Ador es una localidad y municipio español
situado en la parte sur-oriental de la comarca de la Safor, en la provincia de
Valencia, Comunidad Valenciana.
El topónimo deriva del
árabe الدور (ad-dūr), «las casas».
Geografía
Situado al suroeste de la Huerta
de
Gandía, en el límite del Valle del Serpis con la Sierra de Ador, en la
margen izquierda del río.
La superficie del término es
montañosa, a excepción de la margen del río Serpis. Las alturas principales son
Peña Roja (361 m.), Castellarets (283 m.), Corona (165 m.), Tossal, la Cruz,
etc.
El río Serpis sirve de límite al
término por el este; por una estrecha franja de terreno, al norte llega a tocar
el río Vernisa.
El clima es templado. Todo el
término está cubierto de arbolado, predominando los naranjos en las zonas
cultivadas y el pino en las montañosas. El pueblo está al pie de la sierra.
Desde Valencia se accede a
través de la N-332 para enlazar con la CV-686 y la CV-685.
Historia
En el término municipal se ha
encontrado una importante villa romana (la casa de Alfàs); también es una de
las pocas zonas de la comarca en la que encontramos entierros visigóticos.
Es un pueblo de origen árabe,
que pasó a pertenecer al Reino de Valencia en el siglo XIII, con la conquista
realizada por el rey Jaime I.
Después de la conquista fue
repoblada por los cristianos en 1248. El rey Pedro el Grande, concedió en 1276
a Joan de Pròxita el señorío sobre el castillo de Palma, que incluía Ador en su
jurisdicción. Después perteneció al señorío del
Monasterio de San Jerónimo de
Cotalba. El 1460, pasó a manos de la familia Tolsà y posteriormente, a los
Montcada, a los que perteneció hasta la desaparición de los señoríos. En 1574
se separó eclesiásticamente de Palma y se convirtió en parroquia independiente
bajo la advocación de Nuestra Señora de Loreto. El botánico Cavanilles hace
referencia a su población (94 vecinos a fines del siglo XVIII) y a la
importante cosecha de algarrobas y olivas (además de otros productos) que se
recogían en sus alrededores.
Economía
La agricultura es la base
económica del municipio, los naranjos constituyen la mayor riqueza, seguidos de
cereales y hortalizas. En el secano hay algarrobos, olivos, almendros y viñedos
cultivo que va cediendo terreno a los cítricos.
Monumentos
Iglesia Parroquial. Ampliada en el siglo XVIII,
está dedicada a la Virgen de Loreto, que con el Cristo del Amparo, ostenta el
patronazgo de la población.
Ermita de San José. Declarada bien de relevancia
local.
(De Wikipedia y otras fuentes)
…
En Ador, como en otras
poblaciones de La Safor, han quedado al descubierto restos que han puesto de
manifiesto la existencia de vida 3.000
años a.C. (Eneolítico). La cueva del Barranco del Figueral en la montaña de
"Els Ninets" ha sido un libro abierto para los arqueólogos, donde se
descubrió un enterramiento del Neolítico.
ADOR ROMANO: Los restos
arqueológicos, de esta época son de los más importantes de la comarca, fueron
hallados en la partida Raconch, al plano de l'Alfas y los mismos aportan un material
de gran valor para el estudio de la ÉPOCA ROMANA en nuestra zona. Además de
gran cantidad de objetos, se constató la existencia de una mansión con un
sistema de calefacción muy especial para su época.
ADOR ÁRABE: El topónimo de Ador
parece ser de origen musulmán y significa "tanda de riego". Ador
pertenecía en estos tiempos al Reino de Denia, en el que el Castillo de
Ador-Palma jugaba un importante papel, junto con los castillos de Rebollet,
Borró y Villalonga. Los árabes proyectaron nuestra agricultura con un sistema
de regadío muy singular, que hoy en día se sigue utilizando, pese a la
implantación del riego por goteo. Crearon una huerta rica, continuaron la
industria de la seda y plantaron la caña de azúcar para extraer este elemento.
Una muestra de la existencia de esta etapa en la historia de Ador ha sido la
multitud de restos de la cultura árabe encontrados en el castillo, restos que
en la actualidad continúan apareciendo y que algunos desaprensivos destruyen o
esconden para sí. Los barrios de "El Barri" y "El Raval"
formaban la antigua población árabe, lo que en la actualidad es la parte más
elevada de la actual población de Ador.
ADOR CRISTIANO: El Reino de Denia,
al cual pertenecía la comarca de La Safor en tiempos de los árabes, fue
reconquista por Jaime I. Los árabes de Dénia se dirigieron hacia Alicante. La
repoblación de Ador por los cristianos fue inmediata, como así lo demuestra el
"Llibre del repartiment", donde quedan reflejadas las diferentes
donaciones de Ador a los respectivos caballeros, que pasó a ser población
cristiana y formó parte de uno de los más importantes señoríos enclavados en la
bella comarca de La Safor.
(De la web del Ayuntamiento de
Ador)
…
“El reloj solar romano de Ador
El único reloj solar romano que
se conserva en Valencia está en Ador. Se trata de un modelo clásico con vaciado
cónico que conserva el hueco donde se engarzaba el asta metálica que producía
la sombra. El hemiciclum de Ador es
una pieza que está bastante completa y en un aceptable estado de conservación,
que permite observar la posición de las 11 líneas horarias que dividen el plano
del reloj en 12 sectores correspondientes a las 12 horas romanas.”
(Web municipal)…
“Ador, el pueblo español en el que dormir la siesta es ley.- Una orden municipal establece un horario oficial para dormir la siesta. Las repercusiones en todo el mundo.
En Ador, una localidad de Valencia en
España, la siesta es sagrada. Así lo dispone la última orden
municipal que aprobó el pleno de la Municipalidad del lugar, que pretende
“garantizar el descanso de todos y poder sobrellevar mejor los rigores del
verano”, según indica Joan Faus, el intendente de la pequeña localidad
que apenas alcanza los 1.400 habitantes.
Según informa el diario español “El País”,
en este pueblo mediterráneo, el sol pega fuerte entre las dos y las
cinco de la tarde, por lo que en esas horas se ruega “paz y silencio” para
poder dormir la reparadora siesta. “No es una imposición, es una
recomendación”, explica el Intendente, a la par que
demuestra sorpresa por la enorme expectación que provocó la
orden municipal dentro y fuera de España.
Faus aclara el motivo por el que se
dictó la orden municipal: “Ador es una zona naranjera y en estas fechas
hay mucho trabajo en los huertos. La gente se levanta al alba para trabajar en
el campo y a mediodía regresa a casa, huyendo de las altas temperaturas. Quienes
madrugan aprovechan la siesta para descansar y recuperar energías”. Durante
las horas de la siesta, bares, comercios y hasta la piscina municipal
cierran sus puertas. Nadie ni siquiera se asoma por las calles y reina un
silencio sepulcral.
Las repercusiones sobre el
asunto no se hicieron esperar. Desde Inglaterra, recibieron calificativos nada
amistosos como “perezosos” o “holgazanes”.
“Los
ingleses alucinan. Interpretan que no tenemos ganas de trabajar. Y no, en
absoluto, no se trata de eso”. Para defenderse de los que los
califican a él y a los habitantes de su pueblo como vagos, el intendente recita
de memoria los beneficios de la tradicional siesta: “la Organización
Mundial de la Salud (OMS) considera saludable un sueñecito de 20 o 30 minutos en mitad del día.” además, agrega que “preserva a los más mayores y a los pequeños, la población más vulnerable, de los peligrosos golpes de calor.
Desde que se dio a conocer la
orden municipal, el intendente del pueblo no tiene tiempo de nada, ni
siquiera de dormir la siesta. “La hago cuando puedo” aclara,
mientras intenta atender a atender a los medios de comunicación, que
lo llaman de toda España y del extranjero. En Ador existe un
respeto extremo por la siesta. No hay sanciones por incumplir la
orden municipal, que no es coercitiva, aunque desde luego un escandaloso no
sería mirado con buenos ojos entre las dos y las cinco de la tarde en este
pueblo español.”
(De “Perfil.com”, 23/07/2015)
…
Ahí es nada; estar emplazada en
el corazón de la comarca de La Safor, casi a orillas del río Serpis, entre la bella
montaña con sus pinares y la plana de naranjales.
Ésa es la población de Ador, de
la que puedo escribir con conocimiento de causa, pues estoy teniendo el
privilegio de contar con la amistad sincera de su sencillo y eficaz alcalde, el
bueno de Joan Faus, con quien cada quincena, más o menos, en los fines de semana, nos reunimos un grupo de amigos del singular “club”, al que yo denomino “de Don Camilo” (parafraseando la famosa novela de Giovanni Guareschi), porque en él se integra un alcalde –de izquierda civilizada, que milita como independiente--, un clérigo combativo y generoso, y varios profesionales, casi todos jubilados.
Cuando en el otoño y en el
invierno, después de una amigable comida, nos desplazamos hasta los naranjales
de Ador (otras veces vamos a los de Beniarjó), y allí “abusamos” de la
generosidad de un “monseñor” que nos induce a coger las deliciosas naranjas de
sus heredados campos, disfrutamos del placer de percibir aromas de esa feraz tierra, y también de llenar nuestras bolsas con unas espectaculares (por el tamaño) naranjas, de sabor y calidad únicos.
Terminada la recolecta, es casi
obligado llegarse hasta el núcleo urbano, en el que nuestro querido “ilustrísimo”,
el alcalde, Joan Faus, nos suele invitar a un cafetito en el bar junto al
ayuntamiento.
Así, de esta guisa, hemos ido
conociendo Ador y disfrutando de sus esencias y de sus gentes, ya que hemos
podido comprobar que a la sencillez de sus moradores se une la esencial virtud
de la hospitalidad.
Cierto es que la mediación del
primer edil contribuye en buen grado a que nuestro conocimiento sea más
completo de lo normal, ya que él se encarga de mantenernos muy al día de las
novedades, como, por ejemplo, ese reloj romano actualmente expuesto en la sala
de plenos del ayuntamiento.
No voy a enfrascarme en una
crónica al uso sobre Ador, porque hoy en día Internet todo lo ofrece, pero sí
destaco el interés que suscita esta localidad, en la que todo resulta sugestivo
y sugerente.
Y además, acabo de descubrir que
tiene ya organizada una ruta de senderismo, de la que prometo ocuparme un día de estos, en este mismo blog, en la serie “Comunidad Valenciana Paso a Paso”.
¡Ah! Y desde luego, en época
estival, trataré de dormir la siesta en Ador, y si no es posible, trataré de
ejercer de “alcalde de Ador” (¡sin que ello sea intento de competir con Joan!) dondequiera que me halle; que el silencio y la siesta son “patrimonio
inmaterial” del buen español.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Super!!!
ResponderEliminarDormir la siesta es ley!!!