THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

miércoles, 9 de junio de 2010

AVENTURA AMERICANA: Camino de Monument Valley (II).- De Dolores al Gran Cañón del Colorado

Después de haber pernoctado en Dolores, la ruta hacia el Gran Cañón del Colorado discurrió todavía por el estado del mismo nombre, a través de la carretera 145 y la 160, atravesando Cortez hasta alcanzar el punto llamada The Four Corners (Las cuatro esquinas), a unos 80 kilómetros. Se entra en primer lugar en el estado de New México para hacerlo a los pocos kilómetros en el de Arizona, pasando por el Monumento a esas cuatro esquinas, del que recojo la información que aparece en Wikipedia:
“El monumento de las Cuatro Esquinas (en inglés, Four Corners Monument), es un pequeño monumento del sudeste de los Estados Unidos, localizado en tierras indias de los navajos y utes (estos últimos tienen una reserva en el límite de Colorado), que marca la localización geográfica del punto de unión cuádruplo de los estados de Arizona, Colorado, Nuevo México y Utah.
Está situado en la meseta de Colorado, al oeste de la ruta 160. El punto fue designado originariamente por el Congreso, pero un error provocado por una primera mala medición lo emplazó geográficamente en mal lugar. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos determinó más adelante que esa localización había llegado a ser tan reconocida que debía ser considerada oficialmente como el límite real entre los cuatro estados.
No sólo es el punto de intersección perpendicular de las cuatro esquinas, sino que además es el único punto cuádruple en Estados Unidos entre estados, y por eso a la región se le llama la región de las Cuatro Esquinas. El punto se localiza en una reserva india de los ute en Colorado. La señal es controlada por Parques de la Nación de Navajos (Navajo Nation Parks) y el departamento de Reconstrucción y es una atracción turística popular, a pesar de lo remoto de su posición. Para ver y tomar unas fotografías en el monumento se debe pagar por persona una tarifa de 3$, para mantener los permisos que el monumento conlleva.
Alrededor del monumento, los artesanos locales navajos y utes venden recuerdos y alimentos. La posición del punto fue descubierta inicialmente en 1868 y fue señalada con un pedestal de piedra arenisca. Posteriormente, en 1912, se colocó el primer marcador permanente, que fue sustituido en 1992 por un pedestal de granito en el que encaja un disco de bronce circular alrededor del punto, que está rodeado por los escudos y banderas de los estados que colindan allí.”

El monumento The Four Corners en sí no presenta ningún especial atractivo, aunque para los norteamericanos, tan poco dados a salir de su propio estado, y tan necesitados de símbolos, resulta muy interesante situarse encima de la placa que reproduce en forma de cruz la intersección en ángulo recto de los cuatro estados, y hacer infinidad de fotos. ¡Patriotas que son ellos! (¿También respetando a los indios?)
Alrededor del monumento hay un montón de tiendecitas de souvenirs, casi todas regentadas por personas de etnia india, aunque llama la atención grandemente que su cara y piel cobriza esté rodeada de ropa tan genuinamente americana como jeans y camisas coloristas a lo occidental.
Y también llama la atención que en esas tierras que fueron mucho tiempo exclusivamente indias y que estuvieron pobladas de habitáculos en forma de tiendas nativas, ahora se establezcan caravanas-vivienda rodantes que abren uno de sus costados para servir de expositor, y que la mayor parte de los souvenirs se vendan mediante tarjetas de crédito, según anuncian los reclamos. ¡Los indios, antaño viviendo entre señales de humo, ahora cobrando con terminales inalámbricas para tarjetas de crédito!

Sobrepasado el punto de los Four Corners, la carretera 160 se adentra en unas tierras absolutamente áridas y pedregosas, que apenas tienen secos arbustos, y la ruta aparece como un interminable camino a través de un auténtico desierto, en el que, a veces, aparece una rudimentaria construcción, casi siempre de madera, en la que hay un bar o algo similar y en su derredor, a veces, unas tiendecitas de recuerdos, todo ello con los indios regentándolo.
(En cualquier lugar, pequeña tienda india)
No nos fue posible a los viajeros evitar el comentario de que la masacre india debió de haber sido muy dura, ya que los indios actuales eran tan “genuinamente americanos” como el resto de la población “rostro pálido” estadounidense, aunque rehuían cualquier conversación o comentario que no fuera acerca de la compra de sus pequeñas mercancías. Solamente algunos indicadores de carretera anunciaban “reserva india” y se vislumbraba un camino de tierra perdiéndose en la lejanía hasta llegar a núcleos diseminados de construcciones que parecían de madera. Inclusive nos cruzamos con un coche de policía que indicaba “Policía de la reserva india”. El conductor era indio, lógicamente…

¿En qué había terminado la gente que lideró Jerónimo? 
¡Cuántas y cuántas cabalgadas y correrías se habrían producido en el pasado en estas desérticas tierras que estábamos recorriendo!
Aunque el calor era mucho (sobre 40 grados, mitigados por el aire acondicionado del Pontiac Gran AM automático en el que nos desplazábamos), a todos nos embargaba la emoción de estar recorriendo estos lugares y reviviendo de esta forma tantas y tantas leyendas y hechos históricos

Venta de recuerdos por los navajos
Tras unos 300 kms. por la ruta 160, desierto y desierto, reservas indias a lo lejos, a la derecha se medio vislumbraron las imponentes rocas (arrecifes que dicen los lugareños) del Monument Valley, que soslayamos para adentrarnos en la carretera 89, la Navajo Trl, que nos llevó hasta la 180-64, la Navahopi Rd., por la que recorrimos unos 120 kms. Para adentrarnos en el Kaibab National Forest, antesala del Grand Canyon National Park, hasta arribar hasta el Grand Canyon village, el núcleo de población surgido alrededor de la explotación turística del Gran Cañón del río Colorado, con anuncios de excursiones en burro y en mula hasta el fondo del cañón, viajes en kayak por el río, itinerarios en avioneta y en helicóptero por el interior del gran cañón...Y venta de todo o casi todo.
Nos decidimos por acudir al centro de visitantes, muy bien montado, como casi todos los de EE.UU., en el que estudiamos posibles puntos a visitar.
Realmente, en cada rincón se nos presentaba el Gran Cañón con sus caprichosas formas rocosas, sus tornasolados colores, y al fondo la corriente de agua, dibujandose en tono plateado, que viniendo desde las Montañas Rocosas, el origen de nuestro viaje, había sido por su erosión la causa de esta maravilla natural.
...
Antes de proseguir, son convenientes unas notas sobre el Gran Cañón, extraídas de Wikipedia:
“El Gran Cañón (the Grand Canyon) es una vistosa y escarpada garganta excavada por el río Colorado en el norte de Arizona, Estados Unidos. El Cañón está considerado como una de las maravillas naturales del mundo y está situado en su mayor parte dentro del Parque Nacional del Gran Cañón (uno de los primeros Parques Naturales de los Estados Unidos). El presidente Theodore Roosevelt fue el mayor promotor del área del Gran Cañón, visitándolo en numerosas ocasiones para cazar pumas o para gozar del impresionante paisaje.
El cañón fue creado por el río Colorado, cuyo cauce socavó el terreno durante millones de años. Tiene unos 350 km de longitud, cuenta con cordilleras de entre 6 a 29 km de anchura y alcanza profundidades de más de 1.600 m. Cerca de 2.000 millones de años de la historia de la tierra han quedado expuestos mientras el río Colorado y sus tributarios o afluentes cortaban capa tras capa de sedimento al mismo tiempo que la meseta del Colorado se elevaba.
Geografía
El Gran Cañón es muy profundo, en algunos lugares supera el kilómetro y medio de profundidad, con 446 kilómetros de longitud corta la meseta del Colorado sacando a la luz estratos paleozoicos. Los estratos aparecen gradualmente desde Lee's Ferry (punto oficial de comienzo del Gran Cañón) hasta Phantom Ranch. El cañón termina en la zona donde el río cruza el Grand Wash Fault (cerca del lago Mead).
La orogén
esis, provocada por las placas tectónicas, causó el nacimiento de las montañas Rocosas así como la formación de la meseta del Colorado elevando varios kilómetros las diversas capas de sedimentos. La mayor elevación ha dado lugar a mayores precipitaciones en la cuenca de drenaje del río Colorado, pero no lo suficiente como para que el Gran Cañón deje de ser una zona semiárida.
La elevación de la meseta del Colorado es desigual, como resultado el borde norte (North Rim) del Gran Cañón está situado 300 metros por encima del borde sur (South Rim). El hecho de que el río Colorado discurra más cerca del South Rim se explica debido a esta elevación asimétrica. Casi toda la escorrentía desde la meseta detrás del borde norte (el cual recoge más lluvia y nieve) discurre hacia el Gran Cañón, mientras que la mayor parte de la escorrentía sobre la meseta detrás del borde sur discurre lejos del Cañón (siguiendo la inclinación predominante). El resultado es una mayor erosión y por lo tanto un mayor ensanchamiento del cañón y los cañones tributarios situados al norte del río Colorado.
Las temperaturas en el North Rim son generalmente menores que en el South Rim debido a la mayor elevación (2.483 m sobre el nivel del mar). Las grandes nevadas son comunes durante los meses de invierno. El borde sur tiene mejores servicios para el turismo, y las vistas panorámicas que hacen famoso al Gran Cañón.
La cultura del desierto
Poco se sabe acerca de los pueblos que vivieron en el oeste de Norteamérica entre hace 9.000 y 3.000 años. Los primeros signos de vida humana en el Gran Cañón pertenecen a esa época, las dataciones mediante Carbono-14 de pequeñas ramas de sauce representando animales establecen que los restos encontrados son anteriores a 3.000 años. Las culturas del desierto eran cazadores y recolectores. Los primeros europeos que encontraron evidencias de estas actividades fueron Frazier, Eddy y Hatch en una expedición en 1934.
Los pueblos ancestrales o Anasazi
La ocupación de los pueblos ancestrales en el Gran Cañón se produjo principalmente en Cañón Nankoweap, el Delta Unkar y el Bright Angel Site. Los Haskiri fueron el último pueblo indigena en salir de allí.
La exploración española
Descubierto por la expedición de Francisco Vázquez de Coronado, el primer europeo que contempló el Gran Cañón del Colorado fue García López de Cárdenas en 1540, quien al mando de un puñado de hombres partió desde la población indígena que los españoles llamaron Quivira, pueblo habitado por los indios Zuñi y supuestamente una de las siete ciudades de oro del reino de Cíbola, pueblo del cual actualmente se ignora su ubicación ya que los historiadores difieren sobre ello; algunos ubican Quivira en Nuevo México en tanto otros piensan que estaba en Kansas. No debemos confundirnos con una población ubicada en Nuevo México que expedicionarios españoles llamaron alrededor del año 1600 Pueblo de las Humanas y posteriormente fue conocido como Gran Quivira.
En Quivira se encontraba parte de la expedición comandada por Vázquez de Coronado con treinta hombres y se comisionó a García López junto con un puñado de hombres para encontrar un río del cual los indios Hopi les habían hablado, para lo que se le concedieron 80 días para que fuera y regresara.
Después de 20 días de viaje exploratorio encontraron el Gran Cañón del Colorado, sin embargo no pudieron bajar hasta el río para abastecerse de agua y después de varios intentos para descender empezaron a tener problemas de agua para beber, por lo cual decidieron regresar.
Días después sería Fernando de Alarcón (quien participaba en el viaje de exploración pero por vía marítima) el primer europeo en tocar y navegar las aguas del Río Colorado, pero a cientos de kilómetros del Gran Cañón. Es necesario resaltar que quien descubrió el Río Colorado fue Francisco de Ulloa el 28 de septiembre de 1539 quien tomó posesión de la desembocadura del río (la nombró Ancón de San Andrés), en beneficio de la corona española, sin navegar aguas arriba como lo hizo Fernando de Alarcón.
La exploración estadounidense
La primera expedición científica fue liderada por el comandante del ejército de los Estados Unidos John Wesley Powell en 1869. Powell se refirió a la roca sedimentaria encontrada en el cañón como "las hojas de un gran libro de historia".
Actividades
Aparte de la visita turística ocasional al borde sur con sus 2.134 metros sobre el nivel del mar, el rafting o descenso de ríos y el excursionismo son actividades especialmente populares. El fondo del valle es accesible caminando, en mula o en barca descendiendo desde la parte superior del río. Los funcionarios del parque no aconsejan realizar en un solo día la excursión de descender al cauce del río y volver a subir debido a la distancia, el esfuerzo requerido y el peligro de agotamiento por calor por las altas temperaturas que se alcanzan en el fondo. Incluso las excursiones por el borde deben hacerse con cuidado en ciertos puntos; con frecuencia hay señales de peligro a lo largo de las pistas que recorren los bordes del cañón.
Existen empresas que organizan descensos en rafting del río, generalmente en barcas para 15 perso
nas equipadas con motor fueraborda, suelen partir de Lee's Ferry y llegan hasta Diamond Creek durando el viaje unos 6 días. Las barcas equipadas únicamente con remos suelen tardar unas 2 semanas en completar el viaje. También existen empresas que organizan excursiones para turistas en helicóptero al Gran Cañón.
Generalidades
Altitud: el Río Colorado corre a 2.210 m abajo del borde o ribera sur.
El borde norte alcanza 2.422 m de altura.
Ancho: La distancia entre las riberas o bordes norte y sur oscila entre los 16 a 29 km según el punto del que se mida la distancia.
Altura máxima de garganta: 1.470 m
De la entrada este a la salida oeste el Gran Cañón mide alrededor de 350kms.”

Y como nuestra expedición ya se encontraba en los bordes del Gran Cañón, decidimos asomarnos a todos los miradores (hay muchísimos) y agotar nuestros carretes de fotos –al tiempo de nuestra visita no contábamos con las ventajas de las cámaras digitales, apenas difundidas- descender un poco por los senderos que se dirigían al río; visionar las películas que se ofrecían sobre el Gran Cañón, en una palabra, saber todo lo más posible, pero sin llegar hasta el río, porque no había tiempo, ni calzabamos adecuadamente para esa excusión y porque los precios de los vuelos por el Cañón eran tan caros que nos preguntamos si en ellos se comprendía la compra del avión o del helicóptero.
Iba cayendo la tarde y los coloridos estaban cambiando de manera extasiante, envolviéndonos a todos en un aura de embeleso por tanta belleza.
La pena fue que la tarde iba expirando y aún teníamos que hallar un alojamiento en el que pernoctar, lo que no se presentaba fácil, porque en el camino de venida habíamos visto solo uno o dos moteles.
Así que emprendimos la marcha pasadas las siete de la tarde, retornando por la misma ruta, la 160 en dirección a la 163.
Antes de Kayenta, en la que se halla el enlace con la 163, hallamos un motel indio al que entramos con tanta curiosidad como hambre y cansancio, y allí tomamos habitaciones –en medio del desierto— gracias a la amabilidad de la familia india (navajos) que nos atendió.
En el siguiente capítulo escribiré sobre la experiencia que supuso la pernocta en este motel indio y regentado por indios.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

martes, 8 de junio de 2010

AVENTURA AMERICANA: Camino de Monument Valley (I)

NOTA.- Después de haber reproducido, como inicio de este blog, el conjunto de comentarios que integran el “Periplo por Europa 2.009”, con el presente post se comienza a tratar de una serie de posibles viajes, sobre la base de los ya realizados por el autor.

El Monument Valley (inglés: «Valle Monumento») es una gran depresión situada en la frontera sur de Utah con Arizona, en los Estados Unidos. El valle está dentro de la reserva de los nativos navajo, cerca de la ciudad de Goulding y es accesible por la U.S. Route 163. El nombre navajo para el valle es "Tsé Bii' Ndzisgaii" («Valle de las Rocas»).
El valle es famoso por sus curiosas formaciones de mesas y ha sido escenario de numerosas películas.
(De Wikipedia)


En Monument Valley posiblemente encontramos las imágenes más inolvidables del Oeste Americano. Las aisladas mesetas y los cerros rojos rodeados de un desierto vacío y arenoso, han sido filmados y fotografiados incontables veces a través de los años. Debido a esto, el área puede parecer bastante familiar aún en su primera visita, pero pronto es evidente que los colores naturales realmente son tan brillantes y profundos como lo son en las películas.
El valle no es realmente un valle en el sentido convencional sino que es un paisaje ancho y plano y algunas veces desolado interrumpido por las formaciones rocosas que se elevan cientos de metros en el aire, los últimos residuos de las capas de roca arenisca que alguna vez cubría toda la región.
Monument Valley se encuentra en su totalidad dentro de la Reserva de los Indios Navajos en la frontera de los estados de Utah y Arizona, cerca de la esquina sureste de Utah. La línea estatal pasa a través de los más famosos lugares que se concentran cerca del pequeño pueblo de Goulding. Estos asentamientos aislados se establecieron en 1923 como un puesto para comercio de los indios pero ahora tienen una completa variedad de servicios para los visitantes. El pueblo está a 250 Km. (175 millas) de Flagstaff, Arizona, la cual es la ciudad mas cercana.
Solo hay una carretera principal, la US 163, que enlaza a Kayenta, AZ, con US 191 en Utah. En la franja que se aproxima a la frontera de Utah con Arizona desde el norte, encontramos la imagen mas famosa del valle - un camino largo, recto y vacío que va a través del desierto hacia los altos arrecifes rojos de 300 metros de altura que se ven a lo lejos en el horizonte. A pesar de que mucho se puede apreciar desde la carretera principal, muchos paisajes permanecen escondidos detrás de arrecifes largos (las mesas de Mitchell y Wetherill), al este del camino. Encontramos más escenas para admirar dentro del Monument Valley Navajo Tribal Park (la entrada cuesta $2.50 dólares), sobre el lado corto del camino en el lado opuesto de la vuelta a Goulding.
Gooseneck
La vista que hay desde el centro de visitantes es suficientemente espectacular, pero la mayor parte del parque puede ser visto solo desde el Valley Drive, un camino de tierra de unos 27 Km. Comienza en el centro de visitantes y va alrededor de altos arrecifes y mesas incluyendo el Tótem Pole una torre de roca frecuentemente fotografiada de 100 metros de alto pero solo unos cuantos metros de ancho. Desafortunadamente, sin un vehículo de doble tracción, el camino es muy irregular y difícil. Como alternativa hay muchos guías Navajo y lugares de renta de jeeps de doble tracción que esperan ansiosamente a un lado del centro de visitantes. Los precios normales son alrededor de $15 dólares por un viaje de 3 horas. También puede excursionar el valle a caballo.
El área de Monument Valley y la reserva Navajo proporcionan excelentes oportunidades para admirar la cultura nativa americana y aprender algo de la gente Navajo. Se puede observar cómo algunos artesanos Navajo elaboran sus objetos y comprar artículos hechos a mano. No tome fotografías de la gente Navajo, sus hogares o sus posesiones sin antes pedir permiso. A menudo esperan una pequeña propina cuando aceptan ser fotografiados.
Hay varios moteles, restaurantes y tiendas en Goulding, Utah. También puede encontrar hospedaje en Kayenta en Arizona, o en Bluff y Mexican Hat en Utah. La selección es un poco limitada así que se recomienda reservar.
El Valle de los Dioses

En el Valle de los Dioses a 48 Km. (30 millas), al norte de Monument Valley a lo largo de US163, encontramos más del mismo tipo de paisaje de formaciones de rígidas rocas rojas. Este valle es casi tan escénico como Monument Valley pero la entrada es gratis y tiene muy pocos visitantes. Se llega por una carretera de tierra que empieza cerca del pequeño pueblo de Mexican Hat. Este pequeño asentamiento fue nombrado así por una curiosa formación de una roca plana de 30 metros de diámetro sostenida precariamente sobre otra mucho más pequeña en la punta de una colina.
Alrededor de Mexican Hat corre lentamente el Río San Juan y pasa por un cañón con muchas vueltas anchas. Cerca de ahí está el Parque Estatal de Goosenecks y en él se encuentra un vasto mirador donde podemos admirar varios ríos serpenteando a cientos de metros abajo del suelo por el cañón muy profundo. Se permite acampar gratis en el mirador y, a pesar de que hay algunos sitios para hospedarse, éste es un excelente lugar para pasar la noche y los visitantes se pueden estacionar a tan solo unos metros de la orilla del arrecife y ver el efecto de la puesta del sol en las paredes del cañón.
(John Crossley, en USA Tourist)
...
Confieso que Monument Valley me ha seducido desde que tuve la oportunidad de visionar las primeras películas sobre el Far West, en las que aparecía este indescriptible fenómeno de la naturaleza, aquellos westerns de John Ford o de John Huston, o de tantos y tantos maestros del cine, en los que el indio masacrado por el hombre blanco, se defiende como puede; o agrede al blanco que invade su territorio y le priva de la caza; o persigue a los “rostros pálidos” y les roba a sus mujeres, como guerrera y feroz represalia a la paulatina extinción que sufre su pueblo.
Por eso, en mi viaje a los Estados Unidos de América en agosto del año 1998 (ya había ido a este país varias veces antes y seguí viajando en muchas más ocasiones, especialmente por motivos profesionales), me decidí a estar una semana por lo menos en los alrededores de las Montañas Rocosas (Rocky Mountains, a las que ya dedicaré otro post), y así volé desde New York hasta Denver (Colorado), vía Cincinatti.
Nada más llegar al enorme aeropuerto de Denver –que semeja estar en medio del desierto- nos percatamos (el grupo de cuatro viajeros que éramos) que habíamos llegado a “otras tierras”, no solamente por el huso horario (dos horas menos que en la costa Este), sino por la hiriente luminosidad, el abrumador calor –era el mes de agosto--, y las inmensas llanuras que en derredor se divisaban, que apenas permitían adivinar hacia el Oeste, al fondo, la majestuosa cordillera de las Rocosas.
(Winter Park)
Nos alojamos en Winter Park, una preciosa zona en pleno corazón de las Montañas Rocosas, a unos 1.800 metros de altitud, que constituye una magnífica comarca para la práctica de los deportes de invierno, aunque también muy interesante en el verano, por la multitud de lagos, riachuelos, montañas y accidentes orográficos que se hallan en las proximidades, como por ejemplo la divisoria de las vertientes de aguas Pacífico y Atlántico, situada a unos 4.800 metros de altura, a la que se accede por una pintoresca carretera en muy buen estado, que permite pasar de los frondosos bosques de abetos y hayas hasta la tundra. (También a Winter Park dedicaré unos comentarios en el futuro)
Y programamos desplazarnos hasta el cañón del Colorado, que se halla en el estado de Arizona, no en el estado de Colorado, aunque debe su nombre al río así denominado, que nace en las Montañas Rocosas, surca el estado de su nombre, penetra en Arizona –origina el cañón de su nombre— y desemboca finalmente en el Golfo de México.
La distancia era larga (1.350 kms.), considerando especialmente que por las amplísimas autopistas americanas la velocidad está limitada generalmente a 55 mph, es decir, unos 100 km/h, y solamente en algunos limitados tramos puede circularse hasta 65 mph. La infracción está tan controlada que a la vuelta de cualquier recodo, si es que lo hay, o de cualquier camino accesorio, puede aparecer el coche del sheriff con toda su parafernalia de luces y sirenas, para imponer una multa y citar a juicio en el tribunal más próximo…
(Vail en verano)
Así, de buena mañanita (comprobamos que los americanos son muy madrugadores para ponerse en carretera y quisimos imitarles), sobre las 6’30 horas, descendimos desde Winter Park hasta la autopista US 70, en la que enfilamos el camino hacia Vail, por en medio de angostos y gargantas (estábamos comenzando a cruzar las Montañas Rocosas), hasta divisar esta bella población, famosa por sus buenos equipamientos para los deportes de invierno.
Desde Vail, por la misma US 70 seguimos hasta las cercanías de Grand Junction, punto en el que desviamos hacia el Sur, por la carreteras 50 y 550, sobrepasando Montrose (buena ocasión para entrar en una de las típicas “paradas” americanas, con una barra llena de camioneros --¡vaya enormes camiones y trailers!- tomando esos tazones de agua sucia y sin azúcar que ellos llaman café, y que nos permitió beber, pues...una Pepsi-Cola…)
Después del refrigerio, y aunque el sol apretaba de lo lindo, alcanzamos Telluride, una pequeña y coqueta localidad que semeja una ciudad del Far West, con una larguísima calle, en la que abundan los hoteles, restaurantes y tiendas, con los precios más caros que nunca habíamos visto, porque se trataba de una de las estaciones de invierno más selectas y selectivas de los Estados Unidos.
(Telluride)
Alrededor de Telluride, montañas y más montañas, bosques y más bosques, pasando por las cercanías de zonas de enorme belleza, un parque natural tras otro, hasta alcanzar el descreste, en una zona llana, en la que aparecían a ambos lados granjas o ranchos que recordaban mucho la de la renombrada serie televisiva “Bonanza”, y la carretera, la Highway 145, nos dejó en Dolores, una pequeña población en el límite del estado de Colorado, que estaba alineada a ambos lados de la carretera, en la que había un motel (el típico motel americano, de madera, con las puertas de las habitaciones en la planta baja, y junto a ellas una silla mecedora o balancín), cuyo motel, llamado también “Dolores”, era propiedad y estaba regentado por un simpático matrimonio ¡sueco!.
(Motel en Dolores)
Era preciso hacer una parada y pernoctar, previa la cena que pudimos hallar en un cercano restaurante, a base de grandes chuletones de buey y muchas patatas, para después acudir al bar-saloon del pueblo, de aspecto absolutamente tradicional, en el que un whiskey Jack Daniels (el conocido en España como bourbon) hizo de digestivo antes de que la cama –pese al calor- nos permitiera soñar con mil historias de un Far West que solamente habíamos empezado a rememorar frente a su auténtico escenario.
Porque para el siguiente día teníamos previsto, ni más ni menos, que visitar el Cañón del Colorado y Monument Valley...
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

viernes, 4 de junio de 2010

12.- De St. Etienne a Valencia.- Periplo por Europa 2.009

Catedral de St Etienne
De St. Etienne-Francia (departamento del Loira, aunque este río, que nace por allí, ni lo vimos) a Valencia nos separaban exactamente 996 kilómetros.
Ya dije que ni visitamos la ciudad de St. Etienne, por la lluvia (tormenta) que nos recibió a nuestra llegada y porque el cansancio se estaba empezando a acumular.
Así que después del desayuno, sobre las 9 de la mañana, volvimos a la Autoroute du soleil (que vertebra el este de Francia y viabiliza el camino de París a Marsella, siguiendo el curso del río Ródano), y a pesar del abundante tráfico y de los muchos controles de velocidad por radar, progresamos hasta las cercanías de Avignon –la ciudad de los Papas del cisma, ya visitada tiempo atrás— para después tomar la autopista Laguedocienne, que discurre por las proximidades de Nimes, Montpellier, Beziers (punto en el que a la ida habíamos tomado la autovía hacia Clermont-Ferrand), Narbonne, y llegar hasta Perpignan.
Al cruzar la frontera franco-española por la Junquera, todos los viajeros nos congratulamos de haber regresado a España, y más aún de detenernos para comer (¡por fin un día se comía “a la española”!) en Casa Artigas, de La Junquera, en la que el conejo con caracoles, las chuletas de cordero, la lubina a la parrilla y unas buenas ensaladas, regados con un buen vino del Penedés, adornaban la vuelta a España.
Lo peor es que aún faltaban 500 kilómetros hasta nuestro destino, que recorrimos sin incidencia alguna –había muy poco tráfico— llegando a Valencia y al ¡hogar dulce hogar! sobre las 9 de la tarde, porque aún había bastante luz.
Nos esperaba el agobiante calor de una casa cerrada durante un mes, más la insufrible humedad valenciana, aunque todos dormimos esa noche probablemente mejor que en ninguna otra, recordando tantas bellas ciudades, tan interesantes experiencias, tantas emociones experimentadas.
En todos existía la convicción de que el próximo año, si es posible, habría que ir a Ucrania "por otro itinerario", lo que será arduo de decidir, pues mucha Europa ha sido recorrida ya.
Gracias a todos por la paciencia de haber leído nuestro relato, que espero interese, e invito a efectuar el viaje, en todo o en parte, para lo que bastará enviarme un e-mail y con gusto informaré de cuanto sepa.
Y 13.- RESUMEN
(Sin ánimo de grandes estadísticas)
Kilómetros recorridos en total: 8.670
Vehículo: Toyota Prius, Hybrid (eléctrico y a gasolina)
Carburante consumido: 477 litros de Super 95 blei frei (sin plomo)
Días viaje ida: 11
Día estancia en Kiev: 8
Días viaje regreso: 6
Países recorridos en la ida: 6
Países recorridos en la vuelta: 7


“No he nacido para sólo un rincón, mi patria es todo el mundo”
Lucio Anneo Séneca
(2 AC-65) Filósofo latino.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

11.- Cruzar Suiza (del Rin al Loira, pasando por el Ródano).- Periplo por Europa 2009

Desde Mulhouse es bien próxima la entrada a Suiza, que se efectúa junto al Euroairport, que da servicio al norte de Suiza, al Sur de Alemania y al Este de Francia más cercano, con la absoluta comodidad que brinda la ausencia de controles fronterizos, por el Tratado de Schengen, al que Suiza se unió, pese a no formar parte de la Unión Europea.
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Suiza (en alemán: die Schweiz, en francés: la Suisse, en italiano: Svizzera, en romanche: Svizra), oficialmente conocida como Confederación Suiza (Confœderatio Helvetica en latín, es un país sin salida al mar ubicado en Europa central y que cuenta con una población de 7.725.200 de habitantes (2009). Suiza es una república federal de 26 estados, llamados cantones. Berna es la sede de las autoridades federales, mientras que los centros financieros del país se encuentran en las ciudades de Zurich, Basilea y Ginebra. Suiza es uno de los países más ricos del mundo según su PIB per cápita, que asciende a US$ 67.384. Por su parte, Zurich y Ginebra figuran en el segundo y tercer lugar de las ciudades con mejor calidad de vida en el mundo.
Suiza limita al norte con Alemania, al oeste con Francia, al sur con Italia y al este con Austria y Liechtenstein. El país se caracteriza por su neutralidad, sin haber participado activamente en ningún conflicto internacional desde 1815, y es la sede de varias organizaciones internacionales, incluyendo la Cruz Roja, la Organización Mundial del Comercio y una de las dos oficinas de la ONU en Europa. Suiza no es miembro de la Unión Europea pero desde 2005 es parte del Acuerdo de Schengen; es una nación multilingüe y cuenta con cuatro idiomas nacionales: alemán, francés, italiano y romanche. La fecha de creación de Suiza como nación se fijó el 1 de agosto de 1291 de acuerdo con la tradición, de ahí que cada año se celebre la fiesta nacional ese mismo día.
Actualmente, Suiza es percibido como uno de los países más desarrollados del mundo. Por su política de neutralidad, el país alberga gran cantidad de inmigrantes provenientes de naciones de varios continentes, por lo que es considerado como uno de los países europeos con mayor diversidad cultural. (De Wikipedia)
...
En unos quince minutos, el viajero se planta desde Mulhouse en la frontera suiza, en la que, curiosamente, el único control que existe es para obligar a la compra de la vignette (pegatina que acredita haber pagado los derechos de autopista, muy cara, pues importa 28 Euros para tres días).
Junto a la frontera se halla Basel, o Basilea, brindando una preciosa panorámica sobre el Rin, que forma un amplio meandro cruzándola, según puede verse desde el mirador de la catedral, situada en lo alto del barrio tradicional y monumental, en el que destacan las casas de rancio señorío y especialmente el edificio del Ayuntamiento o Rathaus.
Por lo demás, se trata de una ciudad suiza, tan cuidada como todas, y en la que parece “olerse” el alto nivel de vida, por las tiendas y los comercios.
Basilea (en alemán: Basel ['ba:zl], en francés: Bâle [ba:l], en italiano y romanche Basilea) es la tercera ciudad más poblada de Suiza (188.000 habitantes en el semicantón de Basilea-Ciudad según datos de 2004; 731.000 habitantes en la aglomeración, perteneciente al semicantón de Basilea-Campiña), haciéndola segunda área urbana más grande de Suiza según datos de 2003.
Los museos de Basilea cubren un amplio espectro de exposiciones, con el punto fuerte en las artes plásticas. Albergan una gran cantidad de fondos de relevancia internacional. Las aproximadamente tres docenas de edificios suponen una densidad de museos extraordinariamente elevada en comparación con otras ciudades de idéntico tamaño. Anualmente reciben más de un millón de visitantes.
Los museos, componente esencial de la cultura y la política cultural de Basilea, se basan en la combinación de la actividad de colección, tanto privada como pública, con el fo
mento privado y público de la cultura, una fórmula que data del siglo XVI. La colección del Museo de Arte abierta al público se creó en 1661 y es la primera y más antigua colección existente de carácter civil. Desde finales de la década de 1980 se han abierto diversas colecciones privadas en edificios de nueva construcción, reconocidos por su arquitectura museística de vanguardia.
La catedral de Basilea, conocida como Münster, de estilo románico y gótico con sus dos torres irregulares, constituye un monumento arquitectural sobreviviente al terremoto medieval. En su interior se encuentra la tumba de Erasmo de Rotterdam.
El pintoresco Rathaus (Ayuntamiento) construido entre 1504 y 1514 en piedra arenisca de color rojo oscuro, está junto a la plaza del mercado (Marktplatz).
(De Wikipedia)
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Desde Basel nuestra ruta se determinó hacia Neuchâtel, obviando la vivista a Zurich y a Berna (que ya hicimos con gran deleite el pasado año), lo que nos permitió recorrer la orilla del lago del mismo nombre, con sus costeras plantadas de viñedos (es famoso el vino Pinot noir de esta zona) y los hotelitos propios de un cuento romántico, que se reflejan en el azul y cristalino lago.
La ciudad en sí no ofrece demasiados atractivos, a no ser por el lago, que invita a sentarse y permanecer horas y horas contemplando los coloridos que le adornan.

Neuchâtel (en alemán Neuenburg) es una ciudad y comuna de la Suiza Francesa, capital del cantón y el distrito de Neuchâtel . Situada en la costa del Lago de Neuchâtel y sobre el flanco sur del macizo del Jura.
Tiene una población de 31.500 personas y principalmente se habla francés
.
La ciudad de Neuchatel se sitúa 38 km al oeste de Berna, a 106 km al norte de Ginebra y a 74 kilómetros al este de Besançon.
En torno al siglo XIX un montón de hoteles se construyeron en la ciudad con el fin de de acoger al turismo que desde la llegada del ferrocarril era cada vez más importante.
Pero fue Phillipe Suchard quien industrializó la ciudad, cuando en 1870 fundó su chocolatería, que en futuro se convertiría en la propietaria de marcas del renombre de Milka o Chocolat Suchard.
La ciudad es igualmente famosa por su aspecto medieval, que de la mano de su ubicación en el Jura lo convierte en un símbolo de la geografía montañosa
Mapa del lago Neuchátel
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Desde Neuchâtel resultaba obligado nuestro paso por Ginebra, ciudad muchas veces visitada, aunque no pudimos sustraernos a una parada de una hora junto al lago Lemán, para contemplar de nuevo ese lujo para la mirada que es el lago, con su geiser y las edificaciones de tan bella ciudad.
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Ginebra (en francés, idioma oficial, Genève) es una ciudad y comuna suiza capital del cantón de Ginebra. Es la segunda ciudad después de Zúrich y la primera en Romandía.
La ciudad es conocida como la Capital internacional de Suiza o simplemente como Ciudad internacional gracias a las numerosas organizaciones mundiales que tienen su sede en la ciudad. Además, la ciudad ofrece la mejor calidad de vida del mundo junto con Zúrich, delante de ciudades como Vancouver y Viena.
La ciuda
d se encuentra situada en la embocadura del lago Lemán en el río Ródano, en el centro una depresión rodeada de montañas situadas todas en territorio francés.
La ciudad vieja, constituida por los barrios de Cité-centre y de Saint-Gervais, se formó sobre y alrededor de una colina sobre la ribera izquierda del lago y de ambas partes de la isla formada por el Ródano. Esta colina constituyó desde la prehistoria un refugio natural protegido por el lago, el Ródano, el Arve, los pantanos y las fosas al este. La ciudad crece y se extiende a partir del siglo XIX tras la demolición de las fortificaciones (1850-1880).
Ginebra es una ciudad rica y bien cuidada, con un casco antiguo bien preservado, tranvías y calles peatonales, numerosos parques, mucho relieve, dispone de una vida cultural de gran riqueza. Por cierto es la ciudad de Europa que dedica mayor parte porcentual (20%) de su presupuesto en cultura. Sus numerosos museos, bibliotecas, el Gran Teatro y la Orquesta de Suiza romance han contribuido fuertemente al esplendor de la cultura de la ciudad.
Vale la pena visitar la Catedral de San Pedro, construida en los siglos XII y XIII, desde cuya torre se tiene una vista panorámica de la ciudad, el Monumento a los Reformadores, así como la casa en la que nació Jean-Jacques Rousseau, y el Palacio de Naciones Unidas.
El lago es otra de las atracciones turísticas de la ciudad, allí se celebran todo tipo de eventos. Una de las
principales atracciones del lago es el Jet d'eau (Chorro de agua), verdadero emblema de Ginebra. Otras atracciones son la playa artificial y la pequeña feria situada en la ribera del lago.
Vista panorámica de Ginebra y del lagoLemán
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Nuevamente felices por el bello paisaje contemplado, retomamos la autopista francesa que, por Nantua (bella ciudad en el macizo del Jura francés, con un pequeño lago muy bello), discuerre entre montañas hasta llegar al enlace con Lyon, sufrir la aglomeración de tráfico de la circunvalación de esta capital, y tomar la autovía a St. Etienne, ya en el departamento del río Loira.
Llegamos a un hotel bastante cutre –pese a ser de la misma cadena que todos los del viaje—y además del intenso calor, nos atenazó el bochorno provocado por la lluvia intensa de la tormenta veraniega que descargaba sobre la ciudad.
Total, que entre cansados, la lluvia intensa, la cierta lejanía del centro de la ciudad y el apetito, nos dirigimos a cenar a un restaurante de al lado del hotel, en el que, como despedida (era la última noche de nuestro viaje) degustamos unas ostras francesas –bastante saladas, del Mediterráneo— y unas buenas carnes, aunque sufrimos los caros precios de Francia.
Y, como realmente la parada y fonda en St. Etienne había sido una decisión basada en aproximarnos a España y a Valencia y no por interés turístico, pues nos fuimos a descansar, ya que en el siguiente día, nos aguardaba un trayecto de 1.050 kilómetros.
El último yantar propició un comentario recapitulativo del viaje de regreso y un brindis por el conductor y por los viajeros, con el deseo de repetir similares experiencias el próximo año.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

sábado, 29 de mayo de 2010

9.- Cruzar polonia para llegar hasta el Elba.- Periplo por Europa 2.009

Publicado en la web de procedencia en 8 de septiembre de 2009
Después de la buena acogida de que fuimos objeto en Radom , tras descansar confortablemente en el hotel de Radom, y de un desayuno espléndido en su buffet libre (el mejor de todo nuestro viaje, e incluido en el precio de la habitación), nos encaminamos hacia Dresde, en el este de Alemania, para lo cual habíamos de cruzar Polonia.
Optamos por pasar por Czestochowa, porque la carretera hasta allí (y desde esta población hasta Katowice) era una autovía Light, es decir doble calzada en cada banda, aunque con bastantes cruces, salidas y entradas a nivel y semáforos en algunos puntos.
El trayecto de Radom a Czestochowa nos demoró unas dos horas, y nos invitó a visitar el renombrado santuario Jasna Gora, en el que se venera la imagen de la virgen negra de Czestochowa, bastante conocida y muy popularizada por el Papa Juan Pablo II, que por algo era polaco y había sido Cardenal Arzobispo de Krakow.
El acceso al santuario está bastante bien organizado, con unas grandes explanadas para el aparcamiento de autocares y automóviles, casi repletos, forzando a caminar un rato para llegar a la capillita bajo el santuario o basílica, en la que se halla en su altar el cuadro con la virgen negra, rodeada su faz por un recubrimiento de plata, al estilo de los cuadros con iconos de estilo bizantino o ruso.
Era domingo y había una enorme multitud que dificultaba el acercamiento, por lo que nos limitamos a llegar hasta el umbral de la capillita (a rebosar) y regresar al coche, porque nos esperaba una larga jornada.
Desde Czestochowa nos dirigimos a la recién construida autopista de Krakow a la frontera alemana, tan recientemente acabada que ni siquiera se pagaba peaje en casi todo su recorrido, aunque la ausencia de áreas de servicio –total—era suplida por indicaciones de zonas de servicio en las poblaciones aledañas.
Así, ya circulando por fin a muy buena velocidad, y sin abandonar la autopista, llegamos al punto fronterizo con Alemania, en el que comprobamos que la ausencia de fronteras por el Tratado de Schengen era real, aunque sí observamos una discreta vigilancia de quienes cruzaban el límite territorial por parte de la policía alemana.
De manera que, sobre las 6 de la tarde, estábamos ya en Dresde, con un cierto cansancio, porque habían sido casi 800 kilómetros los que habíamos recorrido.
En Dresde comprobamos a simple vista que la ciudad, aún conservando algunos monumentos antiguos, era muy nueva, pues, por ejemplo, nuestro hotel, de una conocida cadena francesa, era uno de los tres hoteles del mismo nombre, cada uno de ellos con 300 habitaciones, en una amplísima y moderna plaza.
Hago aquí un paréntesis para insertar información sobre Dresde obtenida de Wikipedia, y después de ella continuaré comentando.
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Dresde (en alemán Dresden) es la capital del estado federado de Sajonia, en Alemania.
Situada en el centro de Europa, constituye un nudo de transportes fundamental a la vez que un centro económico de gran importancia.
Esta aglomeración, junto con la de Chemnitz-Zwickau y la de Leipzig-Halle, constituyen la llamada “región metropolitana del triángulo sajón”.
La población total de Dresde supera los 500.000 habitantes ysu correspodiente Regierungsbezirk o región administrativa, el millón y medio.
Durante la Primera Guerra mundial, Dresde permaneció incólume.
Después de la Revolución de Noviembre de 1918 se convirtió en la capital del Estado libre de Sajonia.
La ciudad recibió un durísimo golpe al final de la Segunda Guerra Mundial. En febrero de 1945, apenas doce semanas antes de la capitulación de la Alemania nazi, Dresde fue objeto de una serie de bombardeos que desencadenaron una tormenta ígnea que redujo a escombros su centro histórico.
El número de muertos se estimó en un principio en varios cientos de miles, pero las investigaciones recientes más documentadas lo reducen a alrededor de 20.000 fallecidos. El ataque aéreo sobre Dresde sigue siendo uno de los episodios más polémicos de la Segunda Guerra Mundial.
Al repartirse Alemania las potencias aliadas, Dresde quedó dentro de la RDA. La mayoría de los restos de la ciudad antigua desaparecieron. Ruinas del Dresde barroco y de iglesias fueron dinamitadas.
Debido a las protestas de los vecinos, las partes no destruidas del barrio de Neustadt se salvaron de la demolición. Se crearon los barrios de viviendas populares prefabricadas de Prohlis y Gorbitz. En otras zonas de la ciudad se levantaron igualmente grandes bloques de edificios de hormigón.
Pocos edificios antiguos quedaron para la posteridad. Las autoridades socialistas reconstruyeron el palacio Zwinger, la Catedral católica (Hofkirche) y el teatro de la ópera (Semperoper).
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la Reunificación alemana, la ciudad pasó a ser parte de la RFA y la Unión Europea.
En esta época fueron derribados más edificios antiguos. También otros muchos fueron reconstruidos gracias a subvenciones. Muchas zonas de Dresde sirven como ejemplo de la exitosa restauración de edificios representativos y permanecen como emblemas del patrimonio nacional.
Al igual que el resto de la ex-RDA, Dresde ha tenido problemas para acoplarse con el sistema de la RFA. Sin embargo, la ciudad destaca por ser una de las que mejor ha sabido adaptarse a la Nueva Economía.
En agosto de 2002, la ciudad se vio afectada por las grandes inundaciones que produjo el Elba. El nivel del río superó al de las mayores inundaciones de 1784, 1799 y 1845.
En 2004 Dresde y los 20 km que median entre el castillo de Übigau y el Palacio de Pillnitz, es decir, el Valle del Elba en Dresde, fueron declarados Patrimonio Cultural Mundial de la Unesco, pero dejaron de serlo en 2009 a causa del impacto producido por las obras del puente del Waldschlößchen.
En el año 2005 se culminó la reconstrucción de la Frauenkirche, iglesia que se ha convertido en el símbolo de la reconstrucción de la ciudad.
Dresde es conocida como la ciudad del Barroco, llegando a utilizarse el término Barroco de Dresde en el campo de la arquitectura.
En general, los edificios barrocos y algunos neobarrocos que se conservan fueron construidos por los monarcas sajones. No se conservan muchos edificios civiles barrocos. Por otro lado, muchos son clasificados erróneamente en este estilo. Otras construcciones son de estilo renacentista y clásico sobre todo, pero con el nuevo estilo de construcción del Historicismo arquitectónico.
Son monumentos de interés:
Catedral y Palacio (derecha) en Theaterplatz. Frauenkirche: la Iglesia de Nuestra Señora es mundialmente conocida como un monumento en contra de la guerra y como símbolo de la reconciliación. El 14 de febrero de 1945 se derrumbó como consecuencia del Bombardeo de Dresde. Años después ha sido reconstruida gracias, principalmente, a donantes de todo el mundo.. A lo alto de su gran cúpula, la cual domina el perfil de la ciudad, se puede subir para tener una vista panorámica de toda la urbe. El edificio original de George Bähr fue uno de los mejores exponentes del Barroco. La iglesia se edificó entre 1723 y 1743. El tiempo de construcción, de 17 años, era muy corto para aquella época, ante todo si se tiene en cuenta que para la reconstrucción se han necesitado 10 años en la actualidad. Tanto el edificio nuevo como el anterior tienen una altura de unos 91 m.Hofkirche: la Iglesia de la Corte (catedral católica) ha vuelto a ser el segundo edificio religioso en altura tras la reconstrucción de la Frauenkirche.
La Hofkirche fue reconstruida tras la Primera Guerra Mundial y en 1980 fue consagrada catedral. Dresde es una de las pocas ciudades en las que una catedral católica no es el edificio religioso más alto.
Terraza de Brühl: es un conjunto arquitectónico que extiende a lo largo de la orilla del Elba junto al casco histórico. El acceso occidental a la terraza se realiza a través de unas escaleras que dan a la Schlossplatz. Desde comienzos del siglo XIX se le denomina también en ocasiones “el balcón de Europa”.
Dresdner Schloss: antigua residencia de los reyes de Sajonia. En la actualidad alberga varias exposiciones y colecciones; la más famosa, el Grünes Gewölbe.Augustusbrücke: el puente de Augusto es el más significativo de la ciudad y une el casco antiguo barroco con la Neustadt sobre el río Elba.
Iglesia ortodoxa rusa de Dresde
Galería de los antiguos maestros (Galerie Alte Meister): se encuentra en el edificio Semperbau de Zwinger desde 1855. La pieza más famosa de la colección es la Madonna Sixtina de Rafael, la cual en un principio fue parte de un retablo (1512/13). La galería cuenta con pinturas del Renacimiento y del Barroco, como Rembrandt, Rubens y Canaletto.Galería de los nuevos maestros (Galerie Neue Meister): está situada en el Albertinum.
Constituyó una agradable experiencia el paseo hacia la zona monumental, hasta llegar a la Plaza del Teatro, y fotografiar el bellísimo conjunto arquitectónico, con las iglesias y catedrales en la incipiente penumbra, hasta llegar a la terraza de Brühl, sobre el ya amplio río Elba, que permite vislumbrar una bella panorámica.
A los pies de la terraza se halla la típica Münzgasse, en la que todo son restaurantes, algunos de especialidades sajonas muy apreciables, como las bolas de patata cocida, o los diversos Schnitzel, regados de buenas salsas.
Y un ambiente turístico completo.
Ocasión para muchas fotografías y recuerdos, que acompañan el regreso hasta el hotel, en una moderna plaza, rodeada de centros comerciales de arquitectura avanzada.
Era necesario descansar porque el día siguiente había que cruzar Alemania.SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

10.- Cruzar Alemania para llegar a Mulhouse (del Elba al Rin).- PERIPLO POR EUROPA 2009

(Publicado en la web de procedencia con fecha 10 de septiembre de 2009)
El trayecto desde Dresde hasta el vértice sur de Alemania (teníamos fijada nuestra siguiente pernoctación en Mulhouse, Francia) discurre íntegramente por las buenas autopistas germanas, que, aunque con muchos tramos de velocidad limitada, permiten un viaje rápido y bastante seguro, si no fuera por la especial atención que hay que prestar al mucho tráfico, circulando a altas velocidades.
Los casi 800 kilómetros del recorrido, pasando no lejos de Chemnitz, Zwickau, Erfurt, Nürnberg, Sttutgart, Heidelberg, Kaiserlautern, Baden Baden y Freiburg, no demoraron más de unas seis horas y media, así que poco después de las cinco de la tarde ya estabamos instalados en nuestro hotelito de Mulhouse.
Habíamos elegido esta población de la Alsacia francesa porque se halla enclavada en las proximidades de las fronteras alemana y suiza, de manera que el día siguiente nos permitiría dirigirnos al país helvético, en nuestro camino decidido –ya con pocos ribetes de turismo— de vuelta a España.
De manera que, una vez cruzado el Rin después de sobrepasar Freiburg (uno de los límites de la Selva Negra, que nos quedamos con ganas de visitar), nos hallamos en Mulhouse, que nos ofreció la posibilidad de visitar su zona antigua y de degustar las especialidades culinarias alsacianas, no demasiado diferentes de las alemanas.
Sí hay que decir que Francia nos pareció, no en Mulhouse sino a lo largo de todo el viaje de ida y vuelta, un país caro y de no buen servicio. En efecto, amparandose en la aparente simpatía del “Bonjour, monsieur et dame…!", los hoteles son bastante vetustos, en ocasiones no limpios, los restaurantes mucho más caros que en Alemania, y la calidad no siempre está presente...
En Mulhouse recorrimos la zona antigua, cenamos una comida alsaciana a base de sauerkraut (la col fermentada), salchichas y varias carnes cocidas, aunque, eso sí, un buen vino rosado de Côtes du Rhône, que apreciamos especialmente después de bastantes días limitados a la cerveza.
La ciudad estaba medio vacía –el calor superaba los 35 grados y se notaba que todavía eran vacaciones de agosto— y aprovechamos para dar una vuelta por la plaza principal (a estas alturas de viaje ya no nos fijábamos en las denominaciones) en la que cenamos lo que antes indiqué de una forma bastante aceptable.
Porque el día siguiente había que seguir viaje hasta St. Etienne, en Francia también, pero atravesando Suiza
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Mulhouse (Milhüsa en el dialecto local y Mülhausen en alemán) es una ciudad alsaciana al este de Francia. Se encuentra en el departamento de Alto Rin, siendo su ciudad más grande y la segunda mayor de la región, tras Estrasburgo. Dos ríos, el Doller y el Ill, atraviesan la ciudad.
De su pasado singular: Mulhouse ha guardado un patrimonio importante: el centro histórico de la ciudad muy valorado, bellas casas privadas y el conjunto de museos técnicos más importante de Europa.
El centro histórico reúne edificaciones de la ciudad medieval en el Manchester francés del siglo XIX.Y especialmente Mulhouse es conocida por ser el punto de partida ideal para descubrir los encantos de la Alsacia francesa, así como los países vecinos, especialmente Basilea y el monte Jura, en Suiza, e incluso la Selva Negra y Freiburg, en Alemania, en definitiva la puerta de la zona de las tres fronteras.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

jueves, 20 de mayo de 2010

8.- De nuevo Polonia, Radom y salida hacia Dresde.- PERIPLO POR EUROPA 2009

(Publicado en la web de procedencia el lunes 7 de septiembre de 2009)Para iniciar nuestro viaje de regreso hacia España, teníamos en esta ocasión el compromiso de dejar Ucrania por la frontera con Polonia, pues habíamos de recoger en Radom (ciudad a unos 100 kms al sur de Varsovia) a una señora, pariente de un gran amigo español, casado con una bielorrusa, para que viniera en nuestro coche hasta Valencia.
Por tanto, programamos salir de Kiev en dirección a Ivano-Frankivsk, para terminar nuestra primera etapa en el coqueto hotelito de Yaroslav, nuestro gran amigo (y socio en los temas de integración europea).
En esta ocasión no tuvimos la fortuna de encontrarnos con él, pues se hallaba de viaje, por lo que nuestros contactos y despedida hubo que hacerlos vía teléfono móvil.
Tras reponer fuerzas en las estribaciones de los Cárpatos, nos dispusimos a recorrer los 200 kilómetros que nos separaban de la frontera de Ucrania con Polonia en Krakovets.
Escarmentados por lo acontecido en la aduana ucraniana cuando nos proponíamos entrardesde Polonia, en esta ocasión nuestros amigos y socios nos proveyeron de dos escritos oficiales dirigidos al jefe de la aduana, y a todos los jefes de las aduanas ucranianas, informándoles de mis personales vínculos con Ucrania, como Presidente del Centro de Integración España-Ucrania (CIESPU), asociado con el Centro de Integración Europea de Ivano-Frankivsk, y representante oficial en España y Portugal del oblast de Ivano-Frankivsk y de varios municipios de la región, entre ellos el de la propia capital.
Sufrimos los 200 kilómetros de infame carretera, y sufrimos las locas imprudencias de muchos conductores ucranianos, quienes pese al desastre dela carretera por la que se circulaba, adelantaban de cualquier forma y manera, especialmente en los cambios de rasante.
Cuando, pasada la circunvalación de Lviv, llegamos por fin a la frontera de Krakovets (habíamos desechado volver por Hrebrene, por lo acaecido en la aduana a la entrada), comprobamos con desencanto que más de quinientos automóviles esperaban para cruzar los puestos de policía y aduanas de Ucrania. Y ello era consecuencia –aclaro- de que los servicios fronterizos de Polonia son enormemente meticulosos en el control de entradas, ya que no en vano son “frontera Schengen”, de manera que después de ésta ya no hay más fronteras.
Bien, pues en Krakovets optamos por hacer uso de las “cartas” de “recomendación”, y nos dirigimos a un oficial de aduanas que se hallaba al final de la gran cola de automóviles.
Este oficial, ya maduro, nos sonrió, leyó la carta, y dijo: “Sigan conmigo hasta que les abra paso…” Y nos llevó por la línea, vacía, reservada para los del CD, hasta situarnos en la línea de cruce.
Allí nos atendió con amabilidad un policía y un agente de aduanas, quienes, en diez minutos formalizaron todos los trámites. Y ya pasamos a la frontera de Polonia, en la que, aunque con poca meticulosidad en comparación con los vehículos y viajeros ucranianos, se nos inspeccionó por encima el maletero y se anotaron las entradas en el pasaporte.
Total, que una demora presumible de cinco horas se convirtió en una espera de cuarenta y cinco minutos.
Más que satisfechos por el avance, en cuanto profundizamos un poco en Polonia, hallamos un hotelito ya conocido de anterior ocasión, en el que comimos bien y a lo típico (aún recuerdo el delicioso “golonka”, codillo de cerdo cocido) para continuar en marcha lenta (por lo de las carreteras polacas con velocidad limitada) hasta Radom.
Llegamos a esta ciudad a media tarde y en el hotel reservado, en el centro tuvimos la agradable sorpresa de encontrar unas habitaciones nuevas, pulcras, con wi-fi gratuito (y nos permitió usar nuestro ordenador portátil).
Después de reponer fuerzas, vino a buscarnos la familia de la señora que iba a viajar con nosotros, invitándonos a cenar en un precioso chalet que tiene en las afueras de la población, en una agradable velada con barbacoa y mucho vodka polaco.
El día, en fin, había salido mucho mejor de lo esperado.
Y además habíamos conocido una familia –se empeñaron en que volvamos con más tiempo—con la que valdrá la pena compartir amistad.
Volviendo al hotel (en taxi, porque el vodka desaconsejaba el coche) comentamos mi esposa y yo que en los viajes siempre se halla algo positivo en el plano humano.
En este caso, unos nuevos amigos.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA (Fotos: Ayuntamiento de Radom)

miércoles, 19 de mayo de 2010

7.- La Ucrania que encontré en 2009 (y II).- PERIPLO POR EUROPA 2009: DE VALENCIA A KIEV, PASANDO POR BERLÍN Y VARSOVIA

(Publicado en la web de la que provienen en 7 de septiembre de 2.009)

“La independencia siempre fue mi deseo; la dependencia siempre fue mi destino” Paul Verlaine (1844-1895) Poeta francés.
No voy a prodigarme en exceso comentando la realidad ucraniana que pude comprobar durante mi estancia –corta, solamente 9 días—en el pasado mes de agosto.
Ya en mi anterior comentario en este blog adelanté varias de las claves de la actual situación.
(Catedral de Sta. Sofía en Kiev; S.XI)
En Ucrania, como en tantos países, hay que analizar por separado la capital (Kiev), las dos o tres principales ciudades (Karkhiv, Donetsk) y el resto, y separar las zonas rurales de las urbanas.
En Kiev sigue notándose, con cierta baja, la proliferación de la vida adinerada, especialmente en el centro, con coches de lujo, restaurantes caros bastante llenos, casinos con gente; pero en los barrios de la periferia, que pese a todo han mejorado “algo” en infraestructuras, la vida sigue siendo la misma, con sus mercadillos no demasiado limpios, con la venta de comida sin garantía alguna, etcétera, solamente paliada por la proliferación de grandes cadenas de hipermercados del oeste de Europa.
En las zonas rurales, se está cerca de la miseria, porque la agricultura y ganadería está bajo mínimos; y en las zonas urbanas de capitales o ciudades medianas o pequeñas, solamente la inyección económica del funcionariado (cada vez peor pagado) permite la supervivencia.
La inflación galopa de forma incontenible; el coste de los productos básicos se incrementa más del 50% y los salarios solamente suben un 10 %.
No es raro encontrar un banco sin dinero, no de forma permanente, pero sí escuchar la información de que se espere uno ó dos días, “hasta que se recoja” el que ingresan las empresas de sus cobros y salarios.
Con situaciones tan curiosas, como que las pensiones se pagan por el estado a través de un banco estatal. Si no se retira nada en el plazo de un año, el banco avisa al organismo pagador, le devuelve el dinero que tiene depositado, y hay que empezar un laborioso proceso, no solamente para recuperarlo, sino para que se continúe pagando la pensión. Y ello sin clara cobertura legal.
Habrá quien se extrañe de que una persona esté más de un año sin retirar dinero de su pensión. No es tan raro, porque hay bastantes inmigrantes que perciben pensión y viven en el extranjero, desde donde inclusive envían sus ahorros generados en el exilio. Y cuando regresan de vacaciones, por ejemplo, se encuentran con que su dinero está, por así decirlo, “bloqueado”.
(Monumento a los héroes de la guerra, Kiev)
En Ucrania se aplica el patrón dólar y así, todo lo que se importa en dólares, ha subido el incremento que esta moneda ha experimentado con respecto a la Grivna ucraniana (ha pasado del 1=5 al 1= 7’8); y otro tanto ocurre con el Euro, que ha pasado del 1=7 al 1=12.
Así, comprar un “brick” de zumo, cuesta 6 Grivnas, ¡casi un dólar!, y el azúcar también se ha ido a las nubes; el café, no digamos… Todo ha subido, menos los salarios.
Un español se siente rico en Ucrania, porque cambia los Euros casi a 12 grivnas, pero un ucraniano apenas si puede adquirir bienes con el salario o pensión que recibe.
En el aspecto político, la gentes está completamente desengañadas de aquélla prometida (yo nunca creí que hubiera existido, ni que fuera a producirse) “revolución naranja”, porque la confusión política ha crecido, y mientras los parlamentarios y los gobernantes se embolsan envidiables sueldos y se benefician de prebendas (con un indudable tufo a derroche y corrupción), el futuro político es absolutamente incierto y confuso.
Sigue existiendo la división entre las “dos” Ucranias (la rusófila y la más nacionalista), y la zona este es mayoritariamente pro-rusa, y el resto más o menos de esencias ucranianas.
He preguntado a muchos amigos y conocidos, charlando ampliamente con muchos de ellos, sobre a quién votarán en las próximas elecciones presidenciales (15 enero 2010), si a Yúshchenko –actual presidente- o a Tymoshenko –actual primera ministra- o a Yanukovich –ex primer ministro y líder de la fracción pro-rusa- y la respuesta ha sido contundente: A ninguno… Y lo probable es que la abstención sea enorme.
Y es que Yúshchenko ha sido un presidente falto de energía, demasiado tecnócrata y rodeado de asesores pro capital judío; Tymoshenko es una fémina súper ambiciosa, enormemente manipuladora, intrigante, apoyada por asesores pro capital nada claro (más bien ucranianos y rusos con capital en paraísos fiscales); y Yanukóvich sigue siendo el terco, inflexible, engreído político, que sigue el dictado de los criterios de Moscú.
Me parece que habrá de pasar más de una generación para que el mapa político se aclare.
Sin embargo, sí he creído percibir un mayor sentimiento anti-ruso que, propaganda al margen, es natural en un pueblo que desea ante todo ser independiente de su antigua potencia dominadora y asumir los modos de vida occidental.
Solamente la juventud, siempre rebelde, siempre innovadora, parece mostrar una mayor modernidad.
(Catedral de San Miguel, Kiev)
El resto del pueblo sigue, como casi siempre, bastante resignado, algo triste, siempre trabajando y buscando esas picardías que le permiten ganar unas monedas más, vía economía sumergida.
No me ha gustado la Ucrania que he hallado. Pero es la que hay.
¡Qué tenga suerte Ucrania!
¡Falta le hace!

“La independencia, igual que el honor, es una isla rocosa sin playas” Napoleón I (1769-1821) Napoleón Bonaparte. Emperador francés
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
NOTA al 19/05/2010.- En las las elecciones presidenciales de enero de 2.010, el anterior presidente, Yúschenko, solamente consiguió alcanzar el tercer puesto, superado por Yulia Tymoshenko y por Víktor Yanukóvich, proclamado finalmente como presidente, pro ruso, bajo cuyo mandato Ucrania parece está tomando una posición pro-rusa, pero sin prescindir de Occidente.

6.- La Ucrania que encontré en 2009 (I) .- PERIPLO POR EUROPA 2009: DE VALENCIA A KIEV, PASANDO POR BERLÍN Y VARSOVIA

(Publicado en la web de origen el jueves 3 de septiembre de 2009 )
Ucrania (en ucraniano: Україна: Ukraína, [ukrɑˈinɑ]) es un país ubicado en la Europa oriental. Limita con Rusia hacia el este, con Bielorrusia al norte, con Polonia, Eslovaquia y Hungría hacia el oeste, con Rumania y Moldavia al suroeste y con el mar Negro y el mar de Azov al sur. La ciudad de Kiev (Kyiv) es la capital y la ciudad más grande del país. El nombre del país proviene del término krajina, que en eslavo puede tener dos significados: "territorio fronterizo" o "país". En ucraniano moderno країна (kraína) significa "país".
La historia moderna de Ucrania comenzó con los eslavos orientales, ya que desde el siglo IX, Ucrania fue el centro del área habitada por este grupo. Este Estado, conocido como Rus de Kiev, se convirtió en la na
ción más grande y poderosa de Europa, pero se desintegró en el siglo XII. En el siglo XVII, Ucrania fue el hogar de la primera democracia moderna durante la rebelión de Jmelnytsky. Después de la Gran Guerra del Norte, Ucrania fue dividida entre varios de los poderes regionales y en el siglo XIX, la mayor parte de Ucrania se integró al Imperio ruso, con el resto bajo el control de Austria-Hungría. Tras un período caótico de guerras incesantes y varios intentos de independencia, en 1922 Ucrania surgió como una de las repúblicas fundadoras de la Unión Soviética. El territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania fue ampliado hacia el oeste poco antes y después de la Segunda Guerra Mundial y nuevamente en 1954 con la transferencia de Crimea. En 1945, la RSS de Ucrania se convirtió en uno de los miembros fundadores de la ONU. Ucrania alcanzó su independencia tras la disolución de la Unión Soviética en 1991.
Esto comenzó un periodo de transición hacia una economía de mercado, durante el cual Ucrania fue afectada por una recesión que duró ocho años. Sin embargo, en el siglo XXI la economía ha experimentado un aumento estable con un crecimiento promedio del PIB del 7% anual.
(Mapa de oblasts de Ucrania)
(El Parlamento, Verkhovna Rada)
Ucrania es un Estado unitario compuesto por veinticuatro óblasts (provincias), una república autónoma (Crimea) y dos ciudades con estatuto especial: Kiev, su capital, y Sebastopol, que alberga la flota rusa del mar Negro bajo un contrato de arrendamiento. Ucrania es una república que se rige por un sistema semi-presidencial con la separación del poder entre el ejecutivo, legislativo y judicial. Desde el colapso de la Unión Soviética, Ucrania sigue manteniendo el segundo ejército más grande en Europa, después de Rusia. El país tiene 46,2 millones de habitantes, 77,8% de los cuales son ucranianos étnicos, con minorías considerables de rusos, bielorrusos y rumanos. El ucraniano es el único idioma oficial, aunque el ruso también es ampliamente hablado. La religión dominante en el país es el cristianismo ortodoxo, que ha influenciado en gran medida la arquitectura, la literatura y la música del país.
(De Wikipedia)
...
Para quien sea seguidor de este blog, no constituirá sorpresa saber que cada año, de una u otra manera (los dos últimos años en propio coche y a través de Europa), voy a Ucrania.
A estas alturas, ya no pretendo descubrir Ucrania, que es un país al que, por encima de todos sus defectos y deficiencias, amo profundamente y siento en mi corazón, pero sí me permito profundizar en lo que compruebo que no evoluciona.
Así pues, he de decir que Ucrania no está peor que cuando la conocí en el año 2.000, pero no ha evolucionado, ni mucho menos, lo que se esperaba.
Se trata, ni más ni menos, de que hay una sociedad sin base esencial, en la que los ricos siguen siendo ricos, los pobres siguen siendo pobres, y la clase media “sobrevive” como puede.
Todo tiene una raíz política: En Ucrania hay –se reconozca o no— dos Ucranias: la ruso parlante y ruso-social, localizada desde Kiev hasta el este; y la Ucrania más genuina, de Kiev hasta el oeste.
Los movimientos independentistas genuinos se localizan en la Ucrania “no rusa”, pero el dinero y la mafia que lo controla, se halla en la Ucrania “pro-rusa”.
Sin embargo, los ciudadanos ucranianos, de cualquier clase y condición, siguen trabajando sin descanso, fieles al principio de laboriosidad que les caracteriza, y gracias a ello el país continúa, mal que bien, capeando el temporal de sus propias incertidumbres y de sus provisionalidades.
Tuve y tengo el honor de contar, tanto en Ivano-Frankivsk como en Kiev, con amigos(as) auténticos, que me explican con paciencia y detalle lo que pasa en su país, y me trasladan sus anhelos e inquietudes.
Por eso, puedo decir, que Ucrania se halla en la encrucijada de decidir si quiere seguir vinculada a Rusia, o ser ella misma.
Creo que los ucranianos piensan en lo segundo, cualquiera que sea el coste que les represente.
Y sí, Ucrania, ha de ser ella misma, pero después de superar el clasismo, la manipulación mafiosa, la corrupción que sigue siendo galopante… Y para ello hace falta valor… y dinero…
Opino que Ucrania no puede desvincularse de Rusia porque sí, ni puede ser independiente (odiando a Rusia) por “también”. Los extremismos no sirven…
Ucrania ha de ser ella misma: con su pasado vinculado a Rusia (preservando el idioma ruso, que practica el 30% de su población), pero con su propia identidad, enraizada las esencias ucranianas –incluida la lengua ucraniana, cada vez más implantada— que implica mucho más que reminiscencias a olvidar.
Puedo, con orgullo, proponer el ejemplo que tengo en mi familia, con mi esposa y mi “hija” esencialmente ruso-parlantes, pero que hablan, escriben y piensan en ucraniano, y que se sienten orgullosas de ser eso, ucranianas, nunca rusas…
Cuento como anécdota que mi “nieto” ucraniano – le debo a mi esposa el honor de sentirme como el “abuelo” de “su” nieto de trece años— me decía que “Rusia es nuestra enemiga…porque después de controlarnos muchos años, ahora nos quita el gas”, visión sin duda primaria, pero que muestra el sentimiento nacionalista que se implanta en Ucrania.
Bueno, al margen de estas disquisiciones, y de que la vida en Ucrania se ha encarecido muchísimo, por aquello del “patrón dólar”, decir que Ucrania sigue viva; que en Ucrania se sigue “palpando” el humanismo propio del país; en el que hay “identidad propia”.
¿Qué decir de los deliciosos encuentros con las “profesoras magistrales” que son las catedráticas Ludmila Stetchenko ( o su esposo Dmitriy Nikolaevich); o Elena Bratus, o Galyna Skibo, o Tatiana Kuftyreva y su hermana Iryna?
Cada vez que se habla con ellos se encuentra la frescura de la amistad y de su enorme ciencia, con su orgullo se sentirse ucranianos, no exento de su preocupación por la incertidumbre de su país…
¡Con estas gentes nunca puede derrumbarse Ucrania!...

Bueno, Ucrania sigue como antes, con los ricos siendo muy ricos, con los pobres siendo más pobres, sin clase media, con un consumismo incontrolado y con unas esperanzas que todos querríamos se plasmaran en realidades…

¿Anécdotas? Muchas, como siempre…
Viajábamos a unos 50 kilómetros de Ivano-Frankivsk, en dirección a Ternópil, cuando, cerca de Monarstirsvka, antes del puente sobre el río Dniéster, cuando hallamos una señal extraña (compuesta de un ”stop” y de una flecha hacia la izquierda viabilizando el paso), ante la que casi detuve el automóvil, y pasé a no más de 10 kms/hora. Surgió inmediatamente –prepotente— un policía de tráfico, diciendo que “no había respetado la señal de stop y que ello determinaba una sanción muy grave, de más de 250 grivnas (unos 15 Euros), y que debíamos ir al banco más próximo, y que la elaboración del protocolo iba a demorar “mucho tiempo”, y que…….
Al responder que no tenía razón, pero que queríamos el “protocolo” y que pagaríamos, pero que yo nada firmaría, porque era ciudadano extranjero, y no entendía nada de su lenguaje (excusa muy manida.: "Ya ne pañimayiou”), el policía empezó a renegar y acabó diciendo que los extranjeros no éramos simpáticos, y que, bueno… por esta vez…. nos “perdonaba”… (Comprobó que iba a tener más problemas que ventajas, y que desde luego no recibiría ni un billete de “soborno”)
Seguiré contando más adelante.
(Fotografía de SPB cuando la policía ucraniana "pretendía" la multa)

Y, por último, indicar a Cristina Serediak, la deliciosa amiga, doctora de etnia ucraniana residente en la Argentina, erudita en los Pysanka (o huevos decorados típicos de Ucrania), que este relato se está confeccionando desde España, al regreso del viaje, y que no pasamos por Kolomya, por el museo de los Pysanka –ya visitado y conocido— porque en este viaje teníamos otras prioridades.
Aunque seguirán más relatos sobre Ucrania, ya anticipo: Ucrania, pese a todo, vale la pena, porque “Mbi tebyá lyoblyou” (Nosotros te amamos)
¡Qué placer escribir sobre este hermoso país!
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

martes, 18 de mayo de 2010

De Varsovia a Ivano-Frankivsk (Ucrania), frontera incluida.- PERIPLO POR EUROPA 2009: DE VALENCIA A KIEV, PASANDO POR BERLÍN Y VARSOVIA

(Publicado en la web de procedencia el día 3 de septiembre de 2009 ) Ivano-Frankivsk (en ucraniano Івано-Франківськ, en polaco Stanisławów) es el centro administrativo del Óblast de Ivano-Frankivsk. Es un importante centro de cultura y de economía de Ucrania.
Ivano-Frankivsk la fundó en 1662 (con el nombre Stanislavov) una familia de la nobleza de Polonia - Potocki y la ciudad recibió el Derecho de Magdeburgo. También fundó como fortaleza contra irrupción de los tártaros un punto de apoyo de los magnates Potocki en Galicia (Europa Central).
La fortaleza ha resistido muchas veces la presión de las tropas de Turquía y Rusia. Stanislavov ha comenzado de la Placa de Mercado y de Ayuntamiento, cuales existen hasta hoy (aunque en apariencia cambiada). En siguiente fomento de Ivano-Frankivsk hay reflejo de ideas de Renacimiento, cuales han plasmado en construcción del centro de la ciudad, en sus calles y iglesias. Por originalidad de arquitectura a veces Ivano-Frankivsk llaman «Lviv Pequeño». En los siglos XVІІІ - XІX era un centro de artesanos y de comercio de Polonia, desde 1804 del Imperio Austrohúngaro y desde 1867 - del Galicia (Europa Central). A fomento de la industria y cultura de la ciudad han hecho un gran aportación, además de los polacos, ucranianos, hebreos y armenios, porque sus comunidades nacionales en Ivano-Frankivsk eran bastante numerosas. Pero la revolución del año 1848 ha cambiado la vida de los habitantes. En la ciudad era formado Soviet Ruso (junto al Soviet Polaco), han formado grupo de la Guardia Nacional, y ha visto la luz primer periódico. En la segunda parte del siglo XIX ha traído progreso en la industria y creación de las empresas industriales. Todavía existen y funcionan la fábrica de reparación de locomotoras y la fábrica de alcohol.
Durante de Primera Guerra Mundial, 1915 - 1916 la ciudad ha sufrido mucho. Han destruido parte de históricas construcciones y han reconstruido en formas nuevas. Después de la caída del Imperio Austrohúngaro en el año 1918 - han fundado Occidente-Ucraniana Republica Nacional y Stanislavov durante del enero-mayo era su capital. Desde septiembre 1939 hasta junio 1941 - Stanislavov era parte de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
En el año 1962 la ciudad celebró 300 años. Le han dado otro nombre y desde ese tiempo se la llama Ivano-Frankivsk (en honor de Ivan Franko - escritor ucraniano y persona pública, quien muchas veces estuvo en la ciudad, ha escrito allí y ha leído sus obras literarias).
(De Wikipedia)
...
Al salir de Varsovia y disponer en el navegador el destino pretendido, que no era otro que Ivano-Frankivsk, la capital de Precarpatia, en Ucrania (que viene siendo una de mis habituales paradas en los últimos años, por mor de las buenas amistades y relaciones profesionales que en su momento comentaré), pues, como decía, al disponer el navegador, ya me encontré el primer indicio de que nos dirigíamos a “otro mundo”, pues el GPS no admitía más que un solo destino en Ucrania: Kiev, la capital.
Aún así, después de estudiar el mapa de Polonia con cierto detenimiento, decidí dirigirme hacia la frontera Polonia-Ucrania, a través de Lublin, hasta llegar a Ucrania por Hrebenne, que era una frontera desconocida, pero más próxima que la cruzada el pasado año: Krakovets.
Y ahí comenzó el ejercicio de paciencia, porque la carretera, casi siempre bien asfaltada, tenía un tránsito abundante, con las ya conocidas limitaciones de Polonia, con radares en cada pueblo, en cada paso de peatones, de las innúmeras poblaciones que se alcanzan. Y al final, ya en las proximidades de Ucrania, unas obras de mucha envergadura, transformando la carretera (que no autopista), todavía demoraron más nuestro viaje, de manera que los 230 kilómetros desde Varsovia a la frontera, significaron casi cinco horas de conducción.
Y llegamos a la frontera de Polonia con Ucrania. En la parte polaca había pocos automóviles, de manera que los trámites nos demoraron unos quince minutos (abandonábamos territorio Schengen, y mi esposa y mi hija eran todavía de nacionalidad ucraniana).
Nos las prometíamos muy felices en el lado ucraniano, porque apenas si había diez coches para tramitar el paso.
El control de pasaportes de los ucranianos, fue por una vez rápido, incluso con la simpatía de un policía que inquirió acerca de nuestro automóvil (que desconocía ,por aquello de que es un modelo híbrido, de batería eléctrica y motor a gasolina), pero ¡cómo no! hubo de aparecer “el gran general comandante en jefe de la aduana” (un oficialillo con pelo canosillo), quien al tramitar la comprobación de los datos del vehículo, algo rutinario, comenzó a poner inconvenientes por ser un coche español y figurar a nombre de una ucraniana. Fue una sarta de despropósitos, más para lucir su “jefatura”, que otra cosa, aunque al final, con un extraño invento de mi esposa (ucraniana experimentada en  muchos años de “lidia” con los funcionarios de estilo “soviético”) entró el vehículo en Ucrania, en tránsito ¡hacia Moscú! (lo único que admitió el estúpido agente).
Pero, bueno, ya habíamos perdido media hora más en la tonta discusión, y nos comenzabamos a percatar de que de nuevo estábamos en Ucrania: la carretera (nacional y desde frontera) era más un barranco, llena, no de baches, sino de agujeros (los llamados “pot hole” en inglés), los coches ucranianos adelantaban con o sin línea continua, en cambios de rasante, en curvas… Y los camiones “perfumaban” el ambiente con una humareda de gasóleo mal quemado…
El camino hasta Lviv (la capital de Transcarpatia) fue tan laborioso como incómodo, y más aún la circunvalación de esta ciudad, que más semeja un laberinto y una pista de “gymkhana” que una ruta para automóviles.
Después, desde Lviv hasta Ivano-Frankivsk, unos 140 kilómetros, pues, más de lo mismo (¡y aún nos quejábamos de Polonia!), hasta que hacia el final de la tarde, llegamos –más cansados que si hubiéramos recorrido 2.000 kilómetros- a Ivano-Frankivsk, al precioso complejo hotelero de nuestro buen amigo Yaroslav, en el que ya nos esperaba el también gran amigo Gennadiy Mikitka.
Después de descansar un rato, nos reunimos en amigable cena (de la generosa abundancia que ofrece siempre el hotel de Yaroslav ya hay muestras gráficas y relatos en este blog), con la sorpresa de encontrarnos con la distinguida abogada franco-italiana, Solange Pavlik, llegada desde Terme (no lejos de Roma), para temas de integración entre Ivano-Frankivsk e Italia.
La cena lo compensó todo, y la abundancia de vodka allanó los multilenguajes (español, italiano, francés, ucraniano y ruso) que rigieron la conversación.
De nuestros amigos Yaroslav y esposa, y Gennadiy, ¿qué más decir?: Que es un lujo tenerles como tales.
Así, los sinsabores del “general” aduanero, de las horribles carreteras, de los locos conductores ucranianos, quedaron sumidos en un baño de amistad, buena comida, y vodka, que nos permitieron irnos a la cama con una placentera sensación.
Como siempre, y pese a todo, estar en Ucrania también valía la pena…
Seguiré escibiendo sobre más vivencias en Ucrania.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA