Lisboa es la capital y mayor ciudad de Portugal.
Situada en la desembocadura del río Tajo (Tejo), aparte de la capital del país, es
también la capital del distrito de Lisboa, de la región de Lisboa, del Área Metropolitana de Lisboa,
y es también el principal centro de la subregión de la Gran
Lisboa.
Toponimia
El nombre Olissipo,
designación prerromana de Lisboa provendría de los fenicios. Según esta teoría,
Olisipo derivaría de Allis Ubbo o puerto seguro
en fenicio, debido a que era un magnífico puerto en el estuario del río Tajo,
aunque no existe ningún registro que pueda corroborar tal teoría.
Etimología mitológica
Los griegos conocían Lisboa como Olissipo
y "Olissipona", nombre que pensaban que derivaba de Ulises, que para
los griegos era Odiseo,
debido a que esta fue la ciudad que, según la mitología, fue fundada por Ulises
en la península ibérica tras huir de Troya y antes de
partir hacia el atlántico huyendo de la Coalición Griega
"Ibi
oppidum Olisipone Ulixi conditum: ibi Tagus flumen."
Así lo recoge también Luís de Camões en Os
Lusíadas (1572), la epopeya nacional de los portugueses. Más tarde, el
nombre degeneró en el latín vulgar Olissipona.
Los árabes, que tomaron la ciudad en
719, la llamaron اليكسبونا
(al-Lixbûnâ) o لشبونة
(al-Ushbuna).
Clima
Lisboa es una de las capitales
europeas más cálidas. Los meses de primavera y
de estío son generalmente soleados, con temperaturas máximas en torno a los
28 °C durante julio
y agosto, y
mínimas de unos 16 °C. El otoño y el invierno son generalmente lluviosos y ventosos, con algunos
días soleados.
Prehistoria
El poblado prerromano de Olisipo
tiene su origen en los siglos VIII-VII a.C y se asentaba en la cima y en las
laderas de la colina donde actualmente el castillo de San Jorge
Edad
Antigua
Lisboa es para unos de origen
griego, para otros fenicio. El puerto natural que creaba en estuario del
río Tajo lo
convirtió en el punto para crear un asentamiento que proveyera de comida a los
barcos fenicios que se encontraban en ruta comercial hacia las islas del Estaño
(actualmente Islas Sorlingas y Cornualles).
Los fenicios también aprovecharon la
situación de la colonia en la boca del río más grande de la península ibérica
para comerciar con las tribus del interior de las que obtenían metales
preciosos. Otro importante producto local era la sal, el pescado salado y los caballos
lusitanos.
Durante el reinado de César
Augusto, los romanos construyeron un teatro y un anfiteatro;
unas termas situadas en la actual Rua da Prata; Los templos de Júpiter, Diana, Cibeles, Tetis y Idae Phrygiae (un culto poco común
procedente de Asia Menor), aparte de templos en honor al emperador;
una necrópolis
bajo la actual plaza de Figueira; un foro y otros edificios como las insulae, una zona
de viviendas entre la actual colina del castillo y el centro de la ciudad. Económicamente
Olissipo era conocida por su garum, una especie de salsa de pescado afrodisíaca que se
exportaba hasta Roma
y otras ciudades. Vino,
sal y sus caballos eran otros elementos de exportación.
Torre de Belem |
Olissipo sería uno de los primeros
núcleos en abrazar el cristianismo. El primer obispo de la ciudad fue San Gens. Sufrió las invasiones bárbaras por parte de los alanos, los vándalos y
posteriormente fue parte del reino de los suevos, antes de ser tomada por los visigodos del
reino visigodo de Toledo, que la llamaron
Ulishbona.
Edad
Media
Lisboa fue tomada por los árabes
aproximadamente en el 711 (recibió el nombre al-ʾIšbūnah en árabe
الأشبونة), bajo
cuyo gobierno la ciudad floreció. Los musulmanes, procedentes del norte de
África y Oriente Próximo, construyeron varias mezquitas,
casas y los muros de la ciudad, que actualmente se llama Cerca Moura. La
ciudad mantuvo una población diversa entre la que se encontraban cristianos,
bereberes,
árabes,
judíos y Saqalibas.
El árabe se impuso como idioma
oficial. El mozárabe era la lengua materna que hablaba la población
cristiana. El Islam
era la religión oficial, practicada por los árabes y los muladís, los
cristianos y judíos podían mantener sus creencias, en calidad de dhimmis, y previo
pago del yizia.
La influencia musulmana todavía
puede ser observada en el Alfama, la parte vieja de la ciudad
que resistió al terremoto. Algunos nombres derivan del
árabe; la Alfama, el distrito más antiguo de Lisboa, deriva del árabe al-hamma.
Fue tomada en 798 por Alfonso II de Asturias. En 844, los vikingos
atacan Lisboa con 54 bajeles y la saquearon durante 13 días antes de ser
expulsados. Hubo otra invasión vikinga en 966. Entre 1013 y 1022, durante el
periodo Taifa,
Lisboa perteneció a la Taifa de Badajoz, mientras se mantuvo bajo el
poder de Sabur al-Saqlabi, un saqaliba,
antiguo subdito de Alhakén II.
Un primer intento de los portugueses
de tomar la ciudad fracasó en 1137. En 1147, como parte de la Reconquista,
un grupo de caballeros franceses, ingleses, alemanes, y portugueses, liderados por Alfonso, asediaron y conquistaron Lisboa,
pasando a manos cristianas.
La reconquista de Portugal y el
restablecimiento del cristianismo es uno de los eventos más significativos de
la historia lisboeta. El árabe
perdió su estatus de oficialidad y poco a poco fue dejado de usarse en la vida
cotidiana. La población musulmana que quedó se convirtió al Catolicismo
o fueron expulsados, mientras que las mezquitas se
transformaron en iglesias.
Lisboa recibió su primer fuero en 1179 y se
convirtió en capital de Portugal en 1255 debido a su localización central en el
territorio portugués.
Don Afonso Henriques |
En 1290, Dionisio I fundó el Estudo Geral
(Estudio General) (actualmente Universidad de Coímbra), siendo trasladada
varias veces a Coímbra donde se instaló de forma definitiva en el siglo XVI.
Edad
Moderna
La mayoría de las expediciones
portuguesas de la Era de los Descubrimientos partieron de
Lisboa durante los siglos XV y XVII, incluyendo la salida de Vasco
da Gama hacia la India
en 1497. El siglo
XVI supone la era de oro de Lisboa que se convirtió en un punto de comercio
europeo con el lejano oriente, mientras que el oro de Brasil arribaba a
la ciudad.
Tras la incorporación de Portugal a
la Monarquía Hispánica de Felipe II (1580), se consideró incluso el
establecimiento de la corte en Lisboa, pero se descartó, en beneficio de
Madrid, donde se había fijado la capital en 1561. Los principales episodios de la
revuelta de restauración de 1640,
que obtuvo la independencia de Portugal, tuvieron lugar en Lisboa.
Al inicio del siglo XVIII, durante
el reinado de D. João V, la ciudad es dotada con una gran obra
pública extraordinaria para la época: el Acueducto de las Aguas Libres.
El Terremoto de Lisboa de 1755 mató a
entre 60.000 y 100.000 personas. Después del terremoto de 1755, la ciudad fue
reconstruida según los planes del Marqués de Pombal, por el cual a la parte central
se le denomina Baixa Pombalina. En vez de reconstruir la ciudad
medieval, el Marqués de Pombal decidió destruir lo que había resistido al
terremoto y reconstruir la ciudad con normas urbanísticas de la época. La
cuadrícula adoptada en los planos de reconstrucción permitió diseñar las plazas
de Rossio y de Terreiro do Paço.
Edad
Contemporánea
A principios del siglo XIX, Portugal
fue invadido por las tropas de Napoleón Bonaparte, obligando al rey Juan VI a huir a Brasil. Las tropas
napoleónicas fueron expulsadas por los ejércitos angloportugueses al mando de Arthur
Wellesley, Duque de Wellington. Éste permitió a los ocupantes la evacuación de
la ciudad, acordada en la Convención de Cintra.
La ciudad vivió intensamente la Guerra
Civil y comenzó la época del florecimiento de las cafeterías y teatros. Más
tarde, en 1879, fue abierta la Avenida da Liberdade que inició la
expansión de la ciudad más allá de la Baixa.
Lisboa fue el centro de la Revolución del 5 de octubre de 1910,
que instauró la Primera República Portuguesa.
Previamente, había tenido lugar el regicidio de Carlos I en 1908.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Lisboa fue uno de
los pocos puertos atlánticos europeos neutrales, siendo una puerta de salida de
refugiados.
En Lisboa tuvo lugar la Revolución de los Claveles que en 1974
puso fin al régimen dictatorial que se mantenía en el poder desde 1928.
En 1985, se produce la
firma del Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea de Portugal y
España, en el monasterio de los Jerónimos, en Lisboa.
Lisboa fue Capital Europea de la Cultura en 1994. La Expo '98 se
celebró coincidiendo con la conmemoración del 500º aniversario del viaje a la
India de Vasco da Gama. Este acontecimiento fue aprovechado
para realizar una remodelación en la ciudad
Evolución demográfica
|
Actualmente, la población de Lisboa
está a la baja aunque la del área metropolitana está en aumento debido a que la
población se está trasladando del centro a la periferia o, incluso, a otras
ciudades vecinas.
La población de la ciudad es de
564.477 según el censo de 2001, el área metropolitana cuenta con 2.641.006
habitantes en una extensión cercana a los 3.000 km², cerca de un tercio de la
población de Portugal. La densidad de población de la
ciudad es de 6.518,1 habitantes por km². El área metropolitana de Lisboa es una
de las aglomeraciones urbanas
en la Unión Europea que más rápido crecen, y se estima que su
población aumentará hasta 4,5 millones de habitantes en 2050.
Como curiosidad añadir que los
lisboetas reciben el apodo de alfacinhas, debido al intensivo cultivo de
lechugas que hacían los antiguos habitantes de Lisboa en los campos cercanos a
la capital.
En Lisboa se encuentran los principales centros políticos del país (ministerios, tribunales, etc.).
En Lisboa se encuentran los principales centros políticos del país (ministerios, tribunales, etc.).
Dos agencias de la Unión
Europea tienen sede en Lisboa; el Observatorio Europeo de las Drogas
y las Toxicomanías; y la Agencia Europea de Seguridad Marítima. La CPLP también
tiene su sede en Lisboa.
Economía
Lisboa es la ciudad más rica de
Portugal con un PIB
per cápita superior a la media europea. El puerto
de Lisboa compite con el
de Bilbao como principal puerto de contenedores del "Arco Atlántico europeo"
Lisboa, como capital de Portugal
tiene una economía concentrada en los servicios.
La mayoría de las sedes de las multinacionales existentes en
el país están situadas en Lisboa y además es la 9ª ciudad del mundo que más
congresos celebra.
El Área Metropolitana de Lisboa
está altamente industrializada, especialmente en los siguientes sectores: refinería
de petróleo, industria textil, astilleros,
siderurgia
y pesca.
Transportes
Lisboa está conectada al otro margen
del Tajo
por dos puentes:
el puente 25 de Abril, en la
parte sur, inaugurado el 6 de agosto de 1966, que la une con la población de Almada, y el
puente Vasco da Gama
inaugurado en mayo de 1998, que conecta el nordeste de la capital (Sacavém)
a la ciudad de Montijo. Lisboa se comunica con el exterior a través del Aeropuerto de Portela, el
mayor de Portugal situado a 7 kilómetros del centro en la zona nordeste de la
ciudad. El puerto de Lisboa es parada de
numerosos cruceros y uno de los
principales puertos turísticos europeos.
Lisboa y su área metropolitana están
conectadas por varias autopistas. Existen dos autopistas circulares, la
interior y la exterior. Las principales vías que conectan la ciduad con el
resto del país son las autopistas A1 (hacia el norte vía Vila Franca de Xira, la A8
(hacia el norte vía Loures),
la A5 (hacia el oeste vía Cascais), la A2 (hacia
el sur vía Almada
y la A12 (hacia el este vía Montijo).
Educación
Lisboa refundó su propia universidad
en 1911 después de siglos de inactividad, reuniendo diversas escuelas y
colegios universitarios preexistentes como la Escola Politécnica.
En esta ciudad hay tres
universidades públicas; la Universidad de Lisboa, la Universidad Técnica de
Lisboa y la Universidad Nueva de Lisboa.
Entre los establecimiento privados se destacan la Universidad Católica
Portuguesa y el ISCTE.
Arquitectura y urbanismo
Elementos destacados la arquitectura
medieval en Lisboa son el Castillo de San Jorge, en la
colina más alta del centro de la ciudad; el Barrio de la Alfama que
sobrevivió al terremoto de Lisboa; la Catedral de Lisboa y el Convento do Carmo.
De la ciudad de la Era de los descubrimientos se
pueden observar en la zona de Belém dos construcciones clasificadas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad: el
Monasterio de los
Jerónimos de estilo manuelino y la Torre
de Belém, construcción militar que vigilaba la entrada del Tajo.
Antes se encontraba en el centro del río pero ahora está a un lado.
La Baixa es el corazón de la
ciudad. Se encuentra sobre las ruinas de la antigua ciudad que destruyó el Terremoto de Lisboa de 1755.
Su planificación urbana, de calles en cuadrícula y edificios similares se debe
al Marqués de Pombal. La Baixa es
también el mayor distrito comercial de Lisboa. En ella se encuentran la mayoría
de monumentos, como el Teatro Nacional Doña
María II, la Praça do Comércio y el Rossio.
También forman parte del núcleo
histórico el Barrio Alto (distrito
comercial, de entretenimiento y habitacional), y el Barrio de la Alfama, de
estrechas calles (a diferencia del Bairro Alto, es una zona más tranquila). En
este barrio se encuentra la Catedral así como el Castillo de San Jorge. Por
último, en la ribera del Tajo, se ubica el Barrio de Belém. Allí se
encuentra el Monasterio de los
Jerónimos, cuya construcción comenzó en 1501
y se tardó 70 años en terminarlo. Es el mejor ejemplo de lo que se ha
denominado estilo manuelino, cuya
inspiración proviene de los territorios visitados durante la era de los Descubrimientos,
estando también influido por el gótico y el estilo
renacentista. Cerca del monasterio se encuentra la Torre
de Belém.
De principios del siglo XVIII el monumento más significativo es el Acueducto de las Aguas
Libres. Después del Terremoto, el plan urbanístico
aprobado por el Marqués de Pombal creó las
plazas de Comercio y Rossio. En
las proximidades se encuentra la Praça dos Restauradores y el Elevador de Santa Justa,
proyectado a finales del siglo XIX por Mesnier
du Ponsard. El Teatro Nacional Doña
María II es el principal teatro de la ciudad.
A finales del siglo XIX los planes urbanísticos permitieron extender la ciudad
más allá de la Baixa, creándose la actual Avenida da Liberdade.
En términos de arquitectura, lo más
notable de finales del siglo XX es el Parque das Nações y la Alta
de Lisboa, todavía en construcción. Los edificios de finales del
siglo XX más famosos son el Centro Cultural de Belém
(inaugurado en 1991),
el pavilhão de Portugal (de Álvaro Siza Vieira, la Estação do Oriente
(de Santiago Calatrava), la Torre Vasco da Gama y el Oceanário de Lisboa (de Peter
Chermayeff), todos de 1998.
En la parte occidental de la ciudad
se encuentra el Palácio Nacional da Ajuda en
la freguesía de Ajuda. También son destacables
el Palacio de las Necesidades
actual sede del Ministerio de Asuntos Exteriores portugués y el Palacio de Belém en la
freguesía de Belém, que es la residencia
oficial del Presidente
de Portugal.
Otras obras arquitectónicas mayores son la Biblioteca Nacional, y museos
como el Museo Nacional de Arte
Antigua, el Museo Calouste Gulbenkian, el Museo
de Chiado, el Museo de la Farmacia y el Oceanário de Lisboa.
Música
La música tradicional de Lisboa es
el fado,
canción nostálgica acompañada de una guitarra portuguesa. La mayoría de locales
de fado se encuentran en la Alfama,
siendo generalmente restaurantes con música en vivo. Lisboa, como capital de Portugal
es el centro musical del país, donde se producen la mayoría de discos de
cantantes portugueses.
Gastronomía
Patanisca |
Se dice que los portugueses, y especialmente los lisboetas, tienen 365 maneras de preparar el bacalao, una receta diferente para cada día del año. Era popular en algunos cafés de tertulia durante la época bohemia unos filetes como el Bife à Marrare.
El postre más famoso de Lisboa es el
Pastéis de Belém, elaborado en
la fábrica más antigua, que se encuentra en la freguesía de Belém.
…
Soy
de los muchos viajeros que adoran Portugal, y en este país, Lisboa, la capital,
es uno de mis lugares preferidos, hasta el punto de que ni recuerdo las
ocasiones en las que he visitado la ciudad del Tajo.
Y
es que Lisboa tiene un “alma” especial, que seduce por la hospitalidad de sus
gentes, la belleza de sus enclaves, el tipismo de sus barrios y esa mezcla de
señorío dieciochesco y decimonónico y de luminosidad, en un entorno de pueblo llano y sencillo, que llega a embelesar.
Muchas
son las posibilidades que brinda una
visita a Lisboa, y depende también de las pernoctaciones previstas, pero recomiendo iniciar el periplo lisboeta en la moderna Avenida da
Liberdade, que nace en los altos de la Praça Marques de Pombal y se desliza
hasta el Rossío, que es como la entrada a la plaza de Don Pedro IV y a las
rectilíneas calles que desde ésta plaza conducen hasta el Terreiro do Paço, la gran plaza frente al río rodeada de edificios oficiales, ya
lindando con la ribeira do Tejo.
Asomarse
al Tajo desde el Terreiro permite una preciosa vista “a ras de río” y de la
otra orilla, en la que destaca el Cristo en los altos de Almada y el puente 25
de abril, enorme obra de ingeniería, a lo lejos.
Desde
esta zona es muy recomendable tomar el tranvía que cansinamente va subiendo
junto a la Catedral (Zé) de Santo Antonio
para alcanzar las bellas vistas del Castelo de Sâo Jorge, fortaleza que
domina buena parte de la urbe y que brinda unas preciosas panorámicas del Tajo.
Terreiro do Paço |
La
visita de todo ello ocupa un buen tiempo y permite gozar de la brisa que
siempre corre por el amplísimo estuario de río Tajo.
Llegado
el tiempo del almuerzo, de los miles de restaurantes que hay en Lisboa, unos más
típicos, otros más sofisticados, hay que aprovechar el extraordinario pescado,
que se cocina de las mil y una maneras, desde el bacalao, la lubina, la dorada,
el pez espada, los calamares (lulas, en portugués), el humilde jurel (carapau, en portugués) etcétera; sin olvidar las alternativas de buen marisco, pues son
muy de apreciar los camarones de costa y las gambas. En cuanto a carnes, el
pollo al carbón (llamado frango ao churrasco, especialidad heredada de Angola)
es una posibilidad muy económica –y deliciosa— de degustar una carne
extraordinaria y algo picante (con cayena o piri-piri), sin que pueda despreciarse la carne de cerdo, porque aunque
éste alcanza cotas de exquisitez en la región portuguesa del Alemtejo, no es
nada desdeñable su preparación en la capital, bien en forma de escalope
empanado, bien a la cataplana (cazuela cerrada que semeja una almeja, con dos
valvas, generalmente de bronce, que permite cocinar como si se tratara de una
olla exprés moderna), porque la mezcla en ella de trozos de cerdo, almejas y
verduras genera un plato delicioso.Otra especialidad es el cabrito al horno --más propia de otras regiones, sobre todo del norte--. aunque la ternera no suele ser demasiado buena en Portugal.
Los
dulces típicos, de preparación casera, pueden completar una buena comida,especialmente el Napoleâo, a base de meregue bien regado, sin olvidar las cremas.
Funicular |
Tras
un buen almuerzo, que puede regarse con los magníficos vinos que brinda el país, blancos y tintos, y que en Portugal suele ser poco después del mediodía, es muy
grato sentarse en cualquiera de las terrazas de la zona, para degustar el
siempre buen café de Portugal.
Después
de ello, es recomendable tomar el elevador de Santa Justa, que no es sino un
ascensor en estructura de hierro tipo Eiffel, que conduce a la parte superior
de barrio de Chiado, zona reconstruida casi totalmente después del pavoroso
incendio que lo destruyó al final de los años ochenta del pasado siglo.
Y
por la noche, ¡cómo no! hay que ir a una casa de fados, bien a cenar (aunque
el yantar es caro y de calidad mediana), bien a escuchar además esas entrañables piezas
musicales que distinguen la nación portuguesa y especialmente Lisboa.
Hay
bastantes casas en el Barrio Alto y en Alfama en las que es posible disfrutar de esos
cantos nostálgicos y dulces, que, envueltos en tipismo, desvelan bastante del alma portuguesa. No oculto mi nostalgia por los bellos momentos vividos en torno al fado
Por
ello incluyo aquí un link o enlace a varios fados grabados en el popular barrio da Alfama. Deleitense. http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=3tii_PShOEY
Y coloco además un vídeo de fado cantado por la considerada como la más grande Fadista de todos los tiempos: Amalia Rodrigues
Una cosa puedo garantizar al visitante: Cuando deje Lisboa ya estará deseando
regresar.
Y coloco además un vídeo de fado cantado por la considerada como la más grande Fadista de todos los tiempos: Amalia Rodrigues
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