THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

martes, 13 de julio de 2010

VIAJES A RUSIA: LA REPÚBLICA DE KARELIA (I)

"Carelia (o Karelia) es un área geográfica situada en el noreste de Europa, que en la actualidad está dividida entre Finlandia (regiones de Carelia del Norte y Carelia del Sur) y Rusia (República de Carelia y Oblast de Leningrado).
En los idiomas carelio, finés y estonio, Carelia se llama
Karjala (pronúnciase: Káryala); en ruso Карелия (Kareliya), y en sueco Karelen. La etimología deriva de la palabra "karja" que significa "ganado, manada, grupo de gente." El prefijo -la designa una "tierra" y es común en topónimos (p. ej., "Kalevala").

Históricamente, partes de Carelia han pertenecido a Suecia, Novgorod y Rusia, y administrativamente nunca han formado un área unida.
Historia

Suecia y la República de Novgorod lucharon por Carelia e Ingria en el siglo XIII. El Tratado de Nöteborg en 1323 dividió Carelia entre las dos. Víborg (en carelio: Viipuri) se convirtió en la capital de la nueva provincia sueca.
Durante el período del Imperio sueco se estableció el lago Ladoga y el río Sestra en el istmo de Aunis como frontera entre Rusia y Suecia.
El Tratado de Nystad de 1721, entre el Imperio ruso y Suecia, concedía la mayor parte de Carelia a Rusia. En una guerra de revancha, la Guerra de los Sombreros, los rusos lograron avanzar sus posiciones dominando casi la totalidad del territorio.
Tras la conquista de Finlandia por Rusia en la Guerra de Finlandia, partes de las provincias cedidas (Antigua Finlandia) se incorporaron al Gran Ducado de Finlandia. En 1917 Finlandia alcanzó la independencia y la frontera se confirmó mediante el Tratado de Ta
rtu de 1920.
Tras el final de la Guerra Civil Rusa, y el establecimiento de la Unión Soviética en 1922, la parte rusa de Carelia se convirtió en la República Autónoma Carelia en 1923.
En 1939 la Unión Soviética atacó Finlandia, dando comienzo a la Guerra de Invierno. Los fineses combatieron con bastante éxito en el norte de Carelia, logrando penetrar la Carelia Blanca. Pero en el istmo de Carelia (o istmo de Aunis), las tropas rusas penetraron las defensas finlandesas. En la Paz de Moscú la mayor parte de la Carelia finlandesa fue entregada a la URSS. Más de 400.000 personas, casi el total de la población de Viipuri (Víborg), huyó y tuvo que ser realojada.
En 1941 aprovechando el ataque del llamado Tercer Reich a la URSS, Carelia fue reconquistada durante tres años (1941–1944) en la Guerra de Continuación, en los que también Carelia Oriental fue ocupada por los finlandeses.
Al concluir la Segunda Guerra Mundial en 1945 la casi totalidad de Carelia fue reincorporada a la URSS e incluida en la República Socialista Soviética de Rusia con el nombre de República Autónoma de Carelia teniendo por capital a la ciudad de Petrozadovsk.
El pequeño sector de Carelia que ha quedado en posesión de Finlandia pertenece a las provincias de Finlandia Oriental y Finlandia Meridional, y las regiones de Carelia del Norte y Carelia del Sur. Las ciudades más importantes en la parte finlandesa de Carelia son Lappeenranta, Joensuu e Imatra.
Características

La República de Karelia tiene una población de 707.000 habitantes. Su territorio ocupa 172.400 km². A efectos comparativos su superficie es similar a la de Uruguay.
Su única frontera internacional es al oeste con Finlandia. También limita al norte con el Oblast de Múrmansk, al este con el Oblast de Arjánguelsk, al sudeste con el Oblast de Vologda y al sur con el Oblast de Leningrado.
La región, muy llana y de relieve glaciar, cuenta con gran abundancia de lagos (entre los que se destacan el Ladoga y el Onega) y bosques de coníferas.
Su economía se basa en la explotación forestal, la pesca, el aprovechamiento de canteras de granito y mármol y la energía hidroeléctrica.
El nombre del país deriva de la población finesa de los carelios que lo habitó mayoritariamente hasta 1939; hacia 1920 y hasta 1939 la región del istmo de Aunis donde se encuentra Vyborg/Viipuri perteneció a Finlandia. Tras la invasión por parte de la URSS estaliniana, casi la totalidad de la población (unas 400.000 personas) se refugió en la vecina Finlandia, en la actualidad la mayor parte de los habitantes es de origen ruso.

(Diversas publicaciones en Wikipedia)

Nuestra visita a la República de Karelia fue una continuación de nuestra estancia en San Petersburgo, pues en esta capital nos recogió nuestro sobrino Sasha (Alexander) con su esposa Anna, residentes en Karelia, concretamente en Kondopoga; y después de pernoctar en su casa, un adecuado apartamento cerca del río Fontanka, en el caso urbano de Píter (que así llaman los de la región a S. Petersburgo), salimos hacia nuestro destino en la república kareliana.
La carretera desde San Petersburgo es muy similar a las de los países de la exURSS, especialmente a las de Rusia y Ucrania. Hay tramos nuevos buenísimos, en los que la gente corre que se las pela si tiene coche moderno, y otros tramos llenos de baches (los pot hole británicos), rugosidades, cruces mal señalizados, cuestas en las que vetustos camiones crean interminables colas y zonas modernas de aparcamiento de grandes camiones que se dirigen casi todos desde Moscú a Murmansk. Hay que ser de una pasta especial para conducir por esas carreteras, y hay que tener una especial habilidad para no ser detectado por los muchos radares manuales con que la policía controla determinadas zonas y para no destrozar la suspensión del vehículo.
(Karelia, su situación y sus lagos)
El trayecto desde San Petersburgo hasta Kondopoga es de unos 475 kms. y transcurre bordeando por el sur el lago Ladoga, hasta llegar a cruce de Volkov, población en la que existe un bonito monasterio llamado Skurina Gorka, con unas preciosas vistas sobre el río Volkhov, que es de mucha anchura en el lugar, por existir una presa para una estación eléctrica.
Retornando a la carretera principal (la E-105) se sigue bordeando el Ladoga hasta llegar a Lodeynole Pole, cruzar el río Svir y penetrar en la República Autónoma de Karelia, según anuncia un arco sobre la carretera.
En un principio, Karelia semeja similar al Oblast (región) de Leningrado por el que habíamos circulado desde San Petersburgo, pero poco a poco la carretera, con grandes rectas, va penetrando en unos tupidos bosques de abedules que flanquean la ruta casi hasta el infinito.
A todo esto, a ambos lados de la carretera, en las zonas libres de bosques, van apareciendo lagos de gran belleza y poblaciones como Svyatozhero, con un magnificente monasterio junto a un gran y precioso lago, y Pryazha, alcanzándose a la altura de Petrozavodsk –la capital de la república— la costa del lago Onega.
Desde la capital hasta Kondopoga, nuestro destino, unos 50 kilómetros (algo menos de una hora de viaje, porque la carretera era muy medianeja), el paisaje boscoso llega a ser bellísimo.
La estancia en Kondopoga resultó confortable, pues nuestro sobrino nos alojó en su casa y nos atendió con todo afecto, junto con su familia, recordando siempre que cuando ellos habían estado en España –en Port-Saplaya-Valencia— habían recibido las lógicas atenciones por nuestra parte.
(Calle en la zona)

Después de un buen descanso, el siguiente día comenzó el periplo “familiar”, pues había que ir saludando a las “primas” de mi esposa (mucho mayores que ella, pero ciertamente primas hermanas, por ser hijas de hermanas de su madre), con la delicia de una abundantísima comida casera, en la que abundaban las especialidades de todo tipo (que no voy a detallar) y mucho vodka también.
Como realmente la costumbre en Rusia, y en tantos otros países, es la de hacer una comida fuerte al día, esos banquetes pantagruélicos nos venían muy bien para evitar más excesos por la noche.
Otro día fuimos invitados por otra sobrina a visitar el palacio de la Música de Kondopoga, una magnífica construcción financiada por la factoría de pasta de papel que constituye la principal actividad de la zona (tal vez como desagravio por la indudable contaminación), en cuyo palacio se nos ofreció un concierto de órgano y piezas
Palacio música Kondopoga
operísticas, por parte de varios re-sobrinos que habían estudiado estas especialidades y que formaban parte de la afamada orquesta y del renombrado coro de la población.
Y aún hubo otras comidas, todas con muchos pelmenys, kotelettes, dulces, pasteles, especialidades de la región, y vodka, vodka, vodka.
Al norte de Kondopoga se nos llevó a visitar unos hermosísimos parques naturales, con bosques inmensos, ríos, cascadas y lagos que nos parecieron una auténtica maravilla, sorprendiéndonos la abundancia de turistas de Rusia y de la vecina Finlandia.
Esta primera fase de nuestra estancia en Karelia estaba resultando, ciertamente, muy atractiva e interesante.
Y todavía nos faltaba lo mejor…
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

martes, 6 de julio de 2010

VIAJES POR RUSIA: SAN PETERSBURGO (II)

"Hay muchos museos en San Petersburgo. Los más destacados son el Museo del Hermitage y el Museo Ruso.
El Centro histórico de San Petersburgo fue designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En la arquitectura se nota la influencia italiana en el siglo XVIII, y en menor medida la francesa. Las celebraciones del tricentenario de la ciudad, en 2003, coincidieron con una cumbre del G8.
(Estatua del zar Pedro I, junto al Hermitage y frente al río Neva)Esta ciudad cuenta con innumerables muestras de arquitectura barroca y neoclásica, numerosos templos que, aunque en la era soviética fueron empleados como almacenes, se conservan fantásticamente, por ejemplo, la catedral de San Isaac, museo desde 1931, famosa por su cúpula dorada, que se alza entre edificios señoriales sobre el río Neva.
Se puede mencionar, entre muchos otros, los siguientes edificios o monumentos:
• la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo;
• la Catedral de San Isaac;
• la Catedral de la Santa Trinidad de San Petersburgo;
• el Monasterio de Alejandro Nevski;
• el Monumento a la Tercera Internacional;
• el monumento a Anatoli Sobchak, el primer alcalde de Leningrado moderno, inaugurado el 12 de junio de 2006.
Entre los conjuntos monumentales ubicados en los alrededores de la ciudad se destacan el Palacio Pávlovsk, el Palacio Peterhof, Tsárskoye Seló y el Palacio Konstantínovski.”
(De Wikipedia)


Recorrer San Petersburgo (lo esencial) a pie, guiados por nuestro sobrino Viktor, fue una muy grata experiencia, pese a que el itinerario, de unos 20 kilómetros, más o menos, resultara pesado por el calor y cansado por nuestra cierta falta de hábito.
Comenzamos por desplazarnos desde Nevskiy Prospekt (la preciosa avenida del Neva), de estilo europeo de finales del siglo XIX y principios del XX, bordeada de joyas arquitectónicas tan bellas como la Basílica catedral de la Virgen de Kazan (foto a la izquierda); la maravillosa iglesia de San Salvador de la Sangre Derramada --una basílica de formas bizantinas, con policromías y mosaicos multicolores (muy al estilo de la catedral de Moscú), que en cada una de sus fachadas ofrece impresionantes, por lo bellas, composiciones artísticas y arquitectónicas, en cuya catedral fue asesinado precisamente el zar Alejandro II--, y que se destaca al fondo del canal Griboyedova; los diversos museos y palacios, el mercado, etcétera.
(Basílica del Salvador de la Sangre Derramada)
Tomamos después el metro (bellas estaciones y buen servicio, como en tantas ciudades exsoviéticas) para desplazarnos hacia el Este, donde visitamos el palacio en el que Lenin estableció su primer gobierno, los monasterios del alrededor, y en un trolebús atestado de gente (tan atentos con nosotros, por nuestra pinta de turistas, que nos cedían el asiento) retornamos al centro, para seguir visitando más palacios y monasterios, a los que no me refiero en concreto, porque ya al principio se inserta una reseña de ellos.
Pero la mayor y más impresionante experiencia la constituyó la visita al Museo Hermitage.
No voy a extenderme en narraciones concretas sobre la extraordinaria belleza de sus contenidos, de sus salas de pinturas, de sus salas de esculturas, de sus salas de metales y minerales preciosos.
(Collage que recoge la torre de la catedral de San Isaac, silueta de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, Plaza del Palacio de Invierno con el obelisco, fachada del Palacio de Invierno, Fuentes del palacio de Verano en Petergof y vista nocturna de la Avenida Nevskyi)
Nuestro guía y pariente nos informó que si nos deteníamos solamente treinta segundos delante de cada una de las obras de arte, precisaríamos ¡nueve meses! para recorrer todo el museo. Así que le rogamos que nos dirigiera a las salas de los pintores españoles, flamencos e impresionistas, en las que nos hartamos de contemplar tantas y tantas obras maestras, para llegar después a la famosa escalera del palacio en la que Lenin protagonizó en 1917 el asalto para derribar la monarquía zarista e instaurar el comunismo.
Y seguimos por las salas del ámbar, y de la malaquita, y de la plata, y del oro. Y por la galería de los retratos de los zares, de los generales, de las zarinas, las pinturas sobre las batallas… Inenarrable…
Emocionados por la impresión de lo visitado (habíamos empleado ocho horas en contemplar, “al trote”, apenas si una pequeña parte del museo), quedamos emplazados para volver el siguiente día, si era posible, que no lo fue, porque hubimos de salir ya hacia la República de Karelia, al norte.
(Vista nocturna del Hermitage desde el río Neva)
Nos quedamos algo frustrados por no haber podido visitar más el Hermitage y la ciudad, pero satisfechos, porque habíamos alcanzado la decisión de que habíamos de volver, y con mucho más tiempo.
Probablemente habré omitido la mayor parte de los palacios y lugares que visitamos, aunque sí destaco la bella experiencia que nos supuso el siguiente día dar un paseo de más de tres horas por los canales y ríos de San Petersburgo, que nos permitió contemplar más y más palacios y monumentos y parques, y convencernos de que esta ciudad es llamada, con razón, la de los mil canales.
(Fortaleza de San Pedro y San Pablo)
Obvio es que San Petersburgo es la ciudad a la que siempre hay que volver, porque además sus gentes son amables, serviciales y saben que el turismo es una de sus fuentes de ingresos.
Yo comenté con mi esposa que de entre las muchas ciudades europeas que habíamos visitado, San Petersburgo quedaba situada entre las primeras en belleza e interés.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

lunes, 5 de julio de 2010

VIAJES A RUSIA: SAN PETERSBURGO (I)

"San Petersburgo (en ruso: Санкт-Петербург, es la segunda ciudad en importancia de Rusia, con 4.600.310 habitantes (2010) y un área metropolitana de 5,85 millones. Está enclavada en la Región de Leningrado, nombre que compartía con la ciudad durante la época soviética (1924–1991). Los otros nombres de la ciudad fueron Petrogrado (Петроград, 1914–1924) y Leningrado (Ленинград, 1924–1991).
Fue fundada por el zar Pedro el Grande el 16 de mayo de 1703 con la intención de convertirla en la "ventana de Rusia hacia el mundo occidental". A partir de entonces se convirtió en capital del imperio ruso durante más de doscientos años hasta que tras la revolución rusa la capital del país regresó a Moscú.
Actualmente San Petersburgo es la segunda ciudad más grande de la Federación Rusa y una de las ciudades más grandes de Europa. El centro de la ciudad es considerado por la Unesco, patrimonio de la humanidad. San Petersburgo es además sede de la corte constitucional de Rusia.
EtimologíaEl nombre de San Petersburgo es de origen alemán, y significa "ciudad de San Pedro". Pedro el Grande la nombró así en honor a su santo patrono, rechazando el de Petrograd, que, en su honor, quisieron darle sus súbditos alemanes, que había contratado para construir y trabajar en los astilleros y la ciudad. Coloquialmente los peterburgueses y rusos en general llaman a esta metrópolis Peterburg o de manera aún más familiar Píter.
HistoriaFue fundada por el zar Pedro el Grande el 16 de mayo de 1703 con el propósito de deslocalizar la capital, y de hecho fue capital de Rusia de 1712 a 1918. Por ello y por su ubicación geográfica le dio el sobrenombre de "La ventana a Europa". Pedro había vivido y estudiado en los Países Bajos por algún tiempo, por eso decidió bautizar su nueva ciudad con un nombre derivado del holandés "Sint Pietersburg": Sankt Piterburj; pero pronto se germanizó a Sankt Petersburg.
Anteriormente en la misma desembocadura del Neva los suecos tenían una fortaleza llamada Nyenskans ("Nevanlinna" en finés) y un arrabal llamado Nyen. Todo el entorno geográfico de la desembocadura del Río Neva estaba ocupado por marismas antes de la construcción de la ciudad.
A fines del siglo XVII, Rusia veía estancado su crecimiento económico por no tener salida al mar. El sueño del joven zar, Pedro el Grande, era corregir la situación abriendo una “ventana a Europa”. Dado que no podía hacerlo por el sur, pues el Imperio otomano impedía el acceso al mar Negro, apuntó en dirección contraria, a un territorio de Suecia cercano al Báltico. A fin de materializar sus aspiraciones, en agosto de 1700 declaró la guerra a los suecos, quienes al principio lograron repeler sus ataques. Pero él no se dio por vencido, y en noviembre de 1702 les hizo retirarse del Ladoga, el mayor lago de Europa, que está unido por el Neva al Báltico, del cual dista unos 60 kilómetros. Aunque los suecos se atrincheraron en una fortaleza insular situada cerca del punto donde el río sale del lago, Pedro logró tomar aquella plaza militar y le cambió el nombre a Shlissel’burg.
Posteriormente, una guarnición sueca defendió el fortín de Nienshants, cerca de la desembocadura del Neva. Rusia la derrotó en mayo de 1703 y asumió el control entero del delta. Sin demora, Pedro comenzó a construir una ciudadela en la cercana isla de Zayachy para controlar la boca del río. Así, el 16 de mayo de 1703 —hace poco más de tres siglos— puso la primera piedra de lo que hoy se conoce como la Fortaleza de Pedro y Pablo. Esta es la fecha aceptada de la fundación de San Petersburgo, llamada así en honor del apóstol Pedro, santo patrón del zar.
La construcción de la ciudad bajo condiciones climáticas adversas produjo una intensa mortalidad entre los trabajadores y requirió un continuo aporte de nuevos obreros. Dado que el poblamiento de la región era escaso, Pedro el Grande utilizó su prerrogativa de zar para atraer forzosamente a siervos trabajadores de todas partes del país. Una cuota anual de 40.000 siervos llegaba a la ciudad equipados con sus herramientas y sus propios suministros de comida. Habitualmente recorrían cientos de kilómetros a pie en filas, escoltados por guardas que, para evitar las deserciones, no dudaban en usar la violencia física. Como consecuencia de su exposición al clima, las deficientes condiciones higiénicas y las enfermedades, la mortalidad durante estos primeros años fue muy elevada, llegando a perecer año tras año hasta el 50% de los trabajadores que llegaban.
Dado que la construcción de la ciudad comenzó en tiempo de guerra, el primer edificio nuevo de la ciudad fue un fuerte militar que se llamaría Fortaleza de San Pedro y San Pablo y que se levanta aún sobre la isla de Zaiachiy en la ribera derecha del río Neva. Los diseñadores de la nueva fortaleza eran ingenieros alemanes invitados por el propio Zar, pero la mayor parte de la mano de obra la pusieron los siervos rusos. Así como las labores de drenaje de los alrededores del río y los palacios y otros edificios de piedra de las afueras (...) que era la ciudad más artificial del mundo, diseñada para convertirse en la capital de Rusia. Podríamos hacer una comparación con Brasilia, Brasil, diseñada para un propósito similar pero en otra época y en otro estilo. Otra ciudad con relativo paralelismo es Venecia, en la cual se inspiró también el zar Pedro, que prohibió los puentes permanentes sobre el Neva para que se asemejase al Gran Canal y fomentó la construcción de canales en las calles siguiendo el patrón de Ámsterdam.
Desarrollo como capital
Pese a los inconvenientes de su ubicación en el lejano norte —en la misma latitud que hoy ocupa Anchorage (Alaska) —, el zar siguió adelante con su empresa. Trajo la madera de la región del Ladoga y de Novgorod. Las piedras para las edificaciones las obtuvo de diversos modos. Uno de ellos fue establecer que todo ruso que introdujera productos comerciales en la localidad aportara unas cuantas a modo de cuota. Además, prohibió hacer viviendas de este material, primero en Moscú y luego en el resto de su imperio, lo que indujo a los albañiles desempleados a mudarse a la nueva población. Según la
Bol’shaya Sovyetskaya Entsiklopedia (La gran enciclopedia soviética), los trabajos marcharon “a un ritmo vertiginoso para la época”. No tardaron en aparecer canales de drenaje, pilotes, calles, casas, iglesias, hospitales y oficinas del gobierno. El mismo año de la fundación se iniciaron las obras de un astillero, conocido como el Almirantazgo, que llegaría a ser el cuartel general de la armada rusa.
En 1710 se comenzó el Palacio de Verano, residencia estival de los zares. En 1712, la capitalidad pasó de Moscú a San Petersburgo, y con ella muchas dependencias oficiales. El primer palacio de piedra, construido en 1714 y aún en pie, tenía por ocupante a Aleksandr Menšikov, primer gobernador de la zona. Aquel mismo año se colocaron en la Fortaleza de Pedro y Pablo los cimientos de la catedral de igual nombre, cuya imponente aguja dorada se distingue en la silueta urbana. También se erigió a orillas del Neva el Palacio de Invierno, que fue reedificado en diversas ocasiones. Más tarde se levantó en su lugar el actual, que cuenta con unas mil cien habitaciones y que hoy forma parte de un céntrico museo estatal, el famosísimo Hermitage.
En su primer decenio, San Petersburgo registró un asombroso crecimiento, al grado de estimarse en 34.500 el número de edificios existentes en 1714. Siguieron añadiéndose palacios e inmensas construcciones, muchas de las cuales evidencian el gran influjo de la religión en la historia de Rusia.
Entre ellas figura la catedral de Kazán, con su columnata frontal en semicírculo. Su imponente presencia contribuye a que la arteria más famosa de la ciudad, la Nevskij Prospekt, sea considerada una de las más grandiosas avenidas del mundo. De fecha posterior es la catedral de san Isaac, edificada sobre 24.000 pilotes hundidos en suelo pantanoso y que ostenta una enorme cúpula revestida de 100 kilos de oro puro.
La arquitectura también avanzó a pasos agigantados en el extrarradio. Así, en 1714 se empezó a edificar una residencia para el zar, el Gran Palacio, en Petergof (hoy Petrodvoriets). Al mismo tiempo, en la cercana localidad de Tsárskoie Seló (hoy Pushkin) se construía el suntuoso Palacio de Catalina, la esposa de Pedro el Grande. En la segunda mitad del siglo XVIII vieron la luz otras dos lujosas mansiones en las afueras: Pavlovsk y Gátchina.
Realzaban la belleza de la nueva capital los centenares de puentes que cruzaban los brazos fluviales y los múltiples canales, los cuales le han ganado el apelativo de “Venecia del norte”. Arquitectos franceses, alemanes e italianos colaboraron con colegas rusos de gran talento para producir “uno de los núcleos urbanos más espléndidos y armoniosos de Europa” (The Encyclopædia Britannica).
Siglos XIX y XX
La abolición de la servidumbre en 1861 por parte del Zar Alejandro II de Rusia provocó una fuerte corriente de inmigrantes pobres provinientes de todas las partes del país. La mano de obra barata permitió un intenso incremento de la industria en la segunda mitad del siglo XIX y San Petersburgo se convirtió en uno de los ejes industriales más grandes de Europa. En consecuencia, surgieron a su vez los movimientos obreros radicales. De hecho, los socialistas fueron responsables de un gran número de asesinatos, entre ellos el del propio zar Alejandro II en 1881.
La revolución de 1905 tras la derrota en la guerra ruso-japonesa comenzó en San Petersburgo y se extendió rápidamente por otras provincias. Como consecuencia el Zar Nicolás II autorizó la creación del primer parlamento ruso o Duma.
Durante la Primera Guerra Mundial, se decidió que San Petersburgo era un nombre demasiado germánico para la ciudad y se le cambió por el de Petrogrado el 31 de agosto de 1914.
En 1917 San Petersburgo vio los primeros movimientos de la Revolución rusa. En primer lugar se destituyó al zar Nicolás II de su cargo y se colocó en la ciudad un gobierno provisional. En octubre una segunda fase de la revolución hizo que el poder pasase a los Soviets y fue formado el primer gobierno soviético de bolcheviques y socialistas revolucionarios (SR) de izquierda. El líder bolchevique Lenin decidió trasladar la sede del gobierno de San Petersburgo a Moscú, por estar más alejada de los frentes de la Guerra Mundial y de los núcleos antirrevolucionarios. Moscú se convirtió en capital desde entonces hasta el día de hoy.
En 1924, tras la muerte de Lenin, San Petersburgo tomó el nombre de "Leningrado" en su honor.
La pérdida de la capitalidad trajo un descenso poblacional a la ciudad, que se redujo a un tercio de lo que era en 1915.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Leningrado fue sitiada por las fuerzas armadas de la Alemania Nazi (Wehrmacht) desde el 8 de septiembre de 1941 hasta el 27 de enero de 1944, un total de 29 meses. Por orden de Adolf Hitler, la ciudad era constantemente bombardeada y sistemáticamente privada de sus suministros. Se calcula que este asedio produjo la muerte de más de 1.500.000 de personas, de las cuales cerca de 1.000.000 eran civiles. El 1 de mayo de 1945 (oficialmente el 8 de mayo de 1965) le fue otorgado a la ciudad el título de Ciudad Heroica.
Tras la guerra la ciudad sufrió la época de las purgas de los dirigentes soviéticos.
Después del colapso de la Unión Soviética el 12 de junio de 1991, el 54% de la población decidió restaurar el antiguo nombre de la ciudad, los de 39 calles emblemáticas y los de seis puentes. Tres meses después también se recuperó el escudo concedido a la ciudad por la emperatriz Catalina la Grande en 1780.
Geografía
San Petersburgo tiene acceso al mar Báltico por la desembocadura del río Neva y es el único puerto de Rusia en el Báltico además del enclave de Kaliningrado. Debido a su ubicación geográfica, a casi 60º latitud norte, entre finales de mayo hasta mediados de julio los días son muy largos y por la noche el cielo no se pone completamente negro, es un fenómeno popularmente conocido como Noches blancas y es especialmente visible en los días despejados y ha sido objeto del cine y la literatura."
(De Wikipedia)

Mi estancia en San Petersburgo fue en el año 2.007.
Me hallaba en Kiev, capital de Ucrania, con mi familia (esposa y dos hijos ucranianos), cuyos antepasados –la madre de mi esposa— eran de origen ruso. Y en la región de Leningrado (capital San Petersburgo) aún residían primas y primos hermanos de mi mujer, y una buena cantidad de sobrinos y descendientes de estos.
Así que nos hicimos el ánimo (quien me conozca sabe que no me cuesta nada ponerme en viaje) y organizamos el desplazamiento a la “ciudad de los zares”.
Viajamos en vuelo de “Aero-Svit”, segunda línea aérea ucraniana, desde el aeropuerto de Boryspil, el internacional de Kiev, hasta el de Pulkovo, en San Petersburgo. Vuelo de menos de dos horas en un avión Boeing 357, con los standards de cualquier vuelo europeo.
Durante el viaje tuve el placer de contemplar desde varios miles de metros de altitud la infinidad de zonas lacustres insertadas como manchas plateadas en el terreno, pues la ruta de la aeronave seguía desde Kiev, por encima de Chernóbil (de infausto recuerdo por el espantoso accidente nuclear), cruzando Bielorrusia, y adentrándose en Rusia por el Sur de la región de Leningrado.
La primera sorpresa, en contraste con lo que acontecía usualmente al arribar al aeropuerto Boryspil, de Kiev, fue la buena organización del aeropuerto ruso Pulkovo, no solamente nuevo y limpio, sino con un ágil sistema de control de pasaportes y visados, y un no menos ágil sistema de aduana (prácticamente control inexistente), de forma que quince minutos después de la llegada ya estábamos en el exterior, donde nos esperaba un muy buen amigo, que nos traslado en su coche hasta el hotel que él mismo nos había reservado en la Avenida Moskovskaya; un remodelado hotel, confortable y no demasiado caro.
Se nos propuso descansar un rato, porque habíamos madrugado bastante para tomar el vuelo, pero como nos acuciaba la curiosidad y las ganas de conocer, al cabo de una media hora, salimos a la calle.
El aspecto de las calles y avenidas de San Petersburgo no difería demasiado de las de Kiev, en Ucrania, es decir, las avenidas principales bastante limpias y cuidadas, con comercios, bancos y edificios bastante restaurados, surcadas por tranvías algo vetustos, en contraste con las calles paralelas, con dignos edificios, pero menor presencia de comercios y algo más de suciedad y peor infraestructura en aceras y cruces.
No obstante, saliendo a la avenida Moskovsky (la Moskovsky Prospekt), previo el cambio de Euros por rublos (algo así como 33 rublos por un euro, eso sí, con control del pasaporte y relleno de varios formularios), tomamos el metro en la estación de Elektrosyla, en dirección a la Fortaleza de Pedro y Pablo, al otro lado del río Neva.
Como ya era tiempo de la comida, entramos en una especie de “burger”, donde mal comimos una especie de bocadillos con tomate y unas cervezas, que nos costaron al cambio (éramos cuatro personas) ¡70 Euros! (Presagio de la carestía imperante en San Petersburgo).
La Fortaleza de San Pedro y San Pablo (de la que se encontrará reseña en otro lugar de este post) destaca junto el río, amplísimo brazo del río, por su torre y sus murallas, rodeadas por un brazo del río a modo de foso. Desde ella, la vista del centro de la capital es majestuosa, con las siluetas de todos los monumentos recortándose a lo lejos.
Hacía calorcillo, unos 22 grados, por lo que, ante el cansancio que notábamos por el madrugón y el viaje, optamos por dirigirnos a casa de uno de los sobrinos, Víktor (¡de casi la misma edad que su tía, mi esposa!) y que nos recibió con la típica fría hospitalidad rusa, es decir, correctísima atención pero sin grandes efusiones, aunque en cuanto nos sentamos para cenar las especialidades preparadas por el ama de casa, bien regadas con buen vodka ruso, aquella aparente frialdad inicial se tornó una entrañable reunión de reencuentro entre familiares que estaban sin verse, y sin casi contactos, más de quince años.
Bien disfrutamos el encuentro, la cena y la reunión, y concretamos que dos días después, Víktor nos acompañaría como guía en una visita por los principales monumentos de Piter, especialmente el muso Hermitage.
El sueño nos invadió en cuanto dejamos caer nuestros cuerpos sobre la cama del hotel.
Las sensaciones eran buenas y prometedoras: Parecía que San Petersburgo era una ciudad muy interesante.

El segundo día de nuestra estancia fuimos acompañados por nuestro buen amigo Igor, quien junto con su mujer, hijos y nuera nos llevaron en su buen automóvil Chrysler hasta Petergof (donde se halla el Palacio de Verano del zar Pedro, denominado Petrodvoriest), un suntuoso palacio rodeado de bellos jardines, y con múltiples avenidas y fuentes, de entre las que destaca la del tablero de ajedrez, o el árbol irrigante, o las fuentes de los dorados, todo ello muy al estilo de Versalles (tal vez más parecido aún al palacio Linderhoff, de Luis II, en Baviera); para seguir por el suntuoso palacio de Catalina, la esposa de Pedro el Grande.
Ya de regreso al centro de la ciudad, fue obligada una visita a la catedral de San Isaac, desde cuya cúpula es una maravilla contemplar San Petersburgo, con los edificios del Almirantazgo, la bella calle Nevsky, el río Neva en toda su amplitud, las estatuas de los distintos zares, etcétera.
Por la noche aún hubo tiempo para salir a dar un paseo por las orilla del Neva, con otros sobrinos, Sasha (Alejandro), que vivían en Karelia, la república autónoma rusa situada al norte de San Petersburgo, a donde proyectabamos desplazarnos cuando acabara nuestra visita a Piter.
Sobre las vistas nocturnas de la ciudad hay que recomendar, claro, un paseo por las riberas del río para contemplar los diversos edificios y palacios iluminados, e inclusive el crucero “Aurora”, anclado cerca de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, que se mantiene como monumento e icono del inicio de la revolución soviética.
El día había resultado tan interesante que en nuestro hotel no pudimos menos que comentar con cierta sorpresa que estabamos en una bellísima capital, con monumentos excepcionales y de un corte muy europeo.
Las experiencias de los dos siguientes días merecen ser narradas en otros posts.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

viernes, 18 de junio de 2010

AVENTURA MEXICANA (IV): YUCATÁN: CHICHEN ITZÁ, CANCÚN, TULUM Y EL CARIBE

"Chichén Itzá (maya: Chi'ch'èen Ìitsha' ) es uno de los principales sitios arqueológicos de la península de Yucatán, en México, ubicado en el municipio de Tinum, en el estado de Yucatán. Vestigio importante y renombrado de la civilización maya, las edificaciones principales que ahí perduran corresponden a la época de la declinación de la propia cultura maya denominada por los arqueólogos como el período posclásico.
La arquitectura masiva que ha llegado hasta nuestros días y que hoy es emblemática del yacimiento, tiene una clara influencia tolteca. El dios que preside el sitio, según la mitología maya, es Kukulcán, representación maya de Quetzalcóatl, dios tomado del panteón de la cultura tolteca. Chichén Itzá fue una ciudad o un centro ceremonial, que pasó por diversas épocas constructivas e influencias de los distintos pueblos que la ocuparon y que la impulsaron desde su fundación.
La zona arqueológica de Chichén Itzá fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. El 7 de julio de 2007, fue reconocida como una de las Nuevas Maravillas del
Mundo.
Desde el 29 de marzo de 2010, el sitio arqueológico de Chichén Itzá es propiedad federal del estado de Yucatán y es administrado por el Patronato Cultur.
Su nombre deriva de las palabras mayas: "Chi" (Boca), "Che'en" (Pozo), "Itz" (Mago, Brujo) y "a" (agua), al unir las palabras se obtiene la boca del pozo de los magos del agua. "En la orilla del Pozo de los brujos de agua" o bien Chichén Itzá Huasteco Ch'iich'en (en estado/apariencia de pájaro), Huasteco Itzam' (Serpiente) Serpiente Emplumada.
El Castillo y el descenso de Kukulcán
Formación de siete triángulos isósceles de luz en la escalera NNE simulando el cuerpo de una serpiente durante los atardeceres equinocciales, los rayos de luz penetran por la esquina nor-poniente de los basamentos de la fachada ONO.
Los múltiples y monumentales edificios de la gran explanada de Chichén Itzá están presididos por la Pirámide de Kukulcán, llamado por muchos "el Castillo", uno de los edificios más notables de la arquitectura maya. Es una pirámide de cuatro lados que culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata, 91 escalones por lado y 1 más que conduce al templo superior, dando 365 escalones, uno por día del año. Balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán. En estas escalinatas y muy particularmente en sus pretiles o balaustradas, se proyectan durante el transcurso del día equinoccial, las sombras de las aristas de las plataformas o basamentos superpuestos, que integran el gran edificio, configurándose así la imagen del cuerpo de la serpiente-dios, que al paso de las horas parece moverse descendiendo y rematando en la mencionada cabeza pétrea situada en la base inferior de la escalinata.
Es en este juego admirable de luz y sombra, que representa la "bajada" de Kukulcán a la tierra, como quisieron los mayas simbolizar el mandato superior de acudir a la labor agrícola, ante la inminencia de la llegada de las lluvias, al concluir el mes de marzo en que se inicia la temporada de siembra d
e la milpa en la región.
(El juego de pelota)
Es evidente la íntima relación que hicieron los inventores de semejante montaje, de su conocimiento astronómico, aplicado a la arquitectura, en un entorno religioso y para un fin estrictamente político de liderazgo de masas, que debían concurrir puntualmente a la cita de una ardua tarea de supervivencia: la del pesado trabajo agrícola de su cultivo esencial, el maíz, base de su alimentación. Se infiere, por ende, que ese espectáculo que hoy vemos como mágico, tenía que ver con la estabilidad social de los mayas. "

"Cancún (maya: kaan kun, 'olla o nido de serpientes' )?, es una ciudad con desarrollo turístico de nivel internacional certificado por la Organización Mundial del Turismo OMT. Ubicado en la costa noreste del estado de Quintana Roo en el sureste de México, a más de 1.700 km de la Ciudad de México.
De ser una isla de pescadores rodeada de selva virgen y playas desconocidas, en la actualidad es junto con Acapulco el centro turístico mexicano más reconocido en el mundo. Políticamente es la cabecera del municipio de Benito Juárez, del estado de Quintana Roo. La Organización Mundial del Turismo (OMT) a través de su fundación UNWTO-Themis concedió el premio Lo Mejor de lo Mejor "a la excelencia y la gobernanza" al Fideicomiso de Promoción Turística de Cancún el 3 de febrero de 2007.
Se ubica a una distancia de unos 370 km de la capital del estado Quintana Roo —Chetumal—, a 70 km de Playa del Carmen.
Las cinco zonas de Cancún
Actualmente, Cancún se encuentra dividido en cinco zonas principales:
La primera y más importante es Isla Cancún ó Zona Hotelera, donde se concentra la mayor parte de las playas y actividades turísticas por las que es reconocido este destino
La segunda es el centro de la ciudad, la zona urbana donde habita el grueso de la población cancunense. Aquí se localizan la mayor parte de las instituciones políticas, educativas, culturales y de servicios de la ciudad.
La tercera zona, llamada anteriormente Tamtamchen, cuenta con dos muelles principales para embarcarse y cruzar a Isla Mujeres, ubicada a tan sólo 7 km frente al puerto, el cual está dedicado en su mayor parte a la pesca
La Franja ejidal es una zona de asentamientos distribuidos de forma irregular en la parte norte de la ciudad, en los límites municipales de Isla Mujeres. Lo conforman terrenos irregulares ocupados por la parte más pobre de la población, en su mayoría inmigrantes de otros estados de la república.
La quinta zona, es una de las tres delegaciones del municipio Benito Juárez, el ejido Alfredo V. Bonfil. Se ubica a 8 km del centro de Cancún, sobre la carretera federal 307 que va al aeropuerto internacional y a la Riviera Maya. "
(De Wikipedia)


"Tulum o Tuluum fue una ciudad amurallada de la cultura maya ubicada en el Estado de Quintana Roo, al sureste de México, en la costa del Mar Caribe. Es en la actualidad un gran atractivo turístico de la Riviera Maya y junto a ella se encuentra la moderna población del mismo nombre, Tulúm. La ciudad maya se encuentra dentro del Parque Nacional Tulum.
Tulum se encuentra dentro del parque nacional homónimo.
Xel-Há es un parque ecológico ubicado en el estado de Quintana Roo, México. Se caracteriza por una gran caleta en la que el agua de un río se une al Mar Caribe, conformando el espacio idóneo para la convivencia de 70 especies marinas y de agua dulce. Por esta razón Xel-Há es conocido como el acuario natural más grande del mundo."
(De Wikipedia)

El trayecto desde Mérida hasta la ciudad arqueológica maya de Chichén Itzá discurre por una cuidada carretera nacional, que permite recorrer la distancia de algo más de 100 kilómetros en una hora y media.
Chichén Itzá impresiona desde el momento de la llegada, por la magnificencia de sus construcciones, las reminiscencias históricas de todos y cada uno de sus sitios, las remembranzas de la cultura maya, la vinculación a la naturaleza de las civilizaciones que habitaron el lugar, y las extraordinarias vistas que se goza desde las alturas.
Así, recorrer la gran explanada, visitar la zona del Juego de la Pelota, y especialmente subir al castillo, forman parte de los mayores atractivos.
(El Castillo)
Especialmente, remontar hasta lo alto del Castillo por las muchas escalinatas originales, bastante bien cuidadas, permite unas vistas únicas.
Si a ello se añade una correcta explicación de las esencias del lugar, sus historias, leyendas y detalles arquitectónicos, la visita es más que recomendable, necesaria.
En nuestro caso, después de la detenida visita que giramos, pudimos comer en el restaurante bastante selecto de la organización del lugar, degustando nuevamente especialidades mayas, en esta ocasión con predominio mayor de los quesos y productos lácteos.
Después del almuerzo, en el mismo autobús se enfiló por carretera hasta Cancún, cruzando una zona de entre selvas, bosques y manglares, con mucho calor exterior (42º C), por lo que el aire acondicionado resultaba imprescindible.
Después de unas 3 horas de viaje, o sea, unos 250 kilómetros, nuestro grupo llegó a Cancún, alojándonos en uno de los más lujosos hoteles de la playa, que era una delicia de instalaciones, confort, vistas, acceso al Mar Caribe, etc.
Nada más llegar percibimos el especial aroma que desprende el Mar Caribe, que invitó a más de uno a tomarse un relajante baño.
Por la noche, una cena repleta de delicatessen, aunque bastante a la europea, colmó nuestro día de llegada.
La siguiente mañana, nos desplazamos también en autobús a la zona arqueológica de Tulum, visitando el castillo del mismo nombre, que nos llamó especialmente la atención (pese a estar ya un poco saturados de tanta “piedra histórica”) por estar emplazado junto al mar.
Después de la detenida visita –el guía explicó con todo detalle- recalamos en el Parque de Xel-ha, que es una extensión preciosa, con una o varias lagunas en las que hay una enorme variedad de peces y otros animales acuáticos, en medio de una verde naturaleza que puebla una infinidad de iguanas.
Un refrescante baño antecedió a un buen almuerzo en las instalaciones, para un pronto regreso al hotel, en el que por la noche se nos preparó la “cena de despedida”, con una enorme variedad de mariscos, entrantes, viandas, vinos y champagnes, y una orquesta, que nos entretuvo bailando hasta la madrugada.
A la mañana siguiente, el desplazamiento hasta el aeropuerto de Cancún nos permitió la llegada al de México DF, en el que se nos sirvió un muy buen almuerzo, a la espera de embarcar hacia Madrid, lo que aconteció con bastante retraso.
Pero todos habíamos gozado.
Aún recuerdo las frases que pronuncié cuando se me encargó por los organizadores brindar unas palabras de despedida:
“De allende el mar vinimos todos juntos
a conocer de México el latido…”
De verdad que habíamos conocido algo del alma y del espíritu de Méjico, de forma apresurada pero muy intensa, es decir, para quedarnos con las ansias y el deseo de regresar algún día.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

jueves, 17 de junio de 2010

AVENTURA MEXICANA (III).- Yucatán, Mérida

"Yucatán es uno de los 31 estados que junto con el Distrito Federal conforman las 32 entidades federativas de México. El estado se localiza en el sureste de México y en el norte de la península de Yucatán. Se encuentra limitado al norte por el Golfo de México, al sureste por el estado de Quintana Roo y al suroeste por el estado de Campeche.
Antes de la llegada de los españoles a la península de Yucatán, el nombre de esta región era el Mayab. En lengua maya, ma' ya'ab se traduce como unos pocos. Fue una región muy importante para la civilización maya, la cual alcanzó la cumbre de su desarrollo en éste lugar, particularmente durante el denominado período posclásico, aunque los asentamientos mayas más remotos en la región se estiman hacia el siglo III d. C. Hacia el siglo V, los pobladores empezaron a trasladarse hacia el poniente de la península, fundando entre otras ciudades Chichén Itzá, Izamal, Motul, Ek Balam e Ichcaanzihóo (también llamada T'Hó), actualmente Mérida, la capital del estado actual.
Las ciudades mayas de la zona continuaron existiendo después del colapso de las ciudades de la región maya original y algunas de ellas seguían siendo habitadas a la llegada de los españoles a principios del siglo XVI. En la actualidad, se conservan en extraordinario estado un gran número de sitios arqueológicos que abarcan diversos períodos del desarrollo de la civilización maya.9
Desde la conquista española, en la primera parte del siglo XVI, y hasta mediados del siglo XIX la península de Yucatán integrada por los actuales estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, constituyó una sola entidad poítico administrativa, la Capitanía General de Yucatán. En los albores del México independiente, en 1823, se configura una primera República de Yucatán que se adhiere a la República Federal de los Estados Unidos Mexicanos.
El nombre Yucatán, también asignado a la península se originó durante las primeras exploraciones de los conquistadores provenientes de Europa. Son fidedignas las versiones que coinciden en que este nombre habría resultado de una confusión entre los habitantes mayas y los primeros exploradores españoles hacia 1517
Historia
Fue la cultura maya la primera civilización que estableció centros poblados en el territorio de la península.
Muchas ciudades peninsulares actuales en su origen fueron localidades mayas: Mérida (T'Hó), Campeche (Akimpech) o Can Pech, Champotón (Chan Petén), Chetumal (Chaktemal), etc. Del mismo modo, muchos apellidos actuales son heredados del pueblo maya a los yucatecos modernos: Canul, Cahuich, Cohuó, Pech, Chi, Ay, Pat, Ucán, Tzec, Yah, Ixba son apellidos que aún se conservan en pleno siglo XXI y tienen su origen en los antiguos mayas..
Descubrimiento de la península de Yucatán
Al referirse al descubrimiento de la península de Yucatán se habla del evento histórico protagonizado por europeos, por orden y encargo del imperio español, en los albores del siglo XVI, durante el proceso de exploración y conquista de dichos territorios de Mesoamérica. Resulta obvio que el término descubrimiento es utilizado por cuanto a lo que se refiere a los propios españoles que estaban entonces explorando territorios para ellos desconocidos. En sentido estricto, no se puede descubrir un territorio que ya estaba habitado.
La conquista de Yucatán fue consumada dos décadas después de la conquista de México por Francisco de Montejo el Adelantado, su hijo Francisco de Montejo y León "el Mozo" y su sobrino, Francisco de Montejo, el sobrino. El Adelantado había estado en la expedi
ción de Juan de Grijalva y participó también con Hernán Cortés durante la tercera expedición que se convirtió finalmente en la conquista de México. Posteriormente se le encargó la conquista de los mayas del Yucatán, pero fracasó en un primer intento entre 1527 y 1528.
(Montejo, el Hijo)
El Adelantado fue Gobernador de Tabasco y ocupó después el mismo cargo en Honduras y posteriormente en Chiapas. Por estas responsabilidades, le confirió a su hijo del mismo nombre poderes para consumar la Conquista de Yucatán. Su hijo, apodado el mozo, fundó las ciudades de San Francisco de Campeche y también la de Mérida (en honor a la Mérida de Extremadura). Fundada el 6 de enero en 1542 sobre las ruinas de la ciudad maya de Ichkanzihóo (T'hó) , y utilizando para ello la piedra de corte disponible en las edificaciones mayas abandonadas, se hizo el cambio de los poderes de Santa María de la Victoria, Capital de la Provincia de Tabasco hacia Mérida el 11 de junio de 1542. La recién fundada Mérida fue sitiada por las huestes mayas de Nachi Cocom, régule de Sotuta. Allí se libró una batalla definitiva para la Conquista de Yucatán. Con ese triunfo los españoles empezaron a consolidar el dominio de España en la región occidental de la península.
Pacificado el occidente de Yucatán, el Adelantado Montejo, le encargó a su sobrino del mismo nombre, Francisco de Montejo, apodado Montejo el sobrino, la conquista del oriente de Yucatán, que se logró después de sangrientas batallas y culminó con la fundación de la ciudad de Valladolid el 8 de mayo de 1543.
El estado de Yucatán está ubicado en el sureste de México, en la península de Yucatán. La superficie del estado es de 43.379 km²,ubicándolo en el lugar número 20 de los estados de México por superficie y representa, aproximadamente, el 2,21% de la superficie total de todo el país.
Límita al este con el estado de Quintana Roo; al oeste con el estado de Campeche y al norte con el Golfo de México.
Clima
El clima en Yucatán es uno de los más cálidos en México; esto se debe a la ubicación geográfica (se encuentra al sur del Trópico de Cáncer) y la escasa altitud del estado. Las altas temperaturas, sumadas a la precipitación anual (con su mayor intensidad en verano), dan como resultado un dominio mayoritario del clima cálido subhúmedo con aproximadamente el 85% del territorio total del estado donde la temperatura media anual es de 24°C a 28 °C. Este régimen de temperaturas relativamente elevadas es atemperado por los vientos alisios que normalmente dominan en la región, producidos por un sistema isobárico que permite el flujo de viento de las zonas tropicales hacia el Ecuador.
El clima semiseco muy cálido y cálido se distribuye en una franja prácticamente paralela a la costa; cubre una zona de alrededor del 13% del estado y teniendo una temperatura media anual que varía, por lo general, entre los 24 °C y 26 °C, aunque en algunas partes suele ser mayor a los 26 °C, y la precipitación total anual va de menos de 600 a 800 mm cúbicos.
El clima seco muy cálido y cálido es predominante en la zona cercana al Golfo de México, y se expande por el este de Telchac Puerto hasta el oeste del puerto de Progreso con aproximadamente el 2% de la superficie del estado. En éste clima la tempratura media anual varía de 24 °C a 26 °C y la precipitación total anual es menor de 600 mm cúbicos.
Turismo
El turismo en Yucatán representa una actividad económica importante tanto para el estado como para la región y, en términos comparativos, es una de los más dinámicas del país.
El turismo arqu
eológico es, a su vez, uno de los de mayor atractivo del estado; se estima que existen más de 1.600 yacimientos arquelógicos en Yucatán. Entre los sitios arquelógicos de la cultura maya destacan Acanceh, Aké, Chichén Itzá, Dzibilchaltún, Ek Balam, etcétera
(Planta del Henequén)
Debido a los lugares de interés que existen en el estado, a su historia y atractivo arqueológico; también a sus playas, a sus cenotes, reservas naturales, ciudades coloniales, a su gastronomía y a su clima, Yucatán es un competidor de rango internacional en el sector turístico. El estado
Los atractivos culturales son parte de la economía turística de Yucatán. En el estado son de uso común los hipiles (ternos típicos de la región), guayaberas, sombreros de “jipi” (paja muy fina que se industrializa en el estado de Campeche), así como también las hamacas, artículos de madera y otras artesanía.
(De Wikipedia)
...
Mérida, llamada Ciudad Blanca, es la capital del estado de Yucatán, probablemente una de las más antiguas de México, fundada en 1542 sobre los vestigios de la ciudad maya de T'Hó, ya deshabitada cuando los españoles conquistadores se establecieron en la Península de Yucatán.
En 2005 la ciudad contaba con una poblac
ión de 734.153 habitantes, lo que hace de ella el mayor centro de población del sureste mexicano. Mérida es, también, el centro neurálgico de la zona metropolitana en la que se encuentran conurbados tres municipios de Yucatán, conteniendo un total de 897.740 habitantes en el mismo año, la duodécima mayor área metropolitana de México.
(Mérida: Palacio del Gobernador)
En 2000 la ciudad fue nombrada Capital Americana de la Cultura por virtud de su vocación y el impulso notable que ha dado a las actividades culturales. La ciudad ha sido sede de dos encuentros binacionales Estados Unidos - México, el primero en 1999 y el segundo en 2007. En fechas recientes también eventos científicos internacionales se han llevado a cabo en la ciudad de Mérida, como la Olimpiada Internacional de Matemáticas en 2005, la Olimpiada Internacional de Informática en 2006 y la Olimpiada Internacional de Física en 2009.
Gastronomía
Lo que pudiera llamarse gastronomía de Mérida es propiamente la gastronomía de Yucatán. Ésta se distingue dentro de la gastronomía de México porque tiene rasgos y características regionales que la individualizan. No sólo son los condimentos los que la hacen diferente, sino también los otros ingredientes, las técnicas de preparación y las recetas de los platillos. La de Yucatán es esencialmente una gastronomía mestiza derivada de los usos y costumbres de los componentes sociales y culturales de la sociedad yucateca. El uso del maíz, del frijol y de los otros productos agrícolas cultivados en la milpa regional son la base de la comida yucateca. Recuérdese que para el pueblo maya, uno de los componentes del mestizaje de Yucatán, el maíz fue el alimento básico. Ya el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas, dice que el hombre se hizo de maíz.
Hay desde luego otras influencias en la cocina de Yucatán: la europea en lo general (el queso relleno), especialmente la española (los cocidos como el puchero), la caribeña, sin lugar a dudas, la libanesa debido a la inmigración importante de sirio-libaneses durante las primeras décadas del siglo XX y también otras gastronomías mexicanas como la poblana y la veracruzana.
Sitios de interés
Monumento a Gonzalo Guerrero, padre del mestizaje yucateco, ubicado en la Prolongación del Paseo de Montejo, en el norte de la Ciudad de Mérida.
• Monumento a la Patria, monumento esculpido por Rómulo Rozo,(1956).
• Palacio de G
obierno (1892) y su Salón de la Historia.
Catedral de San Ildefonso (1598), la primera de América continental.
Barrio y Templo de San Juan
• Barrio y Capilla de Santa Lucía (1575)
• Barrio y Templo Parroquial del antiguo pueblo de Itzimná (1752)
• Barrio y Templo Parroquial de San Cristóbal (1796)
• Barrio y Templo Parroquial de San Sebastián (1706)
• Barrio y Templo Parroquial de Santa Ana (1733)
• Barrio y Templo Parroquial de Santa Lucía(1575)
• Barrio y Templo Parroquial de Santiago (1637)
• Capilla de Nuestra Señora de la Candelaria (1706)
• Capilla y parque de San Juan Bautista (1552)
• Casa de Montejo (1549)
• Ermita de Santa Isabel
• Antiguo convento de Nuestra Señora de la Consolación (Monjas concepcionistas)(1596)
• Iglesia del Jesús o de la Tercera Orden (1618)
• Templo de San Juan de Dios (1562)

