THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

miércoles, 15 de enero de 2014

LA PIEL DE TORO: DEL CABO DE GATA AL DE SAN VICENTE ( y VIII) YA DE REGRESO, DE ARCOS A CÓRDOBA, CON PARADAS EN CÁDIZ (visita entrañable) Y GASTRONOMÍA EN PUERTO DE SANTA MARÍA



El Puerto de Santa María es una ciudad situada en la provincia de Cádiz y en la comunidad autónoma de Andalucía. Se ubica sobre la ribera y desembocadura del río Guadalete. La población del municipio en el año 2013 es de 89.142 habitantes y se encuentra en ligero ascenso.
Según algunos arqueólogos la primera Gadir, como primera aglomeración urbana o centro de negocios, se construyó en lo que hoy es el Castillo de Doña Blanca, dejando lo que hoy es Cádiz como
recinto sagrado y su posterior utilización como casco urbano a los s.VII-VIII.

El Puerto de Santa María es conocido como La Ciudad de los Cien Palacios. Producto de la actividad comercial con la América Española o Indias en los siglos XVII y XVIII se levantaron en la localidad auténticos palacios adaptados a las necesidades de los grandes comerciantes que también recibían el nombre de Cargadores de Indias.


Toponimia


La leyenda atribuye la fundación de la ciudad a un caudillo ateniense, Menesteo, que después de la guerra de Troya fundó una ciudad que llevaría su nombre, Puerto de Menesteo


Geografía física


El Puerto de Santa María se ubica en la costa gaditana, en el interior
de la bahía de Cádiz, y al sur de la Sierra de San Cristóbal, sobre la ribera y desembocadura del río Guadalete; vecino a los municipios de Sanlúcar de Barrameda (carretera A-2002), Jerez de la Frontera, Rota, Puerto Real, y Cádiz a través de la bahía. El Puerto de Santa María se caracteriza por su atractivo turístico principal, la playa, de las que cuenta con alrededor de 16 km, todas de arena fina, y con más de 3.200 horas de sol al año. 


Clima


El clima de la ciudad se caracteriza por ser esencialmente mediterráneo, con inviernos no muy fríos y veranos no demasiado calurosos como consecuencia de los vientos del océano. Con una media anual de 18 °C. Las precipitaciones no son abundantes (400-500 mm al año). Es destacable la elevada insolación que supera las 3.000 horas de sol anuales (más de 125 día)y que justifica la denominación de Costa de la Luz.


Prehistoria


Los primeros vestigios de asentamiento en El Puerto de Santa María son del Paleolítico Inferior; el yacimiento de “El Aculadero” así lo atestigua. En “Las Arenas” existe otro yacimiento del Mesolítico y, junto a la torre medieval de Doña Blanca, se excava actualmente un poblado fenicio cuya cronología se sitúa desde finales del siglo IX y comienzos del siglo VIII a. C. hasta finales del siglo II a. C. La leyenda atribuye la fundación de la ciudad a un caudillo ateniense –Menesteo- que, después de la guerra de Troya, fundó una ciudad que llevaría su nombre, el Puerto de Menestheo


Edad Antigua


La civilización romana también habitó en estas tierras, se hallaron restos de esta cultura al realizar la remodelación de la Plaza de Isaac Peral, situada en el centro de la ciudad. Era el punto donde se encontaba la Vía Augusta en Ad Portus, donde el viario seguía en dirección de Hasta Regia.


Edad Media


Periodo andalusí

En el año 711 los musulmanes se enfrentaron al ejército visigodo en
la Batalla de Guadalete, que supuso la entrada de los árabes en la península. A partir de ese momento, la ciudad pasó a formar parte del territorio musulmán con el nuevo nombre de Amaría Alcanter, Alcanate o Alcanatif, que algunos investigadores traducen como Puerto de las Salinas, Arco o Puente.

Conquista castellana

En 1260, Alfonso X el Sabio conquistó la ciudad a los musulmanes y le cambió el nombre árabe de Alcanatif por el de Santa María del Puerto. Dicho monarca organizó el repartimiento de las tierras y otorgó la Carta Puebla, pasando a formar parte desde entonces de la Corona de Castilla, como territorio del Reino de Sevilla. En 1279 Alfonso X otorgó a la Orden de Santa María de España el señorío de El Puerto de Santa María, aunque la orden desapareció en 1280. Sancho IV se lo vendió en 1284 a Benedetto Zaccaría, a quién Guzmán el Bueno compró la mitad en 1295 o 1299, dependiendo de la fuente. En 1306 esta mitad fue aportada como dote por Leonor de Guzmán, nieta de Guzmán el Bueno, a su matrimonio con Luis de la Cerda. En 1357 se unificó todo el municipio bajo el mismo señorío y en 1369 Bernardo de Foix, marido de Isabel de la Cerda, recibió el Condado de Medinaceli, origen de la casa nobiliaria homónima. En 1479 sus descendientes recibieron el título de Condes de El Puerto de Santa María


Edad Moderna


Cristóbal Colón, entre 1483 y 1486, fue huésped de los señores de El Puerto y recibió aportación para emprender el viaje que le llevaría al descubrimiento del Nuevo Mundo. Colón también estuvo en El Puerto en 1493, preparando el segundo viaje. Aquí se pertrechó la Santa María, propiedad del marino Juan de la Cosa, que fue piloto de Colón en 1492, y que en 1500, en El Puerto de Santa María, fecha el primer mapa que incluye América.

Ya a principios del siglo XVI, las calles de la ciudad se convierten en una aglomeración de comerciantes que vienen del Nuevo Mundo, siendo el Puerto de Santa María uno de los primeros lugares en donde se puede ver y comprar los productos de la otra parte del océano. Su infraestructura en astilleros, instituciones de comercio y formación de marineros y navegantes, la situó por delante de la mayoría de ciudades portuarias.
Siglos XVI y XVII

El Puerto pasa a ser la sede de la Capitanía General de la Mar Océana.

Su condición mercantilista la configuró como residencia de comerciantes (Cargadores a Indias), que, al construir sus lujosas viviendas, conformaron un conjunto monumental jalonado de Casas-Palacios.

Durante los siglos XVI y XVII, El Puerto es invernadero y base de las Galeras Reales y sede de la Capitanía General del Mar Océano. Este hecho determinaría su protagonismo en la preparación de importantes expediciones navales de carácter militar.

Siglo XVIII

Proclamado rey Felipe V, la ciudad pide su incorporación a la Corona, lo que sucede el 31 de mayo de 1729, en que la Corte se traslada a veranear aquí ese año y el siguiente. El carácter veraniego se pone de moda en la ciudad cuando, en 1729 y 1730, Felipe V, el primero de los Borbones, la escoge como residencia oficial veraniega.


Edad Contemporánea


El siglo de las luces, con una importante actividad mercantil y un gran número de ilustrados magnates asentados en la ciudad, daría paso en los primeros años del siglo XIX a una ciudad convertida en cuartel general del ejército francés durante la Guerra de la Independencia, bajo el reinado de José Bonaparte (18101812).

Durante el reinado de Fernando VII (18141833), en el periodo del trienio liberal (1820-1823), El Puerto es nuevamente ocupado y tomado como cuartel general por tropas de la Santa Alianza, ejército francés conocido por los Cien Mil Hijos de San Luis, al mando del duque de Angulema, con el fin de acabar con la resistencia liberal refugiada en Cádiz y libertar al rey Fernando VII. Liberado el rey, éste desembarca en El Puerto y deroga la Constitución de 1812, imponiendo de esta forma el poder absoluto de la corona.

Siglo XX

Tras un fuerte período de recesión con la perdida de las últimas colonias de ultramar del imperio español, en el siglo XX se optó por nuevas vías para la expansión económica y para ello se explotó el comercio del vino con prestigiosas bodegas instaladas en la ciudad.


Monumentos históricos


En la arquitectura de El Puerto de Santa María han dejado constancia las civilizaciones que han habitado la ciudad, tanto en edificios religiosos como civiles, con influencias tanto de romanos como árabes, etc. En el patrimonio histórico-artístico de la ciudad pueden observarse varios estilos como gótico, mudéjar, barroco, rococó, neoclasicismo, etc.

Iglesia Mayor Prioral


Se levanta en la parte alta de la ciudad, y su fábrica está documentada desde el año 1486, coincidiendo con la etapa de apogeo constructivo que fomentan los Duques de Medinaceli, señores jurisdiccionales de la entonces villa y promotores de esta obra. Como la mayoría de los grandes edificios de esta zona y la propia Catedral de Sevilla, la iglesia se construye con piedra arenisca procedente de la sierra de San Cristóbal. En el año 1493 el templo ya se encontraba abierto al culto, aunque aún tardaría años en concluirse.

Del interior de la iglesia, donde existen muchas e interesantes obras de arte, se pueden destacar el magnífico retablo de plata mexicana realizado en 1682 por el platero José Medina en San Luis de Potosí (México), situado en la Capilla del Sagrario; el retablo barroco del siglo XVI de la Capilla de la Virgen de los Milagros, de la escuela de Pedro Duque Cornejo; la sillería del Coro, atribuida a Juan Bautista Vázquez El Joven, y el baldaquino monumental de estilo neoclásico levantado en el centro del presbiterio a finales del siglo XVIII por el reconocido arquitecto local Torcuato Benjumeda.

Castillo de San Marcos


El Castillo de San Marcos de El Puerto de Santa María se construye a partir de una antigua mezquita islámica que se transforma en iglesia fortificada en tiempos de Alfonso X El Sabio hacia el año 1264, Aún se conservan el muro de la quibla donde se situaba el mihrab y el aspecto almohade de la construcción.

Monumentos religiosos


  • Monasterio de la Victoria, antiguamente usado como prisión, el Penal de El Puerto
  • Ermita de Santa Clara
  • Convento del Espíritu Santo, ss. XV-XIX
  • Convento de San Francisco (s. XVI)
  • Convento de San Agustín. S. XVI.
  • Convento de la Concepción. S.s. XVI-XVIII.
  • Convento de Santo Domingo. S. XVII.
  • Convento de Las Esclavas. S. XVIII.
  • Convento de las Capuchinas. S. XVIII.
  • Convento de Las Carmelitas. S. XIX.
  • Iglesia de San Juan de Dios. S.XVII.
  • Iglesia de San Joaquín. S. XIX.
  • Hospital de la Divina Providencia. S. XVIII.
  • Ermita de los Caminantes. S. XVIII.
  • Capilla de la Aurora. S. XVIII.

Palacios



Otros Monumentos



Economía


Su principal actividad económica ha sido tradicionalmente la pesca y las industrias relacionadas con dicha actividad, como las conserveras, rederías, salinas, etc.; si bien actualmente es destacable el sector terciario y, dentro del mismo, el turismo internacional y el nacional o de veraneantes, que principalmente es de playa durante todo el
castillo Sta. Catalina, Cádiz
verano. También destaca la industria vitivinícola, fundamentada en la producción de
Vino Fino de gran calidad y alto prestigio internacional de la denominación de origen "Jerez-Xeres-Sherry". Las principales bodegas de la ciudad son: Osborne, Terry, Caballero, 501, Gutiérrez Colosía, Grant y Obregón. 


La Plaza de Toros


La ciudad de El Puerto siempre tuvo gran abolengo taurino; ya en el siglo XVIII se celebraban corridas en la Plaza de las Galeras, habilitada a tal efecto, y en 1768 tuvieron lugar diez corridas a beneficio del Hospital de Nuestra Señora de los Milagros. En 1802 se construye otra plaza, en el mismo lugar, que se incendia el 13 de septiembre de 1813, siendo reconstruida y durando hasta 1842, para ser reedificada y reformada en varias ocasiones hasta 1876. La actual se inaugura el 5 de junio de 1880, con un festejo taurino con la participación de los toreros Gordito y Lagartijo, con toros de la ganadería de Atanasio Fernández.

En el pasillo de la puerta principal, luce un mosaico con la siguiente inscripción de una frase atribuida a Joselito "El Gallo" que comentó cuando se discutía en una tertulia sobre la mejor plaza de toros: “QUIEN NO HA VISTO TOROS EN EL PUERTO, NO SABE LO QUE ES UN DÍA DE TOROS”.


Playas


El Puerto de Santa María dispone de varios kilómetros de playas. Son de arena dorada y fina, con agua cristalina. 


Gastronomía


La gastronomía local toma los productos de la tierra de sus huertos y viñas, y del mar con sus pescados y mariscos. Es rica y variada, pues aunque la mayoría de los platos pueden basarse en pescados y mariscos, dado que es una población marinera, de los cuales ofrece una amplia de gama de productos del mar con gran variedad de pescados como las acedías, mojarras, urtas, robalos, doradas, caballas, lenguados capturados en el litoral, componen platos como los fritos tales como "pescaíto frito", puntillitas; guisos como la Raya al pan frito o sopas a base de pescado como la caballa con fideos.

En esta localidad se encuentra uno de los cocederos más afamados de España, "El Romerijo".

Tortillitas camarones
  • Piriñaca: Se trata de un picadillo (ensalada) a base de tomates, pimientos, cebolla, aceite y vinagre de la zona. Puede agregarse melva o caballa.
  • Caldillo de perro: Es un caldo a base de pescadilla, ajo y cebolla, al cual se le rocía el zumo de naranja agria.
  • Ortiguillas: Es un plato que consta de un tipo de anémonas enharinadas y fritas.
  • Raya al pan frito
  • Caballa o Lenguado con fideos
  • Malarmaos a la sal
  • Ostiones fritos
  • Panizas fritas: Son unas tiritas de harina de garbanzo y fritas (como churros)
  • Vinos de la región
  • Tortillitas de camarones
  • Ajo caliente

El vino y sus bodegas


El vino es una tradición en la ciudad, la mayoría de las bodegas de la ciudad nacieron a partir de la extensión industrial del Siglo XIX. La ciudad es conocida en España, Europa y el resto del mundo como un centro de producción de jerez, uno de los vinos más gustosos para tomar como aperitivo. El Puerto de Santa María es una de las localidades pertenecientes al triángulo de Sherry, un área conocida por su excelente producción de vino: El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera. Las tres localidades que configuran la zona de crianza de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry.

( De Wikipedia y otras fuentes)




Cádiz, Playa
En el penúltimo día de nuestro viaje, en las proximidades de Cádiz capital, no pudimos obviar una visita no solamente a la ciudad –bien conocida excepto para nuestra hija Katia--, sino un encuentro con el ilustre militar y profesor egregio, Don José Manuel Sánchez Gey, quien desde su nonagenaria atalaya en la vida sigue siendo reclamo y paradigma para muchos que, como el autor, recuerdan con nostalgia aquellos tiempos de Milicias Universitarias en Montejaque, de los que se ha cumplido la pasada anualidad el cincuentenario de la XXI Promoción (años 1963/64, Compañías 4ª y 1ª de la 1ª Agrupación).

El Encuentro
Así que, como la distancia no era nada importante, desde Arcos de la Frontera tomamos la autovía que lleva hasta Xerez y desde esta ciudad de las bodegas, por la A-4, en tramo que no demanda el pago de peaje, recorrimos los treinta y tantos kilómetros que permiten alcanzar la “tacita de plata”.

A mediodía, más o menos, nos presentamos en casa del “Capitán General”, en la que saludamos a su hijo Ernesto –el menor de su larga saga— y le presentamos a nuestra hija Katia, aún no conocida por el anciano/joven militar.

Katia, castillo Santa Catalina
Nuestra hija admiró y se embelesó con las preciosas vistas y panoramas que se contemplan desde la atalaya que es la casa del “Capitán general”, en la planta undécima de un edificio situado precisamente sobre el castillo de Santa Catalina, y varias fotos dejaron constancia de las bellezas del lugar, mientras gozábamos de la charla afectuosa y siempre grata de quienes ya hemos pasado a ser “cuasi familia”.

En esta ocasión desechamos almorzar juntos, porque teníamos otros proyectos, de manera que dimos un amplio paseo en coche por el casco antiguo, circunvalándolo, para continuar camino del Puerto de Santa María.

En “el Puerto”, que así lo llaman los lugareños, como era la hora de
la comida, nos dirigimos hasta “El Romerijo”, emblemático restaurante de tantos y tantos años, en el que nos deleitamos observando las vitrinas repletas de marisco y elegimos para nuestro condumio unas cigalas de la bahía, langostinos de Sanlúcar, quisquilla gaditana y unos percebes de Galicia, que se ofrecían a buen precio.

Acomodados en la mesa (el sistema de este restaurante consiste en que el comensal elige su marisco y después accede a la mesa, en la
que el camarero sirve la bebida y los demás platos de pescado –muy variados— que se soliciten), y con un buen vino blanco gaditano, nos deleitamos consumiendo tan exquisitos mariscos y hasta alargamos nuestra comida con unas tortillitas de camarones que en este lugar son de un sabor especial.

De esta guisa, de junto a la ría de San Pedro (nombre que el río Guadalete adopta en “El Puerto”) partimos en dirección a Sevilla, por la A-4, hasta enlazar en la capital andaluza con el tramo de la misma autovía A-4 que  sigue en dirección Madrid.

Ya estábamos algo saturados de visitar ciudades, por lo que obviamos
entrar en Écija y Carmona, dejándolas para otra ocasión, y, tras comprar una buena garrafa de aceite de oliva de la zona de primera presión –turbio, pero que ha resultado delicioso- llegamos a nuestro hotel de Córdoba, en la entrada de la ciudad.

Aún tuvimos tiempo de salir por la noche para pasear por la marginal del río Guadalquivir, cruzar el puente romano, bordear la Catedral-Mezquita y el Alcázar de los Reyes Cristianos, perdiéndonos por los vericuetos de la Judería, con paradas para admirar la castiza belleza de varios patios.

Fue una auténtica maravilla recorrer todo ello a la luz de la luna con la adecuada iluminación de los monumentos, y constituyó sin duda el digno colofón a unos días de viaje, cruzando “la piel de toro”, la península ibérica, por el Sur.

Ahora correspondía retornar a Valencia, lo que hicimos al siguiente día, circulando por la misma A-4 junto a lugares tan históricos como Bailén, las Navas de Tolosa, y ciudades como Andújar y Bailén hasta dejar Despeñaperros y adentrarnos en La Mancha, por Santa Cruz de Mudela, Valdepeñas, hasta Manzanares, punto en el que ya nos dirigimos hacia el Este, por la A-43, que enlazando con la A-3 nos entregó en Valencia al anochecer.

Habían sido 3.500 kilómetros en total, una Navidad en pequeña familia en Portugal, muchas ciudades y panoramas, en fin, una delicia, para cuya constancia se ha escrito este relato y los siete precedentes, deseando al viajero que quiera repetirlos que goce de la suerte, la armonía y la belleza disfrutada por los protagonistas del presente.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA