Pretendemos mediante este relato iniciar una nueva serie dedicada a las posibilidades de excursiones, viajes, visitas y experiencias en España, con el ánimo de que sirva para estimular los ánimos viajeros de quienes en nuestro país y en el extranjero pretenden conocer más y mejor “la piel de toro”. Animamos especialmente a comentar nuestras crónicas y a sugerirnos nuevos destinos.
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“El Ampurdán (Empordà en catalán) es una comarca histórica de Cataluña (España), situada en la provincia de Gerona. Coincide aproximadamente con los límites del antiguo condado de Ampurias. La comarca toma su nombre de la colonia griega de Ampurias (Emporion).
Geografía
El Empordà limita al norte con la sierra de la Albera, que compone las estribaciones más orientales de la cordillera pirenaica y que acaba en el mar en el Cabo de Creus. A esta parte montañosa se le conocía de forma tradicional como el Alto Ampurias mientras que la parte situada en el llano era conocida como el Baix Empordà. Esta llanura está dividida por el macizo del Montgrí y comprende al norte la llanura por la que discurren antes de desembocar en el mar los ríos Muga y Fluvià y al sur la parte conocida como "l'Empordanet", comprendido entre el mencionado macizo del Montgrí, la costa, el río Ter y al oeste el macizo de les Gavarres.
La capital de esta zona que hoy coincide con la comarca administrativa del Bajo Ampurdán tiene su capital en La Bisbal, mientras que la situada al norte, cuya capital histórica fue la villa de Castellón de Ampurias comprende la comarca administrativa del Alto Ampurdán y cuya capital actual es la ciudad de Figueras.
La costa del Ampurdán forma parte de la Costa Brava y comprende desde los acantilados y pequeñas playas que se encuentran al norte, entre la frontera francesa y el cabo de Creus y a la altura del macizo del Montgrí, frente al cual se encuentran las Islas Medas hasta largas playas de fina arena en la Bahía de Roses, que se extiende desde el cap de Creus al macizo del Montgrí, destacando en esta zona de Parque Natural de los 'Aiguamolls' y la playa de dunas de San Pedro Pescador. Al sur del macizo del Montgrí se encuentra la desembocadura del Ter y extensas playas como la de Pals hasta el cabo de Begur donde la costa vuelve a levantarse sobre el mar para formar acantilados y calas.
La tramontana
La presencia de la tramontana - un viento frío y turbulento del norte - es particularmente intensa en el Ampurdán, y son numerosas las referencias literarias y artísticas a este viento, que forma parte esencial de la caracterización literaria y simbólica de la comarca, a la que han contribuido decisivamente numerosos literatos y artistas, como Josep Pla o Salvador Dalí ambos nativos de la comarca. El poeta - también ampurdanés - Carles Fages de Climent escribió la oración al Cristo de la Tramontana, muy popular en el Empordà, que luego inspiraría un lienzo de su amigo Salvador Dalí, expuesto en el Teatro-Museo Dalí. También Gabriel García Márquez se refiere a la tramontana en Doce Cuentos Peregrinos.
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Rosas
Rosas (en catalán y oficialmente Roses), es un municipio español de la comarca del Alto Ampurdán en la provincia de Gerona, Cataluña.
Rosas (en catalán y oficialmente Roses), es un municipio español de la comarca del Alto Ampurdán en la provincia de Gerona, Cataluña.
En poco más de medio siglo ha experimentado un rápido crecimiento debido al turismo, pasando de 2.703 habitantes (1950) a 12.991 habitantes en 2000 y a 19.463 en 2008.
Bandera de Roses |
Está situada en la costa norte del Golfo de Rosas, al sur del cabo de Creus. Es un gran centro turístico, con urbanizaciones, hoteles y playas y dos puertos (pesquero y deportivo), y un lugar atractivo y de gran relieve dentro del sector septentrional de la Costa Brava. La costa del municipio de Rosas incluye una larga playa de arena y más hacia el este un gran número de calas, entre las cuales destacan Canyelles Petites, L'Almadrava, Cap Norfeu, Punta Falconera, Jóncols y Montjoi.
Aunque el turismo es la fuente principal de la economía, el sector primario también tiene presencia, con la agricultura (cultivo de olivo y viña), y también, aunque más reducida, la pesca, ya que Rosas tiene el puerto pesquero más destacado de la costa del norte de Cataluña.
Lugares de interés
Escudo de Roses |
• Ciudadela de Rosas, restos de la fortificación del siglo XVII que encerró la primitiva villa, junto con restos de las ciudadelas griega y romana, y vestigios medievales, acoge actualmente un interesante museo de interpretación.
• Castillo de Bufalaranya documentado desde el siglo X.
• Castillo de la Trinidad, fortificación del siglo XVI, (en reformas desde 2008).
• Castrum visigoticum o ciudadela visigoda del Puig Rom.
• Mirador de Santa Rosa de Puig Rom, a 225 m de altitud, magnífica vista de la totalidad del golfo, de la llanura del Ampurdán, de las marismas (aiguamolls) y de las Islas Medas al fondo.
La bahía de Roses |
• Conjunto megalítico de Rosas, recorrido por un amplio paraje natural que permite ver dólmenes y numerosos menhires, en la carretera de cala Montjoi.
• Punta Falconera, paraje natural en un lugar inmejorable, con restos (búnqueres) de la Guerra Civil Española, en la puerta del golfo de Rosas.
• El Bulli, restaurante en la cala Montjoi, tres estrellas en la Guía Michelin, dirigido por Ferran Adrià, y declarado el segundo mejor restaurante del mundo.Fiestas
• El Bulli, restaurante en la cala Montjoi, tres estrellas en la Guía Michelin, dirigido por Ferran Adrià, y declarado el segundo mejor restaurante del mundo.
• Carnavales: una de las fiestas más importantes y famosas de la Costa Brava. Se celebra durante cinco días con diferentes actividades, aunque la principal son los desfiles de carrozas del viernes y domingo de Carnaval por la Avenida de Rhode, en los que se exhiben los disfraces más originales preparados para la ocasión. Se celebran en una fecha variable entre febrero y marzo.
• Fiesta Mayor: Es en honor de la Virgen del Carmen, el 15 de agosto, y siempre están presentes la música clásica, las habaneras, las sardanas y los gigantes; hay una procesión de barcas y finaliza con fuegos artificiales que iluminan la bahía.
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El Puerto Deportivo de Roses está hecho a imagen y semejanza de la ciudad. Un cálido lugar de acogida donde, en medio de un paisaje que parece idéntico desde hace siglos, esperan un conjunto de prestaciones que ofrecen un máximo de confort y de seguridad. Agua, electricidad, ducha, combustible, vigilancia por ordenador, servicio completo de reciclaje de aceites, hidrocarburos y desechos domésticos, restaurante, Wi-Fi, etc.
El Cabo de Creus es el punto más oriental de la Península Ibérica, situado al norte del golfo de Rosas. Es un promontorio abrupto y rocoso de 67,2 m de altitud que se alza sobre el mar Mediterráneo en el nordeste de España, en la provincia de Gerona.
También ha sido fuente de inspiración para la música con autores y obras como: Jorge Alfredo Sarraute Sánchez: El faroner del Cap de Creus ('El farero del Cabo de Creus', 1989), Música per a cor ('Música para coro'), Rafael Cabrisas (letra) y Joaquim Gay (música): Cap de Creus (sardana), Manel Rius: Cap de Creus (sardana), Dacosta: Cap de Creus (popular).
El paraje fue uno de los escenarios del film The Light at the Edge of the World dirigido por Kevin Billington en 1971 y protagonizado por Yul Brynner y Kirk Douglas, una adaptación de la novela Le phare du bout du monde, de Julio Verne.
En el extremo del cabo, más allá del faro, fue construida una torre que tenía que representar el faro llamado del Fin del Mundo, en el archipiélago de Tierra del Fuego (Chile y Argentina), inspiración de la novela, y que fue demolida hace pocos años para restituir al paisaje su aspecto original.
Geografía e historia
Se encuentran restos de poblamientos den esta zona ya durante el periodo prehistórico. La zona está salpicada de diversos restos de dolmens. Durante la antigüedad los rodios fundaron Rosas cerca del istmo. Más al norte, ya en pleno cabo de Creus, se halla Cadaqués, y más al norte está, al final del cabo, el Puerto de la Selva.
Durante la época medieval se fundó el Monasterio de Sant Pere de Rodes. Bien entrado el siglo XX, se crea el Parque Natural, mientras que a principios del siglo XXI se declara ZEPIM.
En la cima del monte Pení se halla una estación de radar (Escuadrón de Vigilancia Aérea número 4, EVA-4) que pertenece al Ejército del Aire Español, construida por los Estados Unidos en el año 1959.
En julio de 2010 se recuperó definitivamente el paraje natural con la demolición de 400 apartamentos de la urbanización Club Méditerranée, construida en 1962 y deshabitada desde 2003.
(De Wikipedia y otras fuentes)
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Hablar de la Costa Brava es referirse a una de las zonas más hermosas no solamente de España sino del mundo.
De la misma manera, hablar del Ampurdán es referirse a una de las partes más características y típicas de la región española de Cataluña.
Por eso, no es nada de extrañar que quien esto escribe haya estado siempre dispuesto a desplazarse desde su Valencia natal hasta dichos bellos comarca y lugares.
Si a ello se une el aliciente, no menor, de tener viviendo en Roses, en el atractivo barrio de Santa Margarida (casi junto a la playa de la bahía, y con los atractivos canales/embarcaderos en las proximidades) a la familia de una hija, bien se comprenderá que al viajero no le resultó nada difícil decidirse por desplazarse hasta allí. Lo primero que hay que destacar es que el Ampurdán se presenta como una comarca principalmente agrícola, pese a que abundan los polígonos industriales, en los que se asientan fábricas y almacenes de distribución, aunque la predominancia del turismo se establece en las proximidades de la costa.
En ella, tal vez la más bella parte de la Costa Brava española, Roses viene a ser como la capitalita, brindando una preciosa vista de la bahía del mismo nombre y con un puerto en el que lujosos yates evidencian el nivel de turismo de calidad que frecuenta la zona, sin desdeñar la importancia del puerto pesquero, tal vez el principal de la zona.
Solamente hay un condicionante para disfrutar de Roses y sus alrededores: Que no sople la Tramontana, porque en ese caso, la sensación de incomodidad y desazón invade al visitante, hasta tal punto de vedarle las ganas de seguir gozando de la naturaleza.
En el caso del narrador, solamente hubo que sufrir un día de algún viento de Tramontana, pero fue suficiente, especialmente en el cabo de Creus, en el que en ocasiones había que asirse a las barandas para evitar alguna que otra sorpresa.
Pero por lo demás, hallarse en Roses es como encontrarse cerca de un paraíso, especialmente si se toma la carreterita que bordea la costa hasta la cala de l'Almadrava, y desde ahí se sigue uno de los múltiples senderos bien señalizados y registrados, principalmente el que siguiendo los riscos lleva hasta la cala Montjoi, amplia, bella y solitaria, en la que se halla instalada una base de buceo y una ciudad de vacaciones y donde puede verse el famoso restaurante El Bulli, de Ferrán Adriá, aunque parece próximo a cerrar.
Desde la cala Montjoi, por una carretera que cruza las cumbres y curvea por las montañas, se puede llegar a Cadaqués, preciosa villa que se guarece en la bonita cala del mismo nombre, paraíso de turismo selecto y de buena gastronomía, que invita a visitar sus angostas y típicas callejas que conducen hasta la iglesia situada en lo alto.
Una vez en Cadaqués resulta obligado desplazarse a Port Lligat para visitar el Museo de Dalí, y conocer el lugar en el que el genial artista se embelesaba de la naturaleza para crear sus formas oníricas; y después llegar al cabo de Creus, a través de un paisaje caprichoso de rocas basálticas, que recuerdan como a una zona volcánica.
La vista desde los miradores junto al faro es maravillosa, aunque ya se ha contado que si sopla el viento, la Tramontana, hay que extremar las cautelas para no salir volando.
Después de tan linda excursión no está de más dedicar un día a pasear por la bahía de Roses, especialmente por su paseo marítimo ornado de palmeras, y en el que hay unos aceptables baretes y restaurantes para recrear la vista al tiempo de degustar una cerveza o algún refresco.
En resumen, el Ampurdán, y especialmente la Costa Brava y Roses son zonas y enclaves que el viajero no debe de perderse.
Inclusive, aunque sople la Tramontana…
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Cala Montjoi |
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Situada en el extremo norte de la Costa Brava, en el golfo de Roses, la ciudad, adosada a los Pirineos, respira al ritmo del Mediterráneo.
Favorecida geográficamente por la proximidad de espacios naturales protegidos (el cabo de Creus y el macizo del Montgri), Roses extrae de su rico pasado las enseñanzas que le permiten un desarrollo armonioso entre el turismo y la vida local, respetando el medioambiente y a los hombres.
Edificada por los Griegos en 776 a. de C., la colonia comercial no ha dejado, desde entonces, de ser un centro de interés y un lugar clave de la Costa Brava. Aún hoy, se puede recorrer su historia a través de los vestigios de Roda la Griega o de la ciudad romana. Puerta de entrada a España, Roses fue fortificada luego por Carlos V.
Comercial y militar, Roses también fue espiritual y cultural. Puerto abierto al mundo, con mezcla de culturas religiones, en sus alrededores se encuentran numerosos monasterios e iglesias (en particular en el centro de la ciudad, la iglesia de Santa María).
Rica por su pasado, Roses se abrió definitivamente durante los años cincuenta para acoger al visitante de forma razonada, pensada, respetuosa con la tradición y ejemplar dentro del sector inmobiliario en España. En Roses conviven el puerto de pesca y el puerto deportivo.
El puerto
Paseo marítimo en Roses |
Todas ellas prestaciones de alta calidad que permiten lanzarse al descubrimiento del país que se extiende en los alrededores de la ciudad, o bien aprovechar las incesantes animaciones culturales y festivas.
Los espacios naturales
La Costa Brava es mucho más que una sucesión de playas. Es un descubrimiento constante de universos desconocidos tales como el parque de Aiguamolls de l'Empordá (amplios pantanos protegidos) o el cabo de Creus, con sus caminos entre la tierra y el cielo, entre el mar y las montañas. Lagunas, calas, fauna y flora poco comunes, aguas cristalinas, vestigios megalíticos… un mundo que se abre al viajero que se toma el tiempo de contemplarlos. A partir de Roses, se le proponen numerosos itinerarios señalizados, cuyas distancias y dificultades varían según sus deseos.
Roses es, antes que nada, el placer del mar y la montaña.
Ocio y actividades recreativas
En Roses se ofrece una infinidad de posibilidades: deportes náuticos, submarinismo, kart, mini golf, pero también festivales en cualquier estación, desde el Carnaval hasta la semana de la gastronomía. Festivales de música clásica, de jazz… todas ellas manifestaciones que, según las estaciones, permiten pasar en Roses muy agradables momentos
Gastronomía
La gastronomía apela a los productos locales y, principalmente, al pescado. Uno de los manjares ineludibles de Roses es el Suquet de Peix, variedad de pescados con guarnición de patatas. Pero, más allá de los platos tradicionales, se encuentra en Roses lo mejor de la gastronomía en el restaurante El Bulli, donde Ferran Adrià propone platos fascinantes e innovadores.
En este mundo entre mar y montañas, la gastronomía local está a la altura de la naturaleza que la rodea, desde los vinos de carácter hasta la multiplicidad de gustos, sabores y colores.
Cabo de Creus
Faro en el cabo de Creus |
Está sujeto a la acción del oleaje, provocado fundamentalmente por la tramontana recibe y los vientos de levante.
Geomorfológicamente, forma parte de las estribaciones de los Pirineos orientales, o Montes Alberes, que se adentran en el mar por el macizo del cabo de Creus. Sobre terrenos graníticos y esquistosos del ordovícico (paleozoico), presenta una vegetación dominante de matorrales y formaciones arbustivas. El cabo de Creus, en cuyo extremo se sitúa un faro, se encuentra en una pequeña península de carácter montañoso, cortada por numerosas entalladuras, a modo de pequeñas calas, orientadas en función de la estructura pizarrosa. En esta área se registran unas precipitaciones anuales que oscilan entre los 500 y 800 mm; se trata, por tanto, de un clima mediterráneo húmedo, caracterizado por la suavidad térmica y unas moderadas precipitaciones.
En el extremo oriental del cabo, a 87 m de altitud, se ubica un faro cuya señal lumínica tiene un alcance de 34 millas.
Fuente de inspiración artística
La fuerza del cabo de Creus en tanto que materia artística, plástica o literaria ha sido fuente de inspiración para escritores y artistas. El gran masturbador, de Salvador Dalí1 se inspira, según parece, en una roca de cala Cullaré. En su extenso poemario Somni de Cap de Creus ('Sueño de Cabo de Creus'), del poeta Carles Fages de Climent, publicado póstumamente (2003), recrea el tránsito desde paganismo difuso del Ampurdán grecolatino al cristianismo que construye iglesias sobre los fundamentos de los antiguos templos paganos. Eugenio d'Ors, J. V. Foix, Josep Maria de Sagarra o Josep Pla también cayeron bajo el influjo de la fascinación del paisaje mineral del cabo, poblado de formas fantásticas producto de la erosión del mar y el viento.También ha sido fuente de inspiración para la música con autores y obras como: Jorge Alfredo Sarraute Sánchez: El faroner del Cap de Creus ('El farero del Cabo de Creus', 1989), Música per a cor ('Música para coro'), Rafael Cabrisas (letra) y Joaquim Gay (música): Cap de Creus (sardana), Manel Rius: Cap de Creus (sardana), Dacosta: Cap de Creus (popular).
El paraje fue uno de los escenarios del film The Light at the Edge of the World dirigido por Kevin Billington en 1971 y protagonizado por Yul Brynner y Kirk Douglas, una adaptación de la novela Le phare du bout du monde, de Julio Verne.
En el extremo del cabo, más allá del faro, fue construida una torre que tenía que representar el faro llamado del Fin del Mundo, en el archipiélago de Tierra del Fuego (Chile y Argentina), inspiración de la novela, y que fue demolida hace pocos años para restituir al paisaje su aspecto original.
Geografía e historia
Se encuentran restos de poblamientos den esta zona ya durante el periodo prehistórico. La zona está salpicada de diversos restos de dolmens. Durante la antigüedad los rodios fundaron Rosas cerca del istmo. Más al norte, ya en pleno cabo de Creus, se halla Cadaqués, y más al norte está, al final del cabo, el Puerto de la Selva.
Durante la época medieval se fundó el Monasterio de Sant Pere de Rodes. Bien entrado el siglo XX, se crea el Parque Natural, mientras que a principios del siglo XXI se declara ZEPIM.
En la cima del monte Pení se halla una estación de radar (Escuadrón de Vigilancia Aérea número 4, EVA-4) que pertenece al Ejército del Aire Español, construida por los Estados Unidos en el año 1959.
En julio de 2010 se recuperó definitivamente el paraje natural con la demolición de 400 apartamentos de la urbanización Club Méditerranée, construida en 1962 y deshabitada desde 2003.
(De Wikipedia y otras fuentes)
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Hablar de la Costa Brava es referirse a una de las zonas más hermosas no solamente de España sino del mundo.
De la misma manera, hablar del Ampurdán es referirse a una de las partes más características y típicas de la región española de Cataluña.
Por eso, no es nada de extrañar que quien esto escribe haya estado siempre dispuesto a desplazarse desde su Valencia natal hasta dichos bellos comarca y lugares.
Cala de l'Almadrava |
En ella, tal vez la más bella parte de la Costa Brava española, Roses viene a ser como la capitalita, brindando una preciosa vista de la bahía del mismo nombre y con un puerto en el que lujosos yates evidencian el nivel de turismo de calidad que frecuenta la zona, sin desdeñar la importancia del puerto pesquero, tal vez el principal de la zona.
Solamente hay un condicionante para disfrutar de Roses y sus alrededores: Que no sople la Tramontana, porque en ese caso, la sensación de incomodidad y desazón invade al visitante, hasta tal punto de vedarle las ganas de seguir gozando de la naturaleza.
En el caso del narrador, solamente hubo que sufrir un día de algún viento de Tramontana, pero fue suficiente, especialmente en el cabo de Creus, en el que en ocasiones había que asirse a las barandas para evitar alguna que otra sorpresa.
Pero por lo demás, hallarse en Roses es como encontrarse cerca de un paraíso, especialmente si se toma la carreterita que bordea la costa hasta la cala de l'Almadrava, y desde ahí se sigue uno de los múltiples senderos bien señalizados y registrados, principalmente el que siguiendo los riscos lleva hasta la cala Montjoi, amplia, bella y solitaria, en la que se halla instalada una base de buceo y una ciudad de vacaciones y donde puede verse el famoso restaurante El Bulli, de Ferrán Adriá, aunque parece próximo a cerrar.
Desde la cala Montjoi, por una carretera que cruza las cumbres y curvea por las montañas, se puede llegar a Cadaqués, preciosa villa que se guarece en la bonita cala del mismo nombre, paraíso de turismo selecto y de buena gastronomía, que invita a visitar sus angostas y típicas callejas que conducen hasta la iglesia situada en lo alto.
Una vez en Cadaqués resulta obligado desplazarse a Port Lligat para visitar el Museo de Dalí, y conocer el lugar en el que el genial artista se embelesaba de la naturaleza para crear sus formas oníricas; y después llegar al cabo de Creus, a través de un paisaje caprichoso de rocas basálticas, que recuerdan como a una zona volcánica.
La vista desde los miradores junto al faro es maravillosa, aunque ya se ha contado que si sopla el viento, la Tramontana, hay que extremar las cautelas para no salir volando.
Sirenita en el paseo marítimo de Roses |
No olvido en el Ampurdán la ciudad de Figueres, (en el interior, a unos 15 Km. desde Roses), en la que se halla el Museo Dalí, pero a ello dedicaré otra crónica.
En resumen, el Ampurdán, y especialmente la Costa Brava y Roses son zonas y enclaves que el viajero no debe de perderse.
Inclusive, aunque sople la Tramontana…
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Un saludo de una recien llegada! :) Me parece muy interesantes sus anectotas viajeras.El año pasado estuve visitando los mismos lugares en la Costa Brava,yo sin duda volveria aunque sople la Tramontana...
ResponderEliminarUn abrazo,
Dalia