XV.- ÚLTIMO DÍA EN SINGAPUR (14-3)
La noria de
Singapur
La Singapore Flyer es la noria mirador más alta del mundo. Mide 165 metros de
altura. Fue inaugurada el 11 de febrero de 2008, y abierta al público el 1 de
marzo.
La atracción supera al mirador de Londres London Eye en 30 metros y a la Estrella de Nanchang,
la noria más grande hasta la apertura del Singapore Flyer, en 5 metros.
El Singapore Flyer cuenta con 28 'cápsulas' del
tamaño de un autobús urbano con una capacidad para 28 personas que permite a
los pasajeros caminar alrededor sin sentir ninguna vibración durante los 30
minutos de rotación.
La noria permite disfrutar a los visitantes de las vistas
de la bahía de Singapur y los puntos más característicos de la ciudad, y en
días claros los países vecinos, Malasia e Indonesia.
Responsables de Great Wheel Corp han señalado que esperan tener 10 millones de pasajeros al año.
…Responsables de Great Wheel Corp han señalado que esperan tener 10 millones de pasajeros al año.
La arquitectura de Singapur
presenta un amplio espectro de influencias y estilos de diferentes sitios y
periodos. Abarcan desde estilos eclécticos y formas
Ópera china |
La arquitectura tradicional de Singapur incluye casas
malayas vernáculas, negocios locales híbridos y cabañas black and white bungalows, un
espectro de sitios para orar que reflejan la diversidad étnica y
religiosa de
la ciudad estado como también la arquitectura colonial cívica y comercial en
los estilos europeos neoclásico, gótico, palladiano
y renacentista.
La arquitectura moderna en Singapur comienza con el
estilo transicional Art Decó y la llegada del hormigón armado como material constructivo
preferido. El estilo de arquitectura moderno internacional fue popular entre las décadas de 1950 a 1970,
especialmente en los complejos habitacionales de viviendas públicas. El estilo
de
arquitectura Brutalista fue popular en la década de 1970. Estos estilos
coincidieron con los periodos de gran renovación urbana y auge de construcción
en la historia de Singapur, y por lo tanto esos son estilos arquitectónicos muy
comunes de observar en la isla. Entre las obras arquitectónicas más
significativas de este periodo se encuentran los Pearl Bank Apartments de Tan Cheng Siong, y el People's Park
Complex y Golden Mile
Complex de Design Partnership.
Los experimentos de arquitectura postmoderna, tanto en los
modos 'historicista' y deconstructivista hicieron su aparición en la
década de 1980, si bien el estilo fue algo apagado en cuanto a su expresión.
Otra tendencia arquitectónica fue el redescubrimiento del legado arquitectónico
de Singapur, que dio lugar a un activo programa de conservación como también a
una industria floreciente de restauración de edificios históricos, a menudo
adaptándolo a nuevos usos. Un ejemplo reciente es el National
Museum of Singapore.
Un área importante de innovación local ha sido el intento
de desarrollar una forma de arquitectura moderna apropiada para el clima
tropical de
Singapur. Este tratamiento a la arquitectura se puede rastrear a
sus orígenes en las casas malayas vernáculas y a los experimentos de los
arquitectos británicos coloniales y los primeros arquitectos nacionalistas para
definir una auténtica arquitectura local utilizando métodos constructivos
modernos. En la década de 1980 y especialmente a finales de la década de 1990,
ello condujo a una proliferación de lo que se podría denominar arquitectura
'tropical moderna', o arquitectura neoclásica. La misma comprende un retorno a
las formas limpias y simples rectilíneas modernistas, junto con un énfasis en
una parquización exuberante y sistemas de sombra delicados mediante persianas
de madera o de metal en vez de las paredes modernistas de vidrio,
que absorben y capturan el calor solar. Estos esfuerzos arquitectónicos han
tomado nueva relevancia y urgencia a causa de las preocupaciones por el calentamiento global, el cambio climático y la sustentabilidad
medioambiental, especialmente dado que el aire acondicionado es uno de los mayores
consumos eléctricos de Singapur, siendo la electricidad producida
principalmente mediante el uso de combustibles fósiles.
(De Wikipedia y otras fuentes)
…
El último día de
nuestra prevista estancia en Singapur decidimos dedicarlo a recorrer aquellos
lugares y zonas que nos habían dejado mejores impresiones y en las que deseábamos
conocer con más detalle algunos puntos o adquirir algunos regalos.
Eso sí,
decidimos utilizar el transporte público, concretamente los autobuses urbanos,
cuya red, por lo que habíamos leído, era amplia y cubría casi toda la ciudad. Lo más curioso era que el conductor no llevaba dinero para devolver cambio, por lo que si se pagaba en dinero había quer entregarle el importe exacto o perder el exceso. Lo mejor era una especie de "bono bus".
Enfrente de
nuestro hotel, en la calle Bencoolen, subimos al bus de la línea 147, que
recorrió toda la zona cercana a Merlion y barrio financiero, hasta llevarnos a la New Bridge Road, tangente con Chinatown. donde queríamos repasar por las tiendas para adquirir algunos regalos.
Nos volvió a
sorprender la abundancia de tiendas (casi todo era comercial) y desde luego la
Food Street, casi solo de restaurantes, aunque no dejaban de ser pintorescas
las tiendas en las que se anunciaban sastres que diseñaban trajes y vestidos de
ceremonia.
Las mujeres de nuestro grupo casi
se agotaron volviendo a revisar todas las tiendas de los chinos, y demostrando
una vez más que ellas precisaban ver mil tiendas para al final comprar alguna
pequeñez o nada.
Pero a la hora
de la comida, en la Smith St, más conocida como Food Street, elegimos un
restaurante chino en el que hallamos la posibilidad de pescados y
verduras, más
el consabido arroz frito, lo que nos permitió comer razonablemente y a precios
moderados (cerveza incluida), y seguidamente tomar un café en una terracita al
comienzo de la calle que se anunciaba como tal, ya que no era fácil hallar café,
por la predominancia del té de muchas clases.
Terminado el condumio
y el café, y después del enésimo “repaso” a las tiendas chinas, salimos a la
New Bridge Road, abarrotada de gente, y tomamos de nuevo el autobús 147, en el
que recorrimos Hill St., visionando la Cathedral of God Shepard, casi
sumergidos entre altísimos edificios de mil modernas formas, con jardines
colgantes, que nos dejaron maravillados.
Finalmente el
bus urbano nos llevó hasta Selegie Rd,
cercana a nuestro hotel, desde donde paseamos
para visitar el templo hindú Sri Krishnan, para volver a la zona cercana al Summer
View Hotel, en la que cenamos de nuevo pescados, vegetales y arroz.
Nos recogimos
pronto en las habitaciones, porque al siguiente día estaba previsto nuestro vuelo
hasta Kuala Lumpur, para desde esta capital emprender el regreso a Valencia,
vía Amsterdam.
Desde luego,
Singapur nos había deleitado e impresionado, hasta el punto de que nos conjuramos para volver.
Mención aparte
merece la experiencia de subir a la noria gigante, la Singapore Flyer, que nos
permitió gozar de los momentos y las vistas más maravillosas de la ciudad,
porque a la amplitud de cada vagón se unió la cambiante perspectiva y el
panorama cada
vez más absorbente, conforme la cápsula iba ascendiendo
lentamente, y así, como estaba anocheciendo al tiempo, los colores, las luces, las
figuras iban sucediéndose de manera casi mágica, hasta generar un embeleso
indescriptible.
El remate fue
visionar el circuito urbano de la carrera de Fórmula 1 de Singapur, que se
abría a nuestros pies, muy iluminado, y en el que se estaba
trabajando para la
carrera que iba a celebrarse una semana más tarde.
Aun entreverada
entre tantas bellezas y visiones, la excursión o visita de Singapur desde la
noria resultó algo impresionante e inolvidable.
Como lo estaba
siendo todo el viaje.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Extraordinario����������������
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