Según Wikipedia, La Mariña (en gallego y
oficialmente A Mariña) es una zona situada al norte de la provincia de Lugo. Con
una superficie de 1.660 Km2, y una población de más de 80.000 habitantes. Está
dividida en 3 comarcas: La Mariña Occidental, La Mariña Central y La Mariña
Oriental.
Los concellos (ayuntamientos) que la conforman son
los siguientes: Limitando al mar están, de este a oeste, Ribadeo, Barreiros,
Foz, Burela, Cervo, Jove, Viveiro y Vicedo. En la franja interior están los
concellos de Trabada, A Pontenova, Riotorto, Lourenzá, Mondoñedo, Alfoz, O
Valadouro y Ourol.
Las urbes más importantes de esta zona de Lugo son
Ribadeo, Vivero, Burela, Foz y Mondoñedo.
Pues bien, después de una primera noche en el Hotel
Rústico Casa Franco, de Adelán-Alfoz, con un magnífico descanso, por el fresco
ambiente, la fragancia del entorno, con un olor a hierba y eucaliptus
impensable, y la visión
de un verde de distintas tonalidades de efectos sedantes, llegó el momento, tras el abundante desayuno, de iniciar el conocimiento o “re-conocimiento” de la Mariña lucense costera.
de un verde de distintas tonalidades de efectos sedantes, llegó el momento, tras el abundante desayuno, de iniciar el conocimiento o “re-conocimiento” de la Mariña lucense costera.
De esta manera, con las ventanillas del coche
abiertas para aspirar el maravilloso perfume de la campiña, por la carretera
LU-160 nos desplazamos hasta Ferreira, y desde allí emprendimos la marcha con
destino a Viveiro, por la LU-161, una carretera en la que no podría decidirse si
predominan más las curvas (incontables y casi sin fin) o el verde y fragante
paisaje.
Menos mal que la velocidad era la mínima y por eso
comprobamos que por desgracia las plantaciones de eucaliptus (muchas de ellas
de árboles jóvenes) se están imponiendo a los robledales, hayedos, castañares, nogales y
pinares, en una invasión que será lucrativa para la industria pero que cada vez
más ahoga la vida natural.
Tras vueltas y revueltas, al fin alcanzamos Viveiro
(unos 35 kms. desde Adelán) y nos aventuramos a entrar en la ciudad, con
aspecto de ser urbe grande e importante, acodada a la ría que la cruza, y así
dimos un vistazo sin bajar del coche a las playas, la zona portuaria, y los
alrededores, para tomar a continuación la carretera costera N-642, muy bien
cuidada, pero también prolija en curvas, para, en medio de los bosques, pasar
cerca de O Vicedo, Porto do Barqueiro, Ortigueira y su bella ría, y por la
AC-862 entrar en la provincia de A Coruña, desviando por la carretera de acceso
a Cedeira, que brinda unos bellos paisajes de la ría y de los bosques cercanos.
Cedeira está
situada en la ría homónima en la que desemboca el río Condomiñas. Su población
asciendía a 7.511 habitantes en 2008, y destaca en ella la plaza del Sagrado Corazón,
que, con vistas al mar, es más comúnmente llamada por los cedeirenses “plaza
roja”, debido al suelo de ese color. En cuanto a playas, la de la Magdalena
es la más visitada de toda Cedeira por ser la única playa urbana y por su
longitud (1400 metros de longitud y una media de 35 metros de anchura). También
resultan agradables (si la marea no sube en exceso), la playa de Area Longa,
situada al lado del puerto, la playa de las Sonreiras, próxima a punta
Sarridal, a la que se puede acceder andando o por el mar y la playa de las
Burbujas, llamada así porque al caminar sobre la arena mojada se desprenden
burbujas que quedan atrapadas al subir la marea. A esta playa solo se puede
acceder andando.
La afluencia de visitantes y turistas no era
excesiva (eran fechas finales de julio), y por ello nos resultó muy grato el
paseo hasta el pequeño puerto y por los aledaños del río, previa parada en un
barecito en el que degustamos uno de los manjares de marisco más deseados por
nosotros, los percebes.
Efectivamente, unos vinos del Ribeiro acompañaron un
buen plato de percebes, gruesos, frescos y
sabrosísimos, que pagamos a precio tan barato que casi nos pareció se trataba de un obsequio.
sabrosísimos, que pagamos a precio tan barato que casi nos pareció se trataba de un obsequio.
Aún tuvimos ocasión de un nuevo tapeo un rato más tarde, en esta
ocasión con un “pulpiño a feira” que en Galicia siempre resulta sabroso.
Y después del paseo por Cedeira, volvimos por la
N-642 en sentido Este, hasta llegar a Porto do Barqueiro, bella villa marinera,
desde la que tomamos la carreterita local AC-108, para subir al cabo Estaca de
Bares.
A los maravillosos panoramas que se divisan en la marcha hasta el cabo, se une como colofón la extraordinaria vista panorámica
desde esta punta, marcando la separación convencional entre el mar Cantábrico,
al este, y la masa oceánica general del océano Atlántico, al norte y al oeste.
La Estaca de Bares es el punto más septentrional de
la península Ibérica. Está enmarcada en un paisaje impresionante en el que
acantilados separan las rías de Ortigueira y del Barquero. Constituye un
estupendo observatorio ornitológico en el que se ha contabilizado el paso anual
de más de 280.0001 aves migratorias, entre las que destaca el alcatraz
atlántico (Morus bassanus) y diversas especies de procellariiformes como la
pardela pichoneta (Puffinus puffinus) y la pardela cenicienta (Calonectris
diomedea). Lugar declarado de interés nacional. En el extremo norte del cabo,
está situado el faro de Estaca de Bares, el más septentrional de la península.
En este cabo también existen instalaciones militares
abandonadas. Una de ellas era una instalación de los Guardacostas de los
Estados Unidos desde principio de los años 1960, como una base LORAN (del
inglés: Long Range Aid to Navigation). La base funcionó como una estación de
comunicaciones hasta 1991. En la
actualidad, estas instalaciones están en ruinas.
actualidad, estas instalaciones están en ruinas.
Fuimos capaces de sobrepasar por un sendero las
instalaciones militares y llegar al punto extremo del cabo, desde donde se
vislumbra uno de esos paisajes que el visitante desearía retener y visualizar
en su memoria por siempre. Una preciosidad, con los barcos cargueros divisándose
en lontananza y los acantilados en derredor.
Al regresar del cabo, aún nos acercamos al
puertecito de Bares, recoleto y agradable, en el que un par de restaurantes
permiten la
comida y el refrigerio.
comida y el refrigerio.
El día avanzaba en medio de bellezas paisajísticas,
y por ello optamos por volver a Viveiro, bulliciosa ciudad en la que se palpa
la abundante población y la mayor actividad turística, dándonos un paseo por el
casco antiguo y entrando en un supermercado para comprobar las especialidades
que se venden en Galicia, lo que nos hizo caer en la “tentación” de surtirnos
de un buen queso de tetilla y unas botellas de vino del Ribeiro, que finalmente
nos sirvieron de adecuado refrigerio o colación nocturna en nuestra suite de
Adelán.
Cuando regresamos a nuestro Hotel Casa Franco
volvimos a respirar la frescura del aire gallego y a
solazarnos con el bello panorama del ocaso, después de un día de escapada pleno de bellos paisajes y deliciosas vivencias, que nos había empezado a cautivar como adictos a la Mariña lucense que empezábamos en gran parte a conocer.
solazarnos con el bello panorama del ocaso, después de un día de escapada pleno de bellos paisajes y deliciosas vivencias, que nos había empezado a cautivar como adictos a la Mariña lucense que empezábamos en gran parte a conocer.
Primer día de disfrute en la Mariña lucense.
Embrujo de perfumes y olores, preludio de manjares marineros inigualables.
Embrujo de perfumes y olores, preludio de manjares marineros inigualables.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Esta lectura ha sido lo mas refrescante del diario. En el telediario de la noche corroboran lo que digo al decir que la mínima en Valencia de 24 grados ha sido la máxima de Santiago de Compostela. Enhorabuena por tu elección. Galicia generalmente, aunque no siempre, tiene muy agradables temperaturas en verano, si lo unes a su magnífica y variada cocina, vacaciones perfectas. Julio
ResponderEliminarAngel el sistema pone muchas pegas a la publicación de comentarios. A ver si sale.
ResponderEliminarAngel: he querido incluir un comentario en tu bloc pero no lo consigo, asi que lo hago via whatsap.
ResponderEliminarQuiero que sepas que sigo con gran interes tus cronicas sobre tus viajes de verano y me agradan mucho. Con tu pluma facil y tu amena narrativa haces muy agradable la lectura de tus, siempre ponderadas, impresiones. Que sigais teniendo un buen viaje y un fuerte abrazo.
Rafael Muñoz
11 de Ago, 20:19 - Gracias, Rafael. Al pie de cada cronica se indica "sin comentarios". Si clickas ahi se te abrira el espacio para el comentario
ResponderEliminarO me lo envias y lo incluyo yo.