XIII.- LOS
MANGLARES Y EL MAR DE LANGKAWI (11-3)
Asentado en un entorno escarpado, casi mágico, de
salientes de piedra caliza que emergen abruptamente del tranquilo mar de Andamán,
el manglar de Langkawi es una verdadera red intrincada de corrientes y grutas
ocultas que alberga cientos de especies de fauna y flora endémicas de la
jungla.
Entre estas, las más interesantes son el milano brahmánico y las enormes águilas pescadoras que anidan en los altos riscos. Una de las mejores maneras de descubrir este mundo de manglares al que no se puede acceder normalmente es apuntarse a los paseos regulares en bote que hay a su disposición.
El momento más interesante en cualquier excursión por los manglares es
Entre estas, las más interesantes son el milano brahmánico y las enormes águilas pescadoras que anidan en los altos riscos. Una de las mejores maneras de descubrir este mundo de manglares al que no se puede acceder normalmente es apuntarse a los paseos regulares en bote que hay a su disposición.
El momento más interesante en cualquier excursión por los manglares es
cuando se da de comer a
las águilas. El barquero lanzará comida al agua cerca del bote y esperará a que
estos enormes pájaros den vueltas sobre sus cabezas y desciendan en picado para
comer.
Las excursiones por los manglares pueden incluir rutas de senderismo por la jungla, exploración de cuevas, visitas al pueblo, chapuzones cuando la marea está alta y exploraciones guiadas de la flora y fauna del manglar. Decida qué ruta se ajusta mejor a usted antes de hacer la reserva.
Las excursiones por los manglares pueden incluir rutas de senderismo por la jungla, exploración de cuevas, visitas al pueblo, chapuzones cuando la marea está alta y exploraciones guiadas de la flora y fauna del manglar. Decida qué ruta se ajusta mejor a usted antes de hacer la reserva.
El embarcadero para iniciar esta excursión está a solo 15
minutos al norte de la ciudad de Kuah.
(De informaciones turísticas de Malasia)
…
El manglar es un área biótica o bioma,
formada por árboles muy tolerantes a las sales existentes en la zona
intermareal cercana a la desembocadura de cursos de agua dulce en latitudes
tropicales y subtropicales. Así, entre las áreas con manglares se
incluyen estuarios y zonas costeras. Tienen una gran
diversidad biológica con alta productividad, encontrándose muchas especies de
aves como de peces, crustáceos, moluscos y otras.
Su nombre deriva de los árboles que los forman, los mangles, el vocablo mangle (de donde se
deriva mangrove en alemán, francés e inglés) proviene de una voz caribe
o arahuaca, quizá guaraní y significa árbol
retorcido.
Normalmente se dan como barrera debido a motivos de desarrollo,
cuando la costa ha sufrido una rápida erosión. También sirven de hábitat para
numerosas especies y proporcionan una protección natural contra fuertes
vientos, olas producidas por huracanes e
incluso por maremotos.
Los manglares son biotopos (conjuntos de hábitat) tropicales y subtropicales, hábitats anfibios (con características
acuáticas y terrestres), localizados en la zona intermareal (entre pleamar
y bajamar), de costas protegidas o poco expuestas -golfos
y ensenadas, bayous,
marismas y estuarios o desembocaduras de ríos- con fondos
blandos (de arenas, limos o arcillas, nunca rocosos) y que reciben
periódicamente agua dulce por escurrimiento. Los manglares están caracterizados
por la
predominancia, en un sitio dado, de unas pocas
especies de una cohorte de 20 géneros y 54 especies de árboles (mangles) pertenecientes a muy diversas familias (16), a las cuales se asocian muchas otras especies de plantas herbáceas y leñosas; todas ellas poseen en común la propiedad de tolerar condiciones extremas de salinidad y bajas tensiones de oxígeno en aguas y suelo, para lo cual han evolucionado adaptaciones especiales fisiológicas o anatómicas.
especies de una cohorte de 20 géneros y 54 especies de árboles (mangles) pertenecientes a muy diversas familias (16), a las cuales se asocian muchas otras especies de plantas herbáceas y leñosas; todas ellas poseen en común la propiedad de tolerar condiciones extremas de salinidad y bajas tensiones de oxígeno en aguas y suelo, para lo cual han evolucionado adaptaciones especiales fisiológicas o anatómicas.
Los manglares desempeñan una función primordial en la
protección de las costas contra la erosión eólica y del oleaje. Poseen una alta
productividad, alojan gran cantidad de organismos acuáticos, anfibios y
terrestres; son motores generadores de vida, como hábitat de los estadios
juveniles de cientos de especies de peces, moluscos y crustáceos. También son
el hábitat temporal de muchas especies de aves migratorias septentrionales y
meridionales.
(De Wikipedia y otras fuentes)
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El segundo día completo de nuestra estancia en Langkawi
decidimos realizar la excursión por los manglares y playas del norte de la
isla, y, por medio de un buen servicio que se ofrecía en nuestro hotel Adya,
reservamos para la visita a la zona del Klim Karst Geoforest Park, en torno a
río Klim y cerca del Langkawi Nature Park.
La excursión era a un precio razonable (comida ligera
incluida), y al filo de las nueve y media de la mañana un microbús nos recogió
en el hotel y junto con otras personas nos llevó hasta las cercanías de Pulau
(isla) Anak Kula, donde una buena organización nos fue distribuyendo entre las
muchas barcas (más bien lanchas rápidas con toldillo protector) que había en el
amplio embarcadero.
Al poco de salir, la barca tomó una considerable
velocidad de navegación hasta
detenerse en el centro del río, donde el guía,
simpático, educado y en un inglés más que correcto, nos fue explicando los
propósitos de la excursión, con las recomendaciones de rigor, como no
desposeernos de los chalecos salvavidas y permanecer sentados y agarrados a los
puntos de sujeción, cuando la lancha navegase (e iba a hacerlo a gran
velocidad). Recorriendo el río llegamos hasta mar abierto, en un punto en el
que había jóvenes practicando el snorkel y en el que nos deleitamos echando
trozos de pan a los miles de coloristas peces que por allí nadaban.
Hasta hubo
algunos que se lanzaron al agua para tomar un baño, y dijeron que el agua
estaba demasiado caliente.
Concluida esta primera aventura, y cuando ya vislumbramos las blancas arenas de las playas cercanas, la nave se desplazó a mucha velocidad bordeando la costa, para adentrarse por el río y seguir mostrándonos las bellezas de los manglares, llegando a un punto en el que se aproximó tanto a una zona en la que había centenares de monos, que varios de estos saltaron a nuestra barca, con gran susto para bastantes viajeros, y se pasearon por toda la canoa, hasta que les dimos en nuestra propia mano unos cacahuetes sin pelar y que los macacos cogieron cuidadosamente con su manecitas de la palma de nuestra mano, los pelaron con los dientes y los engulleron. Experiencia única y para recordar.
Pero el tiempo quería recordarnos que estábamos en
Malasia y que las lluvias en toda ella, y más en esta zona tropical, era muy
habituales, por lo que comenzó a caer una buena agua, y la lancha se aproximó a
una zona de servicios, con piscifactoría (mil variedades de peces de toda
clase), servicios y restaurante, en el que nos sirvió una frugal comida, con
una ensalada de la zona, arroz algo picante con pescado y ensalada de frutas,
más un zumo. Lo engullimos de mil amores.
Y siguió la excursión, recorriendo los meandros del río
Klim, y deteniéndose
para contemplar el vuelo de las águilas sobre nuestras cabezas.
en preciosa visión.
Seguidamente nos dirigimos a la Cave ot Bats, en la que, alumbrándonos
con linternas y en el más absoluto silencio, pudimos ver cientos o miles de
murciélagos colgados del techo, lo que a más de una de las mujeres de la
expedición creó algún o bastante desasosiego. Todo ello con la salida por
pasarelas al manglar y a la tupida jungla.
Regresamos por el río otra vez a la mar abierta y zona de
las playas blancas, en la que se pudo tomar el baño, en medio de un sol
inmisericorde y una arena que ardía. Buena ocasión para refrescarnos sorbiendo
el delicioso jugo de un coco.
Con los guías al terminar la excursión |
Allí acabó la excursión y unas furgonetas nos devolvieron
al hotel hacia media tarde, a tiempo de darnos una buena ducha y descansar,
además de entretenernos viendo cómo la seguridad y la policía custodiaban el
establecimiento, por la estancia del ministro malayo, que supimos después era
el equivalente a ministro del interior.
Para rematar la jornada, las mujeres de nuestro grupo
quisieron ir al mercado de noche (night market), no muy lejano, pero en el que
comprobamos que se vendía comida muy popular, casi toda muy picante, así
que casi ni cenamos.
Pero después del maravilloso día de excursión por los
manglares, lo que el
cuerpo nos demandaba era acogernos a la cómoda cama, a
pesar de que al alba volvería a sonar la oración del muecín desde la mezquita.
Malasia, y Langkawi en especial, nos estaba cautivando.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
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