivencias del joven Hutler; quien en 1838 viaja a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok. Después de pasar la noche en el castillo, amanece con dos marcas en el sueño que interpretará como picaduras de mosquito…
·         Drácula de Tod Browning (1931). Una una de las primeras versiones sobre el mítico vampiro, especialmente destacable por la interpretación de Bela Lugosi. Nos narra el viaje del conde Drácula hasta Occidente, donde se enamora de Mina Seward, a quien comenzará a visitar por las noches para extraerle la sangre y convertirla en su esposa. Sin embargo, la familia buscará ayuda en el doctor Van Helsing… Esta misma historia también podemos encontrarla en otra versión, el Drácula  de Terence Fisher (1958).
(De Wikipedia y otras fuentes)
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Sighișoara (en alemán: Schäßburg, en húngaro: Segesvár, y en latín: Castrum Sex) es una ciudad y un municipio en el río Târnava en el distrito de Mureș, en Rumania. Localizado en la región histórica de Transilvania, Sighișoara tiene una población de 32.287 habitantes (2002).
Situada en los Cárpatos transilvanos, la ciudad se destaca por las casas de la Ciudadela, la Torre del Reloj, su cementerio y la población de sajones de Transilvania, una etnia alemana.
Sighișoara ha conservado de manera ejemplar las características de una pequeña ciudad medieval fortificada. Su centro histórico ha sido incluido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1999. En 2012 fue laureada, junto con la ciudad italiana Corciano con el Premio de Europa, una distinción otorgada anualmente por el Consejo de Europa, desde 1955, a aquellos municipios que hayan hecho notables esfuerzos para promover el ideal de la unidad europea.
Es la ciudad natal del héroe Vlad Tepes, que inspiró a Bram Stoker para su famoso personaje del conde Drácula.
El rey húngaro Géza II asentó en la zona a un grupo de sajones que iniciarían la construcción de la ciudad fortificada, siendo considerada castillo desde 1260. La torre del reloj fue construida durante el siglo XIV y fue la residencia del consejo de la ciudad hasta 1556. Fue destruida por un incendio, siendo reconstruida en 1677 en estilo barroco.
El general imperial austríaco Basta capturó la ciudad en 1603. Durante la rebelión de Rákoczi fueron destruidos muchas de sus torres. Desde entonces, el castillo perdió su importancia estratégica.
(De Wikipedia y otras fuentes)


viernes, 30 de agosto de 2019

VERANO 2019. viaje a Dacia y Transilvania tras las huellas de Trajano (12) Intento fallido de recorrer la carretera Transfagarasan (atrapados en tremendo atasco)



Ésta es la entrada número 200 de este blog, en el que, desde el 9 de mayo de 2010 se han venido publicando las experiencias viajeras del autor. En ese tiempo, más de 500.000 lecturas se han producido, vía Blogspot, Facebook, Paperblog y otros medios. Es de agradecer la benevolencia de los lectores y mantenemos el compromiso de seguir viajando "De acá para acullá", contando así nuestras "Experiencias viajeras". Gracias a todos

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(12) Intento fallido de recorrer la carretera Transfagarasan (atrapados en el tremendo atasco)

Tanto me habían recomendado la ruta de la carretera Transfagarasan que, aprovechando la estancia en las proximidades de Sibiu, me decidí a visitar aquellos parajes, sin que reparara en que iba a hgacerlo hacerlo en domingo.

Ya en el transcurso de la carretera E68, comprobé la enormidad de tráfico, y al llegar al desvío hacia Cartisoara, en una estación de servicio que motivó mi parada para abastecer de carburante al coche, hube de esperar más de veinte minutos en las colas frente a los surtidores de gasolina.

Y, en cuanto me adentré hacia a las montañas, después de las primeras curvas, ya comenzó el tráfico masivo, lento, cada vez más lento, hasta que cerca de las cascadas se produjo el primer parón, ya que  había coches aparcados en ambas partes de la carretera, y en verdad aquello era un caos.

Circulando a menos de diez kilómetros por hora, y en continuos parones, fuimos ascendiendo las faldas del monte Negoiu, aunque con la ventaja de que, como estábamos tanto tiempo parados en la carretera, hubo ocasión  de contemplar las cascadas, los bosques y el maravilloso paisaje que se nos ofrecía.
El problema fue que después de cuatro horas apenas habíamos conseguido llegar a lo más alto, y cada vez las detenciones eran más prolongadas, así que, con pena, decidimos prescindir  del resto de la ruta, y especialmente de llegar hasta el lago Vidraru (en la otra vertiente de la montaña), dejando para otra ocasión el conocimiento de estos parajes, que se presentaban preciosos. 
Total: Hasta en la más preciosa naturaleza y en el reino del aire puro, habíamos sido víctimas de la aglomeración humana y automovilística y de la contaminación por gasolina mal quemada. Una pena.

Otra vez será.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA     
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La Transfăgărășan o DN7C es la segunda carretera pavimentada de mayor altitud de Rumania. Construida como ruta militar estratégica, los 90 kilómetros de curvas recorren de norte a sur las secciones más altas del sur de los Cárpatos, entre el pico más alto del país, el Moldoveanu, y el segundo más alto, el Negoiu. La carretera conecta las regiones históricas de Transilvania y Wallachia, y las ciudades de Sibiu y Piteşti
La carretera fue construida entre 1970 y 1974, durante el mandato de Nicolae Ceauşescu. Fue la respuesta a la invasión de Checoslovaquia de 1968 por parte de la Unión Soviética. Ceaușescu quiso asegurar el rápido acceso militar a través de las montañas en caso de que la Unión Soviética intentase repetir el movimiento. Consecuentemente, la carretera fue construida principalmente por las fuerzas armadas, con un alto coste financiero y humano, pues se usaron cerca de 6.000 toneladas de dinamita solo en la cara norte, y, según informes oficiales, 40 soldados perdieron la vida durante la construcción.
Ruta
La carretera alcanza los 2034 metros de altitud. La Transfăgărăşan es una carretera atractiva y un desafío para todo tipo de conductores. Debido a la topografía, la velocidad media está en torno a los 40 km/h. La carretera da acceso al Lago Bâlea y al Balneario de Bâlea. 
Invierno
La carretera se encuentra cerrada normalmente desde finales de octubre hasta finales de junio a causa de la nieve. Sin embargo, dependiendo de la climatología, puede llegar a permanecer abierta hasta finales de noviembre. Asimismo, puede quedar cerrada en otras ocasiones por las malas condiciones, ya que incluso ha llegado a nevar en agosto. 
Se pueden encontrar indicaciones para llegar en el pueblo de Curtea de Argeş y en la villa de Cartisoara. Los viajeros pueden encontrar alojamiento y restauración en varios hoteles y hostales (cabane) a lo largo de la ruta.
Esta carretera tiene más túneles (un total de 5) y puentes que ninguna otra carretera en Rumania. Cerca del punto de mayor altitud, en el lago Bâlea, la carretera atraviesa el túnel de mayor longitud en Rumania (884 m), que no cuenta con iluminación artificial.


Entre las atracciones que se pueden encontrar en la sección sur de la carretera, cerca de la villa de Arefu, está el Castillo-Fortaleza Poienari. Este castillo sirvió como residencia para Vlad III el Empalador, quien fue el príncipe que inspiró a Bram Stoker el protagonista de su novela Drácula. Existe una zona de aparcamiento y un camino hacia las ruinas.

La sección norte es utilizada anualmente como parte

de la competición ciclista: Tour de Romania.

La dificultad de esta sección está considerada como equivalente a los puertos de Categoría especial del Tour de Francia.



(De Wikipedia y otras fuentes)

jueves, 29 de agosto de 2019

VERANO 2019. viaje a Dacia y Transilvania tras las huellas de Trajano (11) La ciudad de Sibiu, antigua capital de Transilvania

(11) La ciudad de Sibiu, antigua capital de Transilvania

Es una gran verdad que aquellos lugares en los que se han producido hechos históricos relevantes, la huella de la cultura y la civilización allí acaecidos queda indeleble. 
Cuando me informé sobre Sibiu, antes de visitarla, ya me llamó la atención que en siglo XII el Papa Celestino III se refiriese a los colonos alemanes que la poblaban llamándoles “los sajones transilvanos”.
Y al igual que la denominación de Transilvania proviene del alemán y viene significar “siete ciudades” la de Sibiu la determinó  el río  que pasa junto a ella, el Cibin, afluente del río Olt. 
Por tanto, en periplo por Rumanía era imprescindible la visita a la ciudad de Sibiu. 
Y en el retorno desde Serel y la provincia de Hunedoara, determiné pasar un día en Sibiu.
Elegí un hotel cuyo nombre me llamó la atención, el “The Rabbit Hole”, en la Piata Mare, o plaza grande, del que en Internet se contenían buenos comentarios. La llegada a la Piata Mare ofreció dificultad en las cercanías de ella, porque era peatonal y nuestro coche no podía acercarse para descargar el Equipaje hasta nuestro hotel, situado en plena plaza.

Menos mal que en una calle lateral hallé unos espacios de aparcamiento (pagando, claro está) y allí estacioné nuestro nuevecito Dacia. 
El hotel estaba instalado en los pisos altos de un edificio antiguo, con bella fachada en tonos verdes y con remates y figuras clásicos, pero el gran inconveniente era  que para acceder a los pisos altos
no había más remedio  que subir una angosta escalera, y con nuestra maleta grande era arduo.
La habitación estaba cuidada y gozaba aire acondicionado, aunque el hotel no incluía en su precio ni el desayuno ni comidas, pero en la planta baja estaba instalado un restaurante, con terraza amplia en la plaza. 
La Piata Mare lucía  amplia, y espléndida, pese a la invasión de toldos,  terrazas de bares y restaurantes (servidumbres que impone el turismo).
Después de descansar algo, ya a las cinco de la tarde, tomamos una comida ligera en la terraza de la plaza, y después de contemplar la belleza de la arquitectura que con razón ha hecho a la ciudad
merecedora del galardón de la UNESCO como “Patrimonio de la Humanidad”, visitamos el palacio Brukenthal, con sus detalles barrocos, y la iglesia Jesuita, y la Torre del Consejo, y la Catedral Católica de la Trinidad, desplazándonos después hacia la zona antigua para convivir con el bullicio de los turistas.
A la hora de la cena nos  obsequiamos un sabroso condumio de cerdo marinado y paseamos hasta la Piata Mica, pasando por debajo del torreón para llegar así al afamado “Puente de los Mentirosos”, sobre el que los guías
turísticos cuentan mil y una historias apócrifas, como aquello del niño que mintió al pasar sobre el puente y perdió una pierna, cuando la realidad es que su auténtico nombre en alemán significa “puente reclinado” y nada tiene que ver con las mentiras. 
Después de contemplar la visión nocturna del bello conjunto arquitectónico, el merecido descanso llegó en nuestra cómoda habitación, en la que, pese al nombre de hotel, no había ninguna madriguera, ni menos un conejo. 
La mañana siguiente aun visitamos otra vez  la Catedral de la Trinidad y la  Iglesia Luterana, y a media mañana dejamos Sibiu, camino de la leyenda típica de Rumanía, el príncipe Vlad. ¡El conde Drácula!
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA  

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Sibiu (en latín: Cibinium, en húngaro: Nagyszeben, en alemán: Hermannstadt) es el mayor municipio y la capital del distrito de Sibiu, en Rumanía
Es un importante centro económico y cultural de Transilvania, y entre 1692 y 1791 fue la capital del Principado de Transilvania. Posee el título de ciudad mártir. Según el censo de 2009 tiene una población de 154.548 habitantes. Por la ciudad pasa el río Cibin, un afluente del Olt. Fue fundada por colonos sajones en el siglo XII, que le dieron el nombre de Hermannstadt. En consecuencia, parte de su arquitectura es germánica. Según las estadísticas, el 1,6% de la población de Sibiu es de origen sajón. Las autoridades de Sibiu, de orígenes sajones, han realizado una serie de importantes reformas que han convertido a Sibiu en una de las ciudades con mejor calidad de vida de Rumanía.
Historia
Los primeros documentos de la ciudad datan de 1191, cuando el papa Celestino III mencionó a los colonos alemanes en Transilvania (los sajones transilvanos) con su sede en Sibiu, entonces llamada Cibinum. Fue construida sobre un asentamiento romano conocido a inicios de la Edad Media como Caedonia, al parecer deshabitado en el momento de la llegada de los sajones.
En el siglo XIV el poblado ya era un importante
centro comercial en la región. En 1376 los artesanos se agruparon en 19 gremios diferentes. Sibiu se convirtió en la más importante de las siete ciudades con importante presencia alemana, que dieron a Transilvania el nombre de Siebenbürgen en idioma alemán (literalmente "siete ciudades"). Por otro lado, Sibiu se convirtió en la sede de la Universitas Saxorum, la Asamblea de Alemanes en Transilvania. En el siglo XVII, la opinión pública reconocía a Sibiu como la ciudad más oriental de la esfera europea; era también el punto oriental más extremo al que llegaban las rutas postales.
Durante los siglos XVIII y XIX la ciudad llegó a ser uno de los centros de cultura rumana más importantes de la región. En ella se fundó el Banco Albina, el primero de propiedad rumana y, también, la Asociación Cultural ASTRA (Asociación Transilvana para la Literatura y la Cultura rumanas). En 1860, tras el reconocimiento de la Iglesia Ortodoxa Rumana en el Imperio Austrohúngaro, Sibiu se convirtió en su sede metropolitana. Actualmente se considera a la ciudad como la tercera en cuanto a importancia
religiosa ortodoxa en Rumanía. Entre la Revolución húngara de 1848 y el año 1867 (el año del Ausgleich), Sibiu fue el punto de reunión de la "Dieta de Transilvania", que había adquirido su forma más representativa tras el acuerdo del Imperio para extender el derecho a voto en la región.
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, con la disolución del Imperio Austrohúngaro, Sibiu pasó a formar parte del Reino de Rumanía. La mayoría de su población era de ascendencia alemana (hasta 1941), pero también había importantes comunidades de rumanos y húngaros. Entre 1950 y 1990 la mayor parte de la población de origen alemán emigró a Alemania.
Geografía y clima
Sibiu se encuentra cerca del centro geográfico de Rumania. Enclavada en la Depresión de Cibin, la ciudad está situada a 20 km de las Montañas Făgăraş, a unos 12 km de las Montañas Cibin y a unos 15 km de las Montañas Lotru, que bordean la depresión en su sección suroeste. Los límites norte y este de Sibiu los forma la Meseta de Târnave, que desciende hacia el Valle Cibin a través de la colina Guşteriţa.
Por la ciudad pasan el río Cibin y carreteras nacionales e internacionales. Sibiu es también un importante nudo ferroviario de Rumanía, ya que se encuentra en la intersección de las líneas principales este-oeste y norte-sur.
El clima es templado-continental, con temperaturas medias de entre 8 y 9° C.
Sibiu es la sede de la Metropolía de Transilvania –
territorio canónico dentro de la jerarquía de la Iglesia Ortodoxa Rumana que comprende los distritos de Brașov, Covasna, Harghita y Sibiu–, y sede del Arzobispado de Sibiu (que integran Sibiu y Brașov).
Economía
Sibiu es una de las ciudades más prósperas de Rumanía, y se beneficia de la más elevada inversión extranjera en el país. Es sede de importantes empresas del sector automovilístico (Bilstein-Compa, Takata, Continental y SNR Roulments). También alberga empresas que se dedican a la producción de componentes para máquinas de textiles, agro-industriales, y de componentes eléctricos (Siemens). Además, Sibiu es la sede de la segunda bolsa de valores más grande de Rumanía (después de la de Bucarest, la capital del país), la Bolsa de Valores de Sibiu
Turismo
A lo largo del año 2007, Sibiu ha sido (junto con Luxemburgo) la Capital Europea de la Cultura. Ha sido el evento cultural más importante que haya tenido lugar en la ciudad y esto ha atraído un gran número de turistas, tanto nacionales como extranjeros.
La zona geográfica de Sibiu es una de las regiones más visitadas de Rumanía. Sus barrios históricos son de lo mejor preservados del país, ya que muchas de sus fortificaciones medievales han sido mantenidas en excelente estado. En 2004 el casco antiguo de la ciudad ha entrado a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
En Sibiu y alrededores existen doce museos que albergan colecciones de arte y exposiciones de artes decorativas, arqueología, antropología, historia, arqueología industrial e historia de la tecnología.
Por otra parte, la proximidad de la ciudad a las Montañas Făgăraş la convierte en un destino apreciado para las vacaciones de invierno como el esquí o el senderismo. Además, al encontrarse en el centro de las antiguas comunidades sajonas de Transilvania, se ha hecho muy conocida por las Iglesias fortificadas de Transilvania.
Sitios de interés
El casco antiguo de Sibiu se extiende a lo largo de la ribera derecha del río Cibin, sobre una colina localizada a unos 200 m del mismo. Se compone de dos entidades diferentes: la Ciudad Alta y la Ciudad Baja. Tradicionalmente, la Ciudad Alta era la zona más rica y el lugar donde se localizaban los comercios, mientras que la Ciudad Baja era mayoritariamente industrial.
La Ciudad Baja
La Ciudad Baja (en rumano: Oraşul de jos) se fundó entre el río y la colina y se desarrolló alrededor de las primeras fortificaciones. Las calles son largas y bastante anchas para los estándares medievales. Allí se encuentran algunas plazas pequeñas. La arquitectura es rústica: predominan las casas de dos plantas, con techos altos y portales que conducen a callejones interiores.
La mayoría de las fortificaciones exteriores se perdieron con el desarrollo industrial y con el urbanismo de finales del siglo XIX; sólo se conserva una de las dos torres. Un edificio emblemático del urbanismo moderno es el del colegio Independenţa.
Este área cuenta con la iglesia local más antigua, la cual data del 1386.
La Ciudad Alta
La Ciudad Alta en rumano Oraşul de sus, se ha desarrollado alrededor de tres plazas y de un grupo de calles a lo largo de la colina. Aquí se encuentran más puntos de interés ya que es la parte donde tenían lugar la mayoría de las actividades económicas de la ciudad.
La Plaza Grande
La Plaza Grande (Rumano: Piaţa Mare, Alemán: Grosser Ring o Grosser Platz) es, como indica su nombre, la plaza mayor de la ciudad. Ésta ha sido el punto central de Sibiu a partir del siglo XVI. Con 142 m de largo y 93 m de ancho, es una de las plazas más grandes de Transilvania.
La  Piaţa Mare (Plaza Grande) fue repavimentada en diciembre de 2006
El Palacio Brukenthal, uno de los más importantes de los monumentos barrocos de Rumania, se encuentra en la esquina noroeste de esta plaza. Fue construido
entre los años 1777 y 1787 y sirvió como residencia principal del gobernador de Transilvania Samuel von Brukenthal. Aloja la principal parte del Museo Nacional Brukenthal, inaugurado en 1817. Justo al lado se encuentra la Casa Azul, una casa barroca del siglo XVIII que, en su fachada, lleva el viejo escudo de armas de Sibiu.
En el lado norte se encuentra la Iglesia Jesuita. También en el lado norte, a principios del siglo XX se hizo una construcción en estilo moderno que hoy en día es la sede del Ayuntamiento.
Cerca de la Iglesia Jesuita, en el lado norte, se encuentra la Torre del Consejo, uno de los símbolos de la ciudad. Esta antigua fortaleza del siglo XIV ha sido reconstruida varias veces a lo largo de los años. El edificio colindante era utilizado para las reuniones del consejo de la ciudad; debajo existe un callejón de doble sentido que une la Plaza Grande con la Plaza Pequeña.
En los lados este y sur hay casas de dos y tres plantas, con altos áticos y ventanas pequeñas, conocidas como los ojos de la ciudad. La mayoría de estas casas datan de los siglos XVII y XIX, en su mayoría son de estilo barroco.
La Plaza Pequeña
Como indica el nombre, la Piaţă Mică es la más pequeña, siendo bastante más larga que ancha. Su lado noroeste tiene una forma curvada, mientras que la Plaza Grande es casi rectangular. Por lo tanto, la Piaţă Mică desempeña un papel menor en la vida actual de la ciudad.
La plaza está conectada a otras dos plazas y a otras calles por medio de callejones pequeños y estrechos. El acceso principal a la parte baja de la ciudad es por medio de la calle Ocnei, la cual divide la plaza en dos. La calle pasa bajo el Puente del Mentiroso en alemán (Lügenbrücke), el primer puente de hierro forjado en el actual territorio de Rumania (1859). Fue construido en Laubach, en la tierra de Hessa y montado en Sibiu, reemplazando un puente de madera.
Elementos constitutivos del puente: tiene dimensiones alrededor de 5 m longitud y 1,6 m altura, y la apertura del puente es de 10,5 m.
Catedral de la Santa Trinidad
En el casco histórico se halla la Catedral de la Santa Trinidad,  de culto ortodoxo rumano, construida a principios del siglo XX e inspirada en Santa Sofía
El renombrado "El Puente de los mentirosos" lo es a causa de una leyenda que dice que el puente se va a derrumbar si alguien que está en el puente dice una mentira. En la tradición local circulan diferentes leyendas sobre este puente, en lo que concierne a los enamorados o de las mujeres que vendían en la zona.
La verdad parece ser otra, porque el puente no tiene pilones en los cual apoyarse, fue nombrado en alemán Liegenbrücke, lo que traduce: El Puente reclinado. El nombre siendo casi homófono con Lügenbrücke (El Puente de los mentirosos), llevó al nacimiento de las leyendas y anécdotas.
Una antigua leyenda dice que un chico, al cual le gustaba mentir, se fue en un viaje. Cuando regresó, le contó a su padre que encontró en el camino un perro tan grande como un caballo. Oyendo semejante cosa, el padre le contó a su hijo sobre el Puente de los mentirosos, diciéndole que tiene que pasar encima de la puente, en el día que mintió. Solo que el puente no es uno al que se acostumbra encontrar: el que mintió, se romperá con certeza una pierna. Inmediatamente, las dimensiones del perro del cuento del niño empezaron a ser más pequeñas...
A la derecha del puente se encuentra otro símbolo de la ciudad, La Casa de las Artes, un edificio con muchas arcadas y que perteneció antiguamente al gremio de los carniceros. En el lado izquierdo del puente se encuentra la Casa Luxemburgo, un edificio barroco de cuatro niveles, antigua sede del gremio de los orfebres. En la misma plaza se encuentra la antigua sede de los farmacéuticos.
La Plaza Huet
La Plaza Huet es la tercera de las tres plazas principales de Sibiu. Su característica más notable es la Catedral Luterana Evangélica que se levanta en su centro del siglo XIV. Es el lugar donde se
construyeron las primeras fortificaciones. Las construcciones que rodean la plaza son principalmente góticas. En el lado oeste se encuentra el instituto de educación secundaria Brukenthal, en el lugar de una antigua escuela del siglo XV.
Fortificaciones de Sibiu
Las fortificaciones
Sibiu ha sido una de las más importantes ciudades amuralladas del sureste de Europa. Múltiples anillos fueron construidos alrededor de la ciudad, la mayoría con ladrillos de adobe. Las murallas del sureste son las mejor conservadas y las tres líneas paralelas son todavía visibles: la primera es un muro exterior de adobe, la segunda es un muro de ladrillo rojo de 10 metros de altura y la tercera línea está compuesta por torres conectadas entre sí por otro muro de 10 metros de altura. Todas las estructuras están conectadas mediante laberintos de túneles y callejones, concebidos para asegurar la conexión entre la ciudad y las líneas de defensa.
En el siglo XVI muchos elementos modernos fueron añadidos a las fortificaciones, principalmente bastiones. Uno de ellos, el bastión Haller aún existe y se puede admirar a lo largo de la Avenida Coposu.
Callejón de las Escaleras
El callejón Passage de las Escaleras nos lleva hacia la Ciudad Baja. Desciende a lo largo de las fortificaciones por debajo de sus arcadas. Es el más pintoresco de los callejones que unen las dos partes de la ciudad. 
Educación
Sibiu es un importante centro académico, que, en el 2004 contaba con más de 26.000 estudiantes. 
(De Wikipedia y otras fuentes)