THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

viernes, 7 de agosto de 2015

ESTA ESPAÑA NUESTRA: TURISMO VACACIONAL 2015 CON EXPERIENCIAS FLUVIALES, DUERO, SIL Y MIÑO.- VI SIGUIENDO EL SIL POR VALDEORRAS

La comarca de Valdeorras está situada en el noreste de la provincia de Orense. Pertenecen a esta comarca los siguientes municipios: El Barco de Valdeorras, La Rúa de Valdeorras, El Bollo, Carballeda de Valdeorras, Laroco, Petín, Rubiana, La Vega y Villamartín de Valdeorras.
Esta comarca pertenece a la Diócesis de Astorga.

Economía

La economía está basada principalmente en la explotación de canteras de pizarra, pero también en la agricultura (vino especialmente) y ganadería.

Historia

La historia del valle de Valdeorras ha estado muy influida por la presencia romana. Sin embargo, existen numerosas pruebas de la presencia anterior a la llegada de los romanos.

Las primeras citas históricas del valle de Valdeorras aparecen en clásicos como Plinio que habla de los Gigurri. Tradicionalmente se han considerado estas tribus astures (Gigurros, y Calubrigensis, de la Gallaecia prerrománica), como las denominaron los griegos antiguos, como los antiguos pobladores de Valdeorras.

La llegada de los romanos cambió sustancialmente el valle. El principal elemento romanizador fue la construcción de la Vía XVIII de la que quedan como muestra varios puentes en la actualidad.

Tras los romanos, que buscaban el oro que había en el río Sil,
llegaron los suevos y los visigodos y posteriormente, la repoblación, el cristianismo y la influencia de las órdenes monásticas. En 1624 se pone en marcha el Monasterio de As Ermitas, que en la actualidad se ha convertido en el más importante lugar de culto de la comarca.

En 1822, esta comarca, junto con la vecina de Trives, perteneció a la provincia de El Bierzo (la Provincia del Vierzo), con la que aun perteneciendo hoy día a provincias diferentes, León y Ourense, mantienen importantes lazos económicos y de servicios. En 1833 se separó la provincia berciana en dos.

A finales del siglo XIX tiene lugar un hecho decisivo para la economía y la historia humana de Valdeorras: el 1 de septiembre de 1883 se abre al tráfico la línea férrea Palencia-A Coruña, quedando el valle comunicado por ferrocarril a la modernidad.

 (De Wikipedia y otras fuentes)


El Barco de Valdeorras (oficialmente desde 1984 y en gallego, O Barco de Valdeorras) es un municipio situado en el extremo nororiental de la provincia de Orense (España). Localizado en el fondo del valle del Sil, bajo la Serra do Eixo, es la cabecera del partido judicial homónimo. Una de las bases de su economía, además de la explotación minera y tratamiento de pizarras, es la producción de vino acogido a la Denominación de Origen Valdeorras. Restos de la cultura romana y prerromana y varios pazos señoriales son los monumentos más destacados del municipio.

Historia

En algunas cuevas de la Sierra de la Lastra se encontraron restos humanos primitivos. En lugares próximos a El Barco hay petroglifos y asentamientos castreños. Los Gegurros, uno de los 22 pueblos que formaban parte del convento asturicense, eran los antiguos pobladores de estas tierras y de ese gentilicio deriva el topónimo actual de la comarca (Val-de-giorres).

La romanización fue intensa en un territorio tan estratégico como rico
en minerales. Entre las Médulas y Montefurado son frecuentes las huellas de la actividad extractora del oro. Por Valdeorras pasaba la Vía Nova (la XVIII del itinerario de Antonino), que unía Braga y Astorga, y otras vías secundarias que obligaron a construir puentes que son testigo de aquella época.

En la Edad Media el Señorío de Valdeorras fue administrado por la nobleza. Condes de Lemos, Marqueses de Villafranca y Condes de Ribadavia fueron marcando sus destinos. La fortaleza del Castro es el referente de aquella época. Esta pequeña villa fue cabeza de jurisdicción hasta comienzos del siglo XIX. Los monasterios de la
vecina comarca del Bierzo y la Orden de San Juan de Jerusalén compartieron con la nobleza la administración de estas tierras. De la Alta Edad Media destaca el complejo románico de San Miguel de Xagoaza, perteneciente a la Orden de Malta.

En 1809 grupos de guerrilleros valdeorrenses bajo el mando del Abad de Casoio impidieron, en Sobradelo, el paso de las tropas francesas del mariscal Soult. A finales de ese mismo siglo, Valdeorras, que estuvo representada en las Cortes de Cádiz por el párroco de Vilamartin, el liberal Ruíz de Padrón, se abre al mundo moderno con el ferrocarril, que llega en 1883, pocos años antes de construirse en El Barco el puente de San Fernando, esencial para mejorar la comunicación de la comarca.

Origen del topónimo

El Barco está situado en la parte suroriental de Galicia, en la comarca de Valdeorras, ocupando parte de la llanura aluvial del río Sil y entre las montañas que limitan su contorno. Esta configuración del terreno es la que puede haber dado origen al topónimo El Barco, a partir de una base prelatina, probablemente céltica, barc o barg (concavidad).

Economía

El Barco basa su economía en la explotación y tratamiento de las
pizarras y en su viticultura. Las pizarras constituyen la base del dinamismo económico y del comercio de exportación, siendo el municipio un importante centro de referencia de la pizarra. Dentro de su producción agroindustrial, el cultivo de la vid ocupa un papel predominante. La adecuada temperatura e insolación, unidas a un suelo adecuado, favorecen su extensión a lo largo de las laderas produciendo un vino de calidad (con las variedades autóctonas de godello y mencía) acogido a la Denominación de Origen Valdeorras. La mayor parte de su producción está cooperativizada y posee una importante comercialización. También es de citar el cultivo de la castaña, el cual adquiere cada vez mayor relevancia.

(De Wikipedia y otras fuentes)


Tras haber  hollado las rutas del norte y oeste de Ourense, decidimos salir desde el Pazo da Pena en dirección a la comarca de Valdeorras, en el extremo oriental de la provincia.

En llegando a la carretera comarcal OU-636, alcanzamos la N-120, poco antes de A Rua  (una población cuyo nombre no puede ser más apropiado, pues se construyó alrededor de una vía, una calle, la propia carretera), siguiendo aguas arriba el curso del río Sil y vislumbrando los viñedos del afamado vino de Valdeorras a ambos lados de la ruta, hasta alcanzar O Barco de Valdeorras, población de tamaño medio, bien configurada arquitectónicamente y que surca el propio río Sil, hasta el punto de que una de sus zonas más bellas y
confortables es el llamado “malecón”, junto al río.

Tras deambular algo en medio de un calor importante, se nos aconsejó la comida en un restaurante (“Piquiño”) situado en el propio malecón, en el que por un barato precio pudimos gozar con platos de la zona, especialmente una carrillera de ternera deliciosa, regándolo con vino blanco de la zona. Muy agradable.

Tras un relativo reposo en el paseo a la sombra de los álamos, reemprendimos la ruta, desandando la N-120, en dirección a Monforte de Lemos, aunque a la altura de Quiroga dejamos la carretera nacional para tomar una local que iba a conducirnos hasta Castro Caldelas (ya en las tierras de Trives), tras admirar la belleza de un Sil cuyos meandros ornaban las riberas pobladas de viñedos, admirando además las bellezas de los altos de la comarca.

Arribados a Castro Caldelas, no pudimos menos que seguir hasta el centro de A Pobra de Trives, para tomar un refresco en la terraza del bar restaurante “O Pilón” y gozar del agradable ambiente de la tarde, en cuyo ocaso retornamos al Pazo de nuestra estancia, donde,además de echar
un repaso por Internet a las novedades, tomamos un piscolabis, con un refresco, planificando el siguiente día.

Estábamos gozando en nuestros periplos en torno a los ríos, y más aún descubriendo tierras más desconocidas por menos turísticas.

La noche acogió nuestro plácido descanso respirando los aires de la parroquia de Rozavales en Manzaneda.

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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