El río Guadalete es un río del sur de España, perteneciente
a la vertiente atlántica de Andalucía.
Nace al norte de la sierra de Grazalema (en el peñón Grande ) y desemboca en El Puerto de Santa María en la Bahía de Cádiz.
Hasta mediados del siglo XX era
navegable para pequeñas embarcaciones hasta Jerez de la Frontera. Es uno de los ríos
«anguleros» de Andalucía.
Historia
El río da nombre a la batalla de Guadalete, acaecida entre el 19 y el 26 de julio de 711 en su ribera y en la que los partidarios del rey don Rodrigo fueron derrotados por las fuerzas del Califato Omeya comandadas por Táriq Ibn Ziyad, en el inicio de la conquista musulmana de la península ibérica. Tras esta batalla se puso fin al reino visigodo y comenzó el período andalusí. En esta batalla murió el rey visigodo don Rodrigo.
Su nombre parece derivar de Lete (el río del olvido
en la mitología griega), por una batalla entre fenicios
asentados en la actual Cádiz y sus vecinos griegos asentados en la desembocadura de
este río, el puerto Menesteo hoy conocido como El Puerto de Santa María.
Esta batalla debía tener lugar en las inmediaciones del que por aquel entonces
se denominaba río Criso (derivado de Chyses, nombre dado a Gerión). Como
no llegó a haber ningún enfrentamiento gracias a la diplomacia, se celebró una
ceremonia de reconciliación y olvido de las pasadas ofensas. Y el río llegó a
ser conocido como el río del olvido. Aún dicen que en su ribera se erigió una
columna para perpetua memoria (actualmente desaparecida). Posteriormente y ya
en tiempos de Al-Ándalus se denominó Guadaletho (Guada es
río en árabe), para ir derivando hasta la actualidad en Guadalete.
En sus inmediaciones se encontró un casco
corintio de
bronce del siglo VII a. C. que, aunque encontrado
fuera de contexto y por lo tanto, con una interpretación arqueológica difícil,
parece ser uno de
los objetos griegos más antiguos hallados en la Península Ibérica.
los objetos griegos más antiguos hallados en la Península Ibérica.
Es famoso su puente de La Cartuja
en Jerez, que ya existía en el año 1541.
En el renacimiento hubo diversos
planes de modificación del río, aunque pocos llegaron a realizarse. Lo que sí
se realizó posteriormente es la modificación de la desembocadura del río para
que parte del cauce pasara por El Puerto de Santa María, quedando el
cauce anterior denominado como río San Pedro.
A principios del 2010 el Guadalete
tuvo una de sus mayores crecidas debido a las fuertes lluvias que se
registraron en la zona, inundando así algunas pedanías de Jerez de la Frontera.
Características
Su afluente principal es el río Majaceite, llamado en su nacimiento río El Bosque, que nace en Benamahoma. El Majaceite desemboca en el Guadalete en la llamada Junta de los Ríos.
Es el segundo río más largo de Andalucía, si se considera que el río Genil es un afluente del Guadalquivir. El río está regulado mediante el embalse de Arcos, el embalse de Bornos y el embalse de Zahara de la Sierra.
Inundaciones
Existe constancia de desbordamientos del río desde el año 1618.
En épocas de lluvias fuertes se
producen crecidas que suelen anegar las zonas cercanas a su cauce,
especialmente en pedanías del término municipal de
Jerez (El
Portal, Las Pachecas, La Greduela, etc). Estos son
causados principalmente por el aumento de la actividad de agricultura,
la actividad de 76 explotaciones de canteras para extracción de áridos cerca
del río y las modificaciones en la cuenca por la construcción de embalses de
gran envergadura.
Sin llegar a los estragos que las
lluvias de diciembre de 1996 causaron en toda la provincia y, especialmente, en
el valle del Guadalete, apenas cuatro o cinco días de fuertes aguaceros
bastaron para que los pantanos de cabecera de la cuenca se llenaran y debieran
desembalsar importantes caudales. Una de las consecuencias derivadas de todo
ello han sido las inundaciones que afectan a buena parte de la vega baja del
río en muchos rincones de las campiñas de Arcos de la Frontera y Jerez.
(De Wikipedia y otras fuentes)
…
Conil de la Frontera (hasta 1981 simplemente Conil)
es un municipio
español de
la provincia de Cádiz, Andalucía.
En el año 2012
contaba con 21.927 habitantes. Su extensión superficial es de 87 km² y tiene
una densidad de 234,46 hab/km². Es uno de los pueblos más pintorescos de la Costa
de la Luz, con lugares de alto valor ecológico e histórico. Su economía se
basa en la pesca y en el turismo estacional. Es por eso que en verano su
población ha llegado a las 90.000 personas.
Se encuentra situado a una altitud de 41 metros y a 44
kilómetros de la capital de provincia, Cádiz.
Geografía
Conil está situado sobre un llano costero al suroeste de la provincia de Cádiz, bañado por el Océano Atlántico. Dista de la capital unos 43
kilómetros. En su situación más oriental domina el llano, siendo su parte más
occidental acantilados entre los que destaca el de Roche. Forma parte de la
comarca de La
Janda.
Historia
Aunque ya se constata presencia humana en tiempos prehistóricos, la localidad de Conil fue fundada en tiempos de los fenicios, que se
aprovecharon de las salidas al mar de la zona, creando allí sus almadrabas y
pesquerías. Ya en tiempos de los romanos adquirió esplendor y grandeza al formar parte de la Vía
Hercúlea y unir las ciudades de Málaga y Cádiz. Tras la
caída del Imperio romano, Conil fue saqueada por los visigodos, los bizantinos y
los vándalos
hasta que con la llegada de los musulmanes, en el 711, tuvo que unirse a la Cora
de Sidonia.
No se vuelve a tener importantes
noticias del municipio hasta 1265, año en el que el término municipal, a causa de las
victorias cristianas
de la Reconquista, renombra al pueblo, añadiéndole el topónimo
de "de la frontera", como hiciera con otras poblaciones como Chiclana, Jerez o Arcos, debido a que las poblaciones formaban
parte de la frontera que separaba los territorios musulmanes de los cristianos.
En 1299, el rey Fernando IV concede a Alonso Pérez de Guzmán la entonces aldea
conileña para que la repoblara y fortaleciera, colaborando en su nuevo auge.
Fue en estos tiempos cuando el pueblo pasó a llamarse Torre de Guzmán, debido a la torre que, para defender la ciudad en
caso de ataque, construyeron bajo su nombre.
A pesar de las epidemias de peste y
otras enfermedades que sufrió el pueblo en los años posteriores, las almadrabas
servían a los habitantes como base de su economía. A comienzos del siglo XVI,
la vida del pueblo se ve interrumpida por las disputas que se producen entre
dos nobles familias tremendamente importantes de la zona: la de los Guzmán y la
de los Ponce de León. Junto a esto, las disputas entre los nobles y los
aldeanos empeoran la situación de la zona, ya que parecían a estos segundos
pésimas las condiciones económicas a las que se veían obligados a vivir. Tras todos
estos problemas, las décadas posteriores fueron dando sus frutos, ya que la
población y la producción de las almadrabas comenzaron a subir.
Fue el siglo XVII
el siglo de oro de la población, puesto que se convirtió en enclave económico
de los alrededores. Ya en el siglo XVIII, las almadrabas empiezan a decaer, aunque
no por ello la economía, que comienza a sostenerse gracias a la agricultura y
la ganadería. A mediados de este siglo, una serie de disputas por la presión
fiscal a la que los propietarios de tierras y los aldeanos estaban sometidos,
vuelve a turbar la paz de Conil. Estos problemas tanto de territorios como
económicos son los que hacen caer la popularidad del pueblo en picado, a lo que
se sumó la ocupación napoleónica de principios del siglo XIX.
El pueblo, que por aquellos entonces tenía un sentimiento antiseñorial, creó al
Síndico Personero, una especie de defensor del pueblo gracias al cual
los municipios de la zona pudieron enfrentarse a los señores propietarios de
las tierras. Durante el siglo XX, el turismo, en muchísima menor medida que el
actual, comienza a hacer mella en la localidad, dado que familias sevillanas
comienzan a marchar de veraneo por esta zona para darse baños de aguas
medicinales. Desde los años 60, Conil ha tenido un auge turístico debido al cual
este es el sector por el cual se ha sustentado el pueblo en estos últimos años.
Economía
Tradicionalmente la economía principal ha sido pesquera y agrícola-ganadera; sin embargo, en la actualidad, esta se está desplazando hacia una economía basada en el sector servicios, debido al gran desarrollo turístico que ha surgido en esta localidad costera en los últimos años. Llegando, incluso, a ser uno de los enclaves de la costa gaditana con mayor interés en las inversiones turísticas.
Gastronomía- Pescaíto frito
- Rosquetes de Semana Santa
- Bocinegro a la sal/espalda
- Dorada a la sal/espalda
- Calamar de Conil
- Atún a la plancha o encebollado
- Gazpacho caliente
- Sopa de tomate
- Patatas y zanahorias aliñadas
Lugares de interés
- Playas: La Fontanilla, Fuente del Gallo, Playa del Roqueo, Playa de los Bateles, Playa del Chorrillo y la Playa del Puntalejo
- Calas: El Roqueo y Calas de Roche (localizadas junto a un pinar que ardió en 2006)6 formadas por las Calas de Poniente la Cala del Aceite y las Calas de Quinto y Camacho.
- Parroquia de Santa Catalina de Alejandria, Virgen y Mártir.
- El puerto pesquero.
- La Chanca.
- Ermita del Espíritu Santo.
- Iglesia Mayor de Santa Catalina: Del siglo XV, ha sido reformada e incluso reconstruida varias veces.
- Torres Almenaras de la Costa.
- Torre de Guzmán: es la torre del homenaje del Castillo de Conil construido por Alonso Pérez de Guzmán, Guzmán el bueno,(siglos XIV-XV).
- Puerta de la Villa.
- Museo de Raíces Conileñas: Reúne una colección de 900 objetos, de los cuales se exponen unos 850. Los objetos expuestos proceden de donaciones de los socios, otros están cedidos en depósito, y otros han sido adquiridos en propiedad por el museo.
- Calle Cádiz.
- Ermita de Nuestra Señora María Auxiliadora (Barrio Nuevo, El Colorado), construida en el año 1931, y rehabilitada en el año 2006.
- Iglesia y Hospicio de la Misericordia, Construido en 1779 por D. Sebastián Sánchez Franco, conde de Cinco Torres.
(De Wikipedia y otras fuentes)
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La almadraba (del árabe andalusí almadrába, lugar donde se golpea o lucha) es una de las técnicas para la captura del atún empleada en Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Ceuta aprovechando la migración de atunes Atlántico-Mediterráneo (y vuelta) que se utiliza desde tiempos prerromanos. Consiste en instalar un laberinto de redes en el paso de los atunes, que normalmente se sitúa cerca de la costa. En Sicilia el método se denomina tonnara (atunara).
Uso
Han sido caladas almadrabas desde los puertos de Cádiz, Chiclana de la Frontera, Conil de la Frontera, Barbate, Rota, Zahara de los Atunes, La Línea de la Concepción, Nueva Umbría, Isla Cristina, Ceuta y Tarifa, entre otros puertos. También existe esta técnica pesquera, en el sureste español, en la región marítima de Cartagena, más concretamente en la bahía de Mazarrón, Calabardina, en el pueblo cartagenero de La Azohía, Cartagena. También en distintos puntos de la provincia de Alicante como son Denia, Jávea, Benidorm, Villajoyosa o Isla de Tabarca. El proceso comienza cuando los atunes, en su emigración desde el Círculo Polar Ártico hasta el Mar Mediterráneo, pasan por el Estrecho de Gibraltar. La práctica totalidad de las Almadrabas caladas en el Mediterráneo, desde el siglo XVIII hasta mediados de 1950, han estado capitaneadas por arraeces (jefes de todas las faenas que se ejecutan en la almadraba) de Benidorm-Alicante, considerados los nativos de este pueblo como auténticos expertos en este arte de pesca durante siglos.
Técnica
La almadraba es un arte para la pesca del atún, la más simple de las cuales, y consiste en situar dos barcos a cierta distancia entre los que se cala una red somera sujetada con un palangre en la que se recogen los peces, atunes y otros que puedan llegar. Gracias a que hasta que se suben al barco siguen vivos, en el acto se pueden seleccionar y descartar las piezas pequeñas o inútiles. Entre los barcos y sobre la red bajan los pescadores más experimentados que se dedican a seleccionar los atunes que pueden pesar unos 200 kilos. La pieza elegida es desangrada y luego sus compañeros sobre el barco le clavan arpones y entre tres o cuatro hombres es subido a bordo, esto se repite con cada pieza. Una vez extraídos (pescados) los atunes, se sigue con las especies de menos porte.
(De Wikipedia y otras fuentes)...
Después de dos días ventosos y entre nublados, el tercer día de nuestro viaje amaneció esplendoroso, con un sol radiante que hacía refulgir las aguas de la playa de Mojácar, y que nos brindó un bello amanecer, de manera que con el buen espíritu y ánimo que siempre proporcionan los bellos paisajes y el buen clima, acometimos el desplazamiento de unos seiscientos kilómetros, previsto hasta Conil de la Frontera, en Cádiz.
Para ello tomamos muy cerca de Los Gallardos la antigua carretera nacional (ahora denominada N-340a) y por ella nos movimos hasta alcanzar, ya al norte de la ciudad de Almería, la población de Tabernas, con su conocido desierto, en el que tantas películas de spaguetti western se han rodado, además de otros grandes filmes, como Patton, y en ese punto accedimos a la autovía A-92, ramal sur, que nos condujo hasta Guadix, en la que se fundió con el ramal norte, proviniente de Puerto Lumbreras.
Para ello tomamos muy cerca de Los Gallardos la antigua carretera nacional (ahora denominada N-340a) y por ella nos movimos hasta alcanzar, ya al norte de la ciudad de Almería, la población de Tabernas, con su conocido desierto, en el que tantas películas de spaguetti western se han rodado, además de otros grandes filmes, como Patton, y en ese punto accedimos a la autovía A-92, ramal sur, que nos condujo hasta Guadix, en la que se fundió con el ramal norte, proviniente de Puerto Lumbreras.
Así, sobrepasamos el puerto de la Mora, encima de Granada, circunvalamos esta capital y nos dirigimos hacia Loja y Antequera (ciudades con recios recuerdos de la conquista de Granada en 1492), y después de esta bella población seguimos la carretera autonómica
que encaminó hacia Campillos y Ronda, aunque sin desviarnos a la ciudad del Tajo, pero sí pasando por Algodonales, para gozar en uno de sus tradicionales restaurantes-venta (en la circunvalación) de unos ligeros pero sabrosos yantares, antes de proseguir por la sierra de Grazalema, ya siguiendo el curso del río Guadalete, hasta la preciosa ciudad de Arcos de la Frontera, y de ahí bordear Xerez para dirigirnos al sur por la Autovía A-4, hasta llegar a Conil de la Frontera, que era nuestro destino.
En la localidad de Conil habíamos reservado alojamiento en un
complejo rural denominado “Casa de Postas”, a unos dos kilómetros del casco urbano, y, aunque nos costó algún tiempo llegar hasta el lugar (las indicaciones no son demasiado precisas), finalmente accedimos a la amplia explanada que muestra al fondo las construcciones de estilo andaluz de la casa.
Allí nos recibió con toda amabilidad Francisco (Paco), el propietario, quien nos brindó todo tipo de facilidades, hasta para poder utilizar Internet, nos instruyó sobre las características principales de Conil y nos aconsejó sobre los puntos a visitar.
Ya al anochecer nos desplazamos hasta el casco urbano y llegamos al Paseo Marítimo (muy vacío, sin apenas gente y con solamente dos restaurantes abiertos) y desde él entramos en la calles de la población, muy blanca como todas las andaluzas, con vías más bien estrechas, y con una iglesia destacable y la Torre de Guzmán como monumento característico.
Cuando llegó la hora de la cena, en uno de los restaurantes playeros
degustamos una parrillada de atún, ya que sabíamos que éste era el pescado que en Conil, como en Zahara de los Atunes y otras poblaciones costeras, se pesca en las almadrabas y es pieza cara y codiciada.
Se nos presentó una fuente con variadas partes del túnido, sobre un lecho de patatas, lo que, regado con un buen vino blanco de Cádiz, nos sació y satisfizo.
Ya de vuelta a nuestro alojamiento, con un tiempo ventoso y fresco, la chimenea del salón de la Casa de Postas nos acogió en su derredor, junto con Paco y Emilia, nuestros anfitriones, degustando un buen vodka ucraniano, que siempre llevamos con nosotros.
Allí, mientras los leños de olivo se consumían lentamente, comentamos aspectos
de la vida en Valencia y en Ucrania, historias de Conil y de la costa, y preparamos el programa para el día siguiente. Una bonita experiencia la vivida en este alojamiento rural, que recomendamos sin reservas, y a cuyos titulares saludo desde este blog con todo afecto.
En fin, habíamos pasado en esta jornada del Mediterráneo al Atlántico, como impenitentes viajeros y como deseosos de seguir conociendo nuevas gentes y nuevos ambientes.
Otra jornada que había valido la pena. En fin, habíamos pasado en esta jornada del Mediterráneo al Atlántico, como impenitentes viajeros y como deseosos de seguir conociendo nuevas gentes y nuevos ambientes.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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