Cartaya es una localidad y municipio español de la provincia de Huelva, (comunidad autónoma de Andalucía). En el año 2011 contaba con 19.044 habitantes. Su
extensión superficial es de 226,4 km² y tiene una densidad
de 84,12 hab/km².
Cartaya fue fundada
como núcleo urbano, por el Marqués de Gibraleón, D. Pedro de Zúñiga, en el estuario del río Piedras, aunque su nombre proviene de vocablo
fenicio “carteia” que significa ciudad por lo que presumiblemente su
poblamiento, aunque no continuado, es más antiguo.
De su término cabe
destacar sus 4 km de playa (El Rompido, Playa de San Miguel, Playa de Nuevo Portil, y la parte más occidental de El Portil.
El núcleo urbano se
encuentra a pies de la rivera del Piedras mientras que los núcleos de El
Rompido y El Portil -este último también pertenece a Punta Umbría-, se encuentran en la desembocadura del
Piedras y a pies del Atlántico respectivamente.
Climatología
El clima es de tipo mediterráneo continentalizado obviamente mediatizado por su cercanía al mar. Los inviernos son muy suaves, raramente las
temperaturas llegan a ser negativas y no suelen bajar de los 10º; por el
contrario los veranos son muy cálidos registrándose medias en los meses de
julio y agosto de más de 33º.
Hidrología
Su principal curso
fluvial es el río Piedras. Originalmente desembocaba en la aldea de El Rompido,
topónimo que se originó por que era en esa zona donde las olas rompían
contra los sedimentos del río.
Flora
Existe una importante
masa forestal compuesta por extensos pinares (unas 12.000 hectáreas), enebros,
nuevas plantaciones de eucaliptales. Todo ello, junto al denominado Paraje Natural Marismas
del Río Piedras y Flecha de nueva umbria, componen una extensa tierra en relativo
estado semivirgen.
Romanización
Si el núcleo de Cartaya
y su costa cercana (donde existen numerosos
hallazgos de pecios) no fueron probablemente habitados hasta
la llegada fenicia no será hasta siglo después cuando se
proceda a un avance significativo. En época romana se encontraba enclavada en las regiones
denominadas Beturia Céltica y Túrdula, dentro de la provincia
senatorial romana de la Baetica. Como es común a toda la zona de Huelva,
la presencia visigoda en la comarca fue muy poco significativa.
Edad Media
Durante la época de Al-Ándalus, bajo el nombre de Cashtm estas
tierras quedaron enclavadas en la Cora de Labla, una Cora perteneciente a Gharb
al Ándalus. Tras la caída del Califato de Córdoba en 1012 se integró en la Taifa de Huelva hasta que éste también desapareció y en 1052 se integró en la Taifa de Sevilla.
Tras la conquista cristiana del norte de Huelva, en el siglo XIII, después de la toma por Alfonso X el Sabio en 1262 de las ciudades de Niebla y Huelva, la
actual provincia onubense cobró importancia como territorio fronterizo con Portugal, sirviendo de freno a la política
expansionista de este país y denominándose Banda Gallega a gran parte de esa frontera. Será ya en
1269 cuando se configura la frontera con Lepe
a través del Piedras.
Edad Moderna
Durante los siglos XV y
XVI Cartaya pasó a formar parte de los señoríos de la Casa
de Zúñiga.
Edad Contemporánea
La pesca del atún atrajo a numerosa población portuguesa y de otros lugares de España que
finalmente terminó arraigando en el municipio.
Durante los años 1804 a 1808 perteneció a la Provincia marítima de Sanlúcar de Barrameda y al reino de Sevilla hasta la nueva división administrativa de 1833, terminó englobándose en la nueva
provincia de Huelva.
En el último de tercio
de siglo surge el poblado de El Rompido. Si bien anteriormente habían existido
otros pequeños asentamientos en la desembocadura del Piedras durante esos años
se comenzó a trabajar una almadraba en la otra banda del río.
Inmigrantes
La población extranjera
empadronada en 2009 suma 3.197 habitantes, que
representa un porcentaje del 17% del padrón, muy superior a la media nacional y
regional.
Pesca
La base de la economía
cartayera tradicionalmente también ha sido la pesca. El pequeño puerto y lonja de El Rompido
no ha podido competir con otros puertos cercanos y mayores como los de Huelva o Isla Cristina, sobre todo porque no se ha especializado en ningún sector o en
industria. Pese a ello sí nutre bien a la zona y vende importantes capturas
procedentes del Piedras como coquinas. La ya desaparecida almadraba, en la orilla opuesta del río, significó
el nacimiento del asentamiento de El Rompido.
Turismo e infraestructura hotelera
Si bien a finales del
siglo XX existía ya un importante número de segundas residencias en su costa y
una llegada durante el verano de familias relacionadas con el pueblo ha sido a
principios del siglo XXI cuando el turismo se ha convertido en motor de su
economía. La
oferta turística aprovechando los kilómetros de playa que
pertenecen a su territorio se concentra de esta forma en los núcleos costeros de
El Portil y El Rompido
sobre todo durante el período estival.
El Rompido |
La infraestructura hotelera es reciente, tomándose por un modelo de
hoteles de cuatro y cinco estrellas buscando rentas altas. Solo uno de ellos se
encuentra en el núcleo urbano.
Patrimonio civil
Por su lugar privilegiado
en el centro histórico destaca el Castillo fortaleza de Los Zúñiga, construido sobre una colina entre 1417 y 1420, es la construcción más importante de la
localidad. En él destacan su patio de armas y las murallas de más de ocho metros de altura que
fueron restauradas a finales de los años 1990. Se complementa con la puerta mudéjar de acceso al recinto.
Las Casas capitulares
son un conjunto construido en 1555 con numerosas reformas posteriores que
se complementan con el edificio del Ayuntamiento y su plaza, reformada a
principios de los años
2000, en un espacio diáfano con casa de la cultura
y juzgados de paz. También son importantes algunas edificaciones singulares
mudéjares datadas en el siglo XVII. 1700 y 1850. También es interesante la arquitectura
popular civil con casas de fachada blanca y estrecha pero con longitud
considerable terminadas generalmente en patios y cuadras o las ya desaparecidas
fuentes y lavaderos.
Punta Umbría |
En El Rompido
sobresalen los dos faros, el más nuevo de ellos aún en uso y el
más antiguo, edificado en 1861 antes que la propia aldea, construido en
ladrillo y ostionera de Puerto Real.
En cuanto a
arquitectura religiosa destacan en el municipio:
- Antiguo Convento de Mercedarios Descalzos de la Santísima Trinidad, construido en el siglo XVIII, y situado en la zona centro.
- Parroquia de San Pedro. El estilo mezcla elementos mudéjares, renacentistas y barrocos.
- Ermita de Nuestra Señora de Consolación, situada en las afueras y buen ejemplo del barroco andaluz con aportaciones mudéjares.
(De Wikipedia y otras fuentes)
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Doñana es un espacio natural protegido español situado en Andalucía que cuenta con 108.086 ha (54.251 ha en el Parque Nacional, y
53.835 ha en el Parque Natural). Comprende tanto el Parque Nacional de
Doñana (creado en 1969) como al Parque Natural de Doñana (creado en
1989, y ampliado en 1997), y su gran extensión de marismas acoge durante el invierno a numerosas
especies de aves acuáticas, que suelen alcanzar cada año los 200.000
individuos. Debido a su privilegiada situación geográfica entre dos continentes
y su proximidad al lugar de encuentro del Atlántico y del Mediterráneo, el
Estrecho de Gibraltar, en Doñana se pueden observar más de 300 especies
diferentes de aves al año, al
ser lugar de paso, cría e invernada para miles de
ellas (acuáticas y terrestres) europeas y africanas. Aquí reposan aves
acuáticas de toda Europa Occidental, localizándose infinidad de especies en las
marismas y alrededores procedentes de África y Europa. Se considera la mayor
reserva ecológica de Europa. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Su nombre proviene del de Doña Ana de Silva y Mendoza, esposa del VII Duque de Medina-Sidonia.
El Espacio Natural de
Doñana se sitúa al suroeste de la península Ibérica, en su mayor parte en la provincia de Huelva y
una menor parte en las de Sevilla y Cádiz.
La Romería de El Rocío y su relación con Doñana
El término municipal de Almonte, y por ende el parque, se encuentra enclavado en una zona en la que las manifestaciones religiosas han sido frecuentes a lo largo de los siglos. Los pasados cultos religiosos a divinidades de la naturaleza y las aguas como los de la diosa Cibeles (cuyo culto tiene muchas similitudes con las actuales celebraciones rocieras) fueron rápidamente adaptados por los primeros cristianos de esas tierras. De época paleocristiana, fue datada una pequeña basílica ya desaparecida, pero es sobre todo una vez finalizada la reconquista de la zona en 1262, cuando las advocaciones marianas se consolidan. En torno a 1270-1284 Alfonso X reconstruye la Ermita de Santa María de las Rocinas.
La imagen es anterior, probablemente
del siglo XIII aunque es a finales del siglo XVI cuando adopta la iconografía
actual de acuerdo a la moda del tiempo: como dama de la corte.
El culto a la Virgen
del Rocío
es inseparable del entorno natural, del coto. La misma leyenda sobre el
hallazgo de la imagen a cargo de un pastor se encuentra unida a la dureza de
los parajes naturales de Doñana:
«... en el sitio llamado de La
Rocina, cuyas incultas malezas le hacían impracticable a humanas plantas y solo
accesible a las aves y silvestres fieras [...] miró una imagen de la Reina de
los Ángeles de
estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol.» (Regla
de la Ilustre, Más Antigua y Principal Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de
Almonte, 1758.)
Una vez arraigada la romería
de El Rocío,
la masificación de peregrinos a lo largo de determinadas fechas es evidente, no
sólo en la aldea de El Rocío donde se sitúa la ermita, sino también en zonas
aledañas pertenecientes o no al parque como la Piara del Acebuchal, el Puente
del Ajolí, la Boca del Lobo o el camino de Moguer. Todo ello ha permitido dar a
conocer más el parque pero a la vez ha supuesto un importante impacto
medioambiental en éste (peligro de incendios, paso de caballos y de automóviles
todoterreno, carretas...) según denuncian diferentes instituciones y ecologistas.
(De Wikipedia y otras fuentes)
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Arcos de la Frontera es un municipio español de la provincia
de Cádiz,
Andalucía. Es el municipio más
poblado de la comarca de Sierra de Cádiz y también el más extenso.
Es un importante lugar para el turismo interior y la industria comarcal, y
tiene una posición estratégica entre la Campiña Jerezana y la Serranía. Tiene
además un rico pasado, al haber sido capital de la Taifa de Arcos en la época musulmana y
capital del Ducado de Arcos a partir de 1493.
Geografía
En el año 2008 contaba con 31.017 habitantes. Se encuentra situada a
una altitud de 185 metros y a 67 kilómetros de la capital de provincia, Cádiz. Se ubica en un cerro junto
al río Guadalete.
Historia
Como la mayoría de las poblaciones
de esta provincia, ha estado ocupada por el ser humano desde tiempos
prehistóricos. Arcos, por su propio enclave geográfico ha constituido en todos
los tiempos un lugar estratégico. El nombre de Arx-Arcis (fortaleza en altura)
proviene de su fundación romana, época en la que aparece como asentamiento
"coloniae Arcensium", otro asentamiento romano fue Santiscal.
Durante la época musulmana su denominación
es Arkos, emergiendo como verdadera ciudad próspera y floreciente. En la época
del Emirato dependiente de Damasco (711-757) perteneció a la "Cora"
de Sidonia. Llegó a convertirse en el siglo XI, en un pequeño reino de Taifa bajo el dominio de Ben Jazrum, rey de origen beréber. En este período el recinto de la villa se amuralló y aunque no hay certeza de que se colmataran con edificaciones todos sus terrenos, se ha mantenido la compleja trama de manzanas, de esta época provienen el trazado de sus calles, el alcázar militar, la muralla, los molinos, etc
de Sidonia. Llegó a convertirse en el siglo XI, en un pequeño reino de Taifa bajo el dominio de Ben Jazrum, rey de origen beréber. En este período el recinto de la villa se amuralló y aunque no hay certeza de que se colmataran con edificaciones todos sus terrenos, se ha mantenido la compleja trama de manzanas, de esta época provienen el trazado de sus calles, el alcázar militar, la muralla, los molinos, etc
En 1255 y en 1264, el rey Alfonso
X
tomó la ciudad para Castilla, siendo cedida al Infante Don Enrique, aunque
volvió a manos reales debido a su carácter fronterizo.
En 1408 el rey pone la ciudad en
manos de su privado Ruy López Dávalos, para otorgarla a los Ponce de León en
1440, Duques de Arcos, hasta bien entrado el siglo XVIII, alcanzando su cenit
entre los siglo XV y XVII. En el siglo XV se fundaron los
Hospicios de los Franciscanos Descalzos y otro próximo a la Iglesia de San
Pedro. El Ayuntamiento es trasladado a la Plaza del Castillo. La cárcel se
traslada a una casa donde se construirá más tarde el Convento de Mercedarias Descalzas. En la Plaza del Castillo
se situaron la alhóndiga y a su espalda la casa matadero.
A partir del siglo XVI se inicia la
construcción del Convento de San Francisco (1510), el de religiosas de San Juan
de Letrán (1539), el Hospital de San Roque y el de San Pedro.
En 1706, Felipe
V le
concede el título de Noble y Fidelísima.
Durante el siglo XVIII, la ciudad se
desarrolla definitivamente fuera del recinto amurallado, surgiendo tres
enclaves: el barrio de la Corredera, el de más calidad, con las residencias de
la burguesía, Hospital de San Juan de Dios, Pósito de Carlos III, Mesón del
Duque e Iglesia de San Miguel; el barrio de San Francisco, en torno a la
Iglesia de los Franciscanos del siglo XVI, en la que destaca la Capilla de las
Aguas; y el barrio Bajo, cuyo origen puede estar en un asentamiento morisco en
el actual barrio de Cómpeta.
En el siglo XIX, además de la
epidemia de fiebre amarilla y el paso de los franceses,
que causaron daños en el Castillo y la Plaza, el hecho más importante para el
patrimonio de Arcos es la desamortización
de Mendizábal.
Se producen transformaciones de edificios religiosos y se ponen a la venta
posesiones eclesiásticas rurales, que frenaron el incipiente desarrollo
industrial, por la transformación de los promotores industriales en
terratenientes.
En el siglo XX mejora la calidad de
vida y se produce un desarrollo del sector turístico, siendo en el período
1950-70 cuando se produce el mayor crecimiento de la ciudad. En el siglo XXI se
ha convertido en la entrada de la Ruta de los Pueblos Blancos y Conjunto
Histórico-Artístico.
Junto con sus magníficos paisajes, la hacen destino turístico de primer orden
en la provincia
de Cádiz,
lo que constituye su principal fuente de ingresos.
Monumentos
- Palacio del Conde del Águila, de estilo gótico mudéjar, construido entre los siglos XIV y XV, ubicado en la Cuesta de Belén.
- Castillo de Arcos, construcción de carácter militar, se encuentra ubicado en el punto más alto de la población.
- Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción, templo de origen mudéjar de los siglos XIV o XV con profundas remodelaciones realizadas durante la primera mitad del siglo XVI, en el exterior junto con elementos propios del arte ojival (portada de Santa María), conviven otros de tipo renacentista y barroco.
- Convento de S. Agustín. siglos XVI-XVII
- Iglesia de San Pedro,. siglos XV-XVII
- Palacio del Mayorazgo, siglo XVII.
- Ayuntamiento. siglo XVII
- Iglesia de San Francisco. siglos XVI-XVII
- Puerta Matrera, única de las puertas que permanece en pie de la antigua muralla árabe.
- Hospital e iglesia de la Caridad, siglos XVI-XVII.
Destaca la Peña de Arcos, que tiene un balcón a gran
altura, y que ha sido declarada monumento natural de Andalucía
(De Wikipedia y
otras fuentes)
…
Dejar atrás
el territorio portugués siempre produce saudade, y se acumulan los propósitos
de regresar.
No otra
cosa aconteció en nuestra etapa del viaje que consistía en salir de Portugal,
lo que resultó cómodo por la A-22 lusa, que llevó hasta la A-48, que comienza
junto al Guadiana, en Ayamonte, después de ofrecerse el bonito espectáculo del
ancho río ya casi expirando en el mar, con Vila Real de Santo Antonio como otro
punto de referencia.
Poco
después de sobrepasados los enlaces a Ayamonte acometimos el desvío hacia
Cartaya, previo bordear Lepe (del que, pese a que a su salida se indica “Huelva”,
no dejamos de salir; perdón por el mal
chiste), y así alcanzamos la zona de El
Rompido, preciosa en su mediodía invernal, brindando los verdeazulados de su
mar y su ría (río Piedras) con la barra de arena que cierra.
Castillo de Cartaya |
Casi todos
los establecimientos hosteleros estaban cerrados y solamente se hacían ver unos
pocos lugareños, de manera que hasta fue imposible tomar un café.
Desde El
Rompido, bordeando la costa, ya llegamos hasta el término de Punta Umbría,
contemplando las cadenas de edificaciones turísticas que deben de haber
convertido en tiempos turísticos esa paradisíaca costa en un hormiguero humano,
y bordeando la ría o bahía de Huelva (la del río Odiel) alcanzamos esta
capital, que
tratamos de bordear para seguir hacia La Rábida, no sin tropezar
cuatro o coinco veces con la mala señalización.
Y cuando
alcanzamos el monasterio de La Rábida, además de hallarlo cerrado, solamente
pudimos ver obras en los monumentos, por lo que seguimos bordeando la costa
hasta Mazagón y su playa, ya conocida por una anterior estancia en el Parador
que se halla en la zona.
Tras bordear
el Parque Nacional de Doñana y dar una
vuelta por Matalascañas, nos detuvimos en El Rocío, entrando a la ermita, poco
concurrida, pero siempre con público.
Ya desde
ahí emprendimos el camino por Bollullos del Condado hasta la autopista a
Sevilla, en cuya circunvalación nos desviamos por la A-4 hacia el sur, en
dirección a Cádiz, pero con el propósito de llegar hasta Arcos de la Frontera,
adonde habíamos reservado nuestra pernoctación.
Llegamos a
Arcos ya anochecido, y nos acomodamos en un hostal (anunciado como hotel)
bastante flojito. Pero salimos casi inmediatamente para llegarnos hasta el
casco antiguo de la población, que sigue brindando todo el sabor de los tiempos
de cultura árabe, mozárabe y cristiana, y disfrutamos de un relajante
paseo por las intrincadas y bien cuidadas callejas.
paseo por las intrincadas y bien cuidadas callejas.
Para volver
a nuestro alojamiento, en las afueras, se nos ocurrió caminar, pero equivocamos
el camino, por lo que nos fuimos hacia los barrios bajos de Arcos y hubimos de
superar después casi dos kilómetros de subida, que afloraron un poco de disnea.
Una cena
sabrosa en un Mesón cercano a nuestro alojamiento fue el precedente de un bien
ganado reposo.
Ya iban
quedando pocos días de viaje.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Decididament, Àngel i Tamara, sou uns viatgers impenitents i tu, un cronista excepcional que, a la densa documentació que aportes, li sumes el "to" afectiu, que fa encara més, agradosa la lectura.
ResponderEliminarNoves felicitats i una forta abraçada.
Marc i Tere