(De Wikipedia)
…..
El viaje desde México DF hasta Mérida, capital de Yucatán, demoró algo más de una hora y un cuarto, en un cómodo avión de la compañía Mexicana.
Nada más abrirse las puertas de la aeronave, tomada tierra en el aeropuerto de destino, un golpetazo de calor nos invadió a todos los viajeros.
(Monumento a la patria)
Ya estabamos advertidos de que en Yucatán íbamos a soportar altas temperaturas y mucha humedad, pero, pese a todo, el contraste entre el clima de México DF y el de Mérida era muy notable.
No obstante los aires acondicionados del autobús y del más que confortable hotel en que nos alojamos en el centro de la capital, el enorme calor nos aletargó a todos.
Hubo que reponer fuerzas ingiriendo abundante agua, y no había más remedio que salir a la ciudad para ir conociendo en visita libre algo de ella.
A primera vista, hubiera podido decirse que Mérida semejaba una aseada capital española de provincias, con sus amplias avenidas, bastantes estatuas, bonitas fuentes, umbrías bien cuidadas y bastantes casas de estilo solariego.
Resultaba, en fin, muy grato el paseo por la ciudad, si el caminar era lento y cansino, para paliar el calor que casi asfixiaba.
Tras un condumio típico en nuestro hotel, a base de productos con queso y algunas tartitas, fajitas y similares, eso sí, muy picantes, se nos llevó a visitar las partes principales de la urbe, especialmente la catedral, el palacio del gobernador, todo ello de la época española, e inclusive recorrer el mercado central, interesante para comprobar el tipo de comida que se vendía: bastantes verduras, mucho pescado, carne de cerdo, conejo y cabra y muchísima fruta, principalmente de tipo tropical.
(Uno de los muchos jardines de Mérida)
Por la noche, la municipalidad de Mérida nos obsequió con una bonita cena-espectáculo, en la que, además de degustar las principales especialidades mayas, pudimos deleitarnos con danzas y cantos típicos de los mayas, bien distintos por cierto de los de los aztecas (en la zona de México DF), pues eran mucho más suaves, dulces, melancólicos y pacifistas.
En general comunicaban sentimientos de una vida más bucólica, agrícola y aldeana.
Ello fue el preludio del trayecto del siguiente día, que iba a llevarnos hasta el Mar Caribe, zona de Cancún, después de visitar Chichén Itzá.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
(Trajes típicos mayas)

miércoles, 16 de junio de 2010

AVENTURA MEXICANA(II): MÉXICO DF

Es interesante incluir la siguiente información, obtenida de Wikipedia:
“La ciudad de México es el Distrito Federal (abreviado "D. F."), capital de los Estados Unidos Mexicanos y sede de los poderes federales de la Unión, y constituye una de las 32 entidades federativas del país. Comúnmente, en el resto del país, a ésta se le llama de manera abreviada "México" o también "Distrito Federal", mientras que en el extranjero suele denominarse simplemente "ciudad de México".
La ciudad de México es el centro político y económico del país. Su área metropolitana es la novena más poblada del mundo, y la más poblada de Norteamérica (distinguir de USA). La ciudad de México ocupa el octavo sitio entre las ciudades más ricas del mundo, al tener un PIB de 315.000 millones de dólares que, según se estima, se duplicará para el 2020, colocándola en el séptimo sitio sólo detrás de Tokio, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Londres y París.
Ocupa una décima parte del Valle de México en el centro-sur del país, en un territorio que formó parte de la cuenca lacustre del lago de Texcoco. La ciudad de México es la ciudad más rica y poblada del país, con más de ocho millones de habitantes en el 2005, y ocupa el segundo lugar como entidad federativa, solamente detrás del estado de México. En su crecimiento demográfico, la ciudad de México fue incorporando numerosos poblados que se encontraban en las cercanías. A mediados del siglo XX, su área metropolitana desbordaba los límites territoriales del Distrito Federal, y se extendía sobre 40 municipios del estado de México y un municipio del estado de Hidalgo, según la definición oficial de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), elaborada en el 2003 por los gobiernos locales, estatales y federal.
La ZMCM estaba habitada en 2005 por 19.331.365 personas, casi el 20 por ciento de la población total del país. De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo); para el 1 de julio de 2007 se estimaba una población de 8.193.899 habitantes para la ciudad, y de 19.704.125 habitantes para toda la Zona Metropolitana. El ingreso per cápita del Distrito Federal ascendía en 2008 a 281.110 pesos mexicanos, lo cual equivalía en dólares nominales de septiembre de 2008 a 25.258 dólares, cifra similar a la de países como la República Checa o Corea del Sur.
Forma de gobierno
Como sede de los poderes de la Unión, la Ciudad de México, como Distrito Federal, tiene un estatuto distinto al de los otros estados de México. Se le considera un territorio que no pertenece a ningún estado en particular sino a todos por igual, es decir, a toda la federación (de ahí su denominación). Por lo anterior, entre 1927 y 1997 el presidente de la República ejercía la administración de la entidad a través del Departamento del Distrito Federal, que era encabezado por un regente.
En 1993, el estatus del Distrito Federal fue modificado con la aprobación del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, que reconoció a los capitalinos el derecho a la elección de sus representantes en una Asamblea de Representantes. Este órgano funcionó entre 1991 y 1997, cuando fue reemplazada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF). En 1997, fecha en la que entró en funciones la primera legislatura de la ALDF, los capitalinos también pudieron elegir por sufragio universal al Jefe de Gobierno del Distrito Federal. No obstante, bajo el esquema de territorio de la federación, todavía tiene facultades limitadas y sus decisiones están sujetas al veto presidencial o del Congreso de la Unión.

(Palacio Nacional, sede de la Presidencia de la República)
En lo que respecta al Congreso de la Unión, el Distrito Federal es representado en igualdad de condiciones que cualquier otro estado —cosa que no ocurre en el caso de otras capitales federales como el Distrito de Columbia en los Estados Unidos—. En el Senado el Distrito Federal es representado por 3 senadores, dos electos por mayoría relativa y uno asignado a la primera minoría; y en la Cámara de Diputados por el número de distritos acorde a su tamaño poblacional. En 2006, el Distrito Federal eligió 30 diputados.
LenguasComo en todo México, el idioma dominante en el Distrito Federal es el español. Éste es hablado por la inmensa mayoría de los habitantes de la capital. La gran diversidad étnica en el Distrito Federal deriva en una gran diversidad lingüística. Prácticamente todas las lenguas indígenas de México son habladas en la Ciudad de México, sin embargo, las mayoritarias son el náhuatl, el otomí, el mixteco, el zapoteco y el idioma mazahua.
Religiones
La mayor parte de los capitalinos profesa la religión católica. Por lo menos han sido bautizados como tales, aunque a efectos de la pregunta expresa de cuál es la religión que practican, muchos suelen decir que son creyentes, lo cual significa que se consideran adeptos al catolicismo, pero no son practicantes regulares. El número de católicos en el Distrito Federal se ha reducido en números importantes. Mientras que hacia la década de 1960, más del 90% de la población del Distrito Federal profesaba está religión, al inicio del siglo XXI, la proporción es de 80%.
A costa de esa población, se han incrementado las comunidades de personas que no profesan ninguna religión y las religiones judeo-cristianas y evangélicas. De estas últimas, el primer lugar en el año 2000, corresponde a los Testigos de Jehová. Las denominaciones pentecostales tienen amplia difusión, sobre todo en las regiones marginadas del oriente del Distrito Federal (Tláhuac e Iztapalapa).
En paralelo a los cultos y religiones anteriores, han florecido en la capital mexicana otros menos ortodoxos, que recogen tradiciones populares no reconocidas como válidas por la Iglesia Católica. Entre ellos está el culto a la Santa Muerte, que tiene su centro en la zona de Tepito y La Merced. Hay practicantes de Santería de origen afroantillano, así como chamanismo procedente principalmente de Oaxaca y Veracruz.
También la ciudad cuenta con la mayor comunidad judía del país y con una muy pequeña comunidad musulmana.
Patrimonio artístico(Cuauthemoc)

De antigüedad milenaria, el patrimonio cultural de la ciudad de México contiene muestras significativas de las culturas que se han sucedido en el tiempo en su territorio. Los sitios arqueológicos en el Distrito Federal son muchos, aunque algunos de ellos son prácticamente desconocidos. Entre los más importantes hay que señalar a Cuicuilco, que posee la construcción más antigua de la entidad y el Templo Mayor. En este último sitio se han encontrado piezas de estatuaria magnífica, como la estatua de Coatlicue o la Piedra del Sol, dos iconos representativos del arte mexica precolombino. Y aunque con la conquista se interrumpió la producción literaria de los pueblos nativos, algo de ella ha subsistido hasta nuestros días a través de las crónicas coloniales, que han sido investigadas y traducidas por autores como Ángel María Garibay K. y Miguel León-Portilla.
Aunque la colonización española significó la desaparición del modo de vida de los mesoamericanos, también implicó el punto de partida en la formación de la cultura mexicana de nuestros días. En aquel tiempo tuvo lugar un proceso de mestizaje que se observó desde el idioma hasta las expresiones artísticas. Por ello, y sobre todo en el siglo XVI, la plástica y la arquitectura de la ciudad de México y los pueblos aledaños —notablemente Xochimilco— fue mezclando elementos indígenas y europeos. El Centro Histórico de la Ciudad de México se llenó de grandes construcciones a lo largo de su historia, al grado que existen ahí 1.436 edificios históricos repartidos en 9 km² superficie, muchos de ellos de origen colonial. Esto ha valido para que el centro histórico fuese declarado Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco. En otros sitios del Distrito Federal fueron construidas edificaciones religiosas —como el convento de La Asunción en Milpa Alta, la Catedral de Xochimilco o la Antigua Basílica de Guadalupe— y seculares —como el Castillo de Chapultepec o el Ayuntamiento de Coyoacán—. En la literatura, figuras como Sor Juana Inés de la Cruz y Carlos de Sigüenza y Góngora dieron brillo a las letras en lengua española.
El siglo XIX fue una época de constantes conflictos nacionales. Por ello, en la primera mitad de la centuria, no se ejecutaron grandes obras arquitectónicas en la ciudad ni en sus inmediaciones. En contraste, el gobierno porfirista se empeñó en modernizar la ciudad, y para ello adoptó la moda arquitectónica francesa de la que son ejemplos el Palacio de Bellas Artes, el Palacio Postal y las colonias de clase media que se desarrollaron en el tiempo aquél, como la Roma y Santa María la Ribera. En el siglo XIX, la Academia de San Carlos formó a muchos de los arquitectos y pintores mexicanos más representativos de la época, entre los que hay que señalar la obra pictórica del mexiquense José María Velasco, productor de una amplia colección de estampas del paisaje decimonónico del Distrito Federal. En la literatura destaca la novela El Periquillo Sarniento, de Lizardi, la obra de los escritores liberales de la Reforma y poetas modernistas del Porfiriato como Manuel Gutiérrez Nájera.
Después de que la Revolución se instaló en el poder, los gobiernos emanados de ella en la primera mitad del siglo XX se dieron a la tarea de fomentar la cultura como un mecanismo de legitimación. Obras arquitectónicas como el Edificio La Nacional (que fue el primer edificio de más de 50 metros habitable) en la ciudad, el Edificio El Moro, Torre Anáhuac, Torre Latinoamericana, Edificio Miguel E Abed, Torre Insignia y la Torre de Tlatelolco pretendían dar una imagen de una ciudad moderna. Se construyeron obras públicas como la Ciudad Universitaria y se entubaron los ríos que pasaban por la zona central del Distrito Federal. Pero fue especial el desarrollo del muralismo mexicano con clara vocación socialista, entre cuyos principales representantes se encontraban Rivera, Siqueiros y Orozco. El muralismo se proponía el desarrollo de un arte que sirviera público para instruir a las clases trabajadoras.70 Aunque no participó del movimiento muralista, también hay que llamar la atención a la obra de la coyoacanense Frida Kahlo, compañera de Rivera, que alcanzó fama mundial especialmente en la década de 1990; y a la de la catalana Remedios Varo, exiliada española cuya producción más importante fue producida en México.
Durante la segunda mitad del siglo XX y a principios del siglo XXI, han sido numerosos los proyectos de renovación de la arquitectura en la capital. Entre ellos hay que señalar la construcción de Ciudad Santa Fe, la Torre Pemex, la Torre Prisma, Torre del
(El edificio WTC, con su restaurante giratorio en la parte alta)
Caballito, la Torre WTC, la Torre HSBC, la Torre Libertad, la Torre Mayor y la Plaza Juárez, obras que están destinadas al alojamiento de sedes de importantes corporativos económicos y dependencias gubernamentales. En la escultura y la pintura, a partir de 1970 hubo un rompimiento con las tendencias nacionalistas y el compromiso político del muralismo mexicano, cuestión en la que mucho tuvo que ver la crítica que José Luis Cuevas planteara en su texto La cortina de nopal. Por su parte, los escritores han intentado acercarse más a las cuestiones de la vida cotidiana, los problemas urbanos, pero también han convertido a la capital en escenario de las más variadas historias de ficción. Entre los ejemplos más representativos, hay que señalar a La Onda, las crónicas de Monsiváis o la poesía de Efraín Huerta.
En 1987, la Unesco inscribió al Centro Histórico y a Xochimilco en la lista del Patrimonio de la Humanidad, honor que se repitió para la Casa-Taller de Luis Barragán en 2004 y para el campus de la Ciudad Universitaria de la UNAM en 2007.
GastronomíaEn la ciudad de México es posible encontrar una amplia gama de alimentos. Existen zonas especializadas en la oferta de comida preparada, como el caso de la colonia Condesa, donde han proliferado los pequeños restaurantes y cafeterías. En otros sitios de la ciudad es posible encontrar restaurantes internacionales y de alta cocina, representando las tradiciones culinarias de países tan diversos como Francia, Italia, Portugal, Polonia, España (incluyendo las cocinas regionales de Castilla, Asturias, Galicia y el país Vasco), Tailandia, Japón, Corea, China, Marruecos, Líbano, Perú, Argentina y Brasil. Desde luego, también existen importantes establecimientos dedicados a la gastronomía mexicana de todas las regiones del país.
En lo que respecta a la gastronomía local, ella misma es un resumidero de las tradiciones culinarias del país. La antigua tradición gastronómica del Valle de México ha venido desapareciendo, acompañada por una creciente dificultad para conseguir los ingredientes que eran nativos de la cuenca lacustre. En la actualidad, conseguir ahuautle —hueva de mosquitos lacustre— es prácticamente imposible, amén de los patos silvestres y las guías de calabaza que eran básicas en la gastronomía de Iztapalapa. El mixmole —mole de pescado— que se prepara en Míxquic ha tenido que sustituir las lenguas de vaca —una especie de quelite— por acelgas y los pescados nativos, por carpas.
Por otra parte, el Distrito Federal es sede de eventos gastronómicos de envergadura nacional como la Feria Nacional del Mole que se celebra durante las tres primeras semanas de octubre en San Pedro Atocpan (Milpa Alta)."

Como durante mi estancia en México DF tuve la suerte de alojarme en el Hotel Nikko, una maravilla de instalaciones, servicio y lujo (con control de seguridad eficiente), no hubo que preocuparse del apartado de seguridad personal y callejera, especialmente porque los desplazamientos a los distintos puntos de la capital se efectuaron en grupo, y la asistencia a espectáculos y refecciones fue también organizada y con seguridad en la vigilancia.
De todas maneras, me llamó la atención la cantidad enorme de policías que se veía patrullando por doquier (especialmente en el centro) y los muchos guardias de seguridad privada en los principales hoteles y restaurantes. Parece ser –felizmente no lo experimentamos—que México DF es una de las ciudades más peligrosas del mundo civilizado.
(La catedral vista desde la plaza del Zócalo)
Por resumir visiones y experiencias, comento que resultó muy interesante la visita a la catedral, que va poco a poco sumergiéndose en la laguna sobre la que está asentada, pese a los esfuerzos por mantenerla y los refuerzos que la rodean; que el Palacio presidencial ofrece en su planta superior unos interesantes frescos sobre la historia de México, sus guerras y sus conquistas; que el Museo de Antropología resulta impresionante por la cantidad de cuidada información y restos arqueológicos que ofrece, especialmente sobre la cultura azteca (la cultura maya está más localizada en la península del Yucatán); que la plaza del Zócalo (en la que se hallan la catedral y el palacio presidencial) es de bella visión por su enormidad; que la Avenida Libertadores, de una longitud de muchos kilómetros está ornada de estatuas y monumentos en diversos puntos y encrucijadas.
En el orden mayores curiosidades, resulta muy interesante la visita a los canales, en los que sobre una especie de balsas se navega por aquellos mientras se degustan especialidades mejicanas y se cruzan otras barcas o balsas con cantantes, músicos y mariachis. Muy folklórico, pero interesante.
(El Ángel de Libertadores)
Sobre edificios, llaman la atención los más modernos (muchos rascacielos) y esencialmente el del WTC, en cuya parte superior y circular hay un restaurante giratorio que permite visionar toda la capital, si es que la enorme bruma que causa la polución del tráfico se disipa algo.
Hay, por otra parte, bellos restaurantes instalados en preciosas mansiones coloniales, en los que se ofrecen variadas especialidades.
Ahora bien, yo voy contando sobre el México “para ricos”, porque es dable contemplar hasta en el centro de la ciudad muchos niños desarrapados, muchos mendigos insistentes y mucha gente poco fiable, lo que llega a extremos hasta impactantes en los aledaños de la capital. A nuestro grupo viajero, por ejemplo, se le insistió en que no se saliera de noche a pasear “por libre, sin tener previa información y consejo de la seguridad del hotel y de los guías de la organización respecto de los posibles riesgos.
(Jardines, laguna y canales de Xochimilco)
En cualquier caso, la experiencia del español visitando México, nuestra experiencia, resultó bastante interesante, pese al mal cambio de la (entonces) peseta respecto del dólar USA, y no obstante ese contraste desagradable entre la riqueza de una clase dominante y la pobreza bastante extrema de la clase desvalida.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA