THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

jueves, 6 de agosto de 2015

ESTA ESPAÑA NUESTRA: TURISMO VACACIONAL 2015 CON EXPERIENCIAS FLUVIALES, DUERO, SIL Y MIÑO.- V DESDE EL SIL, POR SANTO ESTEVO, AL MIÑO POR RIBADAVIA

El monasterio de San Esteban de Ribas de Sil es un conjunto monasterial católico ya en desuso, ubicado en el municipio orensano de Nogueira de Ramuín, en la comarca de la Ribeira Sacra en Galicia, España. En la actualidad está convertido en Parador de Turismo.
Ubicación
Se encuentra en la orilla izquierda, la meridional, del río Sil, en pleno cañón del mismo. Pertenece a la parroquia de San Esteban, del municipio de Nogueira de Ramuín.
Como los otros monasterios que existen en la comarca de Ribeira Sacra y Tierra de Lemos (la orilla derecha del Sil, ya en la provincia de Lugo), el origen de este monasterio es eremítico y anterior al siglo X. En el siglo XII se convierte en el principal monasterio de la región, llegando a ser uno de los más notables de Galicia. Estuvo ocupado por la Orden de San Benito.
Historia
Con un origen anterior al siglo X, la primera documentación escrita en el que se nombra el monasterio data del año 921, en la que el rey Ordoño II autoriza al abad Franquila a realizar la reconstrucción de las dependencias monacales y le concede numerosas posesiones. Erróneamente se ha atribuido su fundación a san Martí­n Dumiense en el siglo VI.
Tras la reforma canónica de los Reyes Católicos y el cardenal Cisneros se incorpora en 1499 a la congregación de San Benito de Valladolid. En 1588 se convierte en Colegio de Artes, condición que mantiene hasta su exclaustración en 1875.
A finales del siglo XIX pasa a manos particulares y en el año 2004 es convertido en Parador de Turismo, siendo el establecimiento hotelero de mayor categoría de la comarca y formando parte de la red de paradores turísticos de España.
En el escudo del monasterio hay nueve mitras reflejando el hecho (no se sabe si es leyenda) de que entre los siglos X y XI fue el lugar de retiro de nueve obispos, lo que contribuyó a realzar su fama.
Descripción
El conjunto monacal de Santo Estevo de Ribas de Sil es amplio e importante.
Consta de tres claustros conformados por los edificios monacales y la iglesia. Tiene una gran fachada barroca. Destaca, por su buena conservación, la cocina monacal, una gran estancia cuadrada con el hogar en el centro realizado en piedra sobre cuatro columnas exentas.
La iglesia
La fachada principal de la iglesia forma ángulo recto con la entrada del monasterio. Está orientada hacia el oeste, como es costumbre. Acoge, alrededor de su entrada, el pequeño cementerio parroquial, ya que el templo cumple con la función de parroquia para la población vecina.
El templo es de estilo románico, realizado a finales del siglo XII y principios del XIII. Tiene planta basilical con tres ábsides semicirculares en la cabecera. La nave está cubierta por una bóveda de crucería, que sustituyó en el siglo XVI a la original techumbre de madera.
Los dos ábsides laterales tienen aspecto de torreón al haber sido modificados, aumentando su altura, en el momento en el que se construyeron las bóvedas de las naves del templo.
La fachada principal está enmarcada por dos torres prismáticas construidas a finales del siglo XVII y principios del XVIII. Dos grandes contrafuertes románicos flanquean la portada.
En el interior destaca el retablo en piedra del siglo XII, representando a Jesucristo y los doce apóstoles, que fue hallado en uno de los muros del claustro grande, y la colección de retablos que amueblan el templo.
El monasterio
Los edificios monacales se ordenan alrededor de tres claustros, el de los Obispos, el claustro pequeño y el claustro de la portería o Grande.
El claustro de los Obispos
Este claustro es el más antiguo y el que hacía la función de claustro Reglar o de las Procesiones. Se sitúa junto a la pared norte de la iglesia, con la que está

comunicado. Su planta es rectangular y tiene dos cuerpos. El primero de ellos, de estilo románico, data del siglo XII y el segundo, gótico, del siglo XVI con reformas posteriores.
El claustro pequeño
Este claustro, denominado do Viveiro, se ubica al norte del de los Obispos. Se comenzó a construir en 1595 por orden de Diego de Isla. Consta de dos cuerpos y está conformado por arcos de medio punto sobre columnas dóricas.
El claustro de la portería
También denominado claustro grande o dos Cabaleiros, está situado a la entrada del monasterio. Tiene planta rectangular y consta de tres cuerpos de estilo renacentista. Sus arcos son de medio punto y no tienen bóveda.
Al lado de la portería se encuentra la escalera de honor que está cubierta con una bóveda de crucería del año 1739 que tiene cuatro rosetones decorados.
(De Wikipedia y otras fuentes)
Ribadavia es un municipio español situado en el suroeste de la provincia de Orense, en Galicia, y perteneciente a la comarca del Ribeiro. La etimología de su nombre significa "a orillas del río Avia", en su versión romana abobriga o latina Rippa Avie.
Ubicación
La Comarca del Ribeiro se encuentra entre las sierras de Faro y Suido, donde confluyen los valles del Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño. Se define entre una serie de valles y superficies que contrastan con las altas tierras circundantes de alrededor de 312 km², de los cuales dedica 3000 hectáreas al viñedo.
Rodeado de relieves montañosos y resguardado de la influencia oceánica, el cultivo de la vid ha es la característica dominante del paisaje, ocupando casi la totalidad de las laderas y hondonadas en los terrenos de Ribadavia, Castrelo de Miño, Cenlle, Beade, Leiro y Carballeda de Avia, así como las pendientes mejor orientadas y soleadas de los municipios limítrofes.
El área urbana descansa en el lado derecho del río Miño y la última parte del río Avia.
Historia
Los primeros pobladores de Ribadavia fueron los celtas, quienes fueron atraídos
a la zona no solo por su belleza, sino por las riquezas de sus minas y montañas, el oro en el lecho de los ríos y las aguas termales cargadas de minerales. Posteriormente, la zona fue habitada por los romanos, quienes se dedicaron a la extracción de oro y uso de las aguas termales. Asimismo, dejaron a su paso numerosas construcciones como altares e iglesias.
En el año 754, las tropas musulmanas de Abdul-Azis asolaron la región de Orense, que fue conquistada en el año 793 por Abdul-Malek, para ser reconquistada y reconstruida por el rey asturiano Alfonso III, hijo de Ordoño I. Entre los siglos VII y XII, la proliferación de monasterios y fortalezas contribuye al desarrollo de la agricultura bajo la comunidad del Monasterio de Arnoia y también se atribuye a esta época el mote de territorio de castela o tierra de castillos. Entre 1065-1071, obtuvo el título de capital del Reino de Galicia durante el reinado de Don García, en parte por el poderío eclesiástico y por la comercialización exitosa del vino Ribeiro, que tenía cuatro virtudes: vigor, olor, color y sabor.
En el siglo XII, se inició la expansión demográfica y económica de la ciudad, potenciada por el poder monástico de San Clodio, Santa María de Melón y Oseira y el poder de la encomienda de la Orden de Malta en Beade, unida a la producción y comercialización del vino del Ribeiro. Prosperó en la villa una comunidad hebrea agrupada en torno a la denominada Porta Nova, atraída por posibilidades interesantes para sus negocios. La población judía alcanzó una gran densidad en Ribadavia y se presume que tuvieron una relevancia notable en la exportación de la producción vitivinícola por sus contactos en el norte de Europa. Además de comerciantes, ejercieron oficios de artesanos como herrero, sastre, zapatero, etc. El Barrio Xudío fue declarado monumento nacional y todavía conserva sus características del medioevo.
En el año 1386, los ingleses bajo el mando del duque de Lancaster invadieron y saquearon Ribadavia, quien pretendía el trono castellano por su matrimonio con una hija de Pedro I, pero encontró una tenaz resistencia popular. El conflicto quedó zanjado con el Acuerdo de Bayona (1388). Tras un largo y épico asedio donde los burgueses resistieron más que los caballeros, los ingleses ocuparon la villa durante nueve meses antes de ser vencidos. Los habitantes de la judería mostraron especial tenacidad en la defensa de las murallas de Magdalena y Porta Nova, aunque sus hogares fueron arrasados con particular desdén por parte de las tropas extranjeras.
En el siglo XIV, se inicia la exportación del vino del Ribeiro por toda España y Europa, a Francia, Portugal, Italia y en especial Inglaterra. Se transportaba en balsas y carruajes para el embarque en los puertos y era fundamental la navegabilidad del Miño para estos menesteres. El comercio fue continuo, abundante y próspero hasta el siglo XVIII.
El dominio de los Sarmiento, naturales de Ribadavia, fue reforzado en 1476 con la institución del Condado de Ribadavia en favor de Bernardino Pérez Sarmiento, privilegio concedido por los Reyes Católicos como pago por su ayuda en la guerra dinástica contra Juana la Beltraneja y su aliado gallego Pedro Madruga.
En 1494, los mismos monarcas expulsaron a los judíos de los territorios, pero en el reino de Galicia hubo una notable ausencia de pogroms bajomedievales, ya que muchos hebreos optaron por convertirse al cristianismo o bien resguardarse en la frontera con Portugal, para regresar cuando los inquisidores se marcharan.
A principios del siglo XX, los habitantes formaron asociaciones agrícolas para modernizar sus cultivos y para que el gobierno derogase los foros dado que existían en la provincia, foros caros que gravitan sobre los viñedos haciendo que el nivel de vida fuese bajo y aumentase la sangría de la emigración a América. La agitación social se intensificó en Orense y Ribadavia, las capitales del agrarismo, donde las asociaciones agraristas de Ribadavia y San Paio fueron las más radicales con la estrategia de no pagar el foro.
La ciudad fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1947.
Patrimonio
Castillo de Ribadavia.
Capilla prerrománica de San Xes de Francelos.
En la sierra del Suído se encuentran los singulares chozos.
Festa da Istoria (Fiesta de la Historia)
Es una fiesta dentro de un ambiente medieval de origen judío en la que participa gran parte del pueblo y la comarca. La ciudad se engalana por todas sus calles y totalidad de los habitantes y la gran parte de los visitantes se visten
con ropas de la época para intentar recrear el ambiente que se debía vivir en aquella época. La organización es muy completa llegando a editar su propia moneda, los maravedís, para la realización de las distintas transacciones comerciales que se pueden realizar durante la fiesta como son alquilar trajes de época, degustar diferentes comidas, tanto medievales como judías, o comprar distintos objetos de artesanía. Durante la fiesta se realizan numerosos actos de promoción de oficios artesanales o desaparecidos, exposiciones de objetos medievales, así como otras actividades relacionadas con la época medieval, muchos de ellos especialmente centrados en los niños. Los actos centrales son el Torneo Medieval, la simulación de una Boda Judía, y una Cena Medieval que cierra la fiesta.
(De Wikipedia y otras fuentes)
Tras el primer día completo de descanso por las tierras de Trives, nuestro iindomable espíritu viajero nos indujo a profundizar en algo que nos quedaba muy cerca, como la zona en torno al río Sil.
De esta manera, tras desayunar en el Pazo da Pena tomamos en A Pobra de Trives la autonómica OU-536 hasta Castro Caldelas, para, poco después de esta villa, seguir por una carretera local bastante quebrada y con mucha vegetación hasta Paradas del Sil, localidad en la que ya se vislumbraba al fondo el cañón del río, con un significativo aumento del verdor y del boscaje.
En Paradas del Sil optamos por dirigirnos hacia Nogueira de Ramuín, en busca del Monasterio de Santo Estevo, monumento monacal muy renombrado por su especial situación en el corazón de la Ribeira Sacra de Ourense y más especialmente desde que se habilitó como Parador de Turismo, uno de los más bellos y monumentales de España, pese a que su explotación resulta problemática (cierra de octubre a marzo) porque su relativo aislamiento y el no muy buen acceso menguan los huéspedes  y visitantes.
La visión del monasterio impresiona desde el primer momento, con su majestuosa fachada granítica y su iglesia, visitable, aunque son los magnificentes claustros los que más concitan la atención del visitante. Impresionante.
Desde el monasterio decidimos dirigirnos hacia Ourense y enlazar allí con la A-52 para desplazarnos hasta Ribadavia, bordeando el río Miño, que después de Ourense, y recogidas las aguas de su afluente el Sil, ya fluye abundante y ancho, ofreciendo panoramas de auténtica belleza por la combinación de sus aguas con la vegetación.
A Ribadavia se accede mediante un importante descenso al valle, para llegar al río Avia, y en la calle principal el viajero llega hasta el castillo, bastante bien conservado, y la buena señalización turística invita a profundizar en el casco antiguo, progresando desde la plaza mayor hasta las angostas calles enlosadas que conducen hasta la iglesia junto al mirador sobre el río Avia.
Blasones y escudos en las casas denotan pasados señoriales, aunque también se hallan símbolos judíos.
Especialmente interesante resulta acudir a la “Tafona de Herminia” (La Tahona de Herminia), en la que esta mujer sigue preparando dulces y productos de origen y  reminiscencias judías, la mayoría sin mantequillas ni aceites y con predominancia de la almendra, el dátil y la miel. Obvio es que compramos algunos dulces.
Era la hora de la comida y aunque en la plaza principal había unos cuantos bares y restaurantes, concurridos, en los que se anunciaba un menú turístico más bien sin especial atractivo, en uno de ellos, casi lleno, desistimos de la colación, porque nos percatamos que podía hacerse eterna la espera y la atención no sería buena.
Por ello, retornados frente al castillo, acertamos a preguntar a un anciano lugareños, quien nos recomendó seguir bajo el solo hasta el final de una cuesta en la que estaba el Mesón “O Pucheiro”, en el que se nos acogió amablemente y pudimos degustar un delicioso pulpo a feira (ya se sabe que en Galicia el pulpo se elabora mejor en el interior que en la costa), a lo que siguió una parrillada de carnes, deliciosa, que ni pudimos terminar, aunque un buen tupper ware viabilizó reservarla para la cena.
Bien recorrida Ribadavia, optamos por seguir las carreteras autonómicas que acercan a Portugal, sobrepasando Celanova y llegando a Allariz, con un casco antigua interesante, desde donde ya emprendimos el regreso a “nuestro” Pazo da Pena, desde Ourense, por la autonómica OU-536.
Aún llegamos a nuestro alojamiento con bastante luz solar, lo que nos permitió solazarnos una vez más con los deliciosos entornos del Pazo.
Por la noche, tras cenar los restos de la parrillada del mediodía,  caímos muy a gusto en las confortables camas de nuestra acogedora habitación.
Otro día bien interesante, reviviendo esencias monásticas, gozando de bellos paisajes y rememorando la cultura hebrea.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